Partida Rol por web

Rhiaha se encontraba en los jardines del palacio del rey, el cual era tambien su hogar, pues todos los Suz'Rain vivian en esa enorme fortaleza, adyacente a la guarida de Nevember. Estaba sentado junto a su hermana, viendo como Angarde instruia a la princesa en el arte de la espada. Angarde provenia del norte, de una de las ciudades libres de Onternejs, pero vino a Molikedar hace unos años y se gano la amistad y el respeto de su majestad el rey Ostgard, convirtiendose en el instrutor de su hija, la princesa Aisha.

De Angarde sabes que es un guerrero muy apasionado de la casa Erika, casa fundada por una dragon roja y con gran enfasis sobre el combate como arte. Es un gran guerrero, por lo que has podido comprobar luchando contra él, y por lo que estas viendo ahora mismo, podrias notar que se toma muy en serio el arte del combate. Además, sabes que es un buen herrero y que de hecho, la espada que lleva la princesa es manufactura suya. Tambien sabes que es un Assmar que ha conectado de forma excepcional con su herencia draconica, pudiendo usar el fuego, las alas y las garras de un dragón.

La princesa es una niña joven de unos 10 años, que ha empezado hace un año a entrenar con la espada. Su pelo azul muestra una pureza de sangre draconica muy alta, cosa logica, ya que es algo más de un cuarto dragón. Ella ha empezado muy temprano a entrenar con la espada, quizas debido a que, al igual que un dragón es un contrincante letal nada más salir de un huevo, los que tienen un alto porcenaje de sangre de dragón manifiestan sus aptitudes marciales a muy temprana edad. 

Aisha os admira mucho a ti y a Angarde, como ha manifestado en multiples ocasiones y se la ve muy centrada en la lección de hoy.

Jalia te mira y sonrie, comentando la sesión de hoy.

- Aisha progresa muy deprisa ¿Crees que cuando sea mayor será tan buena como tu y como Angarde?

Tu hermana esta sentada sobre la fuente, mirando atentamente el entrenamiento de la princesa. 

- Angarde es como el fuego, verlo luchar es tan hipnótico como ver una llama arder, me pregunto si cuando Aisha crezca la princesa sera un rayo como su padre o una llama como su instructor.

Mire a mi hermanita con una pequeña sonrisa divertida, mientras observaba como entrenaba la princesa.

-Quien sabe... Yo casi apostaría a que tirara mas hacia el rayo como su padre... De lo que estoy segura es que va a ser una buena princesa, y al igual que padre lucho por el rey Ostgard, yo espero poder servirle igual a la princesa.

Mire a Jalia con una pequeña sonrisa mientras puse mi mano sobre su cabeza con gesto cariñoso.

-¿Tu que tal vas con tu entrenamiento? ¿Se te da bien la magia?

Jalia sonrie dulce

- El mejor servicio que puedes darle a un rey o una reina, es luchar por su pueblo, por Tenesia, por sus gentes y por sus ideales.

La hermana de Rhiaha la abraza conteta y le cuenta sus progresos.

- Oh, muy bien, progreso rapidamente -sonrie dulcemente- Dicen que mi magia, protectora y sanadora, refleja muy bien mi personalidad.

Sonriendo abrazo a mi hermana. -Me alegro mucho hermanita... Ciertamente, el que desarrollaras tus poderes ha sido lo mejor para ti... Te miro con cariño y te guiño el ojo con complicidad. -Eres una protectora nata... y eso se refleja en tus poderes... Estoy segura de que tu tambien vas a ser de gran ayuda para Tenesia y sus gentes.

- Claro! - sonrie tu hermana pequeña contenta y aprieta ambos puños decidida- Seré una gran hechicera, ya lo verás! 

- De eso no me cabe duda Jalia -dice Angarde, que e ha acercado a vosotras- Tus poderes son impresionantes en relación a tu experiencia y sin duda con la practica serás una de las mejores, me encantará contar contigo en cualquier problema que tenga la ciudad.

 De fondo podeis ver a la princesa descansando y bebiendo agua, se la ve algo agotada.

- La sesión de hoy ha terminado, al menos para la princesa, yo probablemente ejercite por mi cuenta un poco más. De tocos modos, Rhiaha, hay algo que quiero comentarte, en privado.

Sonrio a mi hermanita al verla tan decidida y me giro cuando veo que Angarde se ha unido a nuestra conversación. Asiento ante sus palabras y sonrío. -Ves hermana... Incluso antes de acabar tu entrenamiento ya tienes el apoyo y la confianza de mucha gente... Cuando el pelirrojo me pide hablar conmigo asiento y me incorporo de la fuente con un ágil salto, con una pequeña sonrisa, miro a Jalia. -Anda a entrenar un rato Jalia, luego te veo en casa para comer. Tras darle un pequeño beso en la frente, me despedí de ella y seguí a Angarde.

Angarde da una vuelta contigo por palacio mientras habla de lo que queria habalr contigo.

- Ostgard me ha comentado una cosa -él y el rey tienen una relación cercana, por eso se dirige a él como simplemente Ostgard en vez de el Rey Ostgard- Se han descubierto unas ruinas muy importantes del antiguo imperio, y piensa enviar a grandes sabios que las investigan y grandes guerreros que los protejan. Las obligaciones de mi cargo me impiden ausentarme de la ciudad para dicho cometido, pero me ha encomendado que escoja a alguien para dicha misión, y creo que eres la mejor cualificada para ello, si estas dispuesta a aceptar esa responsabilidad.

Camino junto a Angarde escuchándolo y le miro cuando me mira esperando una respuesta. -Por supuesto... Estaré mas que encantada de llevar a cabo esta misión... Camino un poco mas y le miro. -A parte de a mi, ¿Hay algún guerrero mas a destacar del grupo?

- No estoy muy al tanto, pero los nomadas del desierto, los Beni Husain, han querido enviar a su mejor guerrero dado que el descubrimiento es de gran importancia para ellos. Imagino que debe de ser muy fuerte. 

Angarde saca un colgante con la forma de un dragón, hecho de hierro y sujetando un zafiro entre sus manos.

- Dado que no voy a venir, he pensando en fabricar algo para que pueda ayudarte en tus viajes, el dragón es mera decoración pero el zafiro esta acumulando poder mágico, cuando se haya sincronizado con tu espiritu revelará sus poderes. Te será muy útil cuando llegue el momento.

Escucho al pelirrojo mientras asentía, pensando en quien enviarían los Beni Husain, había coincidido alguna vez con ellos y eran guerreros formidables...

Cuando veo que sacas algo y me lo tiendes, miro hacia tu mano y abro los ojos sorprendida al ver la bella joya... Mire a Angarde escuchándolo y asentí solemne, mientras tomaba el colgante entre mis manos. -Muchas gracias Angarde... Lo mantendré cuidado... Te lo agradezco mucho... Le miro y le sonrío con cierta confianza. 

Angarde sonrie de vuelta

- Bueno, vamos a hablar con el rey y a ver a los otros integrantes -sonrie- Luego podras hacer us preparativos, imagino que quedras despedirte de tu hermana antes de partir.