Partida Rol por web

Kenneth me abre la puerta a medio vestir y un poco brusco, normal por otro lado, le había ido a molestar a su casa para decirle que había pasado algo terrible, cuando debería estar trabajando. Me pongo algo colorada y evito mirarle directamente. No se preocupe, Black Rose está en perfectas condiciones. Le tranquilizo antes de seguir. Es un asunto personal mío. No sé si se acordará de Zac. Le miro para ver si hay alguna reacción por su parte. Aparte de ser mi compañero de piso, es como mi hermano, su madre me cuidó durante años antes de morir y él es la única familia que tengo, al igual que yo soy su única familia. No me gustaba tener que explicar estas cosas de mi vida, pero para que entendiera mi preocupación debía hacerlo. El caso es que está acusado de asesinato y no sé donde se ha metido. Unas lágrimas se escaparon y mojaron mi cara. No sé si está detenido o se ha escapado se notaba en mi voz que estaba agobiada y preocupada no responde a mis llamadas. Me sequé las lágrimas antes de continuar explicándoselo. Necesito ir a comisaría a buscarle y aclarar todo esto. Él jamás lo haría, nunca mataría a nadie, tengo que estar con él hasta que esto se aclare..... sabía que mi vida personal no tenía porque servir de excusa para faltar al trabajo, pero en este momento lo que más me importaba era Zac y si tenía que ser despedida por eso, pues que así fuese. Lo siento, pero tengo que irme, recuperaré las horas cuando todo esto termine....o bueno, se decide despedirme lo entenderé... 

Con la mente pesada y aún nublada me levanto, como siempre para empezar una nueva semana. No quiero que me despidan aún cuando podría habrir mi propia consulta. Un pequeño pueblo para un gran psiquiatra o un pequeño psiquiatra para un gran pueblo. Dado mi propio conformismo ante la rutinaria y aburrida vida aquí, diría que es más correcto un pequeño psiquiatra para un pequeño pueblo.

Me baño como siempre, me visto y camino al trabajo arrastrando los pies mientras me repito a mi mismo, "caminar es sano, caminar es bueno, caminar evita que quiera atropellar a alguien para ver si mato este maldito día de hoy! caminar es bueno, caminar me permite respirar, caminar es bueno cuando todo está cerca...". Sinceramente me gusta caminar, aunque hoy era sólo por tratar de sacudirme una noche de mal sueño.

Escucho con detenimiento las explicaciones algo vacilantes y húmedas de Eileen. Parece realmente afectada y preocupada por ese tal Zach. Dejo que hable sin detenerla. Arrugo algo el ceño cuando dice que le han acusado de asesinato y que entenderá que la despida.

-Te acompañaré. Será más fácil si somos dos. Y los madrugadores siempre pueden ir a Granny's, por un día no creo que les pase nada- me encojo de hombros. Me acabo de abotonar la camisa -Deja que me acabe de vestir, no tardo ni un minuto. Y ni hablar de despedirte! Cuantas camareras estarían dispuestas a aguantar a un gruñón cabezota como yo!- bromeo levemente mientras vuelvo al interior de mi apartamento, dejando la puerta abierta. Cojo una corbata negra, mi americana oscura y salgo de nuevo, mientras me voy haciendo el nudo de la corbata por el camino. Cojo las llaves y la cartera.

-A la comisaria, entonces...

Supongo que cerraréis el Black Rose. Dylan acaba de entrar así que antes de ir a la comisaría podéis postear ahí (vaya, para no dejarla allí dentro abandonada xD)

Un bostezo grande como el de un oso le distorsiona el rostro por unos segundos hasta recuperar sus gestos de siempre. Extrañamente siente su cuerpo más pesado de lo normal y sus ganas de ir a la escuela no están presentes como siempre y como todos los días. La joven pelirroja se incorpora de la cama y se da una dicha rápida para despejar su mente confundida del sueño borroso que tuvo. Sabe que es normal no recordar las vivencias oníricas, mas esa sensación de que algo importante se le escapa de sus manos le mantiene inquieta.

Antye se pone su uniforme y baja a desayunar lo mismo de siempre: un sándwich de pavo y jugo de naranja. De vez en cuando le apetece preparar algo diferente, pero sin darse cuenta en sus manos yace tal emparedado rutinario. Del rabillo del ojo divisa un libro, al menos en eso sí cambia a diario. Se levanta y revisa el objeto, recordando la tarea encomendada por su maestra Mariam de un ensayo de "El Mundo de Sofía". No recuerda haber hecho la encomienda ni haberle ayudado a Zack.

Preocupada por una mala nota, la joven sale de su casa con su mochila y merienda para encaminarse a la escuela. En el camino le manda a Zack un mensaje:

Buenos días :) ¿Recuerdas la tarea que nos dejó la profesora Mariam de "El Mundo de Sofía"? ¿La hiciste?

Suena un tema en la radio del coche que conozco muy bien, noto el cálido aliento y la respiración de Sam en mi cara, y su húmeda lengua se desliza por mi rostro terminando de despertarme con un bostezo por mi parte. -Joder Sam, te has lavado los dientes?- Comento de forma retórica pues es obvio que no ni aunque quisiese...

Estiro mi espalda crujiéndola, había dormido fatal, apenas unas horas pues estaba de vigilancia. Sam, mi perro, sabe lo que vigilo, y si se hubiese movido el tipo de su casa me habría despertado antes. Busco en el asiento de atrás los envases de comida china de ayer, Sam mueve el rabo y da latigazos al asiento y a la puerta. Miro el envase y esta más bajo de lo normal. -Has comido mientras dormía a que si?- Le pregunto igualmente con retórica. -No me jodas Sam, el Buey al estilo Thai te hace tirarte unos pedos asquerosos.- Le recrimino abriendo un poco las ventanillas con Sam mirándome ladeando su cabeza.

Con los palillos como lo que me ha dejado Sam mientras busco la botella de agua, y como este me mira con súplica le doy un poco del agua echándosela directamente al hocico. -Cuidado con la tapicería...- Añado, pues es de cuero y la tenía impoluta, bueno, desde que soy investigador privado esta llena de pelos, suerte que llevo una mini aspiradora y lo puedo limpiar alguna vez por semana.

El caso en el que estoy es muy sencillo, fraude del seguro, la compañía me ha contratado porque piensa que realmente esta apto para trabajar y esta fingiéndo estar peor de lo que esta. Y aquí me hallo, al lado de su casa en mi coche haciéndo la vigilancia por si veo alguna aptitud sospechosa, armado con una 9mm y una cámara de fotos esperando a ver si la caga o realmente esta tan jodido como dice y no es una estafa al seguro....

En cuestión de minutos sale un hombre de mediana edad, con una ligera cojera se dirige al Granny's. Le sigues con el coche hasta llegar a la cafetería. Cuando te paras y aparcas, casi al instante oyes como golpean la ventanilla de tu coche. San comienza a ladrar y gruñir. Quien ha llamado a la ventanilla es la misma alcaldesa Regina.

-Señor Morgan, me gustaría hablar con usted.

A los pocos minutos de despertarme y tras comer y beber algo, el tipo sale de la casa y se dirije al Granny's, le sigo con el coche a una distancia prudencial fijándome en como se mueve. Una vez llego y aparco el vehículo, alguien llama a la ventanilla, me sobresalto y echo mano a mi pistola sin sacarla, pero es la alcaldesa.

-Coñ... Joder que susto! Emmm.... Si claro, aunque estoy en mitad de un caso supongo que puedo darte el tiempo que necesites señora alcaldesa.- La digo con una sonrisa blanca acariciando la cabeza a mi perro Sam. -Shhh... Sam... tranquilo.- Tranquilizo a mi perro.

Durante un segundo mira a Sam con una mueca de asco y en seguida vuelve a mirarte con una sonrisa - no se preocupe por su caso, le pagaré más que los del seguro. Tengo un encargo muy especial para usted. 

Saca de su bolso un papel con una dirección y te lo extiende para que lo cojas.

-Por favor, esté en mi casa dentro de media hora... y algo más presentable por favor... no tiene buen aspecto que digamos.

Sin despedirse comenzó a caminar alejándose de ti. Hasta que no la perdéis de vista Sam no para de gruñir. 

A la salida de la comisaría te encuentras con Williams que estaba esperando apoyado en una de las paredes -¡oh! Hola Antye- al ver el semblante que tenías su cara pasa a ser pura preocupación -¿estás bien? ¿ocurre algo?

Se acercó a ti con intención de tocarte un hombro para que le mirases, pero se detuvo -¿quieres un chocolate caliente? yo invito...

Sonrío un poco tímido.

Mariam se levanto como todo los días, para dar clase a sus pequeños alumnos, su taza de café como todas las mañanas, una buena sonrisa en el espejo a mirarse y salir por la puerta sonriente como siempre .

Antes de salir por la puerta oyes como tu teléfono móvil no para de sonar y vibrar. Cuando lo miras ves un montón de mensajes, todos de tus compañeros de trabajo:

Mariam, deberías venir rápido al departamento. Han desparecido varios compañeros

 Mariam, han llegado noticia de alumnos desparecidos, deberías averiguar si en tu clase hay alguno ¡Es urgente!

-Oh... Hola, William.

Antye intenta sonreír, pero el gesto no aparece en su rostro. Se limita a llevar un cabello detrás de la oreja y mantiene su vista baja.

-Estoy bien... es Zack. Lo... tienen en una celda que es fea y...-la pelirroja deja escapar un suspiro y luego toma el aire para seguir hablando-. No puedo hacer nada para ayudarle.

Al notar el gesto tímido del chico, la joven no puede negarse a la invitación. En realidad no quería ver a nadie, pero no debe ser maleducada.

-Gracias... vamos a donde gustes. ¿Por qué estabas aquí?

Cuando aceptas la invitación el chico parece más animado - Vamos al Granny's ¿te parece? -  comienza a caminar dirección a esa cafetería esperando a que le acompañes -¿Qué ha pasado? ¿está bien?- te mira con gesto preocupado -Cuéntame todo lo que necesites ¿ok?

Llegáis al Granny's y Williams te indica que te sientes y el se sienta enfrente tuya. Os toman nota y al poco rato llega un chocolate caliente con nata y canela para ti y para él un té. 

-Bueno, dime - sonríe de nuevo. 

Antye había notado que el chico evadió la pregunta que hizo, pero no tiene mucho interés en repetirla. Solo quiere distraerse un poco.

-Gracias, William. Eres muy amable conmigo...

La joven da un sorbo a la bebida y siente su garganta cálida. Probablemente eso ayude a mejorar su estado de ánimo; mas no se atreve a mirar al rubio a la cara.

-Zack... la tiene difícil. Lo acusan de algo que no hizo. No sería capaz. Confío en que la justicia hará lo que debe, aunque siempre la pongan ciega.

La pelirroja encoge los hombros por su comentario y centra su atención en las ondas del chocolate provocadas por el movimiento.

-No hay mucho que contar... sabes que no sueltan información así como así. Cuando se... procesa un caso, los datos son reservados para evitar contaminación de evidencias... Ya sabes. No se qué sucede.

Antye recuerda las palabras de Zack: "no confíes en nadie". El chico no le mentiría, si lo dice es por algo. No ha convivido mucho con William, por razones lógicas no puede soltar todo lo que le contaron. Aunque por una parte dice la verdad, no sabe qué está pasando.

Te escucha con atención mientras toma su té -¿cómo estás tan segura de que es inocente? ¿No había un testigo?-  apretó los labios - no es que quiera decir que sea culpable, pero no sé... ¡ah espera!

Coge algo de su mochila y lo saca, un enorme libro de cuero con unas palabras escritas "Once Upon a Time".

-Lo encontré en casa, lleno de polvo. Escuché que te gusta mucho leer y pensé que sería una pena dejarlo en la estantería sin que se abriera

Te ofrece el libro para que lo cojas.