Partida Rol por web

Más Allá de las Montañas de la Locura

Capítulo Tres: En el Mar

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25/03/2011, 04:17
Ernest Andersen

 

El veterano alpinista no daba crédito a lo que veían sus ojos. Jamás, en todos los años que había pasado luchando contra las más brutales fuerzas de la naturaleza, había visto un espectáculo semejante. Un profundo desasosiego se apoderó de su espíritu, y comenzó a sentir que algo angustiante oprimía su pecho. No podía apartar su mirada de la macabra escena que se desarrollaba justo debajo suyo, y aunque su mente lo impulsaba a tomar un curso de acción, las piernas sencillamente no le respondían.

El olor, las vísceras, la sangre entre los colmillo y los apelmazados montones de pelambre se confundían entre sí de manera grotesca e impía. Los inhumanos alaridos inundaban la atmósfera. Andersen no era un sujeto particularmente religioso, pero no pudo evitar alzar su cabeza al cielo en una muda plegaria.

Sus rodillas flaquearon, así que terminó por sentarse en el suelo de la cubierta, apoyando su espalda contra unos barriles. Sentía que el aire escapaba de sus pulmones, y un repentino mareo casi termina por derrumbarlo. Su organismo no parecía haber sufrido mayores sobresaltos, pero algo en su alma parecía haberse quebrado.

Mientras el resto de la tripulación corría a su lado, él simplemente permaneció allí sentado sobre el húmedo piso de la cubierta. Se tomaba el rostro con ambas manos, y su mirada se escabullía entre sus dedos para perderse en la insondable monotonía del firmamento.

- Dios bendito... qué diablos ha ocurrido aquí...

 

- Tiradas (1)

Tirada: 1d2
Motivo: Cordura
Resultado: 1

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25/03/2011, 18:51

La horrible escena es bastante estomacante para algunos y no pueden evitar contener las náuseas ante el espectáculo. Sin embargo, Wallace y Bjorn se dan cuenta de algo: los perros que siguen vivos tiemblan espasmódicamente y parecen tener dificultades para mantenerse en pie. Algo extraño les ocurre y así se lo hacen saber a Pulaski que es el que está más cerca de ellos.

-¿Qué demonios? -exclama incrédulo-. Es verdad, tenéis razón ¿Qué les pasa?

-Necesitan ayuda -responde Fiskarson-. Voy a bajar.

-¡No! -contesta Pulaski entre susurros inmovilizando a su compañero- ¿Y si tienen la rabia?

-Pero...¡Mira! ¿No los ves? ¡Nos necesitan! ¡Tenemos que ayudarlos!

El oficial Turlow y un puñado de hombres llegan un momento después. Turlow mira de forma sombría dentro de la bodega antes de preguntar qué les pasa a los animales. Pero nadie lo sabe, algunos de los presentes parecen fascinados por la escena. Finalmente se vuelve hacia Fiskarson.

-No sé si estas bestias están enfermas o no. Pero lo cierto es que se están destrozando entre ellas ahí abajo. Hay que acabar con los perros que hayan matado a otros, por su bien y por el de la tripulación y los otros perros ¿Lo hacéis vosotros o lo hago yo?

Fiskarson está buscando algo que responder. La cara de Pulaski refleja asco y enfado.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d2
Motivo: Pérdida COR Wallace
Resultado: 1

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29/03/2011, 11:37
Virginia Laughton

No era una mujer fácilmente impresionable, pero esta visión tan horrible la superaba.

- ¡Por favor hagan algo! ¡Sacrifiquen a esos pobres animales!

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29/03/2011, 13:49

Pulaski miró brevemente a Virginia antes de asentir.

-Yo lo haré. Dadme un arma. Y que alguien me ayude a limpiar esto después -uno de los perros ladra salvajemente- ¡A ver si espabilamos, apurad, ya!

El oficial Turlow se marcha para volver con una pistola y munición. El profesor Moore interroga a los mirones mientras Pulaski carga la pistola.

La masacre es breve y desagradable. Los perros que quedan vivos ladran y aúllan mientras el eco de cada uno de los disparos rebota en las paredes de la bodega. Pulaski dispara seis veces desde lo alto de la escalera y mata cinco perros. Sólo ha fallado un disparo y el husky herido aúlla terriblemente antes de que un segundo disparo le haga callar para siempre.

Tan pronto como acaba el tiroteo, Fiskarson baja corriendo a la bodega, sin preocuparse por su propia seguridad, para ver cómo va el resto de los animales.

-¡Traedme a Olaf! -grita. Pero Olaf Snabjorn ya está allí y baja inmediatamente.

En cuestión de minutos los frenéticos perros se van calmando. Los vuelven a meter en sus perreras con poca dificultad. Además, una brigada de limpieza designada por el primero de a bordo llega con fregonas y cubos mientras Pulaski acaba con su truculento cometido. No están especialmente contentos de realizar el trabajo, tienen miedo de coger alguna enfermedad y de los propios perros. Sus miradas intranquilas van desde la bodega a sus propios compañeros.

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29/03/2011, 15:14
Bjorn Stoltenberg

Un escalofrío recorre la espalda de Bjorn con cada disparo, pese a su compostura no puede evitar mirar a otro lado mientras los huskies son abatidos.

Cuando los ahullidos cesan Bjorn se pone manos a la obra como un marinero más y baja a la bodega para colaborar en la limpieza, y de paso intentar encontrar algún indicio de que ha podido pasar en esa bodega.

¿Dónde estarán los restos de la comida de los perros?

 

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: descubrir
Dificultad: 50-
Resultado: 79 (Fracaso)

Notas de juego

Busco los comederos, para ver si hay algo raro en la comida, algún olor extraño, restos de alguna sustancia visible (matarratas o algo así)

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29/03/2011, 16:17
Bell Mellor

 Con los ojos cerrados escucho los disparos que ponen fin al sufrimiento de esos pobres perros. Cuando empiezan las labores de limpieza, con todo mas tranquilo pregunto

-¿tenemos un veterinario a bordo? creo que habría que ver que les han hecho a los perros. Si es obra del mismo saboteador hemos de encontrarlo cuanto antes, hay multiples lugares y formas en que puede golpear. Si no lo descubrimos pronto las próximas víctimas podrían ser humanas, que ha demostrado ser implacable-

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29/03/2011, 20:02
Virginia Laughton

Tras el horror, una mezcla de amarga lástima y alivio se apoderan de ella. Se le escapa algún sollozo.

"Eran unos magníficos animales"

Luego haciendo un esfuerzo se recompone. 

- El señor Mellor tiene razón, hay que encontrar algún indicio en los animales o en su comida que expliquen lo sucedido. ¿Por qué algunos se vieron más afectados?

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30/03/2011, 06:44
Ernest Andersen

 

El veterano alpinista no era un sujeto que se impresionara fácilmente. En sus largas batallas contra la naturaleza había sido testigo de cosas terribles, escenas dantescas que hubieran helado la sangre de cualquiera. Quizás aún más macabras incluso que la que acababa de presenciar. Después de todo, ningún ser humano había salido herido.

Sin embargo, por alguna extraña razón que no alcanzaba a comprender, esta vez el horror había tocado una fibra muy íntima de su ser, y lo había conmocionado de tal manera que le era imposible recuperar su prestancia habitual. Quizás eran los alaridos inhumanos, o ese olor inmundo. El caso era que ni siquiera atinó a alejarse del lugar, refugiándose en el frío aire marino y en la suave cadencia de las olas para apartar aquellas imágenes de su vista.

Tan solo pudo permanecer allí, sentado sobre cubierta y con su espalda apoyada sobre una de las compuertas. Se cubría la cabeza con las manos y había cerrado los ojos. A pesar de ello, cada disparo resonó en su cabeza como una campanada anunciando la hora final.

 

Notas de juego

Pues eso, que el viejo Andersen se toma unos momentos para recuperar el aliento. Perder 1 punto de Cordura no amerita volverse de inmediato un babeante catatónico, pero tampoco es para tomárselo a risa.

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30/03/2011, 13:13

-Lo más cercano a un veterinario que tenemos a bordo es el doctor Green, señor Mellor -dice el profesor Moore-. Mejor será que enviemos a buscarle.

Bjorn se ofrece de inmediato a ayudar en las tareas de limpieza y es recibido con miradas agradecidas por los tripulantes encargados del duro trabajo. Andersen ha ido a coger un poco de aire fresco a cubierta, visiblemente impresionado por lo ocurrido. Los demás siguen al borde de la entrada de la bodega, mirando el escenario cariacontecidos.

Limpiar la bodega resulta una tarea desagradable. El aire está irrespirable y el olor es realmente penetrante. Los cuerpos de los perros muertos se depositan en lonas impermeabilizadas y se sacan del almacén para después tirarlos por la borda. Las manchas de sangre y bilis se friegan y aclaran. Es un trabajo molesto y hay ciertos escrúpulos entre la brigada, que teme coger alguna enfermedad. Durante todo el proceso, los perros supervivientes están extremadamente agitados y arman un gran barullo.

Bjorn aprovecha para echar un vistazo a los comederos de perro. No encuentra nada raro entre los restos de comida pero se da cuenta de que dos de los animales supervivientes están bajo una gran tensión: tienen contracciones musculares constantemente, no pueden incorporarse y su respiración y ritmo cardíaco son increiblemente rápidos. Los temblores van y vienen en ráfagas y los pobres animales poco pueden hacer salvo gemir y morder de impotencia a aquel que se les acerce demasiado.

El doctor Green llega enseguida, maletín en mano, para examinar a los perros. Bjorn no sabe mucho de medicina, pero esto no parece ninguna enfermedad y así se lo comunica a Green.

-Tiene razón, señor Stoltenberg. Estos perros no están enfermos, sospecho que han sido envenenados. De todas maneras no hay riesgo para la tripulación. Quiero que lleven a este -dice señalando al animal- y los restos de comida y agua a mi oficina. En cuanto tenga los resultados de los análisis lo comunicaré.

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30/03/2011, 14:40
Bjorn Stoltenberg

Perder a estos perros es un golpe muy duro, no creo que sean tan fáciles de sustituir en Australia como las provisiones o incluso la maquinaria... pero esto tiene algo de bueno... El saboteador es un experto manejando productos químicos, primero el ácido corrosivo ahora veneno... además ha tenido acceso físico a dos almacenes diferentes, debería ser sencillo ver quien ha estado en ambos lugares haciendo guardia o algo similar...

Bjorn asiente a las palabras del Doctor Green y comienza a recoger algunos restos de comida así como un bebedero con agua. -"Yo me encargaré de esto." - No están las cosas para fiarse de la marinería.

Tras salir de la bodega Bjorn se dirige al doctor Mellor.

-"Doctor, hay que averiguar quien ha hecho turno de vigilancia en los almacenes de los perros y la bodega de las neveras, los miembros de la expedición no tenemos acceso a estas zonas, ha tenido que ser un marinero. El segundo de a bordo tiene que tener los turnos escritos en alguna parte, o quizá el contramaestre, no tenemos tiempo que perder."

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30/03/2011, 17:16
Edgar Brunswick

Bjorn tenía razón, alguien tuvo que haber realizado este acto, pero no estaba de acuerdo respecto a que fuera un marinero. Algo en mi instinto me decía que uno de los expedicionarios podría ser uno de nuestros rivales. Así que voy en busca de Avery Giles, el ayudante de Charles Myers, ya que este muchacho parece conocer todos los chismes sobre la expedición. Puede que él sepa algo sobre los que estamos a bordo que pueda tener mucha importancia.

Si lo que piensa el doctor Green sobre el envenenamiento de los perros es cierto, alguien del personal científico pudo haber metido la mano. Tengo que hacer las preguntas correctas.

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30/03/2011, 18:53
Wallace Stamp

 Impactado por la escena de los perros, avanzo siguiendo a mis compañeros sumido en oscuros y terribles pensamientos. Los gritos y los disparos resuenan en mi mente aún y siento como si algo en mi interior empezase a quebrarse. Mi buen humor y optimismo se ve seriamente dañado, todo parece ir mal, tenemos saboteadores, el ambiente en el barco es cada vez más hostil, y por si fuera poco el único momento de paz parece haberse desvanecido. Empiezo a no saber qué hacer. Mis compañeros aportan ideas, y yo solo puedo pensar en esos pobres perros. Y más aún, nuestra propia seguridad. ¿Quién nos asegura que no seamos nosotros los próximos en ser envenenados...?

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30/03/2011, 23:29
Bell Mellor

Mientras el doctor Green examina a los perros intento adivinar el siguiente golpe del saboteador, porque llegado a este punto es seguro que seguira actuando hasta que Starkweather desistirá en esta expedición, y Starkweather es un fanático, no parara hasta que no muera alguien, y tal vez ni siquiera entonces.

Bjorn interrumpe mis pensamientos con algo bastante mas práctico

-si, veamos como han sido los turnos de guardia. No se si esto es obra de algún tripulante, pero aunque no lo sea tal vez esos hombres hayan visto algo-

Animado por poder hacer algo útil voy a ver al segundo de a bordo

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31/03/2011, 22:50
Virginia Laughton

Nunca en su vida se había sentido tan indefensa. Cierta paranoia empezaba a apoderarse de ella y un sentimiento de que sólo podía fiarse de ella misma le abrumaba.

- ¿Puedo acompañarle señor Mellor? Me gustaría ser de alguna utilidad.

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01/04/2011, 04:26
Ernest Andersen

Andersen permaneció casi todo el rato sobre cubierta, apoyado sobre la barandilla de estribor y mirando de reojo la macabra tarea que les había tocado en suerte a los marineros del grupo de limpieza. Los disparos aún retumbaban en su mente, igual que los alaridos de las pobres bestias. Observó en completo silencio como eran arrojados uno a uno los cuerpos al mar, y con cada cadáver que se hundía en las olas, murmuraba una incomprensible letanía de despedida.

El veterano expedicionario no era bueno con las maquinas modernas. Tampoco sabía demasiado de química ni de física, y apenas si conocía los rudimentos más básicos sobre como funcionaba el organismo humano. Nunca había necesitado de nada de eso para sobrevivir en sus viajes, y no creía que eso fuera a cambiar en los pocos años que le quedaban de vida.

Por todo eso, la pérdida de los animales fue como un mazazo contundente sobre sus esperanzas. Todavía tenían los aviones, y los prolijos hombres de ciencia que parecían saberlo todo. Pero Andersen sentía como si le hubieran cortado una pierna, o un brazo.

Mirando el rostro de los marineros, descubrió asco y miedo en sus miradas, pero ningún signo de dolor o pena. Muchachos insensatos, no tenían ni la menor idea de lo que les costaría esta pérdida. Con gesto abatido permaneció en su posición hasta que el último de los cuerpos fue despedido. El mundo se había vuelto cada vez más extraño, y el viejo alpinista a menudo sentía que ya no encajaba en él. Quizás ya se había vuelto demasiado viejo para este tipo de aventuras… quizás fuera el momento de dejar todo de una buena vez.

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01/04/2011, 14:04

Virginia, Bell y Bjorn se dirigen hacia el segundo de a bordo para comprobar en las listas de turnos quiénes tenían que darles de comer a los perros y encargarse de esa bodega en cuestión. Hay tres nombres en el turno de mañana destinados a la bodega número cinco, la de los perros.

Por otra parte, mientras Andersen descansa en cubierta junto con Wallace, Edgar se dirige a buscar al joven Giles. Le encuentra en uno de los salones bajo cubierta leyendo un libro.

-Vaya se ha montado hoy con lo de los perros, ¿eh, señor Brunswick? Pobres bichos. 

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02/04/2011, 00:35
Bjorn Stoltenberg

-"Estaría bien saber si alguno de estos muchachos ha estado también encargado de las despensas en los días anteriores al evento con el ácido..."

Susurro a Mellor al oído.

 

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02/04/2011, 12:16
Edgar Brunswick

El chico se encontraba embarcado en lo que supongo sería su primera gran expedición, y tal vez podría hacerme valer de mi experiencia en el campo que estudia para ganarme su confianza

Sí, ha sido un asunto muy desagradable. No había visto nada parecido desde mi última expedición en Sudamérica y aquel ritual antropófago -Hago una breve pausa mientras busco las palabras correctas para dirigirme al muchacho - Escucha Avery, las cosas se están volviendo un poco extrañas en la expedición y no me gustaría encontrarme con más sorpresas como la de los perros. Sé que eres un tipo muy inteligente, y que tienes muy buena intuición, por eso creo que podrías echarme una mano. Antes de embarcar tuvimos algunos problemas con unos europeos defensores de ciertas doctrinas, de las que tu seguramente hayas escuchado algo. Creo que sería de gran ayuda que si conoces a alguien de esta expedición que parezca abrazar dichas doctrinas me lo comunicaras, para poder estar al tanto de lo que se cuece en este barco.

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02/04/2011, 12:49
Bell Mellor

Asiento a Bjorn, es justo lo que estaba pensando, así que retrocedo unos días en las listas del segundo de a bordo a ver donde estaban esos tres marineros mientras se hacia nuestra iniciación. Y ya de paso quien estaba de guardia y donde en esos momentos

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04/04/2011, 13:46

-¿Un ritual antropógafo, señor Brunswinck? -pregunta el muchacho abriendo mucho los ojos- ¿Y como fue? ¿Era... -pero se interrumpe al ver la mirada de Edgar-. Sí, claro. Su pregunta. La gente de esta expedición son buenas personas. No se meten en líos ni son gente rara. Pero sí me acuerdo que ayer escuché a varios marineros hablando en el salón contiguo. Estaban poniendo verde a Starkweather. Uno de ellos estaba realmente enfadado. Dijo que donde se metía Starkweather había problemas y alguien acababa por morir tarde o temprano. Cuando entré en el salón me miraron con mala cara y regresaron a sus obligaciones.

Mientras tanto, Bjorn y Bell revisaban los turnos del día del sabotaje del frigorífico. Dos de ellos volvían a coincidir en una franja horaria que les hacía ser sospechosos: el grumete Thompson y el marinero Hennings.