Partida Rol por web

William trata de esconderse entre la maleza, lo mismo que Maedros.
Los hombres del Thakur rodean a uno de los bandidos, pero solo un clava su espada corta en el costado del ladrón

Magnífico, van a tomar el carro y a largarse con él, eso resultaría ideal para dejar al menos a uno de ellos con vida, será mejor no poner los ojos sobre el susodicho que ya está junto al carro y dedicarnos a eliminar al resto.

Observo a los molestos arqueros y al peligroso ladrón que contra Aslam pelea, aunque este sea el objetivo más inmediato, acabar con él dejaría a Aslam sin cobertura para los proyectiles que están por venir, por lo que, yo misma dispararé desde un lugar más seguro... dejar a los arqueros roncando sería demasiado decisivo, bastará con usar mi arco.

Aslam, te cubro desde los árboles

Y sacando el arco doy un salto y ruedo en el espacio de tierra y matorral hasta el árbol más cercano, contra el que me aposto, encajando la primera flecha que pienso disparar contra los asaltantes, al tiempo que observo el combate de los hombres de Thakur.

Alfrik se acerca a Aslam para socorrerle con su magia. Las heridas de Aslam se cierran tras la oración del clérigo

Maedros se concentra y lanza un nuevo rayo de frio contra uno de los bandidos que no estaba herido y que combatia con los guardias. El ataque golpea contra el objetivo, causandole algunas heridas, presumiblemente menores

William siguió avanzando en silencio por la maleza, oculto a los bandidos. Cuando llegó a una buena posición preparó su arco y esperó.
En cuanto los bandidos salieran con el carro por donde el estaba le dispararía a uno de ellos para que el resto se diera más prisa en marcharse. Así podrían ayudar luego a los guardias.

Venga chicos. Haced rápido vuestro trabajo y así puede que alguno de los guardias sobreviva.

Los bandidos atacan al unísono al mismo guardia, flanqueando cuando pueden y consiguen herirlo levemente.
Dos de los del sur empiezan a hurgar como locos entre las cosas guardadas en el carro, buscando algo en particular.
Otro se da cuenta del movimiento de William y le dispara una flecha que se clava en el árbol.¡Uno aquí! grita.
Nervioso, otro de los bandidos trata de golpear a Aslam que se defiende como puede.
William vuelve a esconderse tras la maleza y se prepara a disparar

Aslam agradece la oración del enano, pero enseguida debe centrar de nuevo su atención en defenderse de los bandidos.

-¡Bien! Parece que va saliendo la cosa. Un par de minutos más y todo habrá acabado.

-¡Ayudad a los hombres del Thakur!--insiste el pícaro a sus compañeros mientras esquiva una estocada--¡Uf! Casi... ¿No sabes hacerlo mejor o qué?

Dos hombres del Thakur rodean a uno de los bandidos pero no atinan con sus espadas cortas.
En cambio, su compañero pincha el brazo de su contrincante

Observo a Aslam, su situación es precaria pero aún así nos anima a ayudar a los hombres de Thakur, aunque nuestro trabajo es hacer que nos roben el carro, no puedo evitar empezar a murmurar las primeras sílabas de un conjuro, mientras miro de reojo al jovenzuelo que esquiva con agilidad los golpes de los bandidos.

¡¡ Hombres de Thakur Aguantad !!

Esos hombres luchan valientemente, espero que no caigan, espero que tengan tiempo de robar el carro, disparo una flecha a uno de los bandidos, esperando impactar aún poniendo un ojo sobre Aslam, pero como decía mi maestro, no se puede estar en misa y repicando, por lo que ni siquiera soy capaz de ver a donde ha ido a parar el proyectil.

Wingnut grazna en mi hombro alterado : ¡¡ Peligroo Graaak Nos Atacan GraaaaaaaK !!

Observo a los hombres de Thakur

Tampoco voy a dejaros morir

Alfrik se acerca a uno de los bandidos enarbolando con sus dos manos su martillo de guerra, pero con la emoción golpea al aire.

Maedros no entiende a sus compañeros. En realidad lo mejor que puede ocurrir es que los guardias mueran, tras debilitar a los bandidos. Sin mucho interés, ni deseo, lanza un nuevo rayo de frio contra uno de los bandidos... fallando por fortuna

Los bandidos al norte siguen rodeando a los hombres del thakur pero no consiguen gran cosa.
Uno de ellos grita. ¡Lo tengo! y comienza a huir hacia el sur. Sus compañeros le siguen.
Uno de ellos mira hacia la arboleda y dispara una flecha cerca de William. Tu estate quietecito si no quieres acabar herido.

Por fin los bandidos se hacen con el carro y empiezan a llevarselo. No obstante antes de que William pueda hacer nada, uno de ellos le dispara. Por fortuna el tiro falla.

Muy bien, necesitaba un blanco y tú te has presentado voluntario. Una cosa es que os llearais el caro, pero no que volvierais todos.

William apunta y devuelve el favor al bandido que le disparó. Su flecha se clava hiriendolo. Aun así el explorador no sale de su cobertura.

Espera espera, que todavía no he acabado.

-¡Sí, señor! Han picado el anzuelo. ¡Perfecto!--se regodea Aslam para su fuero interno mientras avanza tratando de proteger el resto de pertenencias del carro.

-¡Eh! ¡Que nos roban el cargamento!--finge encolerizarse de pronto el joven pícaro cuando en realidad sólo sigue observando con suma satisfacción como se alejan aquellos pobres ilusos--¡Malnacidos, volved aquí si tenéis agallas!

¡Coño! Grita el bandido al llevarse un flechazo.
Aslam se pone teatral y corre un poco tras los bandidos.
Los hombres del Thakur continuan implacables y acaban con otros dos bandidos.