Partida Rol por web

Por la forma en que se inclinan los edificios y por cómo la distancia entre las ventanas y el suelo es desigual, está claro que los cimientos del mismo están debilitados, especialmente en el edificio central. Deben haber sufrido un daño extensivo, a juzgar por la inclinación y las grietas. No parece a punto de caer... por ahora.

Lo siguiente que te llama la atención es el estado de "Abandono": Las ventanas y puertas tapiadas y condenadas. Las del primer piso están cerradas con ladrillo y cemento, mientras las del segundo están tapiadas con tablones claveteados desde dentro del edificio. En la tercera planta también hay algunas ventanas condenadas con tablones, pero menos y con abundantes rendijas, mientras las de la cuarta planta están despejadas. Sólo sobreviven las escaleras de incendio de uno de los edificios, aparentemente. Por lo tanto, a menos que haya otros accesos ocultos, los tres bloques sólo tienen una entrada y una salida.
El bloque no está en abandono: Está fortificado. Y por cómo la luz se cuela por determinadas ventanas, estás seguro de que los tres edificios están conectados por el interior: Seguramente hayan derribado paredes y abierto pasajes entre ellos, dañando los muros de carga.

El interior debe ser un laberinto.

Evidentemente Eva no era lo que se dice precisamente alguien con ganas de meterse en líos.

- Vayan ustedes a buscar a la chica

Estaba más que claro que por nada del mundo entraría en ese lugar.

- No se preocupen que si hay que entrar a reconocer sus cadáveres, tengo capacitación para ello - les dice de forma sibilina, mientras abre de nuevo la libretilla y mira la foto.

Jerry levanta la cabeza y comienza a observar la amenazadora silueta del bloque. Se acerca a uno de los muros y pone su mano encima de los mugrientos ladrillos. Después, se acerca a una de las escaleras de incendios y observa su estado desde abajo.

Cuando vuelve, se sujeta el mentón con gesto de preocupación y empieza a susurrar.

-¿Habéis visto eso? Han protegido las ventanas para que nadie entre desde fuera. Parece que la únicas entradas son las puertas principales. Se retuerce las manos, con cierto nerviosismo. -Joder, apuesto a que ahí dentro nos encontramos con más de un problema. Mirad la inclinación de los muros, este sitio podría caerse. Da un pequeño rodeo para mirar a través de una de las ventanas del tercer piso. -¿Pero qué? Eh...mirad, mirad. ¿Veis? Esos dos edificios podrían estar unidos a través de ese tabique.

-Báh, no pienso entrar ahí, no me pagan lo suficiente. Esto es una especie de Fort Knox diabólico. Se pone la chaqueta y se coloca el sombrero. -Os propongo ir a casa a dormir. En aquel lugar llamado Red Hook y en aquel mismo momento, el solitario apartamento en el que duerme le parece un refugio, un santuario. -Mañana podremos hablar con Malone y pedir algunos hombres para registrar este sitio. Y si no, no creo que encontremos nada, y ni mucho menos que salgamos bien parados de ahí dentro. Se abstiene de decir que no cree que salgan de ahí dentro, ni bien parados ni de ninguna otra forma.

 Le miro y niego...

-No voy a permitir que entréis solos. Piensa que alguien tendrá que sacar sus fiambres. Mira la amenazadora silueta de los edificios y la ironía deja paso lentamente a una inquietud amarga que se derrama lentamente por su estómago. -Doctora, tendrás que entrar con nosotros. No voy a dejarte deambular por este barrio a estas horas.

Se acerca a la puerta para buscar una forma de abrirla.

Las puertas principales del edificio parecen estar todas condenadas y tapiadas. sin embargo, en los callejones, una luz os lleva hasta una pequeña puerta que lleva a un sótano. Un corto tramo de escalones se hunden en el suelo, cubiertos de basura y restos. Al otro lado del callejón, un baqueteado coche aparcado junto a los cubos de basura cierra el paso.

De las ventanas altas llegan risas, o quizás gritos histéricos, y tras los muros se escucha, apenas audible, un sonido monótono y enervante, como una gaita desafinada y enloquecida que repitiese una y otra vez las mismas notas agudas y terribles.

Vamos a intentar entrar por ese callejón, ya llevamos demasiado tiempo aqui parados como para llamar la atención.

Sin mas dilación Jack anda lo mas rapido posible hasta la posible entrada al edificio, mientras ese desagradable sonido no le augura nada biueno en el ya de por si peligros edificio en ruinas.

Jerry se coloca el sombrero en su sitio, se pone la chaqueta y se atusa la corbata, que hasta ese momento ha llevado medio abrochada con negligencia. Una vez realizado su ritual de acicalamiento, acaricia con su mano derecha la culata marrón del revólver y finalmente lo saca de la funda, antes de traspasar el umbral maloliente e intranquilizador del sótano.

Intenta no hacer mucho ruido con los zapatos, porque ni siquiera quiere imaginar lo que habrá tras la puerta de un club de adoradores del diablo como ese.

Asiento mientras ya el arma sin seguro y martillada esta en mis manos, se cuantas balas llevo y las suficientes para al menos poder...ni lo se. Miro a nuestra acompañante. 

Sera mejor que espere fuera, si no tiene noticias nuestras en menos de media hora, una como mucho. Llame y pida refuerzos.

me gusta no llevar zapatos en este momento, al menos no hara ningun ruido o eso espero. Espero que pase le primero y voy yo detras, pegada a uno de los bordes para no hacer ruido, despacio, primero un pie y luego otro, con suavidad como en un baile.

La puerta, que a primera vista parece una simple plancha de madera con bisagras, resulta ser un portón pesado, remachado y ensuciado, con una mirilla a la altura de los ojos. Está cerrada.

Thomson echa un primer vistazo a la puerta y después se queda junto a ella con una sonrisa burlona y los brazos cruzados, mirando a la inspectora Hall, tan deseosa en entrar sin refuerzos en un maldito fortín.

-Quizás si llamamos y decimos que buscamos a Morgiana...

Y nos abriran la puerta a la primera. NIego mientras miro a la puerta y su cerradura antes de ponerme a urgar en ella para abrirla.

Por cierto añade que solo vamos a detenerlos por no sabemos que y seguro que hasta colaboran

 ¡CLACK!

La cerradura barata no opuso demasiada resistencia. La puerta se abría hacia adentro, y se atisbaba una habitación amplia de techo bajo, con cajas amontonadas y puntales de madera sujetando el techo. La música se hizo más estridente y le siguió un olor repugnante, mezcla de agua empozada y putrefacción.

Unsa sombras se movían a la luz de las velas que había sobre los cajones y los ladrillos de las paredes.

Empuñando el revólver y con la otra mano tapándose la nariz, Thomson entra detrás de la detective haciendo el menor ruido posible, aunque no sea muy necesario teniendo en cuenta el escándalo que hay montado. La música, por llamarla de alguna manera, y el pestilente olor le golpean como un martillo contra un yunque, y le dejan algo sorprendido mientras mira la extraña danza de sombras que forman las velas sobre la pared. Por si fueran poco el ruido y el olor, el bajo techo sujeto por los puntales de madera le invitan a visitar lugares más acogedores y más soleados, pero ya no puede echarse atrás cuando ya ha traspasado el umbral junto con sus compañeros.

Demonios, ese caso le está haciendo replantearse su valentía y su cordura, sobre todo a partir de lo de aquella ventana y las marcas en el piso del condenado Hirt. Al menos ahora está en el ajo y posiblemente cerca de una respuesta satisfactoria.

Dentro, en un laberinto de cajas con marchas en idiomas extraños y ratas corriendo por los rincones, alcanzáis a ver varias personas subiendo unas escaleras al otro lado del sótano. El sonido de la enervante música sube y baja, y se escuchan pasos y ocasionales ruidos provenientes de otras habitaciones.

Abierta, para que luego digan que no valia la pena hacer ese cursillo. Arrugo la nariz y cierro los ojos un segundo para que no lloren por el aroma que sale del interior. Doy un primer paso mientras mis ojos se habituan a la penumbra.

Miro a mis compañeros y les hago un gesto de hacia donde-

Jack se sorprende de la pericia de la "policia" y cuando ella abre la puerta el nausebundo olor le viene a la cara, menos mal que ya esta mas que acostumbrado a esos olores en tugurios de los bajos fondos....

Sigue de cerca a los que entran antes que el y saca su revolver con tranquilidad mientras observa con avidez el interior del edificio medio en ruinas.