Partida Rol por web

Drilliak es un pequeño mundo selvático situado en el corazón de la Unión Estelar. A pesar de su exuberante vegetación, la composición de Drilliak es muy baja en hidropolímeros de carbono lo que hace que la mayoría de sus formas de vida no sean comestibles (ni amistosas). Sus recursos minerales también son escasos por lo que su principal uso es como campo de entrenamiento militar. 

Una vez cada tres meses, una nave del CEG trae a Drilliak a un equipo de cadetes para poner a prueba su capacidad de supervivencia en entornos hostiles. No todos vuelven. 

El suelo se hunde bajo vuestros pies a medida que descendéis de la lanzadera. La asfixiante jungla os envuelve como un sudario húmedo y lleno de ruidos inquietantes. Todos lleváis vuestro uniforme de cadete y el equipo mínimo: cuchillo  (+1 al daño) ,cuerda de 10 metros y una cantimplora. Es vuestra primera prueba en campo abierto. 

Los parámetros de la misión son muy sencillos:

En tres días locales, la lanzadera volverá para recoger a los cadetes supervivientes. El aterrizaje será junto al la baliza de localización PT-47 situada en algún punto no identificado en un radio de treinta clicks. Cualquier cadete que no esté en el punto de extracción cuando llegue la lanzadera será dejado atrás.

Un robosoldado modelo K-700 programado en modo "búsqueda y destrucción " está siendo activado al inicio de la prueba en algún punto de la jungla. Está equipado con un rifle de pulsos y munición antiblindaje.

Cadete, su vida depende de usted ahora.

Los árboles miden más de diez metros de altura. Os encontráis en un pequeño claro del que salen senderos en varias direcciones. De la travesía en lanzadera recordáis vagamente que había una montaña al este, un pantano al norte y unos edificios derruidos al noreste. Todos ellos están a varias horas de marcha. 

El cadete Keve Meson se muerde el labio, inquieto.  Es el único humano del grupo. 

Y-654 no tenía ninguna emoción especial cuando arribaron a Drilliak, a pesar que afuera como siempre había una sonrisa simple en su rostro. No habia mucho en el interior de Y-654 mas que una programación que le incentivaba superar todas las pruebas y seguir avanzando su aspecto cibernético. Aquello último era su meta mas importante en ese momento al ser un joven cadete.

Examino automática y de nuevo lo que le habia sido entregado, asintiendo como una confirmación de que entendía el objetivo de cada uno. Luego dio una segunda revisión a quienes lo acompañaban asintiendo al tener claro las limitaciones de cada uno.

“Buenos días.” Dijo con un tono que simulaba medianamente un tono amistoso. “Debemos empezar a movernos, no queremos retrasarnos. Si nos quedamos quietos habrá una mayor posibilidad que terminemos muertos.” Le alecciono con un tono que simulaba seriedad.

Sin decir mas empezó a mirar por los varios caminos que tenia buscando una senda que llevara hacia los edificios abandonados donde creía que podrían sacar algo importante.

 asintió con la cabeza mostrándole su apoyo a Y-654-Row 

-Maldita sea estoy sudando como  bworc asado de centaury - quitándose el sudor de la frente miro a sus compañeros, oh pobres criaturas no están preparas para esta misión, en cambio yo demostraré mis dotes de liderazgo y pronto sere capitán, si Gran Capitán Gnawing...¿que le pasa al humano?

-Nervioso humano, oh  ya lo se!! ,es que nunca habías visto musculatura tan perfecta como la mía!- realizando pose de fisiculturismo extendiendo y contrayendo sus cuatro brazos  - Pero no te preocupes pequeño, si mueres diré que eras muy valiente ha ha ha- estos humanos son tan reservados ..

camino hacia donde estaba Y-654-Row - ¿Por cual empezamos colega?- 

Trojias bajó.  Estaba realmente molesto por estar aquí.  Ni quería el entrenamiento, ni quería estar en la jungla, él sólo quería poner una panadería en troikia (para las mascotas de la gente).  Ah, pero lo militar de su estúpido gobierno...

Quería caminar pero se sentía débil.  (Eso de comer cafurgio antes de tomar la nave no es buena idea.)  Quería buscar alimentos pero no hallaba naa.  

Eh, tu Meson, si, tu.  Ayúdame a salir vivo de aquí y te pago mi peso en plata y en panes.  Un troikiano siempre tiene recursos a la mano. 

Al bajar a la superficie del planeta, Wombagoo empezó a mirar a todos lados con una expresión nerviosa y una sonrisa falsa en la cara. Sacó el cuchillo y empezó a apuñalar el aire para activar los músculos de su cuerpo, algo que ya había estado intentando durante todo el viaje. Al fin y al cabo, su gente necesitaba más tiempo de preparación que las otras especies. Dio un par de saltitos y respiró rápidamente.

- Esto va a ser la caña.- dijo mirando a sus compañeros con emoción.- ¿Os imagináis que tenemos que luchar con el robot? ¿Y si alguno de nosotros se muere de hambre? Tíos, vamos a morir.- se rió y guardó el cuchillo. Empezó a seguir al robot sin ser muy consciente de adónde iban.- Menos mal que tenemos un grupo tan variado. Cuando todo lo demás falle, podemos lanzar al robot a los depredadores para que se entretengan, ¿no?- se rió otra vez y se tapó la boca con sus largas garras.- Eh, yo quiero comer. ¿Alguien quiere comer? Tenemos que encontrar comida. Eh, esperadme. Que me voy a quedar atrás. No me vais a abandonar, ¿verdad?- rió de nuevo.- A ver si voy a ser el primero en caer.- siguió con su carcajada y luego empezó a canturrear algo.

Al bajar de la nave el cadete Meson da un suspiro, odiaba las P.E.S.I.¹, las 3 pruebas más difíciles impuestas por la unión interplanetaria en colaboración con la C.E.G.² para probar a sus cadetes y los aspirantes a exploradores. Actualmente esta es la 2° prueba, donde cada planeta aliado manda a uno de sus exploradores para la misión. 

Para Meson estas pruebas deben de tomarse en serio, cualquier descuido y puedes perder la vida. Al ver a sus compañeros, se siente triste. -¿Cómo es que un humano como yo sin habilidades, pueda sobrevivir y competir contra estos exploradores?. A pesar de todo, el humano sabe que su agilidad y perspicacia son los atributos que lo hay llevado hasta donde está porque no hay algo que quiera más en la vida que viajar a otros planetas.

- Bien, creo que seremos compañeros en esta misión de supervivencia, como nos han comentado en el instituto, debemos mantenernos unidos, dar todo de nosotros y tratar de sobrevivir. Al ver que su compañero Zar lo subestima, en vez de enojarse lo ignora, sabe muy bien que en esa clase de pruebas debe mantener sus sentimientos y emociones lo más lejos porque pueden afectar gravemente al equipo y a la supervivencia.

- Bien, el objetivo principal es sobrevivir 3 días y estar en la baliza de localización PT-47 cuando bajen por nosotros. Para aguantar ese tiempo necesitamos encontrar el lugar, la comida, agua y refugio y claro... sobrevivir a ese robot asesino que quien sabe en que parte lo activen. ¿Alguna idea?. Le pregunta a Meson, esperando crear algún plan con sus compañeros y que todos estuvieran de acuerdo. -Creo que lo primero que debemos hacer es conseguir agua y comida; cuando descendimos pude ver un pantano, tal vez sea una buena idea ir para allá. 

El explorador humano ve todos los senderos pero no logra decidir cual es el correcto para llegar a ese lugar.

Dirigido por el androide, el pequeño grupo siguió un estrecho sendero a través de la selva en dirección noreste. 

El líder del grupo era un androide zirff, una suerte de inteligencia artificial creada por una civilización extinta hacía milenios. La Coalición Zirff ocupaba cuatro mundos de un sistema cerca del centro galáctico y estaba compuesta exclusivamente por máquinas pensantes cuya programación incluía fabricar descendientes y desconectarse definitivamente a los noventa y tres años de edad. La Cohalición Zirff formaba parte de la Unión Estelar aportando mano de obra, mentes pensantes y tecnología a la alianza.

Aunque programadas para tratar con otras inteligencias, los zirff pecaban a veces de cierta falta de empatía. A pesar de los jadeos a sus espaldas , Y-654-Row no detuvo su marcha hasta que llegó al un claro donde había un pequeño lago rodeado de arbustos llenos de frutas extrañas, insectos zumbadores y hongos misteriosos. 

Al llegar al Lago, Meson toma un poco de agua en su cantimplora y se dedica a buscar alguna reserva de comida que pueda ayudarlo a mantener el hambre por lo menos unas horas más.

Afortunadamente a la orilla del lago encuentra 3 plantas "Lenguas de oro" como lo vio en un libro los primeros años del instituto. Se dice que las hojas de estas plantas tienen un sabor al plátano terrestre y que rara vez pueden tener ciertas manchas rosas en su tronco.

Meson las toma y las guarda en sus bolsillos. - Con esto tengo por el momento.

-¿Chicos han encontrado algo de comida?

El humano ya obtuvo comida rapido, pero yo encontrare mejor comida. miro con recelo al humano quien parecía estar acostumbrado a estas situaciones -¿por que ami no me dieron una cantimplora, o dos?  

¿que es ese olor? El andionita camino por la orilla del lago inspeccionando los arbustos siguiendo un dulce aroma, mmm luce muy mal este arbusto, pero huele muy bien , el andionita saco su cuchillo y cortando unas ramas pudo llegar a lo que pensó que era un fruto una extraña flor con muy mal aspecto. quizás si la cocino pueda verse mejor. usando el cuchillo la corto con cuidado y tomo algunas ramas del arbusto.

se acerco hacia donde estaba su compañero Meson y tomo una roca blanquecina de entre las pocas rocas ala orilla del lago-Mira Humano tal vez algún día esto te salve la vida-  el andionita se saco la bota, para quitarse el calcetín -Esto lo vi en un Boletín intergaláctico cuando no era mas que un crío, un crío muy guapo-  puso el calcetín sobre el suelo estirándolo con dos de sus "cuatro manos", después uso su cuchillo raspando con suavidad el calcetín sacando unas pocas pelusas -Creo que son suficientes- se guardo el resto del calcetín en su pantalón, volvió a ponerse su bota.

-Pon atención humano aquí viene lo bueno-  El andionita acomodo todo lo que había conseguido, primero puso las ramas, después algunas de las hojas del arbusto y al final las pelusas de calcetín, todo había sido puesto junto, tomando forma de lo que seria una fogata para novatos, tomo la piedra con una de sus manos izquierdas la sostuvo cercas de su creación y golpeo con la con la cierra de su cuchillo sacando unas pequeñas chispas.
 

-A mi me gustan mis hierbas bien tostadas ha ha- 

Y-654-Row no miro detrás de èl, sino que calculo que los demás podrían seguirlo aunque algunos seguramente no contarían con la actitud física. Pero lo que importaba era el objetivo que era buscar comida y agua, por lo que cuando llego se detuvo y miro complacido cuando llegaron los demás. “Salió como lo calculo, ustedes pudieron seguirme.” Dijo con un tono automático que casi parecía como orgullo.

Siguiendo al humano se acercó al lago llenando su cantimplora. Cuando estuvo llena dedico a observarlos a todos haciendo mejores cálculos con lo que poseía y que tal vez tendrían que desechar para cumplir la misión.

“La comida, casi me olvidada.” Admitió el robot acercándose a los arboles mirando hacia arriba buscando alguna clase de fruta que debía encontrarse en estos. Finalmente dio con una fruta de gran tamaño parecido zapallo calabaza humano con granos en su corteza, aunque su interior era hueco excepto por un jugo bastante pegajoso pero sustanciosa que podía servir como una merienda completa para dos personas. "Encontre esta fruta, recuerdo que infomercial dijo que era muy saludable para los organicos. ¿Quieren?"

En cuanto corrieron los tres chapu-chicatanas los agarró Trojias con su mano.  Estos son buenos cuando no te clavan el aguijón en la lengua, porque cuando lo hacen son... ¡deliciosos!  

Mira Zar, tuéstalos con lo tuyo, ¡como un alambre!  Van a ver que en un rato están agarrándose la barriga de gusto por haberlos comido.   Ofreció a ver quien quería uno adicional.  Se mueven mucho aún. 

Wombagoo siguió al grupo, aunque estaba más atento a todo lo que veía por el camino. Sonreía sin para y señalaba a todos lados soltando una risa nerviosa. Sus movimientos eran pausados sin llegar a ser lentos, pues ya se había preparado durante un largo rato para no ser una carga. Cuando sus compañeros se pararon a buscar comida, Wombagoo se llevó las garras a la barriga y notó que él también necesitaba alimentarse. Volvió a reírse y miró hacia los árboles.

- Espero que nadie se coma nada en mal estado. O venenoso.- dijo entre risas, aunque pensativo.

Se acercó a un pequeño arbusto, cogió una especie de flor con aspecto extraño. Según había visto en alguna parte, entre los claros pétalos de aquella flor había escondidos pequeños frutos dulces y muy nutritivos. No conseguía recordar de dónde había sacado esa información, pero se rió y buscó el fruto metiendo la garra hasta el fondo y removiendo el interior de la planta sin mucho cuidado. Al dar con algo, se lo tragó y sonrió.

A pesar de los mejores esfuerzos del adionita frotando dos palitos, el fuego se resistía a aparecer.

No era de extrañar: su mundo natal, Adion, era una luna pantanosa del sistema B-52. Debido a la humedad extrema del entorno, los adionitas jamás habían podido descubrir el fuego aunque habían desarrollado una cultura considerable de nivel pre-industrial. Cuando la Unión Estelar llegó a Adion, descubrió que la pequeña luna tenía una pequeña población de bovinoides que, si bien miraban la tecnología como algo mágico, tenían un gran potencial.

El grupo se sentó a comer, cada uno su descubrimiento, en torno a la fallida hoguera. Aunque no lo mostraban, todos tenían sus dudas. Y-654-Row fue el único que no se sentó y permaneció estoicamente de pie introduciendo en su boca metálica pequeños fragmentos de fruta.

Al cabo de unos minutos notaron que algo no iba bien: un dolor de estómago, un escozor en la lengua, visión borrosa... tal vez sus conocimientos de botánica interestelar tuvieran huecos después de todo.

El adionita mascaba sus frutos crudos con expresión bovina ajeno a todo aquello. Intercambió una mirada de desconcierto con el androide.

-No deberían haber comido eso.

Tras comer el escondido fruto de la flor desconocida, poco tardaron las tripas de Wombagoo en hacer ruidos preocupantes. Se miró la barriga y la palpó con sus garras, intentando retener el dolor que empezaba a sentir. En seguida empeoró, le sobrevinieron náuseas y molestias de todo tipo y se levantó con intención de buscar intimidad para aliviarse, pero al instante tuvo que volver a sentarse para no caerse. Miró a sus compañeros y empezó a reírse.

Se tumbó en el suelo y empezó a retorcerse. Estaba seguro de que veía pajarillos volando por el cielo, e intentó alcanzarlos con movimientos lentos. Iba riéndose entre arcada y arcada, y empezaba a hablar en voz baja sobre lo que veía.

- Son muy bonitos...- susurró, y volvió a reírse.

Los kriifgban eran una especie prácticamente extinguida desde la Gran Guera Interestelar. Su planeta, Kowot, había sido destruido por los mrrshan hacia el final del conflicto aniquilando prácticamente a toda la especie. Apenas unas docenas de kriifgban arborícolas sobrevivían dispersos por el cosmos. Y tenían estómagos delicados.

Sus compañeros no se veían bien, pero un extraño ruido lo distrajo miro hacia todas partes buscando el origen de este. se mantuvo en silencio,  llevo una de sus manos al cuchillo, El Adionita no debía fracasar otra vez, de ser así demostraría que su raza no era digna de la Unión Estelar o eso pensaba. 

El ruido regreso, lentamente se acerco a la origen del sonido con su cuchillo en la mano preparándose para lo peor.  

Trojías no sabía que la especie de chicatana que había agarrado y tostado en Drillac era una que de hecho soltaba las toxinas al ser expuesta al fuego.  

No sólo lo afectó, sino que en ese particular momento estaba su metabolismo requetesensible y cayó en una combinación de cantar guadalajara, hablar con el monstruo y otras expresiones trojianas para la devolución extrema de alimento por cualquier vía.  Su cuerpo, alarmado, estaba más preocupado en expulsar las toxinas que en oír cualquier ruido o amenaza externa.  "Eso difícilmente lleva a la supervivencia", le diría su entrenador.  Aunque ahorita no podía pensar en nada más que en lo mal que se sentía.

Y-654 se quedo observando desde su lugar como varios de los exploradores organicos caian bajo un tipo de intoxicasion, sin ayudarlos mas porque esperaba ver si lo solucionaban por su parte o le pedian ayuda. Por eso mismo no presto mucha atension al ruido cercano o a como Zar se marchaba a buscar su origen.

"¿Desean que haga algo?" pregunto finalmente a los caidos luego de un rato meditando.