Partida Rol por web

- He estado en casa de Silver. - le digo. Me ha dado este mapa. - añado desplegandolo.

- Según me ya dicho aquí tienen el campamento ciertos individuos de mala reputación. - digo señalando el punto que me señaló Silver. Dice que no nos movamos a pie por la zona. Para evitar ataques.

- También me ha señalado esta cueva de aquí. - le comento indicándole unas cuevas cerca de Ciudad Portuaria. Me ha dicho que puede ser peligroso ya que no sabe que habrá en el interior de la misma. Tan sólo sé que en el extremo más interior hay unos Pokemon Tipo Fuego.

Tras estas palabras espero a ver como reacciona mi amiga.

Missy sacó una versión en blanco y negro de un mapa genérico. Lo había impreso en casa, por lo que todavía estaba nuevo, literalmente como si lo hubiese conseguido ayer.

Negó con la cabeza.

- Yo no pienso meterme en líos- señaló el campamento de maleantes, para luego negar con el dedo índice-. Ni por asomo, y menos con mis pequeños aún tan verdes. Sobre la cueva, adelante, pero cuantos más seamos, mejor. Propongo que para eso nos acompañe Chad- miró a su amiga, imaginando lo que debía estar pensando-. Sé que no te cae muy bien, pero por muy patoso que sea tres son mejor que dos.

Se recostó, satisfecha.

- No pierdes el tiempo, ¿eh?- parecía orgullosa de su amiga.

- ¿Perder el tiempo? - digo mirándola. Ya sabes que eso no va conmigo. - añado con una sonrisa mientras me recuesto a su lado.

- Yo tampoco quiero problemas. Por lo menos hasta que Pidove y mis futuros Pokemon no sean más fuertes así que será mejor evitar esa zona.

Luego hago un breve alto mientras pienso bien mi siguiente frase pues no quería herir a mi amiga.

- Sobre lo de Chad... - digo. ¿Crees que está preparado? - le pregunto. No me gustaría que cuando lo necesitaramos le pase como en el Torneo. Además, pensaba que se iría con Pat.

Missy se encogió de hombros.

- Hará lo que crea mejor, supongo- aunque obviamente, Missy pensaba que estaría más seguro a su lado y no de la mano del cazabichos-. Si viene con nosotros será una carga, sí, pero en según que momentos... supongo que en general las alegrías y los disgustos irían algo parejos, pero a la hora de combatir sería útil. ¿Cuándo piensas ir y cómo? Yo quería ir en bus...

- Supongo que si vamos en autobús será más rápido y seguro por el momento. - digo. Si Chad quiere venir que venga pero que no sea un estorbo y siga las indicaciones.

- Iremos en autobús pues, ¿cuándo?- preguntó la entrenadora, a sabiendas de que ella no tenía nada claro cuando debía hacerlo-. Yo... iba a salir hoy, pero estoy pensando en quedarme un tiempo. Claro, que el dinero...

- Salgamos cuanto antes. - digo. Aumentemos el número de Pokemon que tenemos y tengamos cuidado.

- Es una opción- concedió la pelirroja-. Yo había pensado en fortalecer un poco a nuestros pequeños, ya sea en el bosque de al lado o simplemente combatiendo, para llegar fortalecidas a Ciudad Portuaria y no perder a las primeras de cambio- resopló-, vete a saber los entrenadores y Pokemons que hay ahí, pero claro, igual si nos quedamos aquí mucho rato se nos acaba el dinero.

- Hagamos una cosa. - digo. Entrenemos esta tarde y partamos mañana a primera hora. Podremos entrenar al llegar a Ciudad Portuaria y de camino a la Cueva.

Hecho- respondió la muchacha, estirando la mano con una sonrisa cómplice-. Bueno... ¿no me invitas a comer o qué?- habían estado toda la mañana de compras, y esperaba que Samy tampoco hubiese comido-. ¿Están tus padres?

- ¿Eh? Si, claro. - digo. Ven, bajemos. Seguro que mis padres se alegran de verte. - añado mientras me dirijo hacia el salón de mi casa.

- ¿Papá? ¿Mamá? - digo al entrar en casa. ¿Hay alguien?

Missy, satisfecha, acompañó a su compañera a una distancia de tres pasos, tal y como Cloud, su Growlithe, hacía con la pelirroja. Un dato curioso que relevaba mucho.

- Será bonito comer juntas en casa una última vez antes de que nos marchemos- dijo con algo de añoranza adelanta, aún a sabiendas de que acabaría volviendo pronto a casa.

- Sin duda. - digo sacando a Pidove la cual se posó en mi hombro tras un breve vuelo.

Los padres de Samy no estan aunque esta no tiene la menor idea de donde pueden estar.

- Parece que mis padres no están en casa. - digo encogiéndome de hombros. Comamos algo rápido y vayamos a entrenar.

Venga pues- respondió la compañera, visiblemente animada ante la perspectiva de combatir. Llevaba todo el día queriendo hacerlo, pero no había tenido ocasión. El combate con aquel chaval no contaba.

Tras una comida ligera y de limpiar todo lo ensuciado durante la misma salimos de casa en dirección al estadio.

Una vez llegamos allí observo a Missy.

- ¿Estás preparada? - le pregunto.

Missy, a su lado, la siguió. Sus dos pequeños estaban guardados en las Pokeballs, para que pudiesen descansar un poco y prepararse para el combate.

- Siempre- mintió la chica, sin poder engañar a nadie, aunque en aquella vez sí lo estaba- Supongo que tendrá que ser un combate simple, ¿no?- preguntó, pues no sabía si Samy había obtenido ya un segundo Pokemon o no, si bien se temía la segunda opción- ¿Prefieres a Roggenrola o a Growlithe?- concendió, usando su nombre de Pokemon y no el propio, pues no hablaba de sus pequeños, sino de contra qué tipo de pokemon combatir. Igual tenía alguna preferencia. 

- El que quieras. - le digo a Missy. Con Roggenrola será en principio más fácil pues si mi memoria no me falla los ataques a distancia no son su fuerte y con Growlithe será más intenso debido a su lanzallamas.

- Pidove, te toca. - le digo acariciando su cabeza para demostrarle la confianza y el cariño que le tenía.