Partida Rol por web

-Lo ves, empiezas a sentirlo, el amanecer se acerca. Deberías ir a descansar.- dice levantándose del sofá.

-Deberías ir al cuarto en el que te despertastes. Allí estarás seguro hasta mañana, cuando te despiertes empezaremos a organizarnos.- dice guiándote hasta la puerta.

El sopor es cada vez más fuerte, empieza a costarte moverte. Sin embargo, tu sire parece moverse con fluidez. Llegas a la cama rendido y te quedas dormido enseguida.

Te despiertas de nuevo en el mismo cuarto extraño. Está a oscuras, pero ves perfectamente a través de la penumbra, mucho mejor de lo que lo hacías antes. Los olores y los colores parecen mucho más claros y nítidos ahora.

Resuena en las paredes el pitido insistente del movil que te indica que tienes llamadas perdidas.

No escuchas ningún ruído más. Estás solo.

Hablas solo en el cuarto casi vacío, haciendo que tus palabras reboten en las paredes, produciendo un pequeño eco. Llamas a Yuki, que te coge el teléfono con un tono de voz que denota histeria. Yuki, siempre tan dueña de si misma, parece haber perdido parte de su autocontrol.

-Ivan, por dios, ¿donde estás?. No llamabas. Casi me vuelvo loca, te esperé toda la noche. No quería llamar a la policía, pero estaba a punto de hacerlo. Dime que estás bien.-

 En cuanto acaba de hablar, Yuki hace algo que jamás te hubieses esperado de ella, algo que no ha hecho nunca... rompe a llorar. Escuchas sus sollozos contenidos a través del teléfono. Nunca ha llorado, ni cuando la rescatastes, ni cuando era obvio que tenía pesadillas, ni cuando la regañabas, ni siquiera aquella vez que se rompió el brazo. Sin embargo parece que, ahora que ha empezado, no puede parar.

La voz de Yuki le producía una sensación de paz, parecida a la que sentía al despertarse en ese oscuro cuarto. Incluso tras la desesperada voz y los llantos, Ivan seguía manteniendo la calma. Esta era un evento fuera de lo común, tal vez en otras circunstancias el tono de su voz hubiera sido algo más común, tal vez algo más hostil.

Shhhh, tranquila, me encuentro bien, sano y salvo. Ya puedes dejar de llorar.... 

Intentaba calmarla de algún modo, pero no estaba muy seguro que decirle, era la primera vez que tenia que consolar a alguien que lloraba, especialmente por su culpa.

Tratare de volver lo antes posible para contarte lo que ha pasado aquí. Es un tanto......difícil de explicar por teléfono. No vas a creerlo cuando te lo cuente.

Aprovecha en relajarte y respirar profundo, tú sabes muy bien que no soy fácil de matar.

Tal vez en el pasado eso hubiera seguido siendo cierto, pero en verdad había muerto. Renacido como vampiro, pero muerto como humano.

Cita :

Ríe ligeramente, de forma nerviosa, ante tu broma.

-Te esperaré hasta que vuelvas, por lo menos ahora se que estás bien.- te contesta con un suspiro de alivio- Me alegro mucho de que estés bien.- dice con un suspiro.

Mientras estás hablando por teléfono, llaman a la puerta, que se abre ligeremante. Tu sire asoma la cabeza.

-Cuando acabes, acércate al cuarto de en frente.- dice mientras sale para dejarte acabar de hablar.

Mi intento de calmar a Yuki habia dado exito, o eso parecia, al menos estaba un poco mas tranquila sabiendo que no habia muerto en una trampa.

Cuando Henrique asomó su cabeza, supe que tenia que ir finalizando mi llamada, talves lo que tenia que decirme no era tan importante, pero queria aprender todo lo que pudiese de mi nueva condicion.

Yuki, tengo que colgar, tengo un pequeño asunto que atender con alguien, prometo volver cuanto antes.

Una vez que termine de hablar con Yuki me dispuse a acompañar a Henrique a donde estubiera llevandome.

Yuki se despide de tí con la esperanza de que puedas volver pronto a casa. Acompañas a tu sire hasta la puerta situada en frente, es un especie de terraza interna del edificio, con plantas exóticas. Se sienta en un pequeño conjunto de jardín de hierro forjado blanco.

-Sientate Ivan.- te dice en un tono amable y frío.-Como comprobastes ayer, hay cierta gerarquía dentro de nuestra.... sociedad. La mujer que conocistes ayer es la máxima autoridad de la ciudad, el Príncipe. Yo, y por extensión tu, pertenecemos a una manada que está a su servicio. Eso implica derechos y obligaciones.-

Hace una pequeña pausa para servirte un vaso de algo que huele extraordinariamente bien. Tus sentidos saltan de alegría al tenerlo cerca.

-Bebe.- te ordena- Quiero que estés lo más tranquilo posible mientras hablamos.

Es evidente que hasta los vampiros tienen sus reglas y estructuras, viendo las peliculas uno se los imagina como mounstros sin control ni organizacion.

Hernique hace una pausa para ofrecerme algo de tomar, todabia no confiaba del todo en el, pero el olor que emanaba ese extraño liquido, me estaba llamando, como si fuese mi bebida favorita, aunque a simple vista, no se parecia a nada que hubiera probado alguna vez.

Ivan tomó el vaso, y vacio su contenido, disfrutando cada gota del mismo.

Observa con una sonrisa como bebes con avides, sin ningún reparo.

-Hay tres reglas principales que debes cumplir, no hacerlo supondrá tu destrucción y que yo me ponga en un serio aprieto, Tu verás lo que haces. La primera di

ce: no muestres tu verdadera naturaleza a quienes no pertenecen a la Sangre. Obrar así te apartará de derecho a la Sangre. Si le cuentas a alguien lo que somos, estarás rompiendo la Mascarada que nos protege, lo que implicará tu destrucción y la de todos los que lo sepas. Esto incluye tambien mostrar tus poderes en público de forma obvia.-  su forma de hablar es ampulosa, casi pedante.

Una vez más, hace una pausa, para ver si tienes algo que preguntar.

Con detenimiento escucha las casi advertencias que Henrique mencionaba, de momento parecia el funadador de algun club elitista, recitando las reglas a los nuevos miembros.

Una de sus reglas me alerto de inmediato, me parecio que Henrique la habia mencionado en mi caso en particular, pero de cualquier forma tenia que estar seguro.

Es evidente que uestedes saben mas de mi de lo que dejan ver, y de ser asi ustedes saben de mi predicamento con mi asistente, la cual es casi como de mi familia, ¿acaso debo mentirle a ella tambien? ¿ocultarselo? ¿que acaso debo decirle que me fui a una fiesta y volvi con una rara e inexplicable enfermedad a la luz solar?
No hay acaso alguna regla, o forma de hacer que ella lo sepa, sin quebrantar sus reglas?

El predicamento en el que Ivan se encontraba era uno que le pesaba, ¿como podia el elejir entre Yuki y sus nuevos dones? en especial cuando nunca le habian dado la oportunidad para elejir

Bebe ligeramente de su copa antes de contestarte.

-Ivan, decirle algo a tu asistente, significaría ponerla en un gran peligro. Si realmente la aprecias, yo no lo haría. Pero es tu decisión. Desde luego, si me llegan noticias de algo así, te delataría al Elíseo y seríamos implacables tanto con ella como contigo.-

No hay tono de amenaza en su voz, simplemente te está exponiendo la situación tal y como es. Sigue hablando de las normas de la que ahora es tambien tu sociedad, quitándole importancia al asunto.

- La segunda norma: Se el Sire de otro bajo tu propio riesgo y el de tu progenie. Si creas un chiquillo, eres tu quien ha de  soportar la carga. Es decir, yo te he creado, yo me responsabilizo de tus actos. Podrás crear cuando dejes de ser un chiquillo, pero antes debes pedir permiso al Elíseo.-

Entiendo tus palabras, es solo que me pones en una situacion dificil, ya verè como lo soluciono.

Una cosa mas, Henrique, ¿que ese Eliseo del que tanto hablas? ¿es acaso una especie de consejo de Vampiros?

Era evidente el poco tiempo que llevaba como vampiro, no podia disimular el no saber algo, en especial porque su naturaleza lo llevaba a preguntar lo desconocido.

-Buena pregunta, sabía que había escogigo bien.- empieza a responder con un alto grado de autosatisfacción.- El Elíseo es un lugar de reunión para todos los vampiros de una ciudad, están prohibidos los enfrentamientos y portar armas.  Además, es la residencia del Príncipe, se realizan reuniones, se resuelven disputas, se hacen fiestas... una especie de alcaldía. Dentro de dos días hay una fiesta en el Elíseo, deberás acudir sólo, servirá com tu presentación en sociedad. Además, así te conocerán tambien los miembros de mi manada.-

Habla soltando poco a poco términos que no conoces, que parecen ser comunes en la nueva sociedad a la que perteneces.

Me encantaria asistir, estoy muy intrigado por conocer mas sobre mi nueva condición, y a lo que tu llamadas Manada, me imagino que son otro grupo de vampiros, y no animales como la palabra indicia, no?
Mi unico problema seria saber donde es que queda ubicado el Eliseo. Parecera simple para ti, pero para mi, es descubrir un nuevo mundo.

-El Elíseo... estás en el, en plena sede de Prosecúritas. La primera planta y los sótanos conforman el Elíseo. Aposentos privados, salas de fiestas, salones de juntas... hay sitio para todo.Lo normal sería que, como chiquillo, te vinieses a vivir conmigo, pero creo que te es mejor que te quedes en tu casa. Dentro de unos días pasarán por allí para mejorar la seguridad.- hace una pequeña pausa antes de seguir con las explicaciones.- La manada es un grupo de vampiros, se suele formar cuando sois chiquillos y disolverse más adelante. Nosotros decidimos seguir juntos, tenemos... intereses comunes.-

Imagino que yo comparto esos mismos intereses no es asi? aunque, me intriga saber que clase de seguridad es la que planean instalar, tengo guardias, Y creeria que me encuentro seguro, aunque hay mucho que desconosco de esta nueva faceta de mi vida, talves todo eso sea insuficiente ante los poderes de un joven vampiro como yo.

Henrique empieza a dar pasos por el jardín.

-Necesitamos revisarlo para comprobar sus sistema de incendios. Tu cuarto debe estar completamente aislado del sol, y ver quien tiene acceso al piso. Nada más. Pero volvamos al principio. Queda una última ley que debemos cumplir. La ley de Amaranto. Si bebes la sangre de un vampiro hasta la última gota, puedes absorver su alma, junto con algunos de sus poderes. Está prohibido, lo que no quiere decir que no se haga. Pero queda una marca en tu aura, y eso no se puede borrar.-

hmmm ya veo, entonces incluso entre los vampiros hay rebeldes y transgresores, pero si realmente es tan facil darse cuenta de quien ha cometido tal acto, ¿porque se arriesgan a hacerlo? es accaso tan grande la ganancia que consiguen de hacer eso?

-Hay momentos en los que está permitido. Cuando un vampiro comete un crimen o rompe alguna de las tradiciones, el Príncipe puede declarar una caza de sangre contra el. El que lo cace en libre de hacer con el fugitivo  lo que quiera. La mayoría de los vampiros que han diabolizado, lo han hecho así. Pero tambien los hay que han atacado a su peor enemigo, o a su propio sire. Pero las cosas pueden salir  mal. El alma del otro ser puede ser demasiado fuerte, o atacarte. Mi recomendación es que aproveches tus oportunidades, pero hazlo con sabiduría.-