La chica sonríe tristemente y os dice:- Cuando despierte de aquí, estaré muerta..., pero en el sueño he vivido 470 años... Es todo tan irreal que ya no quiero más, por muchas cosas hermosas que me haga Horizón no le perdonare.- Se acerca a vosotros, pero el atrapa-sueños no se mueve. La muchacha coge del brazo a Thomas y le suplica:- Detenlo... yo yo, no puedo más, veo a esta gente crecer, multiplicarse, llamarme señora, sonreirme, darme gracias aunque sea cruel con ellos. Es otro de los juegos de Horizón, cree que así podrá hacer que lo odie menos...- Finalmente se echa a llorar y os dice:- Al lado del pequeño bosque hay una diminuta cabaña, allí esta, ya no se acerca a mi reino, aunque se reconocer sus nuevas creaciones, todas hermosas, amables y... desesperantes, yo solo quiero terminar...-
- ¿Y no hay ninguna forma de que no muera al despertar? Lamentaría de veras quitar una vida inmerecidamente, y creo que sólo Mister Horizon debe pagar por sus crímenes...
No es lo mismo matar en el fragor de la batalla que causar una baja colateral. A veces algunas de mis acciones han causado ataques contra personas queridas o conocidas pero en este caso es algo diferente. Una chica sacrificará su vida cansada de vivir en un mundo perfecto.
- ¿Se puede saber por qué Horizon le tiene tanta estima? Si no es molestia o embarazoso para usted claro.
Tantos años encerrada en un sueño que acababa por ser pesadilla. Los inmortales acababan anhelando un final a sus vidas. La inmortalidad era una condena, morir era un justo final.
- Tal vez pueda vencer el hastío que aquí ha estado recogiendo - le concede a la interlocutora - Tal vez encuentre un motivo para seguir viviendo, si podemos conseguirlo
La mujer echa una mirada sombria a sus dos interlocutores y les dice:- Ya estoy muerta... como todos los encerrados en sus respectivos sueños, incluso el mismo Horizón lo está... Me dijo que solo el sueño de los muertos aumenta el tiempo que se vive en un sueño, que los que sueñan y están vivos solo dan un atisbo de energía a la maquina.- La mujer se estremece y contesta a la pregunta de Thomas con lagrimas en los ojos:- Nunca me lo dijo... tengo lagunas en la memoria, no se que paso en ellas, pero tampoco voy a preguntarle a él. Disculpenme, creo que les he pedido algo horrible, pero tengan en cuenta que esto no es vida, es solo un espejismo, terminen con él por favor.-
Incluso ella marcaba la sentencia de Horizon. Eso sería suficiente para McGuffin, le daría más alas de las que ya tenía de por sí para acabar con su vida. Era un hombre que había acabado con su cordura en la búsqueda de la inmortalidad. Tan solo tenían que encontrarle y darle fin
- Sea - le concede - Vamos a por él
- Si es su voluntad la debemos cumplir. - digo seriamente - vayamos a por Horizon y terminemos con él. Lamentara el día que subimos a ese barco.
Avancemos que quiero una batalla épica final xD
"¿Muerta?", pienso, anonadado. "Están todos muertos...".
Horizon es mucho peor de lo que me imaginaba. Mucho, mucho peor. Utilizando a los vivos... y a los muertos pera dar energía a su máquina y hacer que él mismo sueñe... ¿qué? No, es hora de terminar esto de una vez por todas.
Asiento a las palabras de Thomas.
-Desde luego que lo va a hacer...
La mujer os indica:- Cuando salgáis del castillo, caminar hacía el lado izquierdo hasta las afueras... Allí debe de estar.- Por lo que decididos salís del castillo y seguís las indicaciones de la mujer, la vida en el pueblo sigue sin visos de convertirse en una trampa maligna contra vosotros. Cuando llegáis a la cabaña os extrañais de la facilidad con la que habéis alcanzado vuestro objetivo, es una pequeña cabaña cuanto menos humilde, lo máximo que puede haber son 2 habitaciones, pero cosas más raras habéis visto. Solo os separa una puerta de madera de entrar al interior.
- Podemos proceder de dos formas, entrar amablemente llamando a la puerta como caballeros o a la manera del viejo Oeste como yo lo haría que consistiría en romper la puerta y disparar muchas veces...les dejo elegir. - digo a mis compañeros.
El fin de este "mal sueño" está cerca y ahora es cuando debemos estar concentrados. Mr Horizon controla el mundo de una manera que nosotros no seremos capaces de igualar así que sería mejor razonar con él aunque mi corazón pide que le pase el cuchillo por su cuello o lo llene de plomo.
-¿Creéis que razonar con él servirá de algo, Thomas? -meneo la cabeza en muda negativa-. Sinceramente, el proceder de nuestro estimado secuestrador no me parce en modo alguno razonable.
Suspiro. Ya tan cerca del final...
-No sé. Quizá mostrar que nosotros seguimos manteniendo una serie de valores pese a todo lo ocurrido sea lo apropiado... -me giro hacia Hyeronimos-. ¿Usted qué opina, mon ami?
- Si el tiene las de ganar, porque jugamos en su territorio - responde después de sonreír ante la pregunta de su compañero, siempre tan amable - no creo que tengamos oportunidad para preguntar o conversar. Lo mejor será ir al grano y acabar con esta pesadilla. Y su estilo, MacGuffin, se ajusta bastante bien a la situación
-Supongo entonces, mes amis, que tampoco vamos a llamar educadamente a la puerta, ¿no es así? -pregunto, ajustándome los puños de la camisa. Parece que se avecinan momentos movidos.
La puerta se abre con un ligero chirrido y la cara de un joven amable os saluda con una sonrisa:- Buenos dias, parece que quieren entrar en la casa, y no he podido dejar de darme cuenta de que estabais dirimiendo si echarla abajo o no, por lo que para salvaguardar la totalidad de la puerta, prefiero abriros.- Sin duda el joven se os está burlando y no podéis dejar de reconocer los rasgos de Horizón cuando os hizo la demostración.
Pero antes de reaccionar ante tan sutil burla, el joven ha desaparecido y la puerta está abierta, dando a una sala bastante más grande de lo que debería caber en esta miserable cabaña, obviamente otra vez está jugueteando con la realidad del sueño...
Compruebo que el rifle está cargado y digo:
- Si me hacen el favor iré yo primero, acabemos con esto cuanto antes. - hago una pausa y me giro hacia ellos antes de entrar - Caballeros si no salimos de esta con vida, sepan que ha sido un placer y un honor compartir con ustedes mis últimos momentos. En caso de que perezca y ustedes se salven, cosa que prefiero de todo corazón, quiero que incineren mi cuerpo y esparzan las cenizas en un acantilado cerca McGuffin Manor en el bello pueblo de Friendship en Maine. - les tiendo la mano y se la ofrezco como gesto de mis afectuosos sentimientos hacia ellos. Aunque hace poco que nos conocemos hemos compartido pesadillas y un viaje al mundo onírico y eso une mucho.
- Si es su última voluntad, así se hará - dijo, después de contener el impulso de correr ante la desaparición de Horizon. Quería capturarlo al instante, y la mejor manera que se le había ocurrido, era saltar sobre él y abatirlo hasta que desfalleciese. Sin armas en su poder, se prepara - Parece un buen final
-Enchanté, mon ami -respondo a Thomas. Le tiendo también la mano a Hyeronimus para estrechársela-. Et vos aussi. Sin duda un honor, como usted dice. Lo de placer... -sonrío-... si salimos de ésta las dos primeras rondas corren de mi cuenta. Pero que no decaigan ni el ánimo ni el valor -aconsejo-. Horizon está en su elemento y no podemos permitirnos dudas.
Hago un ademán con la mano hacia el umbral de la casa.
-Detrás vuestro mister Thomas.
Entro en la casa con cautela aunque con decisión, esa decisión que tienen aquellos cuya certeza sobre su muerte próxima es clara. No tengo miedo a la muerte, si no a vivir sin haber cumplido lo que se esperaba de mí en esta aventura. Por lo que me adentro en la boca del lobo...en busca de Mister Horizon.
- Mister Horizon, haga de esto un ejercicio de caballeros y muéstrese. Antes de nada queremos hablar con usted y si no es posible dirimir nuestras diferencias de manera caballeresca siempre podemos ensartarnos en una buena pelea...¿está de acuerdo? - es la última oportunidad que le doy.
¿Tiramos algo al entrar en la casa?
La gran sala en la que entráis parece más un trono de un megalomano a la sala principal de una choza, decenas de retablos de si mismo os observan, pero por supuesto no la cara deformada del auténtico Horizón sino la que ha cambiado con el poder de los sueños. Con una nube de humo aparece en el trono y se apoya en los respaldos observandoos divertido, ante vosotros se encuentra este remedo de hombre que es ahora Horizón, parece más una estatua de Miguel Angel que una persona y riendose con una voz modulada se burla:- Vaya, a vosotros os conozco del barco, ¿Entonces vosotros sois el plan de contención en caso de que me... extralimitara? Pues no sois muy impresionantes...- Su cara cambia a una mueca de furia:- Aunque si muy molestos, por vuestra culpa los demás soñadores muertos están libres y esto solo durara a lo sumo otro centenar de años más. - El hombre vuelve a ponerse juguetón:-¿Que creéis que debería haceros ahora que estais en mi poder?-
- Haremos que dure menos... - digo seriamente - ...aunque podría facilitarnos la labor y cesar en esta ignominiosa obra que usted ha creado.
Mi voz es tranquila y sosegada aunque internamente medito cómo afrontar los supuestos ataques que puedan llegarnos desde Horizon, desde sus cuadros e incluso desde las baldosas del suelo.
- Su poder es impresionante pero también tiene sus límites...y usted lo sabe perfectamente... - digo a modo de que borre su sonrisa.
Realmente su poder es equiparable al de un dios, aunque en las pesadillas de otros que hemos vivido he notado que la amenaza siempre es efímera. Son ciclos repetitivos de sucesos trágicos, sólo los últimos mostraron verdadero poder y voluntad para cambiar la realidad de sus sueños a su antojo y eso es algo que nosotros podemos hacer también. Eso nos da cierta ventaja, Horizon seguramente desconozca que podemos moldear también los sueños. Y tenemos el atrapasueños, que podría servirnos como escudo en este combate que se avecina...
Un hombre endiosado que se cree el poder absoluto. Este hombre era una amenaza estando vivo... y lo sigue siendo estando dormido, muerto, en coma... como quiera que sea. Tal vez sea el creador de este simulacro de vida, pero no es el único que puede controlarlo, como bien sabemos ya.
-Rendíos, Horizon, rendíos a la verdad de que el tiempo que se nos da es limitado -exclamo con convencimiento-. Los otros invitados ya han entendido que su existencia aquí es tan irreal como el regalo de un hada. ¡Los sueños siguen siendo efímeros, Horizon! Dejad que acaben y descansad en paz -agarro mi bastón con fuerza. Aunque espero no tener que usar la fuerza, algo dentro de mí necesita cortar a este malnacido en dos-. Rendíos al tiempo. Es inútil que luchéis.