Partida Rol por web

Te mira sonriendo feliz. En el hilo musical empieza a sonar música clásica y veis desde la ventana como han encendido un par de piscinas con cascada.

-No es culpa mía, haber nacido unos cuantos siglos antes, y ya estaba.- dice poniendo cara de inocencia.

Un segundo después, desaparece de tu lado.

-Vamos a jugar. A ver si adivinas donde estoy.- escuchas en tu cabeza.

pero... pero... - me giro sobre mi misma mirando en todas las direcciones tratando de localizarle - eso no es justo ! ! ! - digo elevando la voz para que me oiga donde esté - cuando te encuentre te vas a enterar... - digo divertida

En medio del sonido del agua corriendo, el río discurre cerca y el hilo musical, consigues distinguir varios sonidos que llaman tu atención. En el piso de arriba, donde están lo ventuarios, escuchas varios juegos de pisadas. Una de las cataratas de fuera tiene una caída intermitente, como si algo interrumpiese el riego.

Un chapoteo suena a lo lejos.

Los sonidos se mezcla, formando una extraña música que parece haber sido creada para confundirte.

Me acerco a la catarata sin tener demasiado claro hacia donde ir. Vaya donde vaya estoy segura de que no habrá manera de encontrarle tan fácilmente.

Sales a los jardines exteriores y te llega un ligero olor a azufre. Desde abajo ves como sobresale una rama que dificulta el paso del agua.

-No está mal, pero estás lejos. Frío, frió Morán.-

Doy media vuelta y me encamino aprisa a la parte de los vestuarios, esperando tener algo más de suerte esta vez. Pienso que igual que puedo oirle en mi cabeza, será capaz de saber lo que estoy pensando? porque entonces lo tendré más difícil aún... Esto es muy complicado...

Entras por los vestuarios, alguien ha apagado la luz, por lo que están en penumbra. Por suerte,eso ya no es un problema para tí. Las duchas y la zona de las taquillas parecen desiertas, hasta que escuchas una voz a tus espaldas.

-Pues no lo has hecho mal, la verdad.- dice Aleixandre justo detras tuya.

Entro en el vestuario despacio mientras observo como mi vista se adapta a la oscuridad pudiendo ver fácilmente. Avanzo dentro despacio hasta que me giro brúscamente sorprendida al oir su voz a mi espalda. - Serás ! - comienzo a reirme mientras me acerco y le rodeo con mis brazos -  me has asustado! no es un juego justo, tu tienes demasiada ventaja... así no hay manera

Sigue riéndose de ti contigo.

-No te enfades, sólo es para que veas lo que puedes hacer ahora y lo que podrás hacer algún día. Además, mañana vas a pasar mucho tiempo con Berit, no se cuanto tardará en deprimirte. Tu centrate en la misión, ¿vale?-

 Parece realmente preocupado por que pases demasiado tiempo con la chiquilla de Uileand. Te devuelve el abrazo, mientras una de sus manos empieza a acariciar tu espalda, subiendo y bajando por ella.

-¿Quieres ver nuestro cuarto?.-

Vamos.. - mientras caminamos paso mi mano tras su cintura agarrándome a él y continúo hablando - Mañana intentaré hablar con ella, no se... sinceramente me preocupa más la misión que Berit, imagino que cuando se vaya acostumbrando a ésto se relajará un poco...

Camina a tu lado, pasando un brazo alrededor de los hombros.

-Prefiero que te relajes y te centres sólo en eso.-

Subís al primer piso por unas escaleras de metal, y Aleixandre abre una de las puertas.

-Espero que te guste.- dice sonriendo, sin soltarte.

A lo lejos escuchais unos aullidos que ponen en alerta la bestia que hay en tí. Los colmillos desciendes y tu espalda se tensa. Aleixandre te abraza.

-No te preocupes, los hombres lobo están lejos de aquí.-

Al oir los aullidos me agarro más fuerte a él mientras mi mirada se desvía hacia la ventana. Estoy demasiado tensa durante unos instantes, sorprendiéndome de mi reacción... Con sus palabras consigo relajarme un poco aunque aún no del todo. Observo el cuarto - Es precioso...  - mi voz no suena tan entusiasmada como antes, está claro que aún estoy nerviosa por aquellos aullidos e intento comprender el por qué de mi reacción

Te abraza intentando tranquilizarte.

-No pasa nada, esto siempre ha sido su territorio, pero aquí estamos seguros, no pasa nada. Además, aunque la mayoría no nos tienen mucho cariño, hay algunos colaboran con nosotro. Es normal que reacciones así, son un enemigo terrible y muy dificil de batir.-

Se acerca a la ventana para cerrar la persiana.

-Por lo menos te gusta el cuarto.-

Intentando calmarme y olvidarme de todo lo demás, trato de volver a relajarme y aprovechar esta noche, pues el lugar no tiene desperdicio...  Me acerco a él besándole - No se si me gusta más el cuarto o la compañía...

Te devuelve en beso sin soltarte.

-No acabamos el entrenamiento, no acabamos el circuito de las termas, llego tarde a las reuniones. Mira lo que estás haciendo conmigo.- dice sonriendo, mientras te quita la parte de arriba del bikini.

Yo ?? - pongo cara de fingido asombro - desde cuando alguien tan insignificante como yo podría hacer nada así contigo? - muevo la cabeza a ambos lados negando mientras me acerco más a él hasta rozar con mi pecho el suyo.

-Yo no te definiría como insignificante, la verdad. Venga, necesitas descansar.-

Se acerca a la cama y coge un pijama de cuadro de debajo de la almohada. Empieza a ponerte la parte de arriba.

-Nos vamos a ir a descansar, y así mañana tendrás la mente clara y despejada.- dice mientras te baja la parte de abajo del bikini, para ponerte los bonitos pantalones de franela.

¿Y ahora? - sonrío divertida mientras le dejo que me vista a su antojo -  ¿me vas a cantar una nana? ¿me leerás un cuento? ¿o me darás unos azotes por no haber hecho los deberes y terminado el entrenamiento? jajaja