Partida Rol por web

…nunca me imaginé mi propia nube con Thomas, y ahora me sorprendo de haber tardado tanto…. Ojalá, me enseñe a patinar algún día….
…. Un lugar realmente agradable… es muy acogedor… -¿Sabes? me encanta. -Me hubiese gustado verte aquí con tus amigos, riéndote sin parar…. Te miro directamente, sonrío tranquila, serena y abiertamente. La mirada y sonrisa del final han conseguido que me sonroje…pero ya casi no me importa……-¿Sales en alguna foto?- lo pregunto con una media sonrisa y con un guiño tan natural que hasta me sorprende.

Uhm, creo recordar… miro hacía me derecha, a una de las paredes que están junto a la puerta, que por aquella zona tenía una, de cuando ganamos el campeonato de la ciudad, tenía quince años digo orgulloso.

Apenas me ha dado tiempo a decir nada más, porque un hombre se acerca a nosotros con cara de incredulidad, cuando esta a apenas tres o cuatro pasos, me señala con el dedo y una sonrisa se ensancha en su cara.

¿Pero que cojones?, ¿Thomas?, ¿Thomas Krankl?, ¿el extremo derecha?, el hombre niega con la cabeza como si no diera crédito, Me cago en la pu… te mira algo avergonzado, siento mi vocabulario, pero joder, es que hace años que no veía a este chico

Vuelve a centrar su atención en Thomas, el cual se ha levantado para darle un abrazo, que le es devuelto con sincero afecto

Cuando cesa el contacto me giro hacia la joven sentada en la silla, Este es Sergei Hasner, el mejor portero que verás, más de siete años en la selección, y jugó un par de años en la NHL, en los Estados Unidos digo presentándolo a mi acompañante.

Realmente no esperaba encontrar a nadie de la vieja guardia, no sabía siquiera si seguiría siendo el dueño del local, pero me alegro de que así sea.

¿El extremo derecha? Ahora si que río con ganas, como hace tiempo….. me levanto, con una de mis mejores sonrisas, me encuentro tan a gusto y relajada… ¿qué más esconderá Thomas?- Hola señor Hasner, encantada de conocerle, mi nombre es Karin Salzgeber, un placer.- Le doy cordialmente la mano y asiento mientras…. Aunque sea un poco ordinario me cae bien instantáneamente- ¿La NHL? Que interesante…-¿qué será eso?- ¿le gustaría sentarse con nosotros?-mi expresión es divertida y le he invitado con agrado, parecen tan felices de encontrarse....

Estaría encantado de hacerlo preciosa, pero por desgracia, no estoy aquí, por placer, sino porque es mi loca, ¿acaso Thomas no te lo ha dicho? se gira hacia el chico, con cara de sentirse ofendido, No tienes perdón, como si no supieras que nunca venderé este garito sonríe.

En ese momento una chica joven pronuncia su nombre, llamándolo desde la barra, se gira y asiente con la cabeza a la llamada, luego nuevamente vuelve a centrar su atención en ambos, Me reclaman, os traeré dos cervezas heladas, especialidad de la casa, no te puedes ir sin probarla Karin te dice mientras se aleja.

Todo sigue igual, me alegro, con la sonrisa aún mi rostro mientras observo como se aleja Sergei, encogiéndome de hombros busco la mirada de Karin, Él es así, no te deja muchas opciones a replicar volvemos a tomar asiento y a los pocos instantes, una camarera joven, bastante atractiva, nos trae las dos cervezas y, ¿me ha sonreído de forma un poco seductora?, debo estar imaginándome cosas hoy, aquí sentado con Karin, en un lugar cargado de recuerdos, viéndola sonreír, interesarse por que lo fui.

Y yo sin preguntarle por lo que le pasa, pero es que no quiero joderla, mierda, ¿y si se pone triste?, Bueno, pues ya ves, mi pasado oculto, un músico que dejó el hockey, se que es raro, pero… sólo por haberte conocido ya habría dejado todo, vaya, ni se te ocurra decirlo eso, que va a pensar que eres gilipollas, pero es lo que elegí, ya sabes, cuando suena la música… sé que ella también lo siente, me lo ha dicho.

Da un trago de esto, pero con cuidado, está muy, muy fría, y algo más fuerte de lo normal, lleva el ingrediente secreto de Hasner, que a saber que será, nunca nos lo digo doy ejemplo dando el primer trago.

Los miro a ambos mientras dura su peculiar conversación… tan diferente a las de las fiestas de mis padres …-espero que no te arrepientas de tu elección. Para los demás, te puedo decir que eres un violinista notable, Thomas…..- …un trago… un ingrediente secreto… de repente me viene el recuerdo de todo lo que no sé del día anterior, si me tome algo o no… no tengo memoria de nada de hace justo 24 horas… me están volviendo los nervios… mi mirada se apaga, ¿qué pude hacer?, ¿qué pudo pasarme?... venga Karin, se averiguará, no dejes que esta noche tan bonita se estropee… levanto la vista y lo miro, está expectante, como siempre, siempre tan tierno, tan incondicional… me siento segura a su lado… - Bueno, habrá que probarlo.- Esbozo una media sonrisa- ¡si que está fría!- sonrío un poco más y me voy recomponiendo con el trago….

Así que sólo notable ¿eh?, esperaba ser sobresaliente, digo bromeando, me recuesto un poco en la silla, se ha puesto seria de repente, mierda, aunque luego vuelve a sonreír, algo le pasa, estoy seguro.

Busco su mirada, entre divertido al ver su gesto al comprobar lo helado de la cerveza y preocupado por su anterior reacción, Karin, ¿va todo bien?, cuando me has llamado, parecías preocupada por algo la vas a liar capullo, maldita las ganas de fastidiarlo todo, sólo te digo que si necesitas ayuda, o algo te inquieta, puedes contar conmigo ya está, ea, espero que no haya quedado como un cotilla acosador.

Bebo otro trago, dándole tiempo para que decida lo que hacer.

…ay Thomas…. me vuelvo a sonrojar y a bajar los ojos… no puedo Thomas, de verdad…. –De verdad que todo va bien, me halaga mucho que estés preocupado por mi, te lo agradezco mucho- lo miro a los ojos, fijamente como pocas veces, quizás la primera, quiero que sienta mi gratitud, por todo, por tanto…- reconozco que hoy cuando te he llamado estaba un poco agobiada por estar en mi casa, pero eso no es nuevo, me pasa todos los fines de semana- tímida sonrisa, él no lo sabe, pero haber dicho eso es bastante incómodo para mí…. muy importante…. definitivamente no sabes relacionarte a nivel personal con las personas Karin….

Vaya, parece que le ha molestado lo que le he dicho, sonrío un poco forzado, Me alegro de que todo vaya bien, en serio, sólo te lo decía, bueno, ya sabes, no insisto más no quiero agobiarla, solo quiero que lo pase bien, así que me centraré en eso, si tiene preocupaciones haré que las olvide, si, eso intentaré, aunque sea sólo por un rato.

Si, a veces pasamos demasiadas horas en casa, nuestro trabajo requiere mucho sacrificio, pero bueno, es lo que elegimos, yo antes salía mucho más por ahí ahora echo mi cuerpo hacia delante, apoyando un codo sobre la mesa, me encanta esa sonrisa, es tan dulce.

Recuerdo una vez, en el viaje de fin de curso con el instituto, cuando estuvimos en España, que creo que nos tiramos tres días sin dormir, y digo creo, porque sinceramente no me acuerdo de nada río apartando un poco la mirada, Allí se puede beber en mitad de la calle!, conocimos a un grupo de chicas, y… pero cállate, no le cuentes eso, niego con la cabeza, Nah, no pienses mal, había uno en el grupo, Matt, el tipo se las llevaba a todas de calle, uff, hace un montón que no sé nada de él, el caso es que antes salía mas vaya lío, no sé no lo que le estoy contando.

¿Qué sueles hace los fines de semana, aparte de estudiar, eso ya lo sé digo mirándola dando a entender que no me voy a conformar con lo del estudio.

…gracias por perdonarme… otra vez… ¿España? ¿Matt? Creo que estoy perdiendo el hilo, o él, sonrío más relajada y animada, me encanta que esté entreteniéndome, me encanta… realmente es un chico admirable, no como otros… no como Él…río a la vez que él con la historia de las chicas, seguro que no quedó así…- mis fines de semana son básicamente aburridos, -voy a ser sincera en las partes que puedo… algo es algo…- bueno, son solitarios. Me suelo ir a pasear por Viena, que cómo sabes me tiene enamorada, - leve color en las mejillas de nuevo, ¿esto no va a parar?- y muchas horas ensayando. Mucha tranquilidad en realidad. Sólo son un poco movidos cuando mis padres dan alguna fiesta y eso. Intento mantenerme al margen de los preparativos pero ahí está mi madre siempre para implicarme, -…sonrío… vaya intento de broma…- a ella le encantan, eso de los vestidos, las luces…. Pero en serio Thomas, son un horror, y muy aburridas, porque nunca puedo invitar a quien quiero, a tí por ejemplo - te has pasado Karin… ¿será la cerveza?- y siempre hay alguien que se acuerda de mi oboe, normalmente el que esté más borracho o aburrido… -me río, acordándome de uno en concreto…- oye, ¿y tú que es lo que haces esos días? aparte de jugar al hockey de vez en cuando...

¿Invitarme a mí?, ¿ha querido invitarme alguna vez?, eso sí que no me lo esperaba,¿ se ha puesto colorada al decírmelo?, así que pasear por Viena, debe conocerla bien, no puedo entender cómo no queda con nadie, ¿cómo serán esas fiestas?, no puedo negar que me apetecería haber ido alguna vez, bueno, no me engaño, con ella iría donde me lo pidiera.

La escucho atentamente, sin poder apartar la mirada de ella, intento buscar otro punto, pero es que es tan difícil a hacerlo, su risa inunda todo el local, o mi me lo parece, en realidad me doy cuenta de lo poco que la conozco, ¿cómo puedo sentirme de esta manera?

¿Yo?, ¿los fines de semana?, bueno, pues también practicar, claro, y salgo de vez en cuando, aunque tampoco demasiado, Bernd, uno de mis mejores amigos y con el que más salía últimamente se ha marchado a trabajar fuera, y bueno, ahora con lo de mi padre no, no, ahora no es el momento, sonrío haciendo un gesto con la mano quitándole importancia.

Cuando quieras quitarte de en medio de alguna fiesta de esas siempre puedes contar conmigo para hacerlo joe, necesito ir al baño, mierda, debe ser de los nervios Discúlpame un momento, enseguida vuelvo, no te me escapes, ¿eh? vaya gilipollez…

Son tranquilos, como los míos… a lo mejor podríamos juntarnos más… ¡no lo digas en voz alta!... tenemos más cosas en común de lo que pensaba… el preguntándome por mis cosas pero nunca quiere hablar de lo de su padre, es normal, es demasiado importante, yo tampoco lo haría….Gracias, te tomaré la palabra para que me salves de ellas, son horribles… -¿vendremos aquí?- ah, vale, claro, me quedo aquí, bien. ¡qué no me escape! se ha ganado una gran sonrisa, por simpático, agradable, considerado y por qué no decirlo, por estar guapo….Se la envío mientras le miro a los ojos.

Todo se ilumina con su sonrisa, todo vale la pena,todo...sus ojos me traspasan, me hacen sentirme el único en el mundo, por unos instantes desaparezco de su línea de visión…

El local sigue siendo un constante ajetreo de entradas y salidas de gente de lo más variado, allí sentada, en medio de aquel mundo que se ha abierto para ti, donde la soledad queda relegada, quizás si Thomas hubiera elegido otro lugar ahora no escucharías esta música, es curioso como las personas cercanas son tan desconocidas, o simplemente no verías a esta gente que ahora mismo pasa por tu lado.

En el camino de regreso, me detengo a saludar a un viejo conocido, un hola rápido, pero mi mirada busca mucho más allá, la busca a ella, tan hermosa, capaz de arrancar una sonrisa de mi corazón, ¿por qué me siento así?, de esta manera tan indescriptible, mientras me voy acercando una certeza se abre paso en mi mente, su imagen, su gesto distraído, esa forma de acariciar su pelo, la música que suena…lo recordaré siempre, pase lo que pase.

Ya estoy de vuelta bienvenido al maravilloso mundo de las obviedad Thomas, Gracias por esperarme señorita, me siento afortunado de que lo haya hecho, pensaba que Sergei había usado su influencia para decirte que te apartes de la compañía de su temido extremo derecha, que no tiene nada que hacer contra la defensa de su oponente el castaño brilla con una chispa de picardía que no alcanzo a controlar.

Lo veo marcharse, y no quiero que lo haga, que se quede aquí conmigo, pero es esa dulce despedida, sabiendo que va a volver y que será muy pronto…. Me inclino hacia delante y apoyo el codo en la mesa, para apoyar la cabeza en mi mano y mirar relajadamente alrededor….
Me alegro de haber salido, podía haber sido una noche de las peores… toda la angustia que se fue, prometía ser muy intensa… y todo ha desaparecido, simplemente llamarlo… es por su compañía, por la forma de tratarte y cuidarte… y ahora estamos aquí y no me importa lo que pase, me encuentro tan a gusto que quiero que todo se quede así, un momento mágico…. no recuerdo el último….sé que los tuve con Josefh, pero ahora sé que fueron mentira, así que no cuentan y no quiero recordarlos…. Oh, vamos, no quiero pensar en eso ahora, piensa en ese niño de 15 años, en el hombre que se a convertido y en la noche tan bonita que te está regalando….
Me vuelve la sonrisa, no sé que pasa que hoy no puedo evitarlo…. pasos, una figura que se queda a mi lado, una certeza… su voz,… -sí que intento convencerme, pero creo que tu serías el ganador así que preferí quedarme aquí… contigo…y sus ojos diciéndome que se lo está pasando bien, sí, Karin, se lo está pasando bien….

Contigo…prefiere quedarse conmigo…me siento nuevamente expectante, no sé si relajado, pero si muy a gusto, no me cambiaría por nadie en el mundo en este momento, muerdo mi labio inferior mientras no puedo evitar bajar un poco la cabeza, tomando un nuevo sorbo de cerveza para disimular el rubor que asoma a mis mejillas, ¿y si?, buff, Thomas, no la líes, no intentes buscar donde no hay, pero, es que puede que lo haya, piensa, algo que decir, ¿por qué estos nervios?, no es la primera vez que estás con una chica, ni la segunda, pero, es que ella es diferente, tan inaccesible, tan…tan suya.

Eso está bien, me alegro de que haya sido así, porque así podremos seguir nuestra conversación sobre tus aburridas y fiestas y la posibilidad de pasar de ellas, debe ser horrible que te hagan tocar delante de toda esa gente digo frunciendo el ceño para indicar un gesto de desagrado ¿Sabes lo que yo hubiera hecho? pregunto con una media sonrisa algo traviesa Tocar fatal el primer día, tan mal que se le quitaran las ganas de volver a escucharme

Las sonrisas se suceden, intercambiadas como adolescentes, quinceañeros nerviosos y a la vez encantados de la situación, bromas y halagos que son almacenados para volver a ser recordados en otras situaciones menos agradables, un par de saludos más para Thomas, un par de presentaciones seguidas de miradas de admiración por parte de los presentados.

Una noche amena, agradable como hacía tiempo, pero un amago de bostezo por parte de Karin, y el cansancio de los últimos días reflejado en los castaños ojos de Thomas hacen que el momento de marcharse haya llegado…

Que bien me lo estoy pasando… todo es tan cómodo y tan fácil…. y muy muy agradable… no quiero que esto se acabe, que nos vayamos, que nos despidamos… pero lo cierto es que estoy cansada, no quiero reconocerlo ni recordar porque lo estoy, pero es cierto y además, si siguiésemos mucho más rato, podría decaer y es perfecto así como está. Que pereza volver a mi casa, a mi cuarto, a mi soledad…. aunque hoy volveré contenta, contenta como cuando me sale bien una obra muy difícil, como cuando la toco sin estar pensando las notas, sólo sintiendo la música, sí, definitivamente me voy a sentir así cuando me acueste…. ¿y él? ay, espero y deseo que también, que no esté fingiendo, que esta mirada suya sea sincera y sus risas y sonrisas sentidas….
Para mí ha sido una cita, y ha superado las expectativas, que bien me encuentro, que a gusto que estoy con él, con Thomas… no se si quiero que… no quiero ni pensarlo, pero y si él… ¿que harías?, no va a hacerlo… pero ¿y si…? no lo pienses, no le mires los labios...te vas a poner colorada otra vez, ¡no lo pienses!…..
Nos despedimos del señor Hasner y del resto de la gente que conoce. No se la hora, ni me importa en realidad. Me aprieto bien el abrigo que tengo frío, para mí a sido un cambio brusco de temperatura. Salimos a la noche vienesa, oscura, fría y bonita. El último paseo con Thomas, hasta no se cuando….

La noche es algo más fría que cuando entrasteis al local, algunas nubes cubren la estrellas que suelen verse sobre la oscuridad de las aguas del río, ajustándoos bien el abrigo el camino de vuelta fluye en un hermoso silencio, el sonido de los pasos por la bien iluminada ribera es vuestra única compañía, la brisa nocturna es fría pero ayuda a despejarse del cargado ambiente del local.

Los árboles parecen diferentes, más verdes en la noche, sus ramas meciéndose suavemente, abrazados por el leve viento, uniéndose en una inquietante danza hipnótica, las piedras que forman el camino en mitad de la hierba por el que transcurre la vuelta van formando un camino hacia algún lugar, un destino aún por conocer, como siempre el deseado y temido futuro se va abriendo paso en cada recoveco que parece dibujarse graciosamente ante ti.

La silueta de tu casa se alza ante vosotros, el pequeño jardincito delantero tenuemente iluminado por la luz de luna, un escenario perfecto para un final de cuento, uno cuyo género aún esta por dilucidar.