Partida Rol por web

Aunque ninguno de los invitados era aficionado al estilo victoriano -nadie en Estados Unidos lo era, a decir verdad-, hubieron de reconocer el mérito del artífice de la construcción que se alzaba ante ellos. Era sencillamente imponente, algo intimidatoria con la pobre iluminación que el cielo de Maryland ofrecía aquella noche. No obstante, había luces encendidas en la planta baja, lo cuál otorgaba al conjunto de la calidez suficiente para desear refugiarse en él del inclemente otoño de Green Ridge.

Les sorprendió la sencillez en la decoración de la parcela, pues por la excentricidad que se podía deducir en su misterioso anfitrión, casi esperaban ver toda clase de esculturas raras salpicando el terreno.

Si había alguna duda sobre la pertenencia del Hummer desbocado, casi todas murieron en aquel momento. No había en todo el lugar rastro del todo terreno. Más fiel a la realidad resultaría decir que no había ningún vehículo a la vista.

Cuando llegamos a la casa, y antes de llamar a la puerta ni hacer ninguna otra cosa, me acerco a ellos y les digo en voz baja para que solo me puedan oir ellos, y nadie mas si estuviese escuchando:

- Oíd chicos, no diremos nada de lo ocurrido, y si alguien nos pregunta que pasó, no ocurrió nada extraño, solo que de algún modo Dave piso mal y se torció el pie tropezando contra mi, y caímos monte abajo, ¿de acuerdo? Y... - me anticipo a lo que me puedan decir - yo también tengo ganas de averiguar que demonios fue eso, pero creo que no lo lograremos si no nos callamos e investigamos por nuestra cuenta. Además, el que intentó esto no estará tranquilo si ve que nos callamos, pensara que planeamos algo... y nos interesa que esté nervioso porque quizá cometa algún fallo. Estoy convencido de que esto no es algo fortuito ni accidental. Yo mismo iré a hablar con el señor Mallowan e intentaré que me diga algo, pero dejadme hacer eso a mi... Se que estais indignados y esas cosas, yo aun más, y puede que incluso sospechéis de mi (y motivos reales no tenéis, pero si unos cuantos infundados) pero lo esencial para salir de esta los cuatro airosos es que, a pesar de las sospechas que podamos tener uno de otro, que yo también puedo tener de vosotros incluso, lo fundamental es que sospechemos o no del resto de nosotros, debemos mantenernos unidos si no queremos "joderla". Los cuatro hemos sido victimas de un intento de asesinato, y por suerte mas que otra cosa, hemos salvado todos el pellejo... así que unidos y callados, ¿de acuerdo?

Tras juntarnos todos de nuevo, comenzamos a subir la cuesta y caminamos un buen rato, en lo que a mí me había parecido una hora me tranquilizo al ver que sólo han pasado unos veinte minutos. Al llegar arriba podemos ver la que parece la casa de Mallowan, aunque tras un breve vistazo me quedo con la duda, no había coches, ni marcas de huellas de vehículos, nada. Sólo estaba esa casa y la vegetación a su alrededor. Entonces se me dibuja una sonrisa en la boca al ver la luz que proviene de la planta baja, Yenan habla y cuando termina lo hago yo en voz baja.

-Bien chicos, creo que Yenan tiene razón, no podemos contarles nada, porque se armará un revuelo y todos se pondrán nerviosos. De lo que sí estoy seguro es de que alguien nos ha intentado joder y quién sabe si está vigilándonos en este momento, lo malo es que pregunten por el Hummer, ¿qué les diremos?-pregunto y antes de que respondan continúo.-Yo confío en vosotros, se os ve buena gente y enrollados, espero que confiéis en mí.

 Sonrío un poco cuando dice la palabra "enrollados"... A pesar de que venimos a una fiesta de cierto caché parece que este hombre va a seguir utilizando las mismas palabras que si estuviésemos saliendo de marcha una noche cualquiera.

- Si alguien pregunta por el Hummer, ya tenemos motivos para desconfiar de esa persona... Nadie debería preguntar por ello, en teoría debería estar aparcado donde lo dejo la señorita Davenport. Respondedle eso mismo, que debería estar donde la señorita Davenport lo aparcó y que nadie lo habrá robado. - Se nota el especial tono de sarcasmo con el que recalco el "nadie lo habra robado". - En cuanto a lo de confiar... no te lo tomes a mal, Ray, pero prefiero desconfiar un poco de todo el mundo, incluso de mi mismo... ¿Quien sabe si en algún momento, alguno de nosotros, yo mismo incluso, no procedió, involuntariamente me refiero... como el asesino deseaba o preveía? Es más, seguro que le vino muy bien que subiésemos andando... Pero por el resto me fío todo lo que me puedo fiar de ti, Ray... Y lo mismo para vosotros dos. ¿Queda claro? Bien, pues ahora vamos allá.

 Un gruñido de desacuerdo sale de mi boca. Me gustaría enfrentarme directamente al causante de mis golpes...pero quizás tengan razón.

-De acuerdo, actuaremos con cautela. A ver que sabe el resto de invitados del asunto.

Estoy de acuerdo en mantener todo en silencio hasta que todo esto se aclare, pero no de ir sospechando de todos. Solo sbaemos que el hummer iba a ir a buscarnos, tal vez paso algo por el camino, aunque es bastante raro que no apareciera el conductor. Lo mejor será esperar a tener más noticias. Me detengo y miro la casa, ¿estáis seguro de que esta es la mansión? Lo mejor será que uno de vosotros se adelante y llame a la puerta, necesitaremos un lugar confortable donde poder acostar a nuestro herido.

-Lo del coche lo ha tenido que hacer alguien, no creo que sólo con quitar el freno haya hecho eso. Tenemos que ser algo discretos, no podemos sospechar de todos, quien sabe si el que ha hecho esto no está aquí...-respondo al doctor Bledsoe.-Yo llamaré y preguntaré por Mallowan.

Y tras esto me acerqué a la puerta mientras la golpeaba varias veces.

Mr. Jackson sube de un salto al porche de la mansión y toma la aldaba dispuesto a efectuar la enérgica llamada. Se encuentra que la puerta no está cerrada del todo.

Justo cuando voy a golpear fuertemente la puerta con la aldaba, me doy cuenta de que la puerta no esta cerrada del todo, se puede ver una pequeña rendija abierta, así que abro un poco más la puerta y permanezco donde estoy.

-Hola, ¿hay alguien en casa?-pregunté con voz sonora.

Oyes algunas voces apagadas y tímidos tintineos de cristal.

Enfrente de la puerta de entrada, cruzando un pequeño recibidor con una mesita en medio, hay otra puerta entreabierta. Por ella asoma Chloe Sullivan, quien con su acostumbrado aire de mujer fatal, te dice:

Estamos aquí. Pero antes debéis presentaros ahí.

Te señala la mesita en medio del recibidor. Ves una especie de caja con la forma de un álbum de fotos pero dos veces más grueso.

Parece que al fin habéis llegado a vuestro destino. Te permites un breve suspiro de alivio.

Observo lo que tengo delante de mí y tras ver a la chica me quedo mas tranquilo, después me acerco a mis compañeros.

-Eh, tíos, hemos tenidos suerte, están aquí, he visto a la chica esa con aire de rebeldía, la tal Chloe. Me ha dicho que vayamos a la entrada-les digo mientras hago un gesto para que me sigan.

Uff, al menos algo es algo, logré decir al escuchar las palabras de Ray. Al menos esta noche podremos dormir sobre un techo y no en medio del bosque y podrá descansar, ¿como le va la pierna? ya solo queda un tramo y podrá sentarse y descansar, ¡vamos!, en mis palabras intento infundir algo de animo y alegría a pesar de lo que había pasado unas horas antes

 -El dolor es un poco más agudo, al ir quedando frío. A ver si podemos ponerle algo de hielo para la inflamación. Venga, entremos de una vez. 

 Sigo a todos ellos que se me han adelantado y espero que, por fin, podamos descansar un poco y pueda pensar sobre que ha ocurrido. Desde luego, no tiene pinta de ir bien la tarde, veremos como transcurre la noche. Cruzo el umbral de la puerta y saludo discretamente a los presentes.

La atmósfera que desprende la casa es apasionante, de lujo pero sin excesos. Mr. Mallowan, quien hasta el momento había dado razones para rellenar el medidor de "excentricidad" hasta más de la mitad del casillero, parece totalmente inmune a la tentación de colocar aquí y allá los adornos que cabría esperar de quien puede pagarlos, tiene donde colocarlos y no acostumbra a dar razones, sino a exigirlas. De cualquier otro se habría esperado una fuente orinada por uno o dos querubines de bronce, alguna que otra gárgola, cariátides de exuberantes pechos o enanitos de piedra de expresión siniestra. No obstante, toda la fachada y el umbral permanecen libres de adornos.

Mr. Blisen y el Dr. Bledsoe ayudan al joven Dave a subir la breve escalera del porche. En cuanto entráis en el recibidor, os sentís transportados a los solemnes años treinta, a los salones de fumar, las amas de llaves, las bibliotecas en el ala oeste y los matrimonios concertados.

El accidentado y sus dos ayudantes se reúnen con Mr. Jackson en un sencillo recibidor con suelo de losa blanca. En el centro de este, sobre una pequeña alfombra redonda, hay una mesita alta sobre la que descansa un objeto rectangular del tamaño de un álbum de fotos, aunque el doble de grueso. Completan la sala una puerta al frente y otra a la izquierda.

Cuando os aproximáis, podéis observar que el objeto se trata de una especie de caja metálica con una fina ranura de un palmo de longitud en su cara superior. En una de las bases hay montado un antiguo juguete consistente en una pantalla y dos ruedecitas blancas, un SKETCHBOARD o TELESKETCH. La pantalla está en blanco.

 - ¿Y este objeto?, solía jugar con uno similar cuando era pequeño - digo observando el objeto con curiosidad. Ayudo al doctor Bledsoe a sentar a Dave en cualquier zona cercana. - ¿No hay nadie por aquí? - me dirijo a Ray. - ¿No estaba Chloe aquí?

Al entrar dentro me quedo un poco sorprendido, me imaginaba muchos cuadros con Mallowan haciendo "posturitas" y estatuas de piedra por todo los lados. Al contrario, su aspecto era más normal de lo que pensaba. Tras acomodar a Dave para que repose su pie, veo cómo Yenan se dirige hacia mí y me pregunta por Chloe.

-Creo que estaba en una de estas habitaciones-digo señalando con el dedo una de las puertas entreabiertas.

 Me dirijo lentamente hacia uno de las habitaciones que Ray me indico y llamo golpeando la puerta levemente.

- ¿Chloe? - pregunto en voz relativamente baja.

Ray señala la puenta del frente. Efectivamente, a ella está asomada la siempre altiva Chloe Sullivan.