Partida Rol por web

- Lo mejor es que tengamos más de un punto para el descanso, podríamos dejar comida y algo de abrigo en algunos sitios por si las cosas se tuercen... - opino - ...podríamos inspeccionar los camarotes...aunque me interesa realizar una visita al despacho de Mr Horizon...es hora de que hablemos cara a cara con él...

Compruebo la munición de mi revólver y de la escopeta. Ahora tenemos que centrarnos en esclarecer los motivos de este suceso y saber dónde estamos exactamente...necesitamos salir de este buque y volver a nuestras vidas.

Recordais que un tramo de pasillo atrás hay dos señales,una que indicaba hacia la izquierda proclama "Bodega, sala de maquinas, escaleras", en la otra pone simple y llanamente "acceso restringido al señor Horizón y al doctor". Aunque estais casi seguros de que habra más peligros alli arriba, suponeis que los guardias estarán más atentos por alli.

Comienza a coger suministros y a dividirlos para poder racionarlos más adelante. Los carga como buenamente puede y se predispone a abandonar la bodega.

- Podemos comenzar dejando suministros, su idea me parece estupenda, McGuffin - dice, después suspira, pensando en lo que le puede esperar en el exterior de la bodega - Cuando quieran, será mejor que todos estemos preparados lo más pronto posible. Y tal vez sea conveniente dejar a Mr Horizon para el final. Si es tan terrible lo que hace, no quiero que nos coja desprevenidos.

-Comparto la opinión de monsieur Cromwell -comento, apoyándome en el bastón y ya con la sensación de encontrarnos más seguros. Aunque sólo fuera por volver a estar reunidos y tener acceso a provisiones-. Antes de "entablar una conversación" con monsieur Horizon, y le aseguro que yo tengo tantas ganas como usted -le digo a Thomas-, sería preferible asegurarnos de que contamos con todo lo necesario... o de que tenemos todo aquello que podía ser requisado de los camarotes y demás zonas de la nave.

- Muy bien, entonces pongámonos manos a la obra y cojamos provisiones y armas para ir creando algunos lugares seguros.

Busco entre mi equipaje algunas mochilas que suelo usar en mis correrías en tierras salvajes y se las paso a mis compañeros para que las llenes de cosas útiles. Luego miro a la doctora y le digo:

- Uno de los carteles que vimos antes ponía que hay un doctor en la nave...seguramente tenga una botica bastante interesante...¿cree que alguna droga podría despertar a los marineros y pasajeros dormidos?...no nos vendrían mal manos y brazos extra llegado el momento de enfrentarnos a Mr Horizon...por lo menos para enfrentarnos a sus esbirros mecánicos...ni tampoco nos vendría mal tener vendas y medicamentos para nosotros...con este frío es posible que caigamos enfermos tarde o temprano...

Si el doctor tiene algo que pueda despertar a los miembros de la tripulación ganaríamos mucho. Los marineros deben conocer el barco a la perfección y eso siempre es una ventaja.

Utilizando la idea previsora de Thomas, pronto los alimentos que podeis llevar con vosotros son racionados en fracciones que os permitirian vivir 2 o 3 dias con ellas, llevando con vosotros casi 3 semanas de comidas, aunque puede que llegarais a hartaros de comer siempre lo mismo, es mucho mejor que morir de hambre y si quisierais podriais reunir más en esta zona. Aunque las mantas es una buena idea obviamente si llevarais tantas os daria algo, pero 4 por persona podriais llevarlas aunque con molestias. Para llegar a los camarotes obviamente teneis que subir por las escaleras a pesar de vuestras reservas no parece haber nadie de guardia. Arriba hace aún más frio que abajo y todo tiene una ligera pletina de hielo...

Avanzo con cuidado intentando no resbalar cuando advierto la capa de hielo que recubre todo, mascullo para mis adentros y luego lo expreso a mis compañeros.

- Esa capa de hielo se romperá al caminar y puede que queden huellas nuestras por lo que podrían dar con nuestro paradero...también podremos saber si alguien pasó recientemente por un sitio...hay algo bueno pero creo que salimos perdiendo ya que estamos en clara inferioridad...

Me agacho e intento evaluar si alguien ha pasado por allí a simple vista. Si la capa de hielo es uniforme tendremos suerte.

- Bueno... - dice Harry después de escuchar a McGuffin, y observando la película de hielo que cubre el camino - Por ventaja tenemos que estaremos a iguales. Si nosotros estamos indefensos aquí, ellos también podrían estarlo.

Comienza a avanzar lentamente y con cuidado, intentando no dejar las huellas, que les podrían provocar un gran problema. Se detiene y mira hacia atrás: - No estoy seguro, pero... pidan ayuda si la necesitan, esto parece peligroso

-Si nadie ha pasado por aquí antes es muy posible que no vaya a pasar, ¿no creen? -comento, agarrándome al pasamanos de la pared-. ¿Podría darnos, monsieur MacGuffin, atendiendo a la profundidad de la capa de escarcha y al frío imperante, una aproximación del tiempo que esto lleva abandonado?

Soy un completo ignorante respecto a esos temas, más propio de tramperos y exploradores naturalistas que de caballeros que discuten en salones de sociedad. La acumulación de la pátina de hielo depende del tiempo, claro, pero yo no osaría aventurar una cifra.

No se necesita ser un buen rastreador para seguir uno de los rastros en el hielo, hay varios rastros, y se pueden ver que tipo de seres lo han dejado pues la mayoria de pisadas llegan al fondo de la capa de hielo, los pesados guardias sin duda, en cuanto al único que parece más ligero parece estar trastabilleando con dificultad y es facil de seguir pues se apoya en un palo que deja sus marcas circulares. En cuanto a la capa de hielo, no puede medir más de unos 10 cm en los lugares más espesos, al fin al cabo esta algo resguardado del exterior, aunque los pasajes hacia afuera puede que esten mucho peor.

Me agacho y examino la capa de hielo y las huellas de cada uno de los han pasado por aquí.

- Han pasado varios por aquí...hay uno herido que camina con un bastón...podíamos usar sus huellas para movernos con seguridad, sus pisadas son profundas y así evitaríamos las nuestras...en las Tierras del Noroeste lo usamos para ocultar nuestro número...

Observo detenidamente la capa de hielo, mide diez centímetros por lo menos.

- No puede determinar el tiempo...el hielo se forma dependiendo de la cantidad de agua o humedad que hay en la atmósfera...y estamos en un barco por lo tanto en el mar hay mucha humedad...pero seguramente sean meses...el hielo es fuerte...mala cosa...demasiado tiempo parados en el mar...seguramente en una latitud septentrional aunque es posible que meridional...aunque habríamos navegado durante mucho tiempo...

- Demasiado tiempo - susurra casi más para si mismo que para los demás

Comienza a avanzar cuidadosamente sobre las huellas de los que habían pasado anteriormente por aquel pasaje, cierto era que podrían evitar así ser detectados de cierta manera. Pero seguía sin tener sentido, esa distorsión del tiempo.

Acabaremos volviendonos locos si seguimos pensando de esta manera, tiene que haber otra explicación, algo más plausible...

Con algo de dificultad avanzais por las hondas huellas de los guardaespaldas de Horizon, siguiendo a las huellas diferentes de quien lleva bastón. Poco a poco avanzais por la gran sala, incluso avanzais por la escalera llegando a las habitaciones en la planta de arriba, a vuestro favor parece que no os encontrais con ningún guardia, aunque por las pisadas tiene que haber muchos de ellos pululando por todo el barco, teneis que encontrar la habitación del médico del que hablan los carteles de abajo, pero ¿En que habitación estara? Pues no hay nombres debajo de los numeros de las habitaciones.

- ¿Dónde colocarían ustedes la consulta del médico? - pregunto en general aunque espero que la señorita Chrystalle conteste ya que ella comparte la misma profesión. - Necesitamos encontrarlo rápido para evitar encuentros poco amistosos... - digo con el revólver en la mano.

Observo las puertas para ver si alguna de ellas me da mejor espina que las otras y probar suerte.

No puedo evitar estar nervioso. La quietud, rota sólo por nuestros susurros y el crujido de nuestras porpias pisadas en la escarcha, me parece tan irreal... No puede ser que hace... no sé cuánto tiempo... estuviera yo simplemente disfrutando de una copa en el bar de la nave y ahora, ahora esté deambulando por el interior de una de esas endiabladas máquinas de hacer cubitos de hielo. ¿Por qué?

De vuelta a la realidad gracias a la pregunta en voz alta de Thomas, me maldigo por no haber memorizado los planos de las cubiertas del barco. ¿Para qué? Eso pensé en su momento. Ahora esa información hubiera sido vital.

-¿Tal vez una puerta algo más ancha por si hubiera que trasladar a alguien en camilla? -digo, no muy seguro-. ¿O tal vez una a la que se tenga fácil acceso desde los corredores? ¿Una que esté relativamente cerca de los suministros?

- Algún lugar de fácil acceso. Tal vez cerca de la cubierta, si no, sería una locura llegar hasta el lugar - explica Harry, desde su posición

Se detiene y bufa, ante lo difícil de avanzar en aquella locura de lugar. Todo era cosa de locos. Tal vez deberían pensar mejor en como moverse más fácilmente... aunque claro, él no conocía lo peligrosos que podían llegar a ser los hombres que se movían allí en nombre Horizon

- Y creo que también estaría bien hacernos un fácil acceso para nosotros. Si tenemos que huir, este tramo no nos lo pone nada fácil

Asintió, la lógica apuntaba a que un lugar de fácil acceso era lo indicado. Lo habitual era que el médico se desplazara hasta donde se encontraba el enfermo, por lo tanto no era erróneo suponer que el médico contase con un maletín convenientemente equipado y que el uso de la consulta o sala médica estuviera destinado para los casos de mayor gravedad y que, en definitiva, requerían los cuidados propios de un hospital. ¿Sería demasiado osado suponer que ese era el caso o nada más se trataba de una sala de enfermería? Nada dijo, estuviera como estuviera equipada lo que encontraran les sería de gran ayuda.

-¡Mi maletín! -exclamó en voz alta, exteriorizando el pensamiento que acababa de cruzar por su mente. Parpadeó y miró por encima de su hombro y todo cuanto le rodeaba tratando de encontrar el camino hacia los camarotes- ¿Creen ustedes que se deshicieran de mi maletín? La última vez que lo vi estaba en mi camarote, podríamos...

No terminó la frase, la última frase de Hyeronimus le dio a pensar. ¿Se refería a la dificultad de caminar por ese suelo congelado o a la estrechez del espacio? Porque si era lo primero, creía tener la solución. Si cubrían la suela de los zapatos con un trozo de tela conseguirían la adherencia necesaria para avanzar e incluso correr, sin riesgo de resbalar y caer.

Con lógica pensais que la habitación donde los más seguro es donde este el médico es la enfermeria, aunque no recordais con certeza en que planta debería estar y si hay más de una (pues puede que haya una para los huespedes y otra para la tripulación) El pasillo por donde avanzais esta con la misma cantidad de hielo y se ven otro rastro de grandes pisadas, y uno más pequeño del bastón, quizás no sea tan complicado seguir al médico después de todo (si es quien va con el bastón). Termina en una de las habitaciones que os dais cuenta de que está semi-cerrada por culpa del hielo, aunque no se oye nada en el exterior, no parece que haya salido de alli a pie quien haya entrado...

Con cuidado reviso la puerta en busca de que me indique si realmente no fue abierta en un tiempo. Tras ello compruebo las bisagras para saber en qué dirección abre (para saber si hay que tirar o empujar).

Saco el cuchillo y hago un poco de palanca para ver si con ello rompe el hielo que aprisiona la puerta y así no tener que utilizar la fuerza bruta y darle un golpe seco a ella que podría provocar más ruido del necesario. Con cuidado voy retirando el hielo con la hoja si no fue suficiente con la palanca ya que necesitamos abrir esa puerta cuanto antes. 

Mientras Thomas elimina el hielo de la puerta para así poder abrirla, desenvaino el estoque de mi bastón. Por si acaso lo que haya entrado -visto lo visto puede ser o no humano- se abalanza sobre nosotros. Es una posibilidad muy remota, pero no quiero sorpresas...