Partida Rol por web

Intuyendo la necesidad y preocupación de su amo, la pantera carga como una fiera contra el desalmado pirata. Los dientes se le tiñeron de sangre al desgarrar la carne y las garras dejaban marcas por toda la piel de MrPlugg.
En verdad era un torbellino de furia negra. Si eso no terminaba de convencer a los piratas restantes de que se pusieran de su lado, nada lo haría.

La fiera pantera de Nicholas hiere de gravedad al primer oficial, que sorprendentemente resiste el envite. Casi al mismo tiempo, el lobo convocado regresa a su plano de origen.

¡Echad una soga para que suba!, grita Feijud mientras agarra el cadáver de Master Scourge.

¡Buen trabajo, Nicolás!

Malickud encaja una buena estocada al pirata con su pequeña espada.

Mirad el ocaso Mr Plugg pues es el anochecer de vuestra vida la que se cierne sin piedad.

Feijud agarra a Master Scourge antes de que el bribón se hunda y comienza a acercarse al casco. El gnomo punza con fuerza en el costado de un horrorizado Mr Plugg que, demostrando ser un tipo realmente duro, aguanta estoicamente la enésima embestida.

Harper vuelve a fallar con su ataque. 

Nicholas observa como Feijud agarra a Scourge, lo cual no entiende bien por qué, pero aun así busca y le lanza un cabo para que pueda subir de nuevo al barco.
Espera que los demás puedan acabar con Plugg, o que este se rinda al ver que su capitán ha caido. Aunque en realidad el joven prefiere que no se rinda, así tendrían que acabar con él.

Escupiendo sangre por la boca, Mr Plugg se defiende como gato panza arriba. Con un potente tajo en diagonal, el primer oficial consigue sajar de nuevo la carne de la castigada pantera.

-¡Voy a mataros a todos, escoria!

Al golpear a la pantera, Nicholas grita como si el tajo se lo hubiesen dado a él.

Frustada y un tanto desesperado, me vuelvo a mover pasando por encima de osobúho para poder llegar a Plugg sin mis compañeros por delante. Ya es bastante dificil manejar este arma como para andar intentando esquivar a mis compañeros.

Así, una vez situada cerca de la pantera, lanzo un tajo bajo y profundo que impacta en uno de los muslos del rufian, haciéndole sangrar ¡¡Siiii, toma esto gilipollas!! sale el gripo de júbilo sin apenas ser consciente de lo que acabo de gritar

La ayuda divina que tanto estaba esperando parece invadir mi cuerpo en forma del que otrora fuera también seguidor de Besmara y que por culpa de esta gentuza yace en una tumba, allá en la isla

De pronto, un repentino aroma a ron dulce os trae recuerdos del malogrado Edward Rackman. Es sólo un instante, un fugaz déjà vu. Y lo más curioso es que el fenómeno tiene lugar justo cuando Sandara clava la pica en la vena femoral del muslo de Mr Plugg al tiempo que suelta un obsceno exabrupto. A pesar de su gran experiencia, el primer oficial sucumbe ante vosotros.

Pocos segundos después, la batalla se detiene abordo. Algunos bucaneros deciden saltar al agua e iniciar una peligrosa odisea en dirección a Isla Huesorroto. No obstante, la mayoría decide quedarse en La Promesa sin importar el bando al que perteneciera hasta hace un momento. Ahora todos forman parte de la nueva tripulación y aguardan en tensa calma a que alguno de los héroes se proclame nuevo capitán de la nave.

¡Marineros, esto es el antiguo capitán!, grita Feijud mientras arroja el cadáver de Master Scourge sobre la cubierta.

¡Esta rata no era digna de gobernar este barco! ¡Nos trataba como a basura y así ha acabado! ¿Estáis preparados para que este barco tome un nuevo rumbo?

Alzando la pica de abordaje por encima de mi cabeza, todavía goteando sangre del anterior cabecilla, ¿Quién se quiere unir a nosotros en esta nueva aventura? bajo un poco la pica

¡¡Robos!!,  alzo de nuevo por encima de mi cabeza la pica y la bajo
¡¡saqueos!!, de nuevo la pica se eleva y vuelve a bajar
¡¡la espuma del mar salpicando vuestros rostros como piratas libres!! alzo la pica y la vuelvo a bajar
¡¡historias que se contarán en las tabernas durante generaciones!! en esta ocasion alzo la pica y la dejo en alto durante unos segundos

Eso es lo que os ofrecemos nosotros digo mientras me acerco al resto de mis compañeros. Cuando paso cerca de Alcaudon, paso mi mano por su cabeza y su lomo, acariciando a la preciosa pantera a la vez que voy cruzando miradas con cada uno de ellos a la par que asiento con la cabeza en señal de respeto por el combate que ha tenido lugar y que, gracias a Besmara, hemos salidos victoriosos.

Malickud envaina su espada y sonríe alegremente. Ha sido duro pero por fin se han librado de esos desgraciados. Tras alisarse su preciada casaca y retorcer los anchos mostachos, añade su arenga a la de sus compañeros.

Señores marineros, da igual a quién erais leales si estáis dispuestos a emprender un nuevo rumbo. Uno en el que escribiréis vuestra propia historia, forjando el destino de sal y arena. De sangre y de ocasos peinados por el viento de poniente, entre hermanos de armas que darían la vida el uno por el otro.

El único Mr. Plugg que queda con vida salta del hombro del gnomo y se encarama al palo de la mesana, trepando con alocados chillidos que enmudecen al cuentacuentos por instantes.

La elección es sencilla, saltar por la borda como hacen esas nenazas de agua dulce o unirse a una nueva tripulación, llena de esperanza, con promesas doradas de inmensos botines y un recio barco navegando de bolina contra el horizonte.

¡Marineros, ya la escucháis! ¡Besmara está de nuestro lado!!!

El antiguo capitán os forzaría a estar con él, pero nosotros os daremos a elegir: aquellos que no quieran unirse, son libres de bajar a tierra en el primer puerto al que arribemos.