Partida Rol por web

Ajena a lo que sucedía a su alrededor, Harper se encontraba centrada en esquivar los golpes de Leonard y Joanny. Oía los disparos y los gritos, pero no podía hacer otra cosa que intentar defenderse como pudiera y, llegado el momento, atacar ella de nuevo, aunque se daba cuenta que el daño que podía hacer era mínimo ya que las fuerzas empezaban a fallarle y Leonard, por segunda vez consecutiva, la había alcanzado consiguiendo que el cuchillo que Julia manejaba ni siquiera le rozara.

Por unos instantes creyó que todo estaba perdido y, con el recuerdo puesto en todas aquellas personas que habían creído siempre en ella, se dispuso a morir si fuera necesario, sobre todo si aquel ser que había visto en la piscina llegaba hasta Lizzy y hasta ella, pero lo que no tenía pensado hacer era dejarse morir sin pelear hasta el final.

Sin embargo, la esperanza de salir de allí victoriosos y con vida volvió a ella nada más escuchar el estruendo en la puerta de entrada y, sobre todo, el grito que tantas veces ella misma había repetido. El séptimo de caballería había llegado al rescate.

La criatura se lleva las garras a la cara quedando deslumbrada por la luz de las linternas y ruge furiosa, tras ella el resto de sectarios intenta pasar para enfrentarse a los agentes.

Dawler parece desconcertado cuando alumbra al ser que entre por la puerta del fondo pero se sobrepone rápidamente pensando que sea una mutación de algún ser marino.

Los cuatro agentes que siguen a Dawler parecen sorprendidos por la extraña criatura; Davis, Lewis y Hawkings tardan un poco en reaccionar pero Rogers se gira hacia atrás y no puede contener el vómito.

El lugar era un caos y Julia, malherida por los golpes recibidos, veía cómo sus fuerzas la iban abandonando poco a poco. Era consciente de que no aguantaría un nuevo ataque por parte sobre todo de Leonard y que ella, en caso de conseguir mantener firme el cuchillo, sería incapaz de hacerle el daño necesario para hacerle abandonar la pelea.

Lo único que podía hacer era escapar de aquella encerrona, huir hacia los refuerzos que acababan de traspasar la puerta y allí, si alguien tenía un arma adicional que le pudiera dejar, intentar abatir a aquellos locos que se divertían follando con bestias.

Pero estaba muy débil y tenía poco espacio para maniobrar con la pared a su espalda y la pareja casi encima de ella. Lo intentó, pero apenas consiguió moverse del lugar donde se encontraba.

Cuando la criatura empezó a avanzar hacia White, Dawler disparó casi al instante y a pesar de las escamas del pecho la bala consiguió entrar en el cuerpo y hacer brotar una sangre de aspecto negruzco. El sonido de la pistola sacó de su ensimismamiento a los otros tres agentes que dispararon al unísono; aunque una de las balas rebota hacia el techo las otras dos abren nuevos agujeros en las escamas y el ser emite un sonido de dolor llevándose una de sus garras al cuello donde Davis le ha alcanzado.

La criatura avanza hacia White ya que se interpone en el camino hacia los humanos que le están hiriendo y le golpea con su garra derecha alcanzando a la agente en el hombro izquierdo.

- Joder, puto bicho.

La cosa esa iba a matarnos si no la deteníamos así que cojo mi pistola y apunto... ¡bang! Esperaba que la bala hubiese traspasado su coraza de escamas, si no conseguía matarla me temía que pronto iba a empezar a haber bajas, y no era eso lo que quería. Eso sí, después de todo esto si no acababa en un centro psicológico iba a tener muchas pesadillas, esperaba que alguien me explicase de donde demonios había salido ese ser y que quería. 

De reojo veo como Julia está peor o igual que yo, vamos compañera tenemos que salir con vida de esta.

Viendo esa criatura de más de dos metros gruñendo y golpeándole White levanta el arma y dispara; el proyectil alcanza uno de los ojos del ser reventándolo como un huevo y salpicando el rostro de la agente de sangre negruzca. La gran mole cae al suelo con un último grito de dolor.

Leonard y Joanny se desentienden de Harper y corren hacia el moribundo ser incrédulos ante lo que ha pasado, lloran sobre el cuerpo e intentan reanimarlo pero todo es inútil. Los otros sectarios quedan en la puerta de la sala compungidos y consolándose unos a otros pero está claro que han perdido las ganas de luchar.

Aquel último disparo que resonó por toda la sala fue la salvación de Julia que, aliviada, vio cómo sus dos atacantes dejaban de golpearla para ir a postrarse ante la criatura que había muerto bajo las balas disparadas por Lizzy.

Agotada, herida y comprobando que Dawler y los policías que acababan de llegar podían hacerse cargo del resto del grupo de lunáticos, Julia se apoyó en la pared y, dejándose resbalar, acabó sentada en el suelo sin poder apartar ni un segundo la mirada del engendro y de los fanáticos que lloraban desconsolados su muerte.

Todo había terminado aunque, a partir de ese momento, llegarían los interrogatorios, las respuestas a todas las interrogantes que había planteado aquel maldito caso. Y, sobre todo, saber el por qué de aquella locura.

Con la cabeza apoyada en la pared, se obligó a cerrar los ojos para no seguir mirando aquel penoso espectáculo y se dejó llevar por la tranquilidad que, poco a poco, comenzó a embargarla.

Por fin aquel ser de otro mundo había caído gracias a la bala de mi pistola y gracias a ellos los demás habían dejado de atacarnos para ir a llorar su muerte, en serio ¿qué le pasaba a esa gente? No podía entender nada, aún estaba flipando por la aparición del ser reptiliano ese, que por lo que había entendido aquellos personajes habían traído a este mundo, aunque aún no entendía  para qué.

Me acerco a Julia.

- ¿Estás bien compañera? 

Miro a los demás policías que acaban de entrar y a los que están con el cadaver bicho verde.

- ¿Nos podéis explicar que significa todo esto?

Dawler manda a los agentes que vayan arrestando a los sectarios mientras y luego se acerca a vosotras: Perdimos el contacto al poco de que bajarais al sótano. Esperamos por si se restablecía pero al ver que no había manera decidimos entrar en la casa. Nos costó reventar la cerradura de la puerta bajo la alfombra así que volvimos a la furgoneta a por unas cargas que Lewis había traído para un asalto....y menos mal porque esta puerta, dice señalando el acceso al vestuario desde el túnel, hubiera sido imposible abrirla de otra forma.

Mira de reojo al ser que habéis abatido: ¿Se puede saber qué coño es eso?

Todo eran preguntas que esperaban una clara respuesta, aquella historia bien merecía una explicación lo suficientemente válida para justificar todo aquel horror y, sobre todo, Julia necesitaba buscar el motivo por el que aquellas personas habían hecho todo aquello, desde obligar a otros a matar, hasta invocar o lo que fuera que hubieran hecho a un ser asqueroso para fornicar con él, porque viendo lo empalmada que estaba la bestia y lo excitados que estaban aquellos locos seguramente de eso se trataba aquella historia.

—Sí, sí, estoy bien —contestó a su compañera mientras en el fondo pensaba que estaba todo lo bien que se podía estar dadas las circunstancias.

De nuevo con los ojos abiertos, prestó atención a las preguntas que formulaban sus compañeros, esperando que de una vez aquel grupo de enajenados se decidiera de una vez a hablar para poner un poco de lógica a aquel sinsentido, no sin antes encogerse de hombros ante la pregunta de Dawler. ¿Cómo iba a contestar algo que desconocía?