Partida Rol por web

- Para dar la impresión de ser unos mercenarios comprables tendremos que parecer un poco menos arreglados, pero sí, yo creo que podemos dar el pego. Unos mercenarios, peregrinos religiosos que quieren ponerse al servicio del benévolo Razmir.

Hay mercenarios con mucho estilo, y ademas seria mejor no sacar el tema de la religion, a mi me gusta la idea de la compañia de mercenarios, y a mi tambien me gustaria hacer todo por la noche, es mucho mas facil cubrir las cosas, podriamos por ejemplo aprovechar la vision de hothar para hacer un primer reconocimiento, y si alguien le pregunta siempre puede decir que va en busca de la habitacion de Larissa

A pesar de que no habéis tomado plenamente su idea, la enana parece satisfecha de que en esta ocasión la hayáis apoyado. El osiriano asiente a vuestra idea y Passad se encoge de hombros.

El viaje prosigue y un poco más adelante, el río se estrecha rodeando una isla en su centro llena de árboles y vegetación. El ramal del norte fluye bajo una cubierta de ramas y follaje proveniente de la isla. El ramal del sur está desprovisto de vegetación y sólo se encuentra bajo el azul del cielo.

El capitán os mira y dice.

¿Alguna preferencia?

- Por el sur resultará más dificil ser emboscados. También esconderse, pero prefiero ver quien me ataca.

- No nos vamos a esconder, tenemos un plan y vamos a cumplirlo. Yo también opino que lo mejor es dar la cara. - Lorik asintió, por una vez, a las palabras de Ethelnir.

Harold simplemente asintió ante la propuesta de sus compañeros.

- Vale, pero el lugar me da mala espina. Todos con los arcos preparados y atentos.

Larissa se preparó, con su escudo presto y un fuego de alquimista en la otra mano. El estrechamiento del río era ideal para una emboscada...

Ajá... Ajá...

Asiento antes las palabras de mis compañeros. A mi también me daba mala espina. Sobre todo porque lo mio era el combate cerrado, las distancias cortas, y no las lejanías. Así que me iba a tocar correr por la cubierta del barco intentando atraer alguna flecha y esquivarla si podía. Otra cosa no podría hacer para colaborar... Porque no me iba a esconder como una chiquilla asustadiza dentro de un barril.

- No estaría de más procurar evitar ser blancos fácil; pasaremos poco tiempo en cubierta, pero al menos dos o tres de nosotros siempre estarán de guardia, junto a algun marinero vigilando. Si es posible parapetados, con barriles de agua si es posible. No me importa hacer varias guardias. ¿Se os ocurre alguna otra idea?

Lorik suele ser efectivo con sus jabalinas, Harold y yo mismo llevamos arco y la magia puede desbaratar un ataque. Hothar es temible con su hacha si llegamos al cuerpo a cuerpo, tal vez lo ideal sería distribuir nuestras guardias de manera equitativa.

Dirigió su mirada hacia sus compañeros, deteniendose unos instantes adicionales en Lorik.
 

El capitán asiente y dirige la embarcación por el ramal meridional para rodear el islote, cuando estáis a mitad de camino, de repente, dos alargadas criaturas surgen de las aguas, ambas parecen tener cuerpos alargados, alas y aletas. De un rápido movimiento se plantan en la cubierta del barco dispuestas a hacerse con la merienda...

Los reconoces, son dracos fluviales, primos lejanos de los dragones pero más ferales y altamente agresivos. Deben tener la guarida cerca, posiblemente en el islote. Son igualmente capaces de sobrevivir en el agua y en el aire, son hábiles nadadores, capaces planeadores y brutales en sus ataques.

¡Larissa, cuidado! - exclamó Harold lanzando sendas flechas contra la criatura que tenía la sacerdotisa enfrente pero, para variar, las flechas se clavaron en la madera del barco a un par de palmos de su objetivo.

Harold puso los ojos en blanco y tuvo que practicar los ejercicios de relajación que le enseñaron en el templo para no estampar el arco contra el mástil del barco.

Las dos criaturas se lanzan ferozmente a por las dos clérigas. Ambas consiguen morder a sus oponentes, sin embargo los golpes que tratan de dar con sus colas no tienen tanto éxito.

- ¡Arghhh!- Gritó Larissa cuando el bicho la mordió. 

dio un paso apartándose del monstruo. - ¡Calistria, líbranos de todo mal! - exclamó y canalizó una oleada de energía positiva.

Lorik se movió rápidamente mientras levantaba el arma empuñada, para descargar un poderoso golpe contra el dragón más cercano. Ya se había enfrentado una vez a uno, y no le costó demasiado. Veriamos ahora como se las gastaban estos.

Ethelnir se aproxima hacia la más cercana de las bestias mientras intenta apuntar con el arco. 

- ¡Ponte a salvo Mirella! ¡Hothar y yo nos encargaremos de este!

El paladín elfo suelta la cuerda del arco con buena mano, pero con cierto temor de herir a alguno de sus compañeros.

Harold no se dio por vencido y siguió intentando matar a la criatura que se había lanzado contra la sacerdotisa.

Mirella se zafa como puede del combate y se esconde detras de Ethelnir y Hothar

Las flechas vuelan certeras al igual que el golpe de Lorik. Sin embargo las criaturas parecen seguir vivitas y coleando...