Partida Rol por web

La chica mira a la anfitriona casi de reojo: Lady Tanae me ha invitado....bueno ella no personalmente, claro...me llegó una invitación - parece muy sorprendida por el hecho. Yo no la conocía y no soy nadie....me prestó este vestido...no sé que desea de mi...no entiendo qué pasa pero insistieron mucho en que viniera.

Octus sintió como la sangre le bullía y tuvo que recurrir a una letanía de calma para que no expresar de forma evidente su desagrado. MIró su cronómetro, no entendía qué hacían Daemon y Tarkov ahí parados como pasmarotes. Habían venido a trabajar, no a disfrutar del amasec y había muchas preguntas que hacer.

Emtrecerré los ojos mirando a la cica y el crujido del cuero de mis guantes resonó cuando apreté los puños.

Con su curiosidad satisfecha, el tecnosacerdote mira de reojo a sus compañeros "nobles" para saber a quién deberían acercarse ahora.

Mirando hacia otra parte entrecerré los ojos sin que ella me viera. No permitiría que eso pasara. ¿No conoce ha nadie ha dicho? ¡Oh pues en ese caso le ruego me permita hacer de su acompañante! Mi mejor sonrisa se mostró mientras extendía el brazo para que ella se agarrara a el. Ningún caballero que se precie, sea del planeta que sea, dejaría a una joven tann bella como usted sin compañía. ¡Y jamás permitiría dicho sea de paso que otros la sirvieran! Tomando mi propia copa, aun intacta, la deposité en sus manos. No dejaré que la droguen o algo por el estilo, si hay que dar la nota la daremos con la excusa del desconocimiento del protocolo. Solo esperaba que mis compañeros vieran la maniobra y cerraran filas en torno. Con moderación, eso si, estas fiestas son largas. Jajajajajajaja. La risa amable y juguetona salió sola. Esperaba que no tuviera que hacerse con ninguna otra copa. Y contadme, ¿Le agradan este tipo de reuniones ahora que está en ella? Y por favor... no me parta el corazón diciendo que la compañía no es de su agrado. Tampoco dejaba a parte el repertorio de sonrisas un poco avergonzadas.

Una mirada mía se cruzó con la de Octus y pudo leer en mis ojos:

Estás a punto de pillar...

Octus meneó la cabeza con resignación. Tarkov parecía empeñado en buscar a la madre de sus hijos en vez de a los responsables del Coro y en llamar la atención más de lo que ya lo hacían.

Maldita sea... es muy sencillo. Deja tranquila a esa muchacha y vete a sacar información a los nobles, especialmente al Consejero Cort.

A él no le agradaba que drogasen a esa pobre chica, pero cuando la vida de miles estaba en juego, una sóla no valía nada.

La chica duda pero al final acepta cogerse del brazo del señor Victor van Voiz que seguir sola en una esquina. Su agarre es poco más que dejar su brazo apoyado sobre el de el hombre e intenta no pegarse mucho.

- Es agradable, contesta pasados unos segundos y coge la copa que le brinda, .... yo no estoy acostumbrada...a beber - y da un pequeño sorbo a la bebida que casi escupe con el último comentario de su acompañante - Perdón, ...nunca diría algo así

Al ver lo que acontecía di un paso hacia atrás negando con la cabeza y separé a Dhamon de la pareja.

No quería que le salpicase nada innecesariamente.

Zachariah sigue a Tarkov a una discreta distancia pero haciéndose el interesante por si alguno de estos nobles aburridos decidían interesarse por la mecánica...

Del brazo de la joven paseo lentamente por la sala, sonriendo agradablemente mientras reviso los grupos que hay formados a mi alrededor. Pongo especial atención para localizar al Consejero Cort. Cuestión nada complicada viendo su rica túnica con borados en oro con cristales fosforescentes incrustados que a punto están de darme un ataque epiléptico al mantener la vista más de tres segundos sobre el conjunto.

Dhamon saluda a Tarkov con la cabeza y comenta a su nueva acompañante.

- Perdone Milady, Primo te dejo en manos de una de las bellezas locales, pero recuerda no dejarnos mal. - Comento el noble. - Hace tiempo que no mandan a nadie de la familia tan lejos y debemos honrar nuestra labor. - Termino zanjando de decir mientras señalaba con la mano a Zachariah y le indico que le acompañara.

Los pasos del psíquico le llevan en dirección a un representante de las autoridades del planeta. Lord Raephen Verence.

Al aproximarse a este, Dhamon se aproxima con Zachariah a su lado elevando un poco la voz para que el Lord pueda oir sus palabras.

- Maese Strongbuild, si nuestra familia acompañara las negociaciones con su orden, ¿que mejoras podrías dar a nuestro mundo para competir económicamente con otros? - Esperaba que ese anzuelo provocara al Lord.

Cualquier proceso en el que participen las sagradas extensiones del Dios Máquina será mucho más eficiente pues atenderán a cualquier petición que les haga el tecnosacerdote. Sabemos los cuidados que precisan las máquinas y una bien cuidada hará un trabajo mejor que cien obreros...

Zachariah no era un dechado de virtudes sociales, pero confiaba que al menos la perorata que estaba soltando sonara plausible.

Octus se mantuvo dos pasos por detrás de Tarkov con mirada impasible, como si con él no fuese la cosa. Dahemon ya estaba echando el anzuelo y todos esperaban que aquello empezase a dar sus frutos.

Dios Emperador, esto es casi más aburrido que jugar al regicida con un servidor, si al menos pudiese beber algo.

Lord Verence no parece haber escuchado el comentario o no parece impresionado ya que solo dedica unos segundos a mirar a los dos individuos que pasan por delante.

Continué a la sombra de los lores esperando acontecimientos nuevos...

Dhamon observo que su intento había resultado infructuoso y banal para atraer la atención del Lord. A pesar de ello no esperaba que surtiera efecto pero al menos que este hubiera mostrado algún leve indicio de interés habría echo que el noble no se sintiera defraudado.

Sus pasos le llevaron en dirección a la noble que había organizado la fiesta. Al alcanzarla espero un tiempo prudencial antes de presentarse a la noble.

- Lady Borella, es un placer haber sido invitados a su espectacular fiesta. - Comento el noble lo mas agradable posible. - Vuestra belleza y presencia no hace mas que elevarla a unas cotas que en mi mundo natal somos incapaces de ver. Soy Lord Stephan Van Voiz.