Partida Rol por web

Me sorprenden las palabras de Freire. Apenas he estado una semana dentro de aquel lugar y ya habia perdido la noción del tiempo por completo. Me disgusta que haya sido tan blando, que no haya aguantado un poco mas. Me enfado conmigo mismo.

Aprieto los dientes aguantando la furia. Me siento un inutil, pero intento corregir mi postura, Freire está aquí y no quiero contarle mis sentimientos actuales.

Me da rabia, pero tienes razón freire, serán un par de dias de preguntas y respuestas...muchas preguntas me temo, pero es ago que cuanto antes pase mejor aunque sinceramente tengo ganas de que podamos marcharns a Vigo cuanto antes y así pueda empezar a trabajar.

Y asi tal vez averigüe algo mas sobre ella, si se deja encontrar claro.

Freire te sonríe de forma comprensiva.

-Claro Jonh, tendrás unos días para poder mudarte con calma y después podrás instalarte en Vigo. Las cosas llevan meses preparadas allí, solo esperábamos a que llegases tu.-

Unos golpes en la puerta interrumpen a Freire. Casi inmediatamente el policía irrumpe en tu cuarto. Es un hombre con aspecto rudo y cara de pocos amigos. Su corpulencia ocupa casi todo el marco de la puerta.

-Lo siento, padre. Pero tengo que interrogar cuanto antes al señor McWin. Le ruego que salga del cuarto.- dice toscamente, con un marcado acento gallego.

Observo al policia y no puedo evitar entrar en un estado de tensión. La palabra interrogar nunca me sonó bien, incluso en un caso en el que no tengo culpa alguna. El problema, es que hay parte de la historia que no puedo explicar.

-Supongo que es normal que la gente esté en estado de Shok despues de estas cosas.

Intento averiguar por sus gestos, de que forma pretende dirigirse a mi. Puede que pretenda tratarme como un culpabe; seria algo que no me sorprendiera mucho, ya que tiene pintas de poli duro que sonsaca toda la información que quiere, pero eso me ayuda, me fotalece, lo convierte en un enfrentamieto directo...

Y no pienso perder.

Freire sale del cuarto justo después de darte una palmada consoladora en el hombro.

-Espero fuera.- os indica despidiéndose.

Te quedas a solas con el agente, que se sienta en el mismo asiento en el que vistes a tu madre. Su rostro es duro, pero su mirada es cálida.

-Disculpe que le moleste tan pronto, pero las primeras horas de una investigación siempre son decisivas. Tenemos varias preguntas que hacerle, pero primero preferiría que nos contase usted lo que recuerda.-

 Deja una pequeña grabadora en la mesilla de noche del cuarto, esperando tus palabras.

La cercania del policia me asombra, no me esperaba que una persona con ese aspecto se dirigiera a mi de esa forma. Ha sido un error pensar lo contrario, pero supongo que mi situación es lo que hace que su comportamiento sea ese.

-No se preocupe, solo hace su trabajo.-Le respondo poniendome de su parte dentro de mis posibilidades.

-Bueno...creo supongo que habrán hablado con Jürgen estos dias, ya que esta con él cuando me llevaron. Estabamos hablando en la parte de atras del hotel, relajandonos un poco y escapado de la cena en la que estabamos...curioso...en la parte trasera, fuera de la seguridad...Jürgen me llevó allí...Mi mente comienza a cabilar sobre el tema nuevamente. Es algo que habia olvidado, habia decidido no continuar pensando en esa posibilidad, la habia desechado al ver que intentaban llevarnos a los dos, pero eso en verdad podria ser solo una artimaña.

Me aclaro la garganta.

-Como le digo, estabamos allí charlando tranquilamente, el estaba algo resentido conmigo por que eligieron mi obra, pero eso es algo normal a mi tambien me ha pasado cuando el me ha ganado en otras exposiciones o en otros trabajos. Parece que intento desviar el tema, pero lo he dejado caer. Podria haber pasado por alto nuestra rivalidad, pero ahora me da igual, si tiene algo que ocultar pero para el, lo dejo al azar, si tiene suerte, el poli no le investigará, si no la tiene -Si quiere, que se entretenga con Jürgen...-

Continuo con la historia de como intentamos forcejear contra los asaltantes que habian llegado en una furgoneta que en este mometo se me antoja azul (no recuerdo el color, apenas recuerdo que era una furgoneta, pero la mente es muy imagnativa y crea recuerdos muy veridicos)

-Me llevaron a un pequeño zulo, recuerdo que al llegar escuché unas voces y creo que me drogaron, pero lamento no poder decirle que acento tenian o de donde parecian. Solo se que me drogaron para encerrarme.

Me alimentaban bien e incluso me permitian asearme un poco. Sinceramente creo que no querian que me muriera ya que como me hicieron referencia, la iglesia pagaria una buena suma de dinero por mi persona.

Sinceramente agente- me dirijo al policia con gesto de amargura, algo perdido y confuso- no recuerdo las cosas con claridad. Lamento mucho que sea así, pero...

Me aclaro la garganta otra vez y bebo agua de la botella de medio litro que tengo en la mesilla de la habitación. Mi madre le ha quitado la etiqueta sin duda alguna, no le gustan las etiqueta de las botellas de agua, es una de esas manias que uno tiene y no sabe por qué.

-Supongo que el ultimo dia me volvieron a drogar. Yo ya estaba desesperado y confundido, me agotaba gritando de rabia y golpeando la puerta para que alguien me dijera quien me habia hecho eso, cosa que no hicieron porspuesto y supongo que en uno de los momentos que me quedé dormido me volvieron a drogar o algo porque cuando volví a despertar me encontraba en la calle trasera cercana al hotel, tirado entre dos coches.

En apariencia rememoro ese momento con entusiasmo y emoción.

-No se imagina la sensación de verme libre por fín. Estaba destrozado fisicamente, pero la emoción del momento me dio fuerzas para ir al hotel, bueno, fuerzas solo para entrar en el hotel ya que lo ultimo que recuerdo es sentarme en un sillón de la recepción y luego despertar en esta habitación.

Me parece increible la situación, la historia que le he contado mientras en mi mente recuerdo la huida con...ella

-No se sabe lo agradecido que estoy por mi liberación, ahora dejaré sudor y lagrimas en la forja, ya que como comprenderá, le he costado a la iglesia algo mas de lo que esperaba en un principio.

Estoy convencido de mis palabras y espero que el policia tambien vea mi historia veridica. Para mí, la iglesia ha pagado, es lo que pienso creer con firmeza. Pero un perfume llega a mi memoria y hace que el pulso se me acelere levemente solo con recordarlo. Tierra humeda, tierra verde...libertad...

Quien pudiera escapar y perderse en las profundidades de esta tierra magica.... 

Mientras te escucha y, a pesar de estar grabando todo lo que dices, el policía saca una pequeña libreta con tapas marrones y empieza a tomar notas con un pequeño lápiz.

-Interrogamos al señor Stradivarius, en principio, está libre de toda sospecha. Sin embargo, me temo que habrá varias cosas que tendremos que aclarar con usted. Es posible que tenga que acompañarnos a la escena del... perdón- se corrige enseguida.- al lugar donde estuvo retenido. Conseguimos localizarlo hace un par de horas. ¿No hay nada más que quiera contarnos? ¿Recuerda el momento en el que lo  drogaron antes de soltarlo?. Por supuesto, si es capaz de reconocer el rostro de alguien, sería de mucha utilidad.-

El hombre es directo pero respetuoso, intentando evitar entrar en detalles escabrosos.

-Lo lamento, pero cuando me daban la comida tenian la cara tapada. SI les han encontrado tal vez pueda econcerles por la voz, pero no se lo aseguro.

Por la voz...y al lugar donde me tenian retenido...alli no queda nadie, fue...espantoso.

Continuo despues de una pausa de preocupación.

-Sinceramente...no se si me gustaria ver el lugar donde me han tenido encerrado...

El hombre te dirige una mirada compasiva, la segunda de las muchas que te esperan.

-Lo siento, pero me temo que el juez insistirá en que acuda, al menos, para reconocer el lugar.- el hombre se levanta- De momento nada más, necesitamos que esté localizable, pero en un par de días podrá volver a su vida con normalidad.Espero que se recupere pronto.- se despide saliendo por la puerta.

Te quedas solo en el cuarto unos instantes, disfrutando de la paz que te han regalado, hasta que tus padres entran por la puerta. Tu madre se abalanza sobre tí, hecha un mar de lágrimas, mientras tu padre te observa con una orgullosa sonrisa.

-¡ Mi niño !.- solloza tu madre, colgada de tu cuello.

Me resigno ante al abrazo de mi madre. Se que es algo normal, probablemente se estaria muriendo de preocupación asi que intento mostrarme un poco mas cercano de lo que en ese momento deseo

-No te preocupes mama, todo está bien, no me han hecho nada, estoy perfectamente.

Palabras obligadas que caeran en los oidos sordos de mi madre, ya que como todas las madres probablemente no me crea e insista en si estoy bien. Dirá que tengo peor aspecto y que seguro que no me han dado de comer porque estoy mas delgado.

Observo a mi padre, mostrandome con el fuerte, como merece su orgullosa mirada, mostrandole que estoy perfectamente porque se que él si que lo notará, se quedará satisfecho.

No debeis preocuparos por nada, ya estoy aquí y no volverá a pasarme nada, seguro que apartir de ahora me tienen siempre vigilado.

Es una posibilidad muy plausible ya que no creo que la iglesia permita otro altercado como este.

En mi mente, me falta el aire, me siento atrapado entre los brazos de mi madre de los que por desgracia no debo desprenderme.

Tu padre coge por lo hombros a tu madre, separándola un poco de tí.

-Vamos, cariño, deja respirar al chico, que ahora que está a salvo, aún lo vas a matar tú.- dice con suavidad. Tu madre le dirige una mirada indignada, pero recupera rápido la compostura.

Pasais por un momento incomodo, en el que nadie sabe lo que decir, hasta que tu padre toma las riendas.

-Nos ha avisado Freire de que la policía ha estado por aquí, no te preocupes, no te haremos ninguna pregunta.- dice mirando significativamente a su mujer.-Un gran hombre ese Freire, y tus compañeros tambien han sido muy amables.- sonríe de forma tranquilizadora mientras habla- Tu médico dice que pasará en un rato a darte el alta, dice que, a parte del lógico agotamiento, todo está bien. ¿Qué te parece, hijo?.

-Bien, m parece bien padre, tengo ganas de salir de aquí cuanto antes y seguir con todo.

Con esa buena noticia casi e levanto de la cama para vestirme, pero me doy cuenta que no sirve de nada hasta la visita del medico.

Ansia por salir de estas cuatro paredes.

-Me han dicho que tengo que ir a ver donde me retenian por si reconozco el sitio, pero me tenian drogado, asi que no recordaré nada.

Soy directo, pero se que mi padre lo prefiere así, es esa conversación entre hijo duro y padre duro. Mi madre, puede que no lo vea igual y el recordarle que he estado en una situación...forzada...haga que vuelva a llorar, pero asi es como debe ser.

-No deberiais preocuparos mas estoy bien y no volverá a pasar nada parecido.

Repito la idea una y otra vez. Es la obligación del hijo. La obligación de los padres es seguir preocupandose.

-Con suerte vijo a Vigo pronto, tengo ganas de empezar el trabajo cuanto antes. Estareis orgulloso de mi ya lo vereis.

Me doy cueta de que mi comportamiento es frio y distante. Soy apenas poco mas que un automata cumpliendo con los estandares para con la familia en una situación de crisis. Los quiero, pero en estos momentos, solo veo extrañas ataduas por todas partes.

El olor a tiera humeda se esta volviendo una obsesión en mis pensamientos...una obsesión de libertad.

Tus padres asienten con una sonrisa. Tu padre te sigue mirando orgulloso mientras tu madre empieza a sonreir. Os interrumpe un médico, entrando por la puerta con gesto rápido. Trae una pila de papeles en la mano.

-Buenas tardes. Señores.- saluda a tus padres.- Bien, señor McWin, todo está en orden. Parece que tiene una salud de hierro. Si quiere el alta, no tiene más que firmar estos papeles. Podría quedarse una noche más en observación si lo prefiere pero, en  principio, puede irse cuando guste. Eso, sí, le recomendamos que le acompañe alguien, los nervios pueden ser traicioneros.-

Te acerca una bandeja en la que deja los papeles y un bolígrafo.

Cojo el boligrafo y firmo los papeles sin dudarlo.

-Muchas gracias por todo, pero lo cierto es que me gustaria salir de aquí cuanto antes y acabar ya con esto.

Nunca creia que una simple firma pudiera quitarme tanto peso de encima. Con la puerta ya abierta para salir del hospital siento que puedo seguir con todo.

-Cuanto antes nos marchemos mejor, ¿pudes pasarme la ropa que tengo en el armario madre?.

No suelo llamarla madre, pero ahora si, ahora es mi madre, ya no es la mama protectora, ahora no siento esa conexión con la que me puedo ocultar en su sombra si hay problemas...su sombra ya no me proteje.

Me cambio en silencio y me preparo para salir.

Tendre que ir con la polici para visitar el lugar y luego me marcharé a Vigo cuanto antes para comenzar a trabajar.

No les hago ninguna pregunta, solo espero que me digan cuanto tiempo se quedan para despedirme ahora o mas tarde. En parte me digo que mehe vuelto mas frio, demasiado, tal vez de forma desagradable, pero siento que solo es por el sitio en el que estoy.

Bosque de verdes copas y dulces perfumes de plantas vivas...

Tu madre te mira sorprendida unos instantes, hasta que parece ser impulsada por un resorte que le lleva a traerte ropa limpia rápidamente. Tu padre tambien parece sorprendida por tu reacción mientras que el médico se va con los papeles, dejándote una copia del alta.

-Pero.. John...- se atreve a intervenir tu madre.- tienes que descansar y deberías ir a recoger tus cosas a Edimburgo, tu jefe y tus amigos no han dejado de llamar.-

Tu padre interrumpe en favor de tu madre.- Hijo, creo que te estás precipitando, deberías al menos pasar unos días tranquilo.-

Mientras hablais, el agente que te interrogó antes aparece por la puerta donde se queda esperando a que termine vuestra discursión.

-Padre, madre, realmente estoy bien. Las cosas que necesitaba ya las traje de Edimburgo, si necesito algo mas, pediré que me lo manden.

Amigos, jefe...todo el mundo se interesa por mí, es normal, pero no necesito sus atenciones en estos momentos.

-Tampoco necsito unos dias para relajarme y recuperarme, enserio que estoy bien, y mirad aquí está el policia, cuanto anes acabemos con esto mejor, se aclararán las cosas y podran capturar a las personas que me hicieron esto.

Ha sido premeditado, no dudo que me crean, pero quiero mantener la imagen de que no estoy enterado de nada de lo ocurrido.

-Decidme donde os vais a quedar e iré a veros antes de marcharme a Vigo.

Tras darles un ligero abrazo voy junto al policia.

-¿Cuando tendré que ir a ver el lugar ese?..sinceramente quiero acabar cuanto antes, si tengo que ir por obligación que sea ahora para que luego no tenga nada pendiente.

Demasiado frio. Por una parte se que mantengo la preocupación de mi madre al no quedarme descansando, pero ya conozco como seria eso: dias enteros con ellos como visita y con otra gente hablano de lo pobrecito que he tenido que ser encerrado, mientras mi orgullo está herido por haber perdido el norte en apenas una semana.

Odio pensar eso...

Sientes un ligero vahío cuando te levantas, que consigues disimular sin dificultad. Como dijo el médico, estas perfecto de salud, cualquier anomalía es fruto de tu estado emocional, no de tu cuerpo.

-Estamos instalados en el mismo hotel que tú, corre por cargo de la Conferencia Episcopal.- dice tu padre mientras rodea a tu madre con un hombre.

El policía aprovecha para acelerar todos los trámites. -Verá, el clima es inestable y tememos que, si empieza a llover, se borren pistas si que usted consiga pasar antes por la nave. Si espera unos minutos, intentaré conseguir un juez y los agente necesarios para dentro de media hora.-

El agente parece tan interesado como tú en acabar con todo esto lo antes posible.

-Me parece razonable agente, cuanto antes acabemos mejor.

Me giro hacia mis padres y me vuelvo a despedir de ellos.

-Ya hablamos luego.

Ahora a ver la dantesca escena...

Espero a que me lleven al lugar intentando mantener la calma, haciendo que mi mente siga creyendo que aquella escena solo fue un mal sueño.

Tus padres se despiden de tí mientras el policía hace algunas llamadas. Vuelve a recogerte por el cuarto.

-Todo listo señor McWin, terminaremos lo antes posible y lo dejaremos en su hotel. No se preocupe.- dice el hombre guiándote hasta un coche patrulla. Te abre la puerta del copiloto, esperando a que estés listo para arrancar.

Comienza a conducir por las calles de Santiago. Caes en algo que, en el viaje con Rebecka no te habías dado cuenta. En camino hacia la nave es mucho más corto de lo que te pareció el día del secuestro. La lluvia no para de caer, y el día es oscuro y gris.

El policía se limita a observar tus reacciones. Las naves empiezan a dibujarse en el horizonte mientras os acercais. Pasais a través de ellas hasta llegar al ultimo. Hay varios coches patrulla y un coche oficial, el del juez.

-Bien señor, McWin, el procedimiento es el siguiente. Lo acompañaré dentro, veremos el lugar en el que lo encerraron y después saldremos. En ese momento el juez le hará algunas preguntas.- te explica.

Lluvia. Lluvia gris y ritmicamente sonante que cae sobre el vehiculo en el que viajamos. Realmente la noche hace que todo se confunda, sobretodo cuando uno viaja con los sentidos abotargados por el encierro y renovados por la descarga de adrenalina.

-Me llevaban todo el rato con la cabeza tapada asi que no veia nada, pero en el viaje de ida creo recordar que me parecio que me llevaban a un lugar mas lejano.

Pensativo, observo el lugar, curioseando cada detalle como si fuera la primera vez que lo veo.

Antes de salir del coche le pregunto a Varela.

-¿Ha vito usted el lugar donde me tenian encerrado?¿Como...como es por fuera? Se que no era un almacen cualquiera...pero poco mas puedo decir del exterior...

Cojo fuerzas para observar el lugar. La sensación es ideal, ya que parece que m preparo para revivir mi pesadilla, cuando me estoy preparando para observar aquel destrozo que observé aquella noche.

-No puedo darle detalles, podría interceder en la investigación.- dice el agente, mirándote con compasión, mientras empieza a caminar hacia el angar. Hay reunidos una veintena de policías, que os observan hablando a susurros.

El Agente Varela camina a tu lado hacia el interior de la nave, dejando la lluvia y las miradas atrás. El lugar está iluminado por unos focos parecidos a los que iluminan los campos de futbol. Está tan vacío como recuerdas, con las mismas cajas vacías desperdigadas por doquier. En el suelo están marcadas con tiza figuras humanas, pero algunas de ellas permanecen incompletas. En algunos lugares, las formas de tiza forman manchones solitarios, como si todas fuesen piezas de un puzzle. El policía se detiene unos minutos para dejar que observes bien todo la escena. Cuando parece satisfecho, se dirige a unas escaleras de cemento que bajan al sótano.

Esta zona está solamente iluminada por una pequeña bombilla, lo que le da un aspecto aún más lúgrube de lo normal. Cuando llegais al pìso, el hombre alunmbra la sala con una potente lámpara. Ves una silla con una mesa en la que, seguramente, se sentarían lo secuestradores a hacer turno. De frente, hay una puerta de madera. Cuando la abre, ves un agujero escavado en roca viva.

-Es aquí.- te avisa.

Ese es el lugar en el que te han encerrado, un agujero en el que era imposible que te pusieses de pie, con el suelo de tierra y las paredes de piedras. Pequeño, frío y húmedo, un agujero.