- Ya habéis oído al señor Waldemar, el tiempo corre.-
dijo el tileano tuerto con mala cara. Las palabras de su camarada - enorme mentira aquella de la carta, pero muy efectiva, sí señor- parecían haber hecho mella en la moral de aquellos patibularios guardaespaldas. Vicci apostaría un par de coronas a que dejarían con el culo al aire al salchichero.
Motivo: Carisma 1/2 +20
Tirada: 1d100
Dificultad: 36-
Resultado: 55 (Fracaso)
pues yo fallo, pero bueno, espero que con la tirada de Larkin sirva.
Si bien los mercenarios no creyeron que su jefe, su patrón, estaba implicado en tales asuntos, la sola mención de que ese tema había llegado a dañinas instancias superiores, la Inquisición, optaron por relajar su actitud. El imperial medio no tenía miedo de la Inquisición, pues era una organización de limitado (en apariencia) poder capaz de quemar herejes y adoradores del Caos. Una autoridad legal más en un mundo donde cada noble aplicaba las leyes como juzgaba oportuno.
Eso es, sois buenos súbditos de su Alteza Imperial.
¡No creáis ni una palabra, malnacidos! ¿Que ha escrito una carta? ¡Ni siquiera sabe leer!
Sí que sé -se defendió el cazabrujas, con una respuesta algo infantil.
Yo digo qué es verdad y qué mentira en este pueblo. ¿Un conspirador del Caos? ¿Yo? veo la mano de Moser en este asunto. Oh, sí. Un envidioso que no soporta que mis salchichas sean mejores que las suyas.
¿Qué hacéis? -les espetó a sus mercenarios cuando empezaron a subir las escaleras, con cautela, para alejarse de allí.
Cambio la dirección de mi espada, de los mercenarios, a Heinz.
- Hacen lo que es mejor para ellos, sobretodo cuando se enteren que han estado comiendo carne humana- les doy un último empujón para que se horrorizen con la sola sospecha- Todo ha acabado maldito hijo del demonio. Tu Carrera de adoración al caos acaba aquí.
- Inteligente decisión la vuestra. Quedáis eximidos de toda responsabilidad, no sabíais a qué se dedicaba vuestro patrón y os engañó. Marchad en paz.-
dijo el tileano al ver que los mercenarios guardaespaldas reculaban. El truco había funcionado, la carta, las amenazas... habían surtido efecto y ahora Schiller estaba solo ante el peligro. Cuatro tipos y un peligroso halfling armados frente al salchichero, podía darse por jodido.
- ¿Haces los honores?-
le dijo a su camarada Waldemar. Tenían que resarcirse tras su patética intervención en el asuntillo del pozo y los mutantes. Se suponía que ellos eran los profesionales de la batalla y la masacre y Vicci no estaba dispuesto a volver a quedar como un patán ante el músico y el cocinero.
Con todos sus sentidos alerta, Carlo se dispuso a secundar a su camarada, tanto si intentaba reducirlo para llevarlo ante la ley como si directamente intentaba rajarlo allí mismo.
Creo que lo mejor sería darle matarile aquí mismo, si lo llevamos fuera atado y amordazado la gente se puede volver en nuestra contra y se nos liaría una buena.
Luego no tendríamos mas que pirarnos con viento freshco.
¡Prendedlo!
Carlo: ¿Con qué derecho ejecutas a alguien?
¡Volved, aquí! ¡Cobardes! ¡Os pagaré el doble! ¡El triple!
No le hicieron caso, la presencia del sobrio cazador de brujas les convenció de que aquel negocio era un barco hundiéndose.
Motivo: Negociar
Tirada: 1d100
Dificultad: 39-
Resultado: 62 (Fracaso)
Esperé a que los otros salieran del lugar y luego enseñándole los dientes al Salchichero mayor con un gruñido. GGGggggrrrrrrrrr. Me lancé sobre él en un intento por apresarlo. !A él! Antes de que el traidor hubiera podido pestañear me tenía encima suya intentando inmovilizar sus brazos mientras pedía a mis compañeros una cuerda con lo que atar a este cerdo. !Una cuerda caballeros, y una mordaza para este gorrin engrasado! Una mano para asegurar la faena no me vendría mal. Sugerí mientras me debatía con aquel hombre. ¡Responderás por tus actos ante la justicia!
Motivo: Presa HA 44 + 10 Carga
Tirada: 1d100
Dificultad: 54-
Resultado: 18 (Exito)
Bueno pues según el reglamento para hacer la Presa es una tirada enfrentada. Hago un Ataque sin armas al que puedo añadir el bono de Carga (+10) y si lo consigo el salchichero tiene que hacer una tirada de AG. Si falla le hago la presa, si acierta, pues nada. Facil y sencillo... (En teoria, a ver los dados)
!Uhhh que bonito 18! Esto si que es raro.
Cuando el mercenario se le echó encima tuvo que forcejear con el salchichero.
¡Suéltame! ¡Sabandija!
El hombre de negocios se revolvió con inusitada destreza, sacando fuerzas de la desesperación y logró zafarse de Ulrich tras darle un codazo en el estómago que hizo que el mercenario perdiera el aliento.
Motivo: Agilidad
Tirada: 1d100
Dificultad: 38-
Resultado: 28 (Exito)
Ulrich y Todos: Los dos cuentan como derribados.
Los dos caímos rodando al suelo. Mientras el gritaba, yo gritaba. !Haaaa! !Suelta sarnosa hija de perra! !Esta zorra me está mordiendo! !Quitármela de encima por sigmar! !WAAAA! Una vez un perro me mordió en la entrepierna y no soltaba. Aquello, era mil veces peor...
¿Bueno que? ¿Una manita? Digo yo que si 4 tios se le echan encima, no habrá tirada que valga para salvarse ahora que está en el suelo. ¿No?
Dejo caer la espada al suelo y salto encima del malvado que ha rodado hacia un lado, cayendole encima con presteza.
- Dejad de pelear señór, esto es harto incómodo para todos- intento calmarlo sin mucho éxito, pero mientras mis brazos le hacen presa por debajo de las axilas y entrelazando las manos por detrás de la cabeza.
Motivo: Agarre HA+10
Tirada: 1d100
Dificultad: 50-
Resultado: 10 (Exito)
Deja a los profesionales anda xD
El músico se abalanzó sobre el salchichero cuando éste aún estaba en el suelo. Agarrándole los brazos, inmovilizándole. Pronto Ulrich le agarró las piernas mientras Carlo le amenazaba con la espada y Pieter...bueno, Pieter estaba ahí. No era un halfling de acción; pero podría ayudar al grupo, más de lo que ya había ayudado hasta ahora, para llevar a ese cultista ante la justicia.
Motivo: Agilidad
Tirada: 1d100
Dificultad: 28-
Resultado: 38 (Fracaso)
Todos: Impongo un -10 a Heinz por ser dos. Lo habéis atrapado.
Erick: Eres mejor guerrero que estos dos mercenarios de pacotilla.
Sabemos lo que has hecho. has preparado tus apestosas salchichas con carne humana. Condenando a todos aquellos que la devoraron, por lo que serás juzgado, como ya he dicho, bajo la acusación de herejía, nigromancia, corrupción de almas, conspiración, traición, fraude y asesinato.
Se acercó al salchichero y le dio un puñetazo en la nariz, no satisfecho con la fuerza del golpe le dio un segundo puñetazo. Con la nariz chorreando sangre quedó sino más contento, menos alterado.
Eso es por tus prácticas nigrománticas, que nos han condenado a todos. No habrá piedad para ti.
¡Lo sabía! -exclamó una voz desde las escaleras, cuando alzaron la vista pudieron ver al anciano Dirck Moser, apoyado en su bastón y ayudado por uno de sus hijos, bajando las escaleras- Sabía que algo habías tramado. Tus sucias tretas mercantiles no podían ser cosa de hombre honrados. ¿Qué has hecho? ¿Qué has hecho para que el señor Harwitt crea que estamos condenados?
Rápidamente tomé una cuerda resistente y até las manos del salchichero a su espalda, dándole bien de vueltas y realizando bien de apretados nudos, que perdiera las manos o no por la falta de riego bien poco me importaba, quería que no se soltara ni con ayuda. El mismo proceso siguió a sus pies, y finalmente, su boca, igual de peligrosa que sus manos, también quedó inutilizada con un trapo grueso que anudé en su nuca tras colocarlo en su boca. Otro trapo le tapó los ojos, pues bien sabía por profesión que al dejarlo sin habla y sin visión, se sometía más fácil al sujeto. Aquel hombre había aparecido justo en el proceso, y la pregunta iba dirigida al bueno de Harwitt, así que evité contestar, pues sabía que un hombre conocido y respetado tendría mucha más credibilidad que un mercenario contratado hacía poco.
Carlo contribuyó un poco amenazando a esa escoria salchichera con su acero, pero entre su camarada Waldemar y el músico se apañaron para reducirlo y amordazarlo.
Luego el cazador de brujas le dio de hostias. Así, sin más. En opinión de Vicci, le tenía ganas desde hacía tiempo. El tileano tampoco se iba a oponer ya que el salchichero era un despótico hijo de los Dioses Oscuros.
- Bien hecho compañeros, esto va por buen camino.-
dijo a los aventureros.
Actos seguido, entró Moser que comenzó a increpar a Schiller. Al igual que Ulrich, Carlo mantuvo la boca cerrada: que contestara el cazador de brujas, que para algo representaba la autoridad.
De todos modos y en vistas de que habría que sacar a fuera al tipo, el tileano no guardó la espada y se mantuvo expectante.
Este hombre conspiró con mutantes para asesinar seres humanos. Engañados por sucias tretas eran conducidos a su muerte. Después de desvalijarles usaba su carne para hacer salchichas que luego ofrecía para comer. Quién sabe cuántos inocentes han caído por su maldad. Será públicamente ajusticiado. Sus tripas serán abiertas con hacha para ser incinerado en la hoguera aún vivo.
Que Sigmar nos bendiga y Morr nos proteja. ¿Todas las salchichas? ¡Nos has condenado a todos! Nos convertiremos en muertos andantes.
Al anciano le flaquearon las rodillas y tuvo que sentarse en las escaleras, temblando.
¿Dónde esta Wilf? Él también es responsable. ¿Y Karl? ¿El pobre Karl sabía lo que estaba pasando? No, eso no puedo creerlo.
Tranquilo bien hombre, tranquilo. Seguro que encontramos una buena solución para todo esto. Sigmar nos protegerá, ya lo verá. Señalo con la espada al hombre atado que tenemos en el sueño y con solemne gesto asiento hacia el cazador de brujas. ¿El resto? No lo sé, pero estoy seguro de que nuestro eficaz Harwitt sabrá hacer bien su oficio y le saca la verdad a este hereje, nombre por nombre.
Por ahora deberíamos evitar que el pueblo se entere, imaginaros el caos. También podrían huir los responsables, así que tendremos que hacer esto con mucha discreción hasta que Harwitt nos diga que debemos hacer. El es el experto en estos temas.
- Claro.- dijo el tileano ante las palabras de su camarada Waldemar - y contar con su inestimable apoyo será imprescindible. Estamos seguros de que sois un buen ciudadano imperial, devoto de Sigmar y honesto.-
concluyó Vicci. Al final el tal Moser acabaría secundándoles, estaba seguro. Bien fuera por convicción o por miedo, aquel tipo haría lo correcto. Y su presencia sería importante, ya que era alguien conocido en el lugar y no unos extranjeros que junto al tarado cazador de brujas les daba por iniciar una cruzada en un lugar perdido del Imperio.
Carlo se giró y miró a Harwitt, esperando que interviniera para decidir qué hacer ahora que tenían al salchichero en su poder.