Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 7: en las montañas.

Cargando editor
10/03/2015, 14:50
Alexander Peabody
Sólo para el director

Notas de juego

La idea es que la medicación no le hace mucho efecto, es difícil acertar incluso con un diagnóstico claro y el trastorno está recien adquirido. Por otra parte, dilatación pupilar máxima en fase maniaca y contracción en depresiva, como signo más evidente a simple vista.

Cargando editor
10/03/2015, 15:56
Chester Field

Cuando Dominique abrió el bote, Chester tuvo problemas para contener una arcada.

¡Dioses! Cierra esto, por lo que más quieras.

Aquel olor iba a invadir todo el campamento si no cerraban rápidamente el bote, y ya estaba la cosa bastante apestada y atestada como para añadirle otra capa de hediondez.

Usted misma, señorita Ménez, haga con estos botes lo que le parezca conveniente. Pero sería inteligente hacerlo en un lugar apartado; aunque probablemente lo que sería más inteligente aún es enterrarlos en algún sitio y no volver a abrirlos nunca más, ¿no les parece?

Bueno, si me necesitan para cualquier cosa, llámenme. Siempre y cuando no tenga nada que ver con esta... cosa. Si me necesitan para esto, olvídenme. 

Chester abandonó el trío, aún con el olor del potingue metido en sus orificios nasales.

 

Cargando editor
10/03/2015, 16:01
Chester Field

Chester observaba con horror al pobre Alexander.

Oh, por favor... otra vez no. 

Recordaba demasiado bien lo que había supuesto cuidar a Abermale - por cierto, ¿como le estaría yendo? Suponía que mal - como para saber que aquello no iba a ser nada fácil.

Y lo peor es que le daba la impresión de que la cifra de tarados no haría más que aumentar. 

Oiga, señor Pooster... a todos estos locos, ¿no sería mejor mandarles al barco o algo? Creo que mantenerles aquí, con nosotros, puede ser peligroso para ellos y para el resto de miembros de la expedición.

Chester no se fiaba un pelo de aquellos comportamientos. Abermale ya les había supuesto un montón de problemas y estaban en tierras "civilizadas" - más o menos -. No quería ni pensar lo que podría sucederles aquí, en medio del Polo.

Cargando editor
10/03/2015, 16:22
Guardián de los Arcanos

Te das cuenta de que Alex está pasando por una fase maniaca a la que, seguramente, seguirá otra depresiva. Necesitará, según en qué fase se encuentre, estimulantes o tranquilizantes, y la tutela de un experto, tú, Hirsch o Greene para evitar que haga alguna tontería.

- Tiradas (1)
Cargando editor
10/03/2015, 16:24
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Podrías haber improvisado, hombre. Pero, ya que has posteado poco, podemos hacer como que estás entrando en una fase depresiva. Cuáles son las manías en particular, decidelo tú, pero en general todo lo ves negro. Cada pequeño problema se te hace un mundo. Te cuesta irte a dormir, y te quedas despierto hasta tarde, entretenido con alguna minucia inútil y al día siguiente no eres capaz de levantarte de la cama ni con una grúa. Cuando por fin logras levantarte, pasas mucho tiempo intentando organizarte con grandes dificultades a cada pequeña etapa, para terminar como el día anterior, entretenido hasta muy muy tarde con los preparativos de alguna otra minucia (diferente de la del día anterior y siguiendo otro plan y otros esquemas).

Has ganado un 5% en mitos de chtulhu, como premio por tu primer contacto con lo desconocido. Esto, si es que alguna vez sacas una tirada, tiene formas de intuiciones de tu memoria racial, subconsciente o lo que sea.

La locura temporal durará hasta que te lo diga :)

Cargando editor
10/03/2015, 17:30
Timoty Pooster

Tim decide cohger el arma que le entrega su amigo y la guarad en su famoso zurron de piel.

Bien, no hay problema, lo haremos asi pues. Anda, ven aqui y analicemos las ondas conjuntamente, quiero que me digas que tipo de flores son las masadecuadas para esto y creo que tomando algo caliente será mejor. Acercate amigo.

Pooster coloca su mano por encima del hombro de su compañero y le da un ligero abrazo. Tras ello, se encamina hacia la tienda que hace las veces de tienda medica, para hablar con Alex y medicarle.

Notas de juego

pues voy a tratar a Alex, esta un poco desorientado y voy a trabajar con su coco.

Cargando editor
10/03/2015, 21:51
Guardián de los Arcanos

El día siguiente, 29 de noviembre, hizo todavía mejor tiempo que el anterior. Unos calurosísimos -12 grados decidieron a los expertos en clima antártico que se podía modificar la configuración de las ropas de los expedicionarios, cosa que todos agradecisteis.

Sutton se había quedado hasta tarde haciendo algo, revisando notas y dibujos, y por la mañana hubo que despertarle para que se levantara, y lo hizo al final muy malhumorado. Después dejó la responsabilidad de las excavaciones a Menez y se fue a seguir revisando sus dibujos.

Vuestros propios hangares estuvieron listos hoy, y O'Doul y Miles, con la ayuda extra de un muy trastornado Peabody al que de vez en cuando Hirsch o Pooster iban a controlar, ya casi habían montado la perforadora.

Moore insistió en sacar otro de los especímenes de su tumba helada mientras el que ya estaba en la tienda laboratorio se iba descongelando poco a poco y olía cada vez peor. Este estaba en mejores condiciones. Cuidadosamente plegados todo a lo largo de las ranuras que atravesaban su cuerpo de arriba a abajo estaban las quince extremidades intactas. De momento no se podía saber muy bien qué función tenían. El único daño serio que había esta vez era que la parte superior (todo el mundo la llamaba ya "cabeza") estaba aplastada por un lado, pero la parte que no estaba aplastada estaba intacta. Había varias membranas, tanto en las puntas como en los senos de la estrella, fuertemente cerradas. El espécimen se llevó a descongelar para que todos esos misterios pudieran desvelarse cuanto antes. Mirábais los extraños cuerpos y os sorprendíais de la aguda sensación de pánico que habíais sentido el día anterior. Eran meros cadáveres. Habíais sufrido riesgos muy superiores a lo largo del viaje. Pero si desviabais vuestra mente consciente por un momento, el pánico estaba ahí, listo para saltar, y debíais mantenerlo vigilado. Qué profunda cuerda tocaban en vuestras psiques estos lamentables restos de un remotísimo pasado no lo sabíais. Explorar vuestros motivos, intuíais cada uno a su manera, provocaría el pánico inmediatamente. La locura.

Pero podíais disimular, quizá, esos sentimientos, creando una pequeña costra protectora, y erais capaces de acercaros y hasta manupular los cadáveres helados.

Basta con estos dos, de momento. Dijo Moore, ansioso por ir a estudiar el ejemplar que ya hedía en la tienda laboratorio. Mañana otra. Puede que una del final de la linea ¿eh? Sigan con el plan que habían trazado hasta ahora excluyendo los montículos.

Acacia y sus subordinados estaban ahí, listos para ayudar, y Prestley había tomado imágenes con su cámara, lo mismo que Chester.

A medio día llegaron Bryce, Orgelfinger, Winslow y Griffith, como estaba planeado. Charlene, que venía de copiloto con Halperin, saltó del avión y estuvo todo el tiempo que duró la descarga y el mantenimiento dentro de la tienda laboratorio. Todos tuvisteis que ayudar a descargar el Belle, que traía combustible y repuestos. Orgelfinger, distraído, miraba a menudo a la tienda donde se había perdido Charlene. Ella y Moore trabajaban ahí con rapidez. Orgelfinger había cambiado mucho, pero mucho, desde aquella mañana gris en la que salierais de Nueva York. Había ganado una buena capa de músculos, y la crisis sufrida le había proporcionado un aplomo, una madurez, que antes no tenía. Pasó mucho tiempo hablando con Charlene, sin dejar que cerrara la portezuela del Enderby, despidiéndose, antes de que se fueran al campamento de la barrera.

Vosotros, una vez liberados de la tarea de desenterrar lo que ya llamábais los "antiguos", volvisteis al plan primigenio.

El grupo de Sutton al hangar que casi habíais acabado de desescombrar. El trabajo de la tarde mostró que había más de lo que suponíais. Uno de los dornier, los aviones que habían traído Lake, todavía estaba completamente destrozado ahí, casi formando una sola cosa con el muro de contención, dado la vuelta. Los esquíes apuntaron al cielo al ser desembarazados de nieve. El fuselaje carcomido por la fuerza del viento y de la arena, desgastado, sin pintura, el metal brillante a la vista. Las ventanas que quedaban estaban agrietadas. Tras ellas, y tapando todo el interior, había una masa de hielo compacto. Se había derretido y congelado muchas veces para acabar siendo algo duro como la roca. Limpiar el interior sería una ardua tarea. Sutton no os había vuelto a dar indicaciones. Parecía distraido.

El grupo de Menez siguió con su parte: ya que Moore deseaba dejar aparte los montículos, tocaba una de las tiendas, la marcada con el número 13. Poco a poco fueron quitando la nieve que la cubría, hasta descubir que no solo estaba en muy buenas condiciones, sino que, además, sus mástiles doblados por el peso se elevaban poco a poco, retornando a la tensión original los vientos que sujetaban la lona al suelo. En una parte de la lona se descubrieron varios agujeros redondos, pequeños. "Agujeros de bala" dijo alguien. El desescombro había durado toda la tarde. No había más tiempo para investigar. Quizá para abrir la puerta de la tienda y echar un vistazo rápido al interior, sin pisar dentro. La luz iluminó una superficie helada en el suelo de la tienda, que crujía aun, buscando llegar a su posición natural erguida. Era un hielo de color marrón.

Sonó la campana anunciando que la cena estaba lista. Ya todo el mundo se estaba reuniendo en torno a la tienda-cocina. Todos los de vuestra expedición, porque ya el campamento que había hecho aparte Acacia funcionaba como algo independiente, y los suyos se dirigían a su propio territorio, dejandoos en el vuestro.

Notas de juego

Cargando editor
11/03/2015, 10:53
Lord Anthony Montagu-Sutton III

Sutton estaba total y absolutamente desanimado con todo.

No era la misma situación que se había dado la semana anterior, cuando se había encerrado en su tienda y apenas había asomado el hocico fuera de ella. En aquel entonces había sido una decisión consciente, desencantado con la expedición y sus lideres había decidido no esforzarse por elección propia. Pero lo que le ocurría ahora era algo diferente, era como si le faltasen las fuerzas. No sabía a que se debía pero el subconsciente le decía que tenia que ver con aquel "antiguo". Algo que había visto en el cadáver de aquella criatura le había trastornado de manera muy diferente al resto de sus compañeros. 

Se sentía mal, deprimido, sin fuerzas ni ganas de hacer nada. Simplemente no podía concentrarse, cualquier minucia que saliese a su paso le representaba un escollo prácticamente infranqueable. El mero hecho de pensar en levantarse por la mañana le minaba la moral y le hacía sentir perdido y sin resuello. Por descontado pensar en tomar la iniciativa en algo o dar ordenes estaba fuera del guion.

Si se había levantado para trabajar era por que literalmente alguien le había sacado a rastras de la cama. Malhumorado la única acción que llevó a cabo fue la de delegar todas las responsabilidades sobre Menez y fingir que hacía algo productivo examinado los dibujitos y los mapas de las excavaciones, dejando que su propio equipo se las apañase por su cuenta.

Apenas se sentía con ganas de hablar, por lo que en las escasas ocasiones que dijo nada, sus palabras sonaban extrañamente apagadas y desganadas, casi como si estuviera sumido en una somnolencia perpetua.

 

Cargando editor
11/03/2015, 22:10
(Lexinton) Tony Hopewell

En un rato de relativa tranquilidad (día 29 por la mañana, tras el desayuno)

Menez había dejado el trabajo organizado por una hora o así en las excavaciones. Estaban intentando sacar el segundo espécimen del hielo. Se escuchaban los sonidos del trabajo, las conversaciones organizativas...

Hopewell estaba en la puerta de la tienda de la radio mirando el paisaje. Este día también había dormido bien. Era un comentario típico de él decir cómo había dormido esa noche, ya que al parecer, padecía de insomnio desde la niñez, y estaba acostumbrado a dar señales a quienes le rodeaban, ya que el día siguiente a una noche sin dormir su carácter (decían) era terrible.

Menez y Pooster se acercaron a él bastante cómodos con su ropa reducida para el día de buen tiempo. Hasta el viento parecía haber amainado, y los silbidos provenientes de las montañas, aunque seguían sonando, no eran tan hirientes como los días anteriores.

Hace un bonito día ¿eh?

Cargando editor
12/03/2015, 09:52
Timoty Pooster

Hola Tony, pues si, la verdad, se agradece un poco de sol en la cara y no tan frio el aire, eso de tener los labios cortados como papel de estraza, no es de buen agrado para nadie.

Esperemos que los dias sigan con esta calma, y nos sean benebolos. ¿que tal esta de sus heridas?

Tim se decantó por dejar el peso de la conversacion a su amada amiga.

Cargando editor
12/03/2015, 10:15
Aramiker Menez

- Sí que lo es. Si hace un año me hubiesen dicho que estaría agradecida de estar a doce grados bajo cero no me lo creería jaja.- Dijo sonriente la mujer. Menez, siempre que podía y la dejaban, aprovechaba para hablar pro radio con Laroche, por lo que Hopewell puede que la conociera un poco, al menos de vista. Pooster había hecho muy bien pro interesarse pro sus heridas.- ¡Oh, es cierto! Usted es el radio de la Lexington, ¿no es así? ¿Qué pasó esa noche? Si no es meterme donde no me llaman, cuentan tantas cosas...- Quería saber la versión del herido que sería bastante más valiosa que lo  que se oía por ahí.- El caso es que me sonaba su voz. Yo soy compañera de Laroche, hemos pasado mucho tiempo delante de esa radio. Y pudiera estar mucho más, con esa voz tan estupenda que tiene a una se le pasa el tiempo volando escuchándola, ya sean aburridas transmisiones. Aunque supongo que no es lo mismo en directo que una vez distorsionada a través de las ondas. Pero vamos, no soy más que una radio-aficionada a su lado.- Tras un rato de conversación banal, Menez dirigió la conversación hacia donde le interesaba.- También está su otro compañero...¿cómo se llama...? El que le sustituyó la noche que usted estuvo hospitalizado. Johnson, eso es, lo reconocí en cuanto le escuché hablar aquí el otro día, con ese acento tan peculiar. - Menez dejó que el hombre asimilara la información y la corrigiera si hiciera falta, dando pie así que les diera cierta información y que Pooster valorara la sinceridad del hombre.- Normalmente es difícil reconocer a alguien que has escuchado a través de la ondas, pero recuerdo perfectamente esa transmisión. Hablaban primero en alemán,  alguna engorrosa transmisión de datos con la expedición alemana, aunque no entendimos ni papa reconocimos el idioma claro está, pero luego cambiaron a otra lengua endemoniadamente difícil. Ni Laroche ni yo sabíamos cuál era. ¡Qué curioso! ¿De dónde es ese hombre?- Dijo con toda tranquilidad, como si fuera simplemente una conversación casual, una cotilla interesada por la vida y obras de los demás.

Notas de juego

No se si al decir que escuchábamos su transmisión es meter la pata. Supongo que todo el mundo puede captar las ondas de los demás y los radios están familiarizados con eso. Si se puede entender como que espiábamos pues me excusaría diciendo que estábamos buscando  comunicarnos con os alemanes, o con el Gabrielle o lo que suene verosímil.

Cargando editor
12/03/2015, 11:09
Timoty Pooster

tim observa atentamente las reacciones del operador de radio

Cargando editor
12/03/2015, 13:48
Alexander Peabody

O'Doul y Miles no podían evitar mirar con desconfianza a un Peabody inusualmente animado. Hacía, eso sí, lo suyo con entusiasmo, mientras supervisaba el trabajo de los demás con eficacia. El problema es que tenía tantas energías que había terminado por agotar a sus compañeros, eso descontando el hecho de que no paraba de verborrear en voz muy alta, alternando complicadas elucubraciones sobre física de ondas y de partículas con lecciones teóricas (completamente inventadas)de artes marciales. Todo ello aderezado con muchos HUMP! y HAIII´s!.

El caso es que los desgraciados a los que les había tocado en suerte montar la perforadora estaban deseando que llegaran Pooster o Hirsch para descansar un poco de la cháchara incoherente de Alex. Además, las gafas oscuras que había improvisado, siguiendo el patrón de aquellas que habían sido regaladas al Dr. Pooster en su momento, y de las que se negaba a desprenderse bajo cualquier circunstancia, le daban un aspecto aún más inquietante. Se había empeñado, por añadidura, en grabar con la punta de un clavo al rojo vivo en el cuero extrañas inscripciones en un lenguaje desconocido, de las que no quiso dar explicación a ninguno de los terapeutas.

Cargando editor
12/03/2015, 15:56
Timoty Pooster

Tim miranba con curiosidad los grabados de su amigo, entre terapia y terapia. Observaba si conocia algun trazo o dibujo, asi como si tenia relación con su vida pasada.

No podia dejar de sentir apego y mucha lastima por su amigo, y se afanaba poniendo su empeño mas personal, en cuidar la debil psique de su camarada.

Vamos, amigo, no te fatigues, tanta arte marcial agota a cualquiera. deberias de tomar una cucharada de esto, Alex. Es un lior destilado de magaritas, veras que bueno es.

Tim sabia como llevar a us mas cercano amigo en la expedicion.

Cargando editor
12/03/2015, 15:58
Timoty Pooster
Sólo para el director

tiradas para interpretar lo de Alex.

- Tiradas (2)

Notas de juego

dime que hay algo de mitos,...dime que hay algo de mitos!! por dios, que he sacado menos de 12!!!!

Cargando editor
12/03/2015, 18:39
Chester Field

Chester estaba preocupado por Sutton. Cuando parecía que empezaba a recuperar el ánimo, volvió a decaer y a encerrarse en sí mismo. El poco interés que mostraba por todo lo que estaba sucediendo allí fuera no había pasado desapercibido para nadie, seguro. ¿Cómo era posible que un arqueólogo, ante aquellos descubrimientos, se mantuviera impasible y no estuviera emocionado e impaciente para descubrir más?

No, su lacónica expresión no hacía presagiar nada bueno. Pero sabía que presionarle no iba a servir de nada, al contrario; probablemente solo lograría que se encerrara aún más en sí mismo.

Por su lado, Chester se lo estaba pasando en grande. La temperatura era poco más que un día fresquito, estaban descubriendo cosas increíbles y parecía que la cosa solamente podía ir a mejor. Le preocupaba, eso sí, cuáles serían las reacciones del resto del mundo ante aquellos descubrimientos. Sus fotografías podían causar un pánico nunca visto hasta entonces, y empezaba a plantearse si tomar aquellas fotografías no sería un acto de extrema irresponsabilidad. Mejor dicho: lo irresponsable sería publicarlas, más que tomarlas. ¿Deberían guardarlas en secreto? Pero no tendría sentido: estaban allí para desenterrar la verdad, literalmente, y lanzarla a los cuatro vientos.

Pero ya se sabe: quien siembra vientos, recoge tempestades.

Notas de juego

volvisteis al plan primigenio.

I see what you did there, master ;)

Cargando editor
12/03/2015, 19:41
(Lexinton) Tony Hopewell

Hopewell entró tranquilo en la conversación, animado y también ligero, ya que los guías habían unido criterios de actuación y todas las directrices estaban consensuadas en grupo entre Sikes, Maggie y Tuvinnen, así que también la gente de Lexington llevaba ropas más ligeras. Aun así se notaba que hacía un esfuerzo considerable por mostrarse cordial.

Ah, Menez. Si que nos hemos copiado, si. ¿Cómo le va? Aquello fue un jaleo. Yo estaba pidiendo ayuda cuando una bala perdida atravesó la lona de la tienda y ya ve. Me atravesó el hombro. Un poco más abajo y me abren otro agujero para respirar. Esos dos locos no saben lo que es tener pesadillas como yo he tenido desde que era niño. Si que es verdad que esta tensión nos estaba afectando a todos, pero ese incidente debe haber sido algo así como una liberación, porque yo por lo menos ya estoy mucho mejor. ¿Que no sabe lo que pasó? El cocinero y otro se volvieron majaras y se pusieron a disparar al aire.

¿Johnson? No, ese es un cazurro. El otro radio es Schmidt. Este es un hombre para todo. Un peón. Johnson no sabe por qué lado se coge un micrófono. Es europeo, así que a saber qué idioma habla. Ni idea. Creo que trabajaba en un circo, fíjese. Tendrían que hablar algún idioma de esos con alguien de su país, sea el que fuere, y haría de intérprete.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Pooster, las tiradas se hacen ocultas. Todas las veces que me has hecho tiradas en abierto las he repetido yo. Si deseas tirar tú, que está muy bien que lo hagas, marca la casilla de tirada oculta.

De momento no sabes nada.

Cargando editor
12/03/2015, 20:09
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

En todo caso, aun que te quedas con la duda de si has sacado la tirada o no, espero que recuerdes la descripción que te hice en aquella aventura en la que pasasteis al cretácico superior... lo digo por los especímenes.

Cargando editor
12/03/2015, 20:11
Guardián de los Arcanos

Peabody recuerda con toda claridad en sus sueños lúcidos al Soggoth Tswa. De dónde ha salido ese nombre si que no se acuerda, pero pudo haberlo leído en las muchas notas que tomó Pooster de sus consultas al infame Necronomicón para traer de vuelta a sus compañeros del Cretácico superior. Ahora comprende al desdichado Abermale y sus muñecos de nieve. El muy estúpido intenta protegerse. El Soggoth y esa criatura que ha sido desenterrada de la nieve están estrechamente ligados. Recuerda el rostro de su padre vocalizando en sus sueños exageradamente, consciente, quizá, de que el medio por el que se comunican no permite el sonido, porque los silbidos de las Montañas de la Locura impiden que se propague.

T-e-k-k-e l-i l-i S-o-g-g-o-th T-s-w-a e-l-l-o-s c-r-e-a-r-o-n e-s-c-l-a-v-o-s l-o-s a-n-t-i-g-u-o-s n-u-e-s-t-r-o-s p-a-d-r-e-s t-e-k-k-e-l-i-l-i S-o-g-g-o-th n-u-e-s-t-r-o h-e-r-m-a-n-o n-o c-a-v-e-s d-e-m-a-s-i-a...

En ese momento pasa el sueño lúcido y Peabody se encuentra una vez más enfrentado a la compleja unión de las piezas de la perforadora que lleva su nombre, aunque esté escrito de forma diferente.

Sin embargo sabe que hay algo más. Algo más allá de lo que hay más allá de las Montañas de la Locura.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Por cierto, como cada vez que se sumerge uno en una locura, temporal o permanente, has ganado un punto en mitos de chulú.

Cargando editor
12/03/2015, 20:38
(Starkweather-Moore, técnico) Patrick Miles

Oio, ahia, aketumee, dí que si, colega, me cago en la puta y malditos todos los súbditos de la corona. Miles se había adaptado a la actitud de Peabody, sobre todo porque parecía no haber afectado a su capacidad como mecánico, cosa que consideraba por encima de todo lo sagrado. El hecho de que no apretara las tuercas más de lo necesario de manera que no se deformaran los pernos era lo único que pedía este hombre de la vida, y con eso estaba conforme.