Partida Rol por web

Llegais casi a la vez al salon de la taberna.

El lugar esta tan animado como siempre, con casi todas las mesas ocupadas.

Los comensales apenas os miran y es la hija de Gosbert la que os atiende.

¡Hola caballeros! ¿Comerán pan y leche templada? Esperen en la mesa a que se los acerque

Os sentais en la mesa de madera y esperais a la dama. Teneis aspecto de cansados. Tal vez no descansasteis lo suficiente.

Al sentarme a la mesa, contemplo en silencio a Simol, mientras mi cicatriz comienza a temblar espasmódicamente.

Luego de un rato de observarlo, le pregunto, de manera directa:

-Mediano, ¿no tienes nada que decir? ¿Nada que comentarnos en esta mañana, luego de la apacible noche que hemos pasado?-la ironía no deja palabra sin marcar, de las que salen de mi boca.

Konrad se sienta en la mesa cerca de Altarendil. Está blanco como el papel, su palidez acentúa unas ojeras que denotan que no ha descansado tanto como debería.

- No puede ser real, no puede ser real...- murmura por lo bajo sumido en sus pensamientos.

Las palabras de Altarendil le sacan de sus ensimismaciones.

- ¿también habéis pasado una mala noche?... cuando estemos en un lugar más tranquilo tengo que contaros algo.- comenta al grupo con nerviosismo.

Bajo al salón bastante cansado y con paso lento, cuando me siento en la mesa noto que mis compañeros se encuentran en la misma situación que yo y que Altarendil no me quita la vista de encima hasta que habla, cuando voy a contestarle Konrad sugiere otro sitio para hablar, creo que tendré que explicarles algo pero será mejor fuera de aquí.

Miro a Altarendil y luego a los otros, Por lo visto no he sido el único en pasar una mala noche, de momento con la panza vacía no puedo hablar por lo que primero comámos y ya hablaremos luego como dice Konrad.

A ver si esa chica trae ya la comida, estoy muriénd... estoy hambriento.

Bajo al salón de la taberna bastante cansado a causa de la noche que he pasado, mis pasos son lentos y mecanizados, levanto la vista cuando llego a la mesa sin saber que puedo contarles a los otros sobre lo sucedido durante la noche y con la duda de si habrán notado algo también, al ver sus caras mis dudas se disipan al momento, que sabrán? Debo contarles todo?

Me siento en la silla a la espera de que traigan la comida y a la espera de sus primeras palabras, Altarendil es el primero en hablar y como esperaba es directo y sin rodeos, maldito elfo, sus pensamientos de superioridad hacia los otros acabarán costándole caro alguna vez pero ahora tiene motivos para hablar así, habrá tenido el mismo sueño que yo? Habrá visto algo distinto?

Por lo visto no he sido el único en pasar una mala noche, de momento con la panza vacía no puedo hablar por lo que primero comámos y ya hablaremos luego como dice Konrad.

Asi que parece que no he sido el unico en pasar una mala noche, cuando mis compañeros hablan me llevo una de mis manos mi bolsillo y toco una bolsa

-si,sera mejor que hablemos en otro sitio- 

Espero a que nos traigan la comida

Me siento en la mesa y observo las caras de mis compañeros.

Algo nos ha afectado a todos, algo maligno...

¿Nos han embrujado? ¿Qué tomasteis ayer? Yo algunas cervezas...bastantes diría yo...pero nada raro.

Confío en que la comida ayude a mi estómago, después hablaremos de lo ocurrido por la noche e iremos a cobrar nuestra recompensa, quizá me compre algo, municiones y demás equipo.

Señorita, tráigame tambien un vino.-miro a los demás-hay que empezar bien el día.

- Comamos y salgamos de aquí, luego iremos a ver al capitán para que nos pague.- dice Konrad con nerviosismo.

Salis de la posada pensativos, aun teneis cosas que hablar...

Llegais al poco rato al edificio de la guardia, que no es mas que un grupo de casas anexadas entre ellas para aprovechar las construcciones supervivientes.

Veis varios hombres en la puerta que os dejan pasar cuando os acercais.

Al final veis a Gerhard sentado delante de una mesa leyendo unos documentos que hay dispersos por ella. El hombre suelta improperios por lo bajo hasta que ve algo que lo hace levantarse enfadado.

¡Maldita sea! Bueno... ya solucionaremos esto... ¡aaahhhh! por fin habeis venido... tomad, aqui teneis vuestra recompensa.

Mañana mismo ira un grupo de diez guardias y seis trabajadores a comprobar el estado de las edificaciones y demas.

Parece que estos humanos creen que ya hemos limpiado las afueras de la ciudad, cuando realmente eso no es asi

Observo las monedas que nos hemos ganado, pero tembien pienso en los horrores que hemos visto y con la duda de que le pasara a la pobre niña

-Muchas gracias Capitan-

los aventureros reciben una más que justa recompensa habida cuenta que han sufrido horrores importantes en la otra parte de la ciudad.

- Gracias capitán, ¿tiene algún otro encargo para nosotros?.- le pregunta Konrad al oficial cuando recibe el dinero.

Estos tipos creen que la otra parte de la ciudad es una fiesta, ¿solo diez guardias? no durarán mucho tiempo si son cogidos por sorpresa... Nosotros lo pasamos mal y eso que tuvimos mucha suerte.

- Si yo fuera usted enviaría bastantes más de diez guardias, o mejor, no mandaría a nadie a explorar las ruinas. Nosotros tuvimos suerte y ahora estamos aquí, pero otros pueden no tener tanta. Yo no arriesgaría la vida de sus hombres, los necesitará para defender la parte de la ciudad que aún mantienen.- le advierte al capitán.

Guardo las monedas en mi bolsa mientras escucho a los otros que parecen desentenderse de la niña, Disculpe Capitán, ya se ha decidido que hacer con la niña que rescatamos del Templo? Así cómo con el Templo mismo y esa maldita piedra? Más vale que purifiquen ese sitio o el poder de la piedra podría extenderse aun más, me pregunto si ese jinete también sería un mutante o un servidor de los poderes oscuros.

Alomejor aun nos tocará algún otro encargo relacionado con el tema aunqué no se hasta cuando podrá pagarnos el Capitán...

Hago un gesto con la cabeza, como agradeciendo, al Capitán cuando nos da las monedas. Aunque no hay mucho que agradecer. Casi morimos ahí fuera, y seguro que los guardias que envíe también morirán. No me preocupo en advertirle la situación, como hace Konrad, porque no me interesa, simplemente.

Ahora, escucho con cuidado la respuesta del mismo, cuando Simol le dice que debería limpiar el Templo. Eso me molesta mas que un grupo de humanos ya mayorcitos muriendo por órdenes de otro. El albino jugó con los niños, los cachorros. Eso me ha llenado de rabia. Ni siquiera con los humanos se hace eso.

Miro las monedas por un instante, esa paga un soldado sólo la ve en dos ocasiones, cuando muere un compañero y sus pertenencias se reparten, o cuando hay botín de campaña. Nunca hubiera imaginado que en la posguerra se pudiera ganar ese dinero.

Voy a comprarme ropa buena, municiónj para el arcabuz. El arco que se lo quede Simol, ya veré qué mas adquiero.

Señor, no merece la pena que arriesgue soldados, Wolfenburgo, termina ahí- digo mientras señalo el límite de la civilización-lo demás les pertenece a ellos.

Ese ellos no se refiere a nadie en concreto, aunque todos saben de quién hablo.

Si no me necesita m retiraré...

Respecto a la niña, mañana llegara un Sacerdote de Sigmar experto en temas de exorcismo y herejia para explorarla... si haya cualquier rastro del Caos deberemos explicarle a la madre porque volvera a perder a su hija... espero que no sea preciso.

El norte debe ser recolonizado, son ordenes del Alcalde y del Conde Elector en persona. Si esos diez hombres y ayudantes son insuficientes mandare diez mas... o mi cabeza rodara amigos mios... no tengo mucha eleccion.

Las cosas estan demasiado tranquilas ahora... pero siempre hay cosas que hacer.

Este no es un encargo tipico para un grupo como vosotros, pero necesito que lleveis esta misiva al Alcalde de Gruylen. El os pagara todos los gastos del viaje, comida y alojamiento en una posada a medio camino, asi como una pequeña recompensa. No espereis mas de 5 monedas de oro para cada uno... entended que solo es llevar una carta... pero por lo que se es probable que alli encontreis mas trabajo.

Estan mas cerca de tierras devastadas y seguro que necesitan de curtidos guerreros como vosotros...

Muchas gracias compañeros y que Sigmar os guie