Partida Rol por web

La chica os mira a todos bastante divertida: Vaya, esa armadura no servirá - le comenta a Tarkov - Tienes unas manos bonitas, te haremos la manicura y te pondremos mechas en el pelo - le dice a Dhamon - Tedrás que olvidarte de tus distintivos de Mechanicum y hacerte pasar por un tecnópata a sueldo - le indica a Zachariah - Vosotros podéis pasar por guardaespladas pero cuidado con los duelos - advierte a Arcturus y Octus.

- Como he dicho, estamos dispuestos a ayudarles en lo que necesiten - le dice al arbite - Julia les mostrará el ala de invitados que se les ha habilitado y les enseñará la habitación de Saia. Entonces saca una placa de datos y se la tiende a Octus: Aquí tienen los planos de la colmena circundante , como unos treinta kilómetros alrededor de esta casa; también contiene bocetos algo toscos de la zona occidental de la colmena media. Además hay una foto de Saia, por si acaso. Concertaré la reunión lo antes posible - y entonces sale de la sale pero en la puerta se gira y solicita: Por favor, no deambulen por la casa sin guía.

La chica sonríe a su padre y luego se gira a vosotros: Bien dejaremos vuestras cosas en los cuartos y os daré tiempo para que os aseéis y antes de cenar os mostraré el cuarto de Saia ¿os parece? Al fin y al cabo, nada se va a mover porque os quitéis ese olor a viajero enclaustrado en una nava.

Me sentí aludido con el tema del olor y levanté un brazo acercando la nariz a mi axila:

Pues a mi me parece normal, pero si nos lo piden lo tendremos que hacer.

Bajé los dos brazos y los apreté fuerte contra el cuerpo:

-Vamos a asearnos entonces que tenemos cosas que hacer, "altezas" -dije haciendo una reverencia mientras intentaba que los brazos no se separasen mucho de mi cuerpo-

Disculpa un momento. Llamé la atención de Julia antes de retirarme. Tengo ciertas dudas en las que quizás me podrías ayudar con respecto al tema de la indumentaria, sé que se nos facilitará algo de ropa acorde al contexto, pero me resulta un tanto... incomodo moverme por el mundo desarmado. Permíteme preguntar: ¿Es correcto que los nobles de aquí porten armas? Me refiero a una pistola en un cinto junto a un sable como el mío, adornado todo ello con un fajín elegante y caro o un cinturón de calidad, y ese tipo de cosas. Rezaba al trono y cruzaba los dedos tras mi espalda para que la respuesta fuera afirmativa, había visto a muchos nobles en reuniones sociales con pistolas de la más exquisita elaboración así como armas de filo al cinto, todo muy pomposo y demás. Esperaba que aquí también se diera ese caso. Entendía que tendría que desprenderme de la armadura anti-frag y las granadas y los utensilios varios de matar que solía llevar. Si iba a ser un noble iría bastante pelado, pero al menos una pistola esperaba que pudiera tener conmigo. Una fría gota de sudor resbaló desde mi ceja pese a que me mantenía impertérrito.

Julia se ríe al verte algo nervioso: La verdad es que la mayoría de nobles no van armados; los que lo hacen son más obras de artesanía que armas y no van a desenfundarlas pues para eso llevan guardaespaldas. Aquí se utilizan los duelos para resolver disputas y son los escoltas los que se retan....mira a Arcturus y Octus...si queréis poder retaros llegado el caso debéis sacar la licencia y registrar las armas que portéis.

Me voy a sentir desnudo sin mis distintivos...

Zachariah asiente a las sugerencias de la joven.

Será mejor que nos aseemos si así es lo esperado. Julia, ¿puedes hacer que alguien me proporcione un sustituto para mi túnica?
 

-Alto, alto, alto -dije escandalizado mientras levantaba las manos-, mis  armas son legales, nada de haberlas robado a enemigos muertos ni compradas en el mercado negro, por lo tanto no deberían dar ningún problema. -Luego concluí, no estando seguro si hablaba para mi en voz alta o hacía de interlocutor de mis pensamientos- Y eso de los retos, si puedo elegir seré el guardaespaldas de Dhamon, que Tarkov ofende muchas veces con la lengua sin darse cuenta y voy a estar todo le día matando gente por su culpa.

- Os facilitaré lo que necesitéis, responde a Zachariah con una sonrisa. El registro de las armas es un tema legal en el que el Administratum no hace concesiones pero si no os metéis en problemas nadie se enterará de que no lo habéis hecho.

Octus palmea la escopeta recortada con empuñadura de pistola que lleva colgando de la cadera a lo largo del muslo.

Este arma, o al menos la que era antes de ser modificada, ya está registrada por el Administratum de esta colmena. Y la verdad me intriga el tema  de los duelos, por lo que decís parecen comunes. ¿Podéis explicar como funcionan antes de que nos vayamos a asear?

Al Arbites le había molestado la referencia a su hedor, aunque sabía que la mujer tenía razón, le había sonado a comentario elitista.

Zachariah asiente a la respuesta de la mujer mientras atiende con interés a las preguntas de sus compañeros.

Julia se encoge de hombros y responde a Octus: Es fácil, cuando un noble se siente agraviado por las palabras o acciones de otro exige una retractación que de no llegar a producirse deriva en la solicitud de un duelo de honor. Los nobles no suelen ser diestros con las armas y además no desean morir por accidente así que eligen un representante que es uno de sus guardaespaldas. En contadas ocasiones el duelo es a muerte ya que un buen guardaespaldas es difícil de conseguir y si se corre el rumor de que el noble tiene sed de sangre constantemente nadie quiere trabajar para él.

Cruzo la mirada con el ojo sano de Octus y me encojo de hombros:

-Mientras Tarkov no ofenda a Dhamon o viceversa vamos bien entonces...

Octus se permite un media sonrisa camino de la complicidad con Arcturus.

En ese caso se tendrán que meter el honor por...

De pornto se dio cuenta que sus palabras eran poco acertadas delante de aquellos nobles y rectificó a destiempo.

Vamos que más les vale no ofenderse a la ligera.

Al menos los duelos no solían ser a muerte, eso ya era algo. También significaba que los duelos serían preferentemente con armas de cuerpo a cuerpo, pues las pistolas y laser eran demasiado mortales.

Zachariah se sonríe ante la conversación de sus compañeros mientras espera pacientemente a que la mujer les lleve a sus aposentos.

Dhamon asiente a las palabras de Julia y escucha las explicaciones que da a sus compañeros cuando estos comienzan a declarar sus primeras dudas.

La verdad que el trato que podría recibir era bastante extraño y estaba desacostumbrado, desde que las naves negras y la inquisición habían dado con él. Mientras escuchaba pensó en los duelos, el mismo había aprendido a defenderse por lo que no temía un duelo. Pero entendía lo que Julia decía, podría ser que incitar un duelo para luchar el mismo podría ser una forma de llamar la atención del Coro.

Subís por las escaleras principales y en la primera planta tenéis al llegar la vista desde arriba del salón de baile, según explica Julia. Un espacio diáfano de algo más de cincuenta metros de largo por cuarenta de ancho, con lámparas de extraños diseños, grandes frescos en las paredes representando gente de porte noble bailando. Rodeáis a la derecha y subís otras escaleras llegando al segundo nivel a través de un pequeño recibidor. De aquí parten dos pasillos enfrentados entre si y perpendiculares a las escaleras que continúan hacia una tercera planta. 

Tomáis el pasillo de la derecha según habéis subido, con más de sesenta metros de largo presenta el mismo estilo lujoso sin llegar a opulento del resto de la casa. A cada lado parten sendos grupos de cuatro puertas con una más al fondo, donde además hay una pequeña sala de descanso común.

- Podéis repartiros las habitaciones como gustéis, nadie os molestará en este ala de la casa - dice con una sonrisa. En treinta minutos os avisaré para mostraros el cuarto de mi prima.

Zachariah asiente solemnemente, tras eso se dirige a la puerta del fondo.

Si os parece conveniente, me quedaré con esta habitación.

Dicho esto, el tecnosacerdote abre la puerta.