Partida Rol por web

Observo las marcas pintadas en el suelo. Todo está limpio, asi que simplemente lo observo el tiempo que considera oportuno el agente y le acompaño.

Observo...obervo la silla y la mesa donde mis captores hacian su turno, sin duda alguna leyendo algún periodico, comiendo o incluso dando una cabezada. Mi sange hierve mientras pienso en ellos y más aún cuando veo nuevamente el agujero donde me tenian encerrado. Mi respiración es rapida y fuerte y el sudor recorre mi frente, pero ahora no estoy nervioso como en otras ocasiones, ahora estoy furioso.

El aire es humedo ahi dentro, pero fresco cuando ella llego convirtiendolo todo en...

Entro en el pequeño zulo y me agacho para palpar la tierra. Cojo un puñado de esta y aún de conclillas por no poder ponerme en pie le pregunto al poli.

-¿Podré llevarme un poco de esta tierra?

Frio, muy frio, pero se que en mis ojos hay rabia y muestras del sufrimiento que viví en ese lugar, pero tambien hay decepción y orgullo herido.

Me levanto nuevamente y me situo junto al policia.

-Me tenian aquí retenido y si no fue aquí, fue en un lugar esactamente igual a este. Pero digame una cosa ¿que es lo que me ha hecho ver alli arriba?¿que eran las marcas que habia? No lo entiendo.

Me gustaria ser mas frio y calculador, pero mis sentimientos no lo permiten, sigo alterado, lo que es normal en esta situación. Aun así, procuro controlar mis palabras para que quede constancia de que yo no se nada.

El policía mira a los lados, como si buscase a alguien.

-No, lo siento pero me temo que, hasta que acabe la investigación, no puede llevarse nada de aquí.- Sin embargo, se acerca a ti para hablarte al oído. -Claro que puede, no creo que afecte a la investigación. Pero no se lo diga a nadie, podria tener problemas.- te guiña un ojo mientras salís del cuarto.

Según subís las escaleras, empieza a ser más comunicativo.

-Estamos casi seguros de que este es el sitio, tenían efectos personales suyos. Verá, parece que alguien ha despachado a casi todos los secuestradores, y no de forma muy agradable. Parece que todos murieron a golpe de espada. Estamos investigandolo, pero no se preocupes. Los médicos han descartado que usted esté implicado.-

Cojo un poco de tierra y me la meto en el bolsillo mientras le miro de forma complice.

Una vez salimos y me explican lo que ha ocurrido me asombro.

¿A golpe de espada? ¿Por eso hay figuras que parecin incompletas?.

Realmente estoy asombrado, hay que tenes una buena espada y buena tecnica para cortar miembros, aunque teniendo esas dos facultades es cierto que es un trabajo sencillo.

-Yo les puedo decir que si ha sido con una espada, ha tenido que ser una buena espada y alguien que sabia lo que hacia. Una espada ademas forjada de forma artesanal.

Hago una pausa mientras miro a los alli implicados.

Perdonen, por mi intromisión...pero este campo es el mio.

Me quedo espectante deseando que me dejen seguir. Me parece increible la situación y no logro concevir que lo hiciera una sola persona.

Debia ir acompañada...ellos estaban armados con armas de fuego, contra eso deberia haber sido muy rapida.

Sabia que no era posible que dieran con ella ni con sus secuaces, casi cualquiera puede acceder a una espada bien forjada, pero cuesta su dinero.

Aunque incluso con mi incredulidad, una parte de mi, decia que la chica lo habia hecho en solitario.

El policía sigue tratándote de forma comprensiva casi paternal.

-No se preocupe, nuestros mejores peritos y expertos llevan casi desde que lo liberaron trabajando sin para en la nave. Afirman lo mismo que usted.-

Te lleva ante el juez, que te hace una serie de preguntas sencillas, más o menos las mismas que el policía. Por suerte para tí, todo el mundo parece convencido de que no sabes nada y de que el stress y el sock han hecho que seas una nulidad como testigo. Te entregan una tarjeta con un número de teléfono, por si recuerdas algo.

El policía te escolta al hotel, donde te deja en tu cuarto. Todas tus cosas siguen tal y como las has dejado. La ropa, los enseres... parece mentira que salieses de esa habitación  para celebrar tu triunfo, y acabases secuestrado.

Realmente podria hacer como si nada de esto hubiera pasado, como si solo fuerauna mala resaca del dia anterior, pero hay alo en toda esa historia que lo ha cambiado todo, ella...

Espero que Freire me diga que nos marchamos pronto.

Me siento en el borde de la cama como ya lo hiciera en otras ocasiones, pensativo y con la mirada fija en ninguna parte. Saboreando la soledad de ese reducto de paz artificial que se crea en las habitaciones de los hoteles. Todo tan colocadito, tan pensado, la siilla, el banco donde dejar la ropa, el boligrafo-obsequio con la publicidad del hotel...el caramelo, las toallas bien colocadas y con la tira de papel mostrando que no han sido usadas.

Como pensaba, casi podria considerarse que la habitación seguia todas las normas del Feng Sui, solo fallaba yo, un pequeño cumulo de ideas que marchaban de un lugar a todo mezclando sentimientos enfrentados.

Queria destrozar la habitación por pura rabia...todo demasiado colocado, nada aleatorio y en mente el olor a naturaleza, libertad...

Las paredes de la habitación parece cernirse sobre tí, agobiándote y dejándote casi sin respiración. Todo parece demasiado perfecto, demasiado imaculado. las toallas perfectamente alineadas, las flores frescas, el polvo inexistente... lo único sucio que hay eres tu, mancillado por una debilidad que desconocías tener.

Justo cuando estás a punto de hacer algo para destrozar el orden que te acosa, unos toques en la puerta te hacen reaccionar.

-Jonh, somos Jürgen y yo, ¿podemos pasar?.- escuchas la voz de Anna desde el pasillo.

Un segundo, luego dos segundos mas.

-Si, ya voy...

Son mis unicas palabras un poco confusas. No pensaba que ellos vinieran, aunque es algo que puedo tomar como normal, asi que doy unos pasos hacia la puerta y me detengo justo antes de abrirla.

Jürgen...

No me habia vuelto a plantear en estos dias lo que habia pasado antes de mi captura (estos dias en libertd), asi que no podia prever como estaria Jürgen o como reaccionaria. Aun así, abro la puerta.

-Hola chicos...

Una estatua que les invita a pasar, tranquilo pero algo inquieto, observo sus expresiones para captar algo que me pueda dar pistas sobre lo que piensan.

Los chicos entran en el cuarto con cierta timidez. Anna se abalanza sobre tí, dándote un enorme beso en la mejilla, y un abrazo. Cuando te suelta, ves una sonrisa sincera en su rostro.

-Me alegro muchísimo de que estés bien. Menudo susto.- dice mirándote de arriba a abajo, buscando alguna herida o algo grave. Cuando acaba la inspección parece estar más feliz aún.

Jürgen se mantiene un poco más atrás, con gesto sombrío.

-Yo... lo siento mucho Jonh, debería haber podido hacer algo.- se disculpa.

Anna se mantiene al margen, dejando que hableis entre vosotros.

Agradezco el abrazo de Anna y su beso en mi mejilla produce na sonrisa en mis labios como respuesta amable.

-Me alegro de verte.

Ante las palabras de Jürgen extiendo mi mano ofreciendosela como muestra de amistad.

-No te preocupes Jürgen, nada de esto ha sido culpa tuya, ademas, si no fuera por tí, si nos hubieran cogido a los dos, aún estarian pensando que nos habiamos emborrachado en la celebración y que estabamos por ahi perdidos.

Me resuta curiosa la sensación que tengo con ellos. Me alegra mas su visita que la de mis padres, supongo que es porque se que a elos les convenceré mas facilmente de que dejen de preguntarme si estoy bien y n ome mirarán con lupa cada resquicio de mi piel.

Sinceramente no se que decirlos...hola, he llegado a pensar que alguien mandado por vosotros me ha secuestrado...¿es cierto?

-Sentaos, ¿quereis algo?, he tenido unos dias un poco complicados asi que un poco de buna compañia me vendrá bien.

Me encuentro mas abierto, mas comunicativo porque a ellos no les puedo reprochar nada (o no espero tener que hacerlo) y ahora mi mayor rencor está frente a mi debilidad. Ellos son la ruptura de todo lo establecido, un competidor que hace que intente mejorar cada vez que me encuentro con él y que me ofrece las mil sensaciones de la competición no siempre leal y ella me ofrece una nueva visión de todo, con ideas nuevas de proyectos y un mundo que conocer con esos ojos buscadores de detalles y vivaces ante la novedad.

Pero incluso estando con ellos mi mente divaga por sensaciones distintas de una ilbertad mas natural...y mi deseo de viajar a vigo para encontrarla aumenta a cada momento.

Jürgen parece muy aliviado al escuchar tus palabras. El cuarto de deja de agobiarte, aliviando toda tu ansiedad gracias a tus compañeros. Anna se dirige al mueble bar con una sonrisa divertida. Parece que parte de su timidez se ha ido. Coje tres vasos y os sirve una copa a cada uno.

-Brindemos, por que nuestro campeón está a salvo.- dice brindado por tu liberación. Jürgen bebe de un golpe la copa y se despide de vosotros.- Chicos, me tengo que ir a dormir, no lo he hecho en mucho días. Jonh, nos vemos en Vigo.- dice dándote la mano.

Me sorprende el comentario de Jürgen, y a la vez produce en mi una sensación de camaderia hacia el que creo que pocas veces habia sntido con esa intensidad.

-Descansa Jürgen, y gracias por todo.-Digo esto mientras levanto la copa en señal de brindis hacia el.

Cuando ya se ha marchado me giro hacia Anna.

-¿Como has pasado tu estos dias?. Supongo que habran aumentado la protección por aquí ¿no?

Una pregunta sin transfondo, pero las conversaciones suelen iniciarse asi.

Anna se acerca un poco más a ti.

-Si, tenemos un guardaespaldas que nos sigue a todas partes, pero creo que ahora que han atrapado a los malos, nos dejarán respirar un poco. Freire estaba obsesionado por saber donde estábamos a cada momento.- deja de hablar para mirarte a los ojos sonriendo, poniéndose un poco roja- tenía muchas ganas de que volvieses, Jonh.

Tu compañera se acerca a ti, empezando a besarte, mientras te acaricia la mano.

Anna es realmente agradable y reconozco esa anterior atracción por ella que hubiera hecho que este encuentro fuera distinto, epro ahora habia sufrido un cambio radical en mi persona y aunque no sabia como actuar, no deseaba seguir con aquello.

Me aparto levemente de sus besos, aunque mi mano sigue las caricias de sus dedos acompasandolas con cuidado.

-Anna...

Solo un nombre, pero soy consciente que junto a mi actuación deja patente mi rechazo ante esa situación que puede que se vuelva violenta aunque no es para nada mi deseo. Una noche en vela junto a ella podia ser algo maravilloso, pero mi mente se negaba a ello manteniendo un obsesión que no se hasta donde llegaria. Una obsesión mas que por una persona, por una sensación de la que necesitaba encontrar respuestas antes de poder seguir con mi vida.

Anna se aleja de ti conciente de tu rechazo. Aparta tu mano de la suya con una sonrisa triste.

-Yo... perdona Jonh, no volverá a pasar.- dice mientras se levanta, muy ruborizada- me alegro de que estés bien.-

 Te da un suave beso en la mejilla justo antes de salir precipitadamente por la puerta. Te quedas de nuevo solo en el cuarto, obsesionado con un olor y una persona que puede que no vuelvas a ver. Las imágenes de vuestros breves encuentros se suceden en tu mente, mientras el cuarto te parece cada vez más pequeño y más agobiante. Sabes que pronto, puede que en unas pocas horas, podrás salir hacia tu nuevo destino: Vigo. Pero mirando el reloj, como horas los minutos te parecen. La impaciencia empieza a adueñarse de ti.

-Es curioso como se alarga el tiempo cuando uno desea que sea mas corto. Miras el reloj y cuando lo vuelves a mirar solo han pasado un par de minutos. Se que es lo que siempre se dice, pero es totalmente cierto. Terriblemente cierto.

Parece que el sueño no me quiere alcanzar, asi que pienso...pienso en Anna, en la oportunidad que he dejado escapar ¿oportunidad? ¿pasar un rato intimo con alguien se puede considerar una oportunidad?. Sinceramente ya no queria pasar ese rato con ella...como cambian las cosas en apenas unos dias, pero ahora habian cambiado las cosas...vaya...me estoy repitiendo...¿soy tan vluble como para cambiar de parecer?, no , realmente lo que me ha pasado ha cambiado en mi, maldita sea...no he podido ser tan debil; si se lo contara a alguien quedaria totalmente en ridiculo...

-John se mantenia pensativo en la habitación, sentado en la cama ahora surcada por pequeñas arrugas que mostraban la anterior situación de Anna. Poco mas habia cambiado, pero aun así decidió sentir todo lo que podia mientras se preguntaba cosas que no tenian respuesta posible.

Pasaba sus dedos por el cubrecamas sintiendo su tacto. Se concentraba en el tono de la luz y en distinguir como se iba disipando poco a poco hasta los rincones mas oscuros. Pensaba en el color de las paredes, el color de la cama...volvia a pensar en lo ridiculo del caramelo en la mesilla y lo bonita que era esa magnifica carcel.

Miró el reloj nuevamente.

-Solo han pasado 20 minutos...y parece que he tenido pensamientos para llenar todo un libro...maldición...

Con la mirada fija en el cielo John decidió vencer a su falta de sueño inundando su mente con las ideas sobre el trabajo que tenia por delante, el viaje a Vigo, los posibles lugars que intentaria visitar.

Cerró los ojos y pensó en su obsesión...y el mundo de los sueños llegó a él...

Pasas la noche entre estraños sueños. Te ves corriendo por bosques, siguiendo una silueta que no consigues alcanzar, corres durante horas. Al llegar a un claro, se para. La luna os ilumina tenuemente. Se queda de espalda mientras tu te acercas para abrazarla. Sigue oliendo tan bien como recuerdas.Se da la vuelta, mirándote con unos enormes ojos azules, con ese aire casi adolescente. Algo te hace dar un paso atrás, algo en sus ojos no es como debería ser. Tiene algo salvaje, pero al mismo tiempo estás seguro de que no te hará daño.

El sueño se repite varias veces durante la noche hasta que, por fin, te despiertas. El teléfono suena. Freire, consciente de las ganas que tienes de salir de allí, te ha conseguido un billete para Vigo. os vais esta tarde, a las ocho. Cuando miras el reloj te das cuenta de que has dormido hasta casi el mediodia.

Aún tumbado en la cama observo mi alrededor pensando en el sueño que se ha repetido durante toda la noche. Cuando mi mente parece que ha captado al fín la realidad y me dice que nadie saldrá del baño, que no he estado corriendo por el campo ni nada parecido me dispongo a levantarme. Una ultima ducha en aquella habitación y preparar la maleta.

Realmente Freire ha estado agil...estaré en Vigo enseguida...

Cuando estoy preparado me dispongo a salir de la habitación. Se ha hecho un poco tarde asi qeu busco a mis padres con la esperanza de despedirme de ellos rapidamente con la escusa de buscar un tentenpie para tomar antes del viaje.

Los nervios antes de este nuevo paso aparecen, pero lo tomo como algo natural, un nuevo trabajo, un nuevo lugar con gente nueva...pero por lo que estoy mas nervioso es por la posibilidad de poder encontrarme otra vez mas con ella.

Procuro aclararto todo y dejarlo bien dispuesto para poder llamar pronto a el Padre Freire para que nos dirijamos al aeropuerto cuanto antes...y despues a Vigo

El día pasa como una interminable sucesión de escenas cotidianas que empiezan a resultarte ajenas: una comida de despedida con tus padres, las promesas de visitas que realmente no quieres hacer, el café con tus compañeros, la cara triste de Anna cuando os despedís, Jürgen avisándote de que os vereis en unos días... Todo lo ves cubierto de una neblina de irrealidad de la que no eres capaz de desprenderte. Incluso hacer las maletas se convierte en algo tedioso, casi insoportable.

Tu cuerpo está tenso, como si esperase algo.

Por fin, Freire te recoge para iros al aeropuerto. El viaje de menos de una hora se hace más ameno en compañía del cura. Sin embargo, el no deja de mirarte de forma preocupada. Por lo menos parece esperar para preguntarte que es lo que sucede. Aterrizas en Vigo, son las ocho y media de la tarde. Se ha hecho de noche mientras volábais. Peinador, el pequeño aeropuerto, os recibe con una ligera lluvia. Huele a tierra mojada.

Bienvenido a Vigo.

El dia, el viaje y la llegada a Vigo...

Hace no mucho tiempo, Galicia me recivia de manera similar. Ahora Vigo me da su bendición al traerme su dulce perfume de humedad y lluvia.

Cuando salimos del Aeropuerto me paro un momento para inspirar. NO hay nada que siente mejor que
inspirar profundamente en los dias de lluvia y sentir como todo tu ser se inunda de esas sensaciones
otorgadas por el benigno clima.

-Bueno Freire, tu diras, aquí nuevamente estoy a tu merced.  Como ya habia ocurrido tambien con anterioridad, me dejo 
guiar por el sacerdote que se ha convertido en amigo, sin duda alguna sus conocimientos me son interesantes y su compañia misma 
muy grata.

Sonrio a Vigo y sonrio ante la posibilidad de ese nuevo encuentro ahora mas cercano, sin permitir que 
mi mente me muestre la posible realidad de la imposibilidad de encontrarla.

Freire te sonríe unos instantes, mirando a la cuidad desde el alto en el que está situado el aeropuerto. Por fin empieza a prestarte atención.

-Hoy dormiremos en un hotel. Mañana yo iré al convento y tu al piso que ha alquilado la Conferencia Episcopal. La fragua está en

el puerto, cerca de los astilleros. Creo que tambien te han dejado un coche. Cuando te despiertes, iremos a dar una vuelta por la ciudad,

así sabrás a donde ir. Me parece que yo no soy muy asiduo al ambiente nocturno, pero no te preocupes, en cuanto llegue Jürgen, seguro

que el se ocupará de eso.-

El resto de los pasajeros del vuelo os salen por una puerta diferente a la vuestra. Algunos os miran con curiosidad, pero parece que nadie os reconoce.

Despistais a la prensa entrando en un coche con las lunes tintadas. El pequeño viaje en avión no os ha dejado cansados. Llegais a un gran hotel situado en

una de las vías principales.

-Te dejo que te instales, nos vemos en el comedor para la cena.- se despide Freire.