Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche
Si, recibí una llamada del movil, le escuche susrrar que le había atacado alguien, aunque no llegué a entnder quien. Trató de decirme algún nombre pero se desvaneció antes de que pudiera entender quien era.
Entonces podemos asumir que el agresor o los agresores le eran conocidos. Puede que incluso por usted ya que le repitió a usted el nombre...
Empezó a apuntar en una libreta manchada de aceite una serie de datos.
¿Y usted es señor? -dijo preguntando a Samael con aparente desinterés-.
Nos sentamos en la mesa y aunque me siento algo incómodo ni mi rostro ni mis gestos lo reflejan, conservo la calma y entrelazo las manos mirando a Ashley mientras habla y después al inspector.
-Samael Sullivan, soy amigo de Ashley- me limito a explicar de forma escueta, aunque en realidad hay poco más que explicar. A parte de que fui yo el que le pegó la paliza claro... ¿Pero qué pasa con los órganos internos? Yo no he tenido nada que ver con eso, de hecho me sigue resultando inexplicable...
Pero no es momento para perderse en cavilaciones propias así que sigo con expresión seria y espero a que siga preguntando, sobretodo a su novia supongo. Cómo odio esa palabra asociada con Ashley...
Digame señor Sullivan, conoce usted al agredido?
-Un poco pero en realidad no demasiado... Hemos intercambiado algunas palabras cuando se encuentra con Ashley pero no se puede decir que seamos amigos- me encojo de hombros, en este casi sí he dicho toda la verdad, aunque la verdad puede acabar siendo más subjetiva de lo que uno podría pensar...
Conocen a alguien que hubiese querido hacer daño a Danny?.
Samael tenía la sensación de que la pregunta en realidad iba solo dirijida a él.
No, Dany jamás ha hecho un solo enemigo. Es muy buen chico. -Dijo Ashley mientras cogía la mano de Samael.
Samael se fijó en que el inspector mitaba fijamente las manos entrelazadas de ambos.
¿Y usted? Señor Samael, que curioso como el angel vengador de la biblia... ¿No tiene idea de nadie que le pueda querer mal a Dany o que saliese ganando con una desaparición del joven?
La mano de Ashley se apoya en la mía pero esta vez apenas soy consciente de ello. Parece un gesto lejano y superficial, demasiadas ideas y preguntas cruzan mi mente como una exhalación preguntándome qué debería hacer. Lo más probable es que ese infeliz no vuelva a despertar peor nunca se sabe...
-En realidad no es así. Él vivía en uno de esos suburbios hispanos y tenía un pequeño grupo de amigos con los que solía organizar algunos chanchullos y fiestas. No estoy seguro de si tenían algún grupo enfrentado pero podría apostar a que sí- digo con convencimiento mirando sólo al detective, sintiéndome algo más ligero al decirlo mientras mi mano busca la cámara de fotos en el bolsillo, pero todavía no la saco.
El inspector Parkson miró a Samael con finjida sorpresa mientras garabateaba unas notas en la gastada libreta. Vaya, señor Sullivan pues para solo verlo unos minutos al ir a buscar a la Srta. Ashley parece que le conoce usted mejor que ella, ¿No cree?
¿A que chanchullos se refiere señor Sullivan?
Samael pudo notar como Ashley apartaba la mano de la suya y le miraba sorprendida, casi como si no le conociera. A pesar de ello no dijo ni una palabra.
El gesto de Ashley no me sorprende demasiado, supongo que es normal. Aunque sigo sin comprender cómo puede ser tan extremadamente ciega con lo claro que está todo. Supongo que después de todo no la llevó nunca a su casa porque si no... No me gustaría pensar que es demasiado tonta, estaba convencido de que ella era diferente...
-Droga cómo mínimo, no sé si estará metido en otras cosas...- la verdad es que cómo ya dije antes no me extrañaría demasiado que tuviera una banda de "latin kings" o algo por el estilo, pero las pruebas están bastante claras y creo que el inspector puede deducirlo todo sólo con ir hasta el apartamento de Dany.
¿Droga?
¿Tiene usted pruebas de eso que dice señor Sullivan? Si es así deberé pedirle que me las entregue.
Asley completamente sorprendida, miraba a Samael como si no lo conociese, se apartó unos centimetros de él, mirandole fijamente a los ojos. Ashley ya no sabía que pensar. Habría esperado cualquier respuesta de Samael menos aquella. ¿Que estaba pasando con su amigo? Segundo a segundo Samael se iba convirtiendo en un extraño a ojos de Ashley.
-No... no acostumbro a llevar pruebas de delitos encima, pero debería bastar con que entraran en su casa, de hecho los enfermeros de la ambulancia apuesto a que podrían haber visto algo al respecto- digo recordando los montones de coca y rayas variadas dispersos por la mesa del salón antes de mirar a Ashley con un suspiro.
-No puedes estar tan ciega, ¿acaso no fuiste nunca a su piso? Ashley niégalo todo lo que quieras a ti misma pero Dany no era un buen chico y estaba claro desde el principio- digo por fin sintiéndome algo más liberado después de eso.
Sé que puede llegar a odiarme por esto pero me estoy limitando a ser sincero, al menos en parte, saltándome el hecho de que yo le golpeé... Apuesto a que no tardaré en escupir esa declaración también, mis dedos se mueven algo inquietos sobre mis pantalones.
Ashley se separó de Samael como si fuera un apestado, levantandose de la mesa pero si atreverse a marcharse correindo por la presencia del policía. Seguro que el inspector sospechaba algo pero ella lo sabía, seguro que no todo pero lo sabía.
Digame señor Sullivan, prefiere que llamemos a un abogado y continuemos nuestra conversación en comisaria o prefiere seguir charlando aqui tranquilamente...
El inspector miró ocn deferencia a la Joven con cierto grado de comprensión, Vayase a descansar jovencita, si la necesitamos más ya me pondré en contacto con usted, tengo su numero.
Digame señor Sullivan, prefiere que llamemos a un abogado y continuemos nuestra conversación en comisaria o prefiere seguir charlando aqui tranquilamente...
El inspector miró ocn deferencia a la Joven con cierto grado de comprensión, Vayase a descansar jovencita, si la necesitamos más ya me pondré en contacto con usted, tengo su numero.
Miro el gesto de Ashley de reojo. Nos separan apenas unos metros pero en realidad me doy cuenta de que es todo un abismo. Quizá siempre ha sido así y el único ciego he sido yo, puesto que si ni siquiera es capaz de admitir lo que le digo... Empiezo a tener serias dudas de que alguna vez me haya considerado realmente su amigo a pesar de sus palabras.
Las palabras se las lleva el viento, lo que importa son los gestos, el sacrificio. De repente me siento cansado, suspiro hondamente y asiento al inspector.
-Será mejor que llamemos a un abogado de oficio- me limito a decir mirándole algo más inquieto pero aún así controlado.
¿En qué me estoy convirtiendo...?
Ashley quedó mirandole confusa. Se apartó aún más de él. Y le miró con ... ¿asco? al pedir aquel abogado. Para ella aquella era una declaración de culpabilidad.
Dany... Dany me lo dijo... que tu... yo... La joven huyó de aquel sitio sin ninguna intención de conservar la dignidad.