Partida Rol por web

Náhoda či Dopuštění

Viena, el principio

Cargando editor
16/03/2008, 12:30
Director

El silencio a la vuelta es el mismo que a la ida, incómodo y agradable a la vez, cuando por fin feclas puertas se abren y entráis en la sala, cada uno se dirige a su posición dentro de la orquesta tras intercambiar un breve gesto de despedida.
Pero el intento de pensamiento positivista por parte de la joven se ve interrumpido cuando al comenzar a sacar el oboe de su funda descubre que esta no estaba perfectamente ajustada y en el traqueteo de la bicicleta, un pequeño arañazo luce orgulloso en la parte final del instrumento, una herida de guerra.
No hay tiempo para mucho más, pues que el señor Mehta entra en la sala poco después, dispuesto a continuar con la segunda parte del ensayo, justo detrás de él, Josef entra sólo con aire desenfadado, saluda a par de miembros de la banda que le han dicho algo. Al pasar a tu lado te mira con una sonrisa divertida, parece que le entretiene tu actitud, o vete a saber que
El día transcurre con una agradable vuelta a la rutina, sin más miradas, sin más preguntas, hasta que finalmente el trabajo de hoy llega a su fin.

Notas de juego

tu misma, adelante lo que consideres necesario...

Cargando editor
16/03/2008, 13:40
Karin Salzgeber

Lo que me faltaba… tantos años con mi oboe y HOY se estropea…acaricio el desnivel, incrédula de mi pienso que a lo mejor así desaparece…. pero no tiene arreglo…
Entonces, cuando mis esperanzas están marchitas se oye el sonido de la batuta contra el atril para que comencemos la clase o el ensayo… y así resurjo, porque esto es lo mejor del mundo,…. Con Vivaldi… la música se desliza entre mis dedos, me reconforta el simple tacto de la lengüeta en la boca…. No hay nada más… casi no hay nada mejor… las horas pueden pasar en cuestión de segundos, casi sin acordarme de respirar, quiero estar así siempre… me siento segura, fuerte, irreal, fluyendo…. casi no tengo malos recuerdos… casi me compensa todos mis sufrimientos, hasta los debidos a mi exigencia de la perfección… tan bueno y tan sacrificado a la vez… en cualquier caso, tan reconfortante…
Siempre me cuesta despertarme de este dulce sueño, nunca quiero hacerlo. Ahora estoy otra vez aquí, con mi soledad y mis problemas, fuera del todo….. Las inquietudes acumuladas del día vuelven a mi lado, pero ahora tengo más fuerza, ahora estoy más entera. Casi invencible, casi feliz.
Guardo bien el oboe, dedicándole mucho tiempo, apretando las cuerdas todo lo necesario para no volver a hacerle daño. No queda nadie cuando voy a salir, mejor. Recojo mi bici y voy en busca de la oscuridad y el anonimato… y de respuestas. Aparco la bici donde siempre.-¡Mamá!, ¡papá!, ¿Hay alguien? – Digo estas palabras al entrar por la puerta de casa…

Cargando editor
16/03/2008, 22:20
Elisabeth Salzgeber

Y así enfilaba Karin su vuelta a casa, con mucha más calma que a su partida, pero aún inquieta, aún confusa, considerando el daño de su instrumento uno de los peores sucesos que pueden sucederle, por desgracia, los años y la vida dan a estos acontecimientos la importancia que realmente merecen, pero ella aún es joven, demasiado.

Brillando en la oscuridad, así es como ha sido definida en una ocasión, no diré por quién, pero en ella destacan esos ojos, estrellas heladas, esperando a ser devueltas a la vida por alguien capaz de resquebrajar la capa protectora que se había creado en ellos tras la ruptura con aquel hombre, una belleza serena como la noche, tan hermosa que pasa desaperciba en la mayoría de las ocasiones, incapaz de ser captada en su totalidad.

La puerta de su casa se abre y un agradable olor dulzón invade sus fosas nasales, un olor que recuerda a su infancia, a otra época, casi no podía creerse que se madre se hubiera metido en la cocina, pero cuando recorrió el camino hasta allí descubrió con alegría que así era, pues al volverse para mirarla, el delantal y las manos recién lavadas así la delatan.

Hola cariño, claro que hay alguien se acerca para darte un cariñoso beso en la mejilla, y adivina lo que tengo para merendar… añade con una sonrisa cómplice.

Cargando editor
16/03/2008, 23:40
Karin Salzgeber

¡Oh!,¡mamá!, ¡tarta de chocolate!, ¡creo que nada me apetecería más que eso! – realmente ha sido una sorpresa,… justo hoy que todo ha salido mal todo el tiempo…. le devuelvo el beso, él más sincero en mucho tiempo… y las barreras que he ido construyendo hoy se caen.. todo por un trozo de tarta de chocolate...- Mamá, necesito hablar contigo de algo, verás, hoy he salido de aquí a las 10.30 pasadas, porque no me ha sonado el despertador y bueno, ha sido un poco raro, porque además no consigo recordar que pasó anoche, de cuando llegue y eso….- va a pensar que estoy loca, pero si no me ayuda ella, no se quien va a poder….- esta mañana me fui rápido sin darle importancia, pero llevo todo el día sin recordar nada de ayer y he empezado a preocuparme un poco, ¿tu me viste? ¿Qué opinas?- Tengo las mejillas coloradas… otra vez...
Hago muchos ademanes mientras le hablo, ando de un lado para otro y todo lo digo muy rápido, una vez que he empezado ya no puedo parar, realmente es un alivio….

Cargando editor
17/03/2008, 01:29
Elisabeth Salzgeber

Tu madre te escucha mientras te sirve un buen trozo de tarta, por tu forma de comportarte y por tus palabras, se ve que lo necesitas, luego te indica que te sientes junto a ella en la mesa de la cocina, mientras ambas degustáis el sabroso pastel.

Mira a su hija con una sombra de preocupación en sus ojos, Cariño, anoche papá y yo estuvimos de cena, te lo dijimos, con los Garbrentz, cuando llegamos tu no estabas, pero no me preocupé porque dijiste que ibas con Thomas, ese chico tan encantador que siempre te acompaña, y luego pues no recuerdo haberte oído entrar, pero esta mañana tu padre me confirmó que estabas en tu cuarto, así que no le di más vueltas te sonríe sino te desperté ha sido porque no pasa nada porque un día llegues tarde, supuse que anoche estarías cansada

Ahora su gesto se torna serio, y te mira directamente a los ojos, Karin, ¿no habrás tomado algo que no deberías?, ya me entiendes, sé que tu eres consciente de que drogarse no es para nada bueno, pero no sé, desde que lo dejaste con aquel otro chico, te he visto más apagada, y asumo mi parte de culpa por no prestarte la suficiente atención, ¿va todo bien? su voz refleja cierta culpabilidad, y esa sensación de quien acierta siempre con su diagnóstico.

Cargando editor
17/03/2008, 10:20
Karin Salzgeber

Después del torrente me he quedado mucho más relajada, calma Karin, calma….y mientras la escuchaba he recuperado la compostura -Mamá, no me he drogado voluntariamente, no he tomado drogas nunca y no iba a empezar ayer…. -¿habrá sido buena idea contárselo?, en cualquier caso es tarde para pensármelo- Me despedí de Thomas a las 17.30 más o menos porque se suspendió el tomar algo, y no recuerdo nada hasta esta mañana a las 10.30. ¿a qué hora llegasteis vosotros? ¿te das cuenta de la cantidad de horas que son?-¿Cómo es posible?- Esta mañana cuando me he despertado el oboe estaba en la silla sin ningún cuidado ….es demasiado raro ¿no? -Un conjunto de cosas muy raro-…y por último… nunca estaré demasiado cansada para ir a mi trabajo, nunca decidas por mi si voy a llegar a la hora o no… -Si no fuese por las circunstancias me enfadaría mucho más, ¡QUÉ PENSÓ QUE ESTARÍA CANSADA!

Cargando editor
17/03/2008, 16:53
Elisabeth Salzgeber

Elisabeth mira a su hija de una manera extraña, como si la viera por primera vez en mucho tiempo, no le ha gustado para nada eso de “voluntariamente”, se levanta de la mesa para servirse un poco de café que se ha terminado de hacer, ofreciéndote una taza.

Luego regresa a la mesa, Nosotros llegamos a las diez y media más o menos ahora la preocupación ha regresado a su rostro ¿Cómo no vas a recordar nada?, ¿estás bien cariño?, [B] no parece dar mucho crédito a lo que le cuentas, o por lo menos busca las respuestas de otra manera, [b] Karin, si bebiste demasiado o algo así no importa, no es que me guste, pero todos nos hemos emborrachado alguna vez, si insistes en que no, no se me ocurre nada por lo que puedas haber olvidado lo que sucedió anoche, ¿algún tipo de amnesia? dice con cierta desconfianza.

A lo mejor debemos llamar al médico, no sé, tampoco oí el oboe ahora su mirada se vuelve más severa Y si habrá alguna vez que estés demasiado cansada para ir a trabajar, soy tu madre y no me gusta que me hables en ese tono, y lo más importante para mí es tu salud, mírate, que delgada estás, apenas comes y mucho menos divertirte con tus amigos un misterio menos, el de la tarta de chocolate ha quedado desvelado.

Cargando editor
17/03/2008, 17:16
Karin Salzgeber

….cada vez pinta peor, lo que sea que me pasase y la conversación…. -Mamá, llegasteis a las 22.30, pues yo no recuerdo nada desde que me despedí de Thomas a las 17.30, y no fuimos a tomar nada, nada es que ni me paré a beberme un vaso de agua, ¡nada! Yo no estaba cuando llegasteis- Me estoy poniendo un poco nerviosa, se me está atragantando la tarta….demasiado rato de paz….- …son demasiadas horas…..- me pudo pasar cualquier cosa, ¿pero cómo? ¿por qué? El tono es un poco alto y ya casi no estoy hablándole a ella, es conmigo misma- hay que saber si mi padre me escucho llegar… si escucho el oboe, o si alguien lo cogió para algo…. ¡O el oboe es lo de menos! ¿Drogas? ¿es la única explicación lógica?.... yo no he tomado drogas nunca... ¿amnesia porque sí?- ¿ cómo iban a drogarme? Me callo en seco, consigo controlarme y me rindo- No le puedo dar más vueltas, lo único que sé es que estamos hablando de más de 5 horas. Y para la próxima, yo decido si voy a trabajar, ¡yo! No vosotros.

Cargando editor
17/03/2008, 22:27
Elisabeth Salzgeber

Tu madre volvió a levantarse de la mesa, no sabrías decir si enfadada o preocupada, tal vez una mezcla de las dos cosas, pero el caso es que de momento calla, quizás buscando un momento de calma para no decir cosas inconvenientes.

Luego, tras el instante de sosiego vuelve a mirarte fijamente, Le preguntaré a papá cuando venga si sabe algo, y también al mayordomo, por lo que parece, aparte de no recordar nada, te encuentras bien, ¿no? ha decidido no darle más vueltas a las cosas en vista del cabreo que estás agarrando, a su entender, sin mucho sentido.

Cargando editor
18/03/2008, 13:28
Móvil

Tu cuarto te recibe con calidez, la noche ya es casi cerrada en Viena a pesar de ser simplemente las seis de la tarde, la persiana levantada te permite una hermosa del Danubio, iluminado por las luces de las diferentes farolas alineadas a lo largo de la ribera, hermoso y triste, si, hoy para ti es difícil olvidar esa sensación.

El teléfono suena al otro lado de la línea, sólo un par de tonos, y la voz de Thomas, sorprendida y agradable se escucha al otro lado, Pues, estaba a punto de empezar de empezar a merendar algo, tenía hambre luego se calla por unos instantes, como si estuviera pensando.

¿Y tú?, ¿estás bien?, esta mañana, me has dejado preocupado parece arrepentido de no haberte insistido antes.

Cargando editor
18/03/2008, 13:36
Karin Salzgeber

Me tumbo tranquilamente en mi cama mientras me saluda, más tranquila aunque igual de triste...- sí, tranquilo, todo bien- si tú supieras....- lo único que he llegado cansada -...de todo...- y voy a acostarme pronto. Yo también quería asegurarme de que tu estás bien. Dime, ¿Vas a salir un rato?- ¿quieres venir? ¡eso si que no karin!- hace una bonita noche, ¿verdad?- suspiro para mí....

Cargando editor
18/03/2008, 14:02
Móvil

Pues…sí, hace un bonita noche parece algo confuso, como si no le cuadrara ciertas cosas de las que has dicho, aunque finalmente reacciona ¿Qué si voy a salir?, ¿te apetece que lo hagamos? pregunta con decisión, o bien sabe que algo te pasa, o realmente es más echado para delante de lo que parecía, pero sus palabras han sonado firmes.

Necesito que me de un poco el aire, las cosas andan complicadas por casa, ya lo sabes

Cargando editor
18/03/2008, 14:21
Karin Salzgeber

Ea, ya estás metida en esto, ahora no puedes echarte para atrás… está mal, su problema es grave… además, ¿qué voy a conseguir quedándome aquí como siempre? veo el precipicio….. ¿todavía estoy a tiempo?…. pero él necesita salir un rato…
-Como te decía, pensaba acostarme ya, pero podemos tomarnos algo rápido en cualquier sitio, si de verdad te apetece….- he quedado muchas veces con él, pero por primera vez creo que es una cita…. ¡una cita con Thomas!... y me gusta la idea… ¿o no?...- ¿quedamos aquí en mi casa en media hora? Tengo que ducharme y eso… - esta mañana con el estrés no pude….¿qué me pongo?....

Cargando editor
18/03/2008, 14:33
Móvil

Por supuesto que me apetece le ha faltado añadir que lo hace desde que te conoce, pero por el entusiasmo de su voz, ha quedado claro.

En media hora, de acuerdo, allí estaré Karin dice algo atropelladamente.

Cargando editor
18/03/2008, 15:55
Karin Salzgeber

Bueno, pues ya está. Después de colgar me quedo mirando el móvil, reflexionando sobre cómo he llegado a mi cita con Thomas. Lo cierto es que me alegro, mi canción triste parece quedar en pausa. ¡vamos! Tienes media hora. Me ducho corriendo, sin lavarme el pelo que no tengo tiempo y me pongo una falda y camisa bonita. Mirándome en el espejo no me veo mal del todo, por si acaso, un poco de rímel azul y brillo en los labios. El pelo lo quiero llevar suelto…. Cuando estoy poniéndome el brillo de labios suena la puerta – ¡Yo abro señor Dalton, es para mí!- Llego corriendo y abro de golpe. Los preparativos me han puesto contenta y sonrío abiertamente al abrir.

Cargando editor
18/03/2008, 16:41
Thomas Krankl

Tengo que tranquilizarme, no pensar en nada, has quedado muchas veces con ella, no puedes parecer un idiota, vestido con unos vaqueros azules, una camisa por fuera de color azul oscuro y mi abrigo largo, de color oscuro también, no quiero dar la imagen de ir demasiado elegante.

Paso el la mano por mi pelo un par de veces antes de llamar, joder, lo he hecho cientos de veces, bueno, quizás no tantas, pero alguna que otra que si, finalmente e lo hago y al poco oigo unos pasos y su voz al otro lado de la puerta, cuando la abre con esa radiante siento que todo mi espíritu se transforma, devolviéndosela sinceramente.

Estás muy guapa digo mirándola, siempre lo está, pero siento la necesidad de decírselo, Hace algo de frío, deberías coger algo de abrigo hago un gesto con la cabeza, invitándola a salir, he pensado que podemos dar un paseo hasta un local muy agradable al otro lado del río, hace mil años que no voy, solía ir con mis amigos, los del equipo de hockey

Cargando editor
18/03/2008, 17:05
Karin Salzgeber

-Hola Thomas, sabía que eras tú, vaya, muchas gracias…-me estoy poniendo colorada, es la primera vez que me lo dice…- tú también estas guapo…- ...que vergüenza…- Si, tengo aquí a mano el abrigo. Un momento Thomas…- cierro un poco la puerta para coger el abrigo que está cerca de la puerta y aprovecho para decir: ¡Adiós mamá, no llegaré tarde!- Me coloco mi abrigo y abro de nuevo, definitivamente quedar con él ha sido lo mejor.- Sí, vayamos por la zona del rio. ¿de verdad estuviste en un equipo de hockey? Que gracia, no lo sabía….. -de repente tengo muchas ganas de reir…. que día más raro….

Cargando editor
18/03/2008, 18:21
Thomas Krankl

Comenzais a caminar por la ribera del río, hace algo de fresco, pero es soportable por el momento.

¿Me ha dicho que estoy guapo?, pero por la forma de decirlo mas bien me parece que ha sido por compromiso, aunque me gusta como se ha sonrojado, ¿Cómo qué que gracia?, se me daba estupendamente, uhm, bueno, se me daba simplemente río de buena gana, necesitaba el aire, y no puedo imaginar una mejor compañía, me fastidia verla mal, me encanta que sonría, Todavía juego de vez en cuando, para ver a la gente y todo eso, no me gusta perder el contacto, tengo buenos amigos allí, gente del instituto que buenos ratos echábamos, una destello de añoranza brilla en mis ojos, pero son recuerdos agradables.

¿Tú no sabes patinar?, tendrías que haber aprendido de pequeña, ahora las caídas son el doble de dolorosas la luz de las farolas se me antoja acogedora, el sonido del río se mezcla con el escaso tráfico de estas horas, hay más gente paseando, o simplemente volviendo a sus casas. Intento romper el hielo, se que le pasa algo, su voz esta mañana, su rostro, luego al llamarme por teléfono, pero no quiero presionarla, maldita sea.

Cargando editor
18/03/2008, 18:45
Karin Salzgeber

…que diferentes son sus recuerdos de los míos, de gente, de risas… el brillo de sus ojos es realmente bonito…. Ojalá nos encontremos a sus amigos, quiero que sonría y yo no soy graciosa,…. de repente siento la necesidad de que se lo pase bien, la presión de que es una cita importante, no una cualquiera y que depende de los dos, desgraciadamente depende de mí….. lo imagino patinando y de repente estoy riendo… a su lado…. Creo que podría acostumbrarme a esto….bueno, no se…. -¿patinar? No, no me enseñaron nunca pero me hubiese gustado verte a ti, a ser posible en alguna caída...-…. Otra vez me río… que desconcertante es todo….- El día que reúna valor te pediré que me enseñes, ¿vale? Aunque una caída de esas con la cantidad de horas que pasamos sentados practicando, ¡puede ser un horror!.....-... karin no tienes gracia, de repente no es tan buena idea haber quedado…. ¿o sí?... ya estoy con la presión... ¡relajate!...bueno, sonreiré, que estoy bastante segura de que eso le gusta...

Cargando editor
19/03/2008, 00:20
Thomas Krankl

Vaya, que simpática, así que una caída río levantando ligeramente la vista, pues no creas que no las tuve, pero lo importante es volver a levantarse eso siempre, sino no estaría aquí, en este momento, observando esa sonrisa que tantas veces he imaginado y tan pocas disfrutado, ella es tan…buff, ni yo lo sé, si me acuerdo de como se hace, da por hecho de que te enseñaré a patinar

Finalmente sin apenas darme cuenta entre risas y bromas, entre sueños y brumas, llegamos al lugar, una mirada al viejo cartel de madera, donde las letras del nombre apenas se leen, dejando que cada uno lo llamé a su gusto, el cuarto tiempo, así lo llamábamos, aquí es, las viejas puertas aún están igual.

Aquí es, pasa abro una de las hojas de la puerta sosteniéndola hasta que Karin pasa, el sonido de la música se abre paso a través del bullicioso y sin embargo tranquilo lugar. La barra al fondo, las mesas, la tele dando hockey, y el mismo ambiente, una agradable mezcla de gente joven aficionada a este deporte y otros que buscan en este variopinto ambiente pasar un buen rato charlando de cualquier cosa.

Una mesa libre cerca de la pared de la izquierda, un lugar tranquilo lejos de la pantalla, camisetas, fotos en la pared, e incluso sticks cuelgan de las paredes, ofrezco una silla a Karin, y luego me siento enfrente de ella, ¿te gusta? mis ojos buscan los suyos, directos, mis labios se curvan con una media sonrisa al preguntarle.