Partida Rol por web

Richard dejó escapar un silbido cuando escuchó la cifra de repartos que había realizado en sólo un día. Ese chico debía ser todo un profesional, lo que podría indicar por qué tuvieron que matarle para robarle el contenido, en vez de dejar en paz al asaltante o asaltantes. El siguiente paso era ir a preguntar al restaurante si habían recibido en verdad el contenido, y sabían lo que era. El problema es que probablemente fueran de los Brutal Panda... y eso sería un auténtico fastidio.

Su única baza era que no le reconocieran y hacerse pasar por un humano normal y corriente. La ventaja era que los Brutal Panda no se apuntaban a las reuniones. Sin embargo, no podía arriesgar a su compañero. Si esos salvajes querían ponerse duros, no podía salvarse él y proteger a Collins a la vez.

- Collins, hazme un favor, ¿por qué no te acercas a la empresa, a ver si tienen un registro del camino que tomó el muchacho? Quizás nos de una pista de qué hizo en esos 90 minutos...

La respuesta de tu compañero fue un “No me jodas”.

Entre otras cosas, porque hacia frio, y porque con aquel tiempo, estaba convencido de que la empresa ya habría cerrado. Nada más lejos de la realidad, estaba abierta, y te despediste de Collins al lado de un taxi, y pusiste rumbo al restaurante.

Nada más entrar, notaste que el local estaba prácticamente vacío, tampoco es que te extrañara, estaba claro que aquello era una tapadera para negocios turbios, y no precisamente un restaurante de categoría.

Una joven asiatica, menuda y sonriente se acerca, y pregunta que deseas. Detrás de ella, en la cocina, puedes ver don hombres gruesos, por no decir grandes. Podrían pasar por luchadores de sumo, pero dudabas de que tuvieran constitución para ello.

Uno de ellos tenía algo singular, por fuera del delantal, tenía una cadena de metal. De las que servían para mantener las carteras en los bolsillos, aunque quizás esta fuera un poco más larga, también porque el chino era bastante alto.

Tipo jugador de baloncesto.

Richard no era especialmente fuerte ni rápido. Sí que era más fuerte y rápido que cualquier mortal, pero si se enfrentaba a otros vampiros, tenía que hacer uso de su astucia antes que su músculo. No se arrepentía de haber dirigido su vida en pro del conocimiento en vez de la guerra, aunque ahora no le vendría mal algún truco para salir de aquel atolladero si se ponía la cosa fea.

- Buenas tardes señorita, policía - dijo, mostrando la placa - No se preocupe, sólo quiero hacerles unas preguntas, ¿hay alguien que hable claramente mi idioma por aquí?

La joven asiática asiente, y hace llamar a alguien que viene de la trastienda.

Te das un pequeño paseo por el local, de manera indiferente a ver si notas algo más.

De la trastienda sale un hombre joven, vestido con ropa típica China, muy fuera de lugar en casi cualquier lado menos dentro de aquel negocio.

Dentro de la oficina llegaste a ver de refilón a un viejo con barba. No tenias muchas dudas sobre quién era, debía de ser el líder de los Brutal Panda, pero se quedo dentro.

Quien sí salió, fue Hei Wu Long, su lugarteniente. Lo conocías, respetuoso y callado. Era la clase de vampiro que debía de dar miedo incluso antes de transformarse.

Se te acerco, y tras una reverencia te invito a sentarte en una mesa, en la que él mismo tomo asiento.

Buenas noches, policía.

Lo dijo como extrañado, estaba claro que te reconocía, pero puede que no supiera que eras un agente del orden. Aun así, no se mostro mas a la defensiva de lo que cabria esperar, y fue cordial en sus palabras.

Si no ha venido a cenar, supongo que habrá venido por un asunto de su “trabajo”. En que puedo ayudarle.

Dejo la invitación ahí, y por el momento no parecía una trampa. Pero habías interrogado a demasiada gente como para no darte cuenta, que escondía algo. Aunque eso lo sabías antes de entrar en el restaurante. 

- Dejemos las cosas claras - mantuvo un tono neutro, no quería que sonara a una amenaza y tener que defenderse de un grupo de vampiros sedientos de sangre, aunque fuera la suya - Yo he venido a hacer unas preguntas de forma oficial, usted me responde lo más sinceramente posible, y saldré por aquella puerta sin que nadie tenga que ponerse nervioso, ¿entendido?

Sacó el teléfono móvil y mostró la foto de la víctima -normalmente usaba fotos en papel, que eran más manejables, pero recién salido de la escena del crimen, era imposible- a Hei Wu Long.

- ¿Ha visto alguna vez a este chico? 

El hombre miro la imagen unos segundos y contesto tranquilo.

Si.

Durante un momento permaneció callado, como esperando a que dijeras algo mas, y antes de que volvieras a hablar siguió hablando.

Es un repartidor, a veces nos trae mercancía, solemos contratar a su empresa. Aunque también vienen otros.

Hoy no lo he visto. Aunque según me han dicho mis empleados.- dijo al tiempo que señalaba a los dos mastodontes de la cocina, que estaban pendientes de la conversación-. Hoy no ha entregado su encargo.

Alguna cosa más.

El tono seguía siendo cordial, aunque notabas que aquellas preguntas, si bien no le tomaban por sorpresa, si que le molestaban. 

Richard asintió, la cuerda que ambos estaban tensando empezaba a mostrar resistencia, y si aguantaba muchos asaltos más, terminaría por romperse.

- Necesito saber qué tipo de pedidos le hacía, y en especial, qué les ha traído hoy - dijo, mirando a los ojos al Brutal Panda - Y saber si ha llegado a tiempo...

El oriental asintió. Se puso en pie, y te invito a seguirlo hacia la cocina.

Allí los dos hombres se giraron para mirarse, y casi les falto echar a correr por la cocina. Estaba claro que le tenían un miedo atroz al hombre que les iba a hablar.

En contraposición, la joven oriental, había decidido irse a la puerta del local, lo más lejos posible de lo que sin duda era una gran tormenta.

Y de repente empezaron a hablar en chino.

.-. Que ha pasado con el mensajero. La policía pregunta y quiero la verdad.-.

El otro vampiro te mira, y como ve que no pareces entender nada, hace un gesto con la mano y azuza a hablar a sus hombres.

-.- Señor, pues como lo que trajo en el paquete no era lo que el maestro dijo que era, fuimos a  hablar con él. Pero no quería decirnos nada. Parecía que ya le habían dado una lección, así que ..-.-

.-.¿ Así  que? .-.

Estaba claro que lo que le estaban contando no le hacía mucha gracia. El desconocía que tu sabias hablar chino. De tu época en el ferrocarril transcontinental.

Mientras el chino de la cocina miraba con miedo a su amo, notaste claramente la esencia que había impregnada en la mochila y en el cuerpo del difunto. Estaba por todas partes.

Tu vista que se movía rápida por la cocina reconoció aquella esencia como una salsa especial agridulce traída de china, que estaban en unas botellas tras el mostrador.  Tu agudísima vista pudo concluir por el etiquetado, que se trataba de un producto que venía genuinamente de china.

Y por consiguiente, las manos, el pelo y la cadena de uno de aquellos fornidos cocineros humanos estaban manchados de aquella salsa especial.

No podías estar del todo seguro de que solo se consumiera en ese restaurante, pero sin duda, aquellos hombres estaban relacionados con la muerte del hombre, y para demostrar que tenias razón.

-.- Bueno, le apretamos y murió. Así que lo hicimos pasar por un atropello, la poli no tiene nada contra nosotros-.-

Hei Wu se giro hacia a ti, claramente incomodo.

Me dicen mis empleados que hoy no ha pasado por aquí. Creen que debe de haber robado el pedido. Que normalmente es una salsa especial que nos traen de Hainan, una provincia isleña de nuestro país.

Me temo que no me habían dicho nada sobre el paquete. Me siento contrariado. ¿Necesitáis algo más?

Correcto y educado, te estaba mintiendo a la cara. Pero no tenía muchas otras opciones. Sería fácil casar las pruebas forenses con lo que tenias, y si apretabas seguramente conseguirías una confesión por parte de los dos cocineros chinos.

Sabias que los vampiros, no se meterían mucho en el camino de la ley, puesto que tenían que cubrir su charada lo mejor posible. Y dudabas que tener a la policía dentro de su casa les hiciera sentir cómodos. 

Richard seguía tensando la cuerda, y además por la forma que tenían aquellos dos mastodontes de mirarle, sabía que Hei Wu Long era un vampiro bastante poderoso. ¿Sería capaz de salir con vida si se enfrentaba a él?

- Entiendo - dijo, paseando lentamente entre los muebles de la cocina. Su mandarín estaba algo oxidado, pero sabía que no se había equivocado con lo que había escuchado. Sin embargo, quería guardar la baza del idioma para otro momento - Sin embargo, hay un problema con lo que dicen sus chicos. La víctima estaba empapada con la salsa que usan ustedes aquí. - para dar más énfasis a sus palabras, pasó un dedo por la mesa - Está en todas partes, en el aire... en los muebles... incluso en sus empleados. Ustedes están acostumbrados a ello, pero para alguien que venga de fuera, el olor es bastante llamativo.

Su paseó terminó justo frente a uno de los dos cocineros, el que llevaba la cadena.

- Y qué casualidad, que el chico fue estrangulado con un objeto alargado, una cuerda, o quizás una cadena... como la que lleva su hombre, señor Long - dijo, y alzó la mano antes de que el chino quisiera responder - Usted es un hombre de negocios serio, lo sé... no estoy diciendo que me esté mintiendo... pero comprenda que piense que sus cocineros sí estén mintiéndole...

El hombre te miro serio. No le gustaba lo que decías, pero tampoco podía rebatirlo. Sera absurdo desdecirse y decir que aquella salsa especial no era algo “única”. Y tampoco iba a negar que sus hombres estuvieran implicados.

Torció la cabeza, los miro de arriba abajo, y te dio la sensación de que las vejigas de ambos se tensaron mucho, casi al punto de mearse encima.

Fuera como fuera, aquel hombre no era el clásico jefe que inspiraba confianza, sino mas bien terror.

Aun así, se tomo algo de tiempo en responder. Por el rabillo del ojo viste movimiento en la oficina. Pero tan rápido como empezó termino.

Finalmente Hei Wu respondió.

Bueno agente, yo no tengo motivos para no creer a mis empleados. Pero entiendo la labor que hace. Si tiene algún indicio que le haga suponer realmente que alguno de mis trabajadores tiene algo que ver, no dude en hacer lo que le corresponda.

Dejo la carta sobre la mesa. Estaba claro que no quería meterse en lo vampírico para apoyar sus palabras. Y dudabas de que pudieras estar allí sin una orden judicial y refuerzos de uniforme mucho más tiempo. Así que algo tenias que hacer. 

- Me alegro de que sea tan colaborativo, y no dude que eso juega en su favor - dijo, dejando entrever que hablaba de ambos mundos - Por lo pronto, voy a pedirle a su hombre que me acompañe, en el laboratorio le echarán un vistazo a su cadena, y a las huellas que hubiera dejado en la víctima, si es responsable. En caso de encontrarle culpable, probablemente le toque darse un paseo por la comisaría para declarar, al fin y al cabo, usted es su jefe.

Sacó las esposas y se acercó al grandullón con paso lento.

- Vamos a hacer esto por las buenas, ¿verdad? - dijo, intentando no resultar agresivo.

El hombre grande da dos pasos atrás y mira a su jefe al tiempo que espeta.

-.- No dejaras que me lleven. Lo he hecho por el clan -.-

El hombre pasa delante de ti un momento y le da una sonora bofetada al hombre, y luego le gira para que le puedas poner los grilletes.

Lamento su actitud, pero hay algunos compatriotas que siempre piensan que por ser extranjeros pueden no acatar las órdenes de la ley.

De nuevo muchas gracias por su tiempo, y si no tiene nada más que hacer aquí, le pido que se marche, aun tenemos que preparar el servicio de cenas, y con un empleado menos.

No dudo en que mi cocinero no tiene nada que ver, pero en caso de que fuera como usted dice, yo mismo iría a la comisaria a declarar, no lo dude.

Vais saliendo hacia la puerta, y el mastodonte de tío no da problemas, parece muy mansito después del toque de atención de su jefe.

Al salir, un comentario por lo bajo de Hei Wu te pilla por sorpresa, estás seguro de que solo has podido oírlo tú, porque fue un susurro casi inaudible, tan solo al alcance de un oído vampiro.

Nos veremos en la próxima reunión.

Estaba claro que se refería a la próxima reunión de vampiros, pero su tono no denotaba que estuviera enfadado contigo. Quizás porque entendió finalmente que ibas a hacer un poco la vista gorda con el tema.

Llegas a la comisaria con el detenido, y lo metéis en una de las habitaciones de interrogatorio. Los resultados preliminares de la esencia que recogiste confirman que el finado estuvo expuesto a una sustancia que coincide con los datos de fabricante de la salsa especial que viste en el restaurante.

El hombre no habla ingles, o eso asegura el hecho de que no conteste, aunque todos dais por sentado que os entiende perfectamente.

Tras una hora, vuelve Collins con información. 

Bueno, menudo frio pega ahí fuera.

Dice al quitarse la chaqueta que esta empapada, seguramente porque ha llovido un poco mientras venia de vuelta.

Te puedes creer que los frikis esos de las bicis abren todo el día. Como van a ir en bici de noche, si no se ve una torta. Esta gente está completamente chalada.

Luego, se acerca a su escritorio, que está pegado al tuyo, y saca el expediente del cajón, y lo deja sobre la mesa.

Le echare un ojo a esto. Me dijo Carol que ya habías trincado a uno de los chinos del restaurante. Y que parece que has resuelto el caso.

Me alegro de tener un caso facilón para variar. 

No termináis de hablar porque la voz del capitán se oye desde la puerta de su despacho.

Straptom, venga aquí.

Acompañado por una mujer asiática de indudable belleza y fiera mirada, te espera en la puerta.

Esta es la señora Cho. Abogada e intérprete. Estará presente en el interrogatorio. Cuando quieras puedes comenzar.

La mujer te da la mano, y sonríe de manera forzada, pues no parece muy a gusto con trabajar contigo.

..- Espero que tengan algo más que una salsa para haber detenido a mi cliente. No es que dude del trabajo de sus científicos forenses, pero me parece un poco apresurado decir que alguien es culpable solo por estar todo el día trabajando con un determinado producto-..

El capitán corto aquella retahíla antes de que siguiera.

Bien, es en la sala tres, por favor no hagamos esperar al cliente. 

La sala de interrogatorios había llegado a ser como una segunda casa para ti. El hombretón estaba sentado, con las manos engrilletadas a una argolla sobre la mesa.

Dudabas que, de ponerse muy bruto, no fuera capaz de romperá la mesa, pero casi nadie era tan insensato como para intentarlo.

Entraste, y detrás de ti la abogada, que se presento rápidamente en chino.

..- Hola, soy Cho, su abogada, espero que le estén tratando bien, cualquier irregularidad no dude en decírmela-..

La invitas a tomar asiento, y ella se sienta a un lado de la mesa, tú tienes una silla justo a su lado. 

El viaje de regreso a comisaría fue en absoluto silencio, mientras Richard intentaba adivinar cuál sería el siguiente movimiento de Hei Wu Long. los Brutal Pandas no solían querer relacionarse con la comunidad vampírica, y su gesto podría tener dos distintas salidas: o bien que pensara que era una manera de tender la mano a los chinos, y la tensión entre ambas sociedades se relajara, o bien le declaraba la guerra de forma abierta y no salía vivo de la próxima reunión. Ninguna de las dos cosas le gustaba, porque eso significaba llamar la atención, y con el paso de los años, había aprendido que cuanto menos destacara, mejor. La época de lujos y grandes celebraciones había pasado.

Estos pensamientos le acompañaron hasta que se sentó frente a acusado y abogada, y contuvo una risa al pensar que si ese chino intentaba ocular información hablando en su lengua natal, obtendría más datos que si simplemente se callaba. La cadena que portaba ya había sido llevada al laboratorio, y se le habían tomado las huellas. Si era el responsable de la muerte del mensajero, sería cuestión de tiempo.

- Bien, mientras esperamos los resultados de las pruebas, le voy a hacer a su cliente una serie de preguntas sencillas - dijo, extendiendo la foto de la víctima ante él - Este joven hizo una entrega en el establecimiento donde usted trabaja. La empresa ha confirmado que llegó hasta allí, así que por favor, no me diga que no lo ha visto. ¿Tuvo algún problema con el contenido del paquete?

El hombre miro para ti con cara de bobalicón. Muy lograda, seguramente la usara a menudo.
Luego miro a la abogada, y esta le dijo en chino.

..- El Detective quiere saber si has visto a este tipo-..

El hombre empezó a menear la cabeza, pero contesto en chino igualmente.

-.- Si, lo he visto. Trajo un paquete. Salsa especial de Hanai-.-

La mujer asiente, y se gira para decirte.

..-Reconoce que conoce al repartido, es un hombre que habitualmente trae paquetes de una salsa especial de una pequeña isla de china que usan en su restaurante-..

Estaba claro tras la respuesta del tipo, que entendía el ingles perfectamente, puesto que ella había omitido en su pregunta en chino todos los datos sobre que habían confirmado que el hombre había entregado el paquete, y ambos, habían hecho oídos sordos sobre el contenido del paquete, porque la pregunta era si habían tenido problema con él, y no cual era el contenido.

Richard tuvo que poner su mejor cara de póker para que la mujer no se temiera sus sospechas: ella sabía más de lo que decía, porque el grandullón no había dicho nada de que era repartidor habitual. Tendría que confirmar sus sospechas.

- Vale, entonces hemos cambiado la declaración, ahora sí lo ha visto, antes no... me alegro que la comisaría ayude a refrescar la memoria - dijo, con tono cínico - Quiero que me digas qué ha pasado con el chico, si confiesas ahora, será mejor que cuando traiga las pruebas de que esa cadena tuya fue la que estranguló al mensajero.

..-Eso es completamente improcedente Detective, mi cliente no puede ser acusado sin una prueba en firme, que conozca a la víctima no lo convierte en un asesino.

Puede que sus tácticas de intimidación fueran lo que causara que él se equivocara anteriormente al mencionar que no lo había visto, o puede que se le tradujera mal su declaración.

Si tiene más preguntas hágalas, pero le advierto que no se tolerara por mi parte que se intimide a mi cliente-..

Ella obvio traducir al hombre lo que estaba diciendo, y él se cruzo de brazos en una actitud de tranquilidad, suponiendo erróneamente que con aquel rapapolvo ella tenía la sartén por el mango.

Evidentemente tu función en aquel interrogatorio era poner a prueba lo que decía aquel hombre, hasta buscar una confesión.

Y sin duda, los Brutal Pandas ya la habían informado de todo antes de que ella fuera hasta la comisaria, entre otras cosa, porque había llegado terriblemente rápido, y los abogados como ella, costaban más dinero del que podía tener un chino que trabajara en una restaurante como aquel.