Partida Rol por web

Saiko te mira con horror.- Ci-Cicatriz...¿Que cicatriz?...- Hinata va hacía el espejo, y con dificultad puede verse de refilon la marca que viste.- ¿Que?...¿Que demonios es esto?...- El chico parecía asustado, no sabía que significaba aquello, porque tenía eso hay.- Hidek...Hideki-San...¿Que?...¿Que me han hecho?.- El terror lo domino, terror que poco a poco, se estaba conviertiendo en ira e impotencia.

Vale, esa era una reacción que no se había esperado. Por alguna razón ahora no paraba de moverse de un lado a otro... preguntándose por qué tenía eso. Si no lo sabía él...

- Ahora será mejor dormir. Podemos preguntar por la mañana. No te... duele, ¿verdad?

Si sentía algún tipo de molestia y era reciente podía considerarse una urgencia médica pero, de lo contrario, sólo era una vieja cicatriz que seguiría allí cuando no estuvieran tan cansados.

-No...No me duele...Tienes razón...Lo mejor será dormir...- Saiko vuelve a la cama con paso lento y lleno de dudas, mirando al techo con una muy notable cara de preocupación,daba vueltas en el corchon sin poder encontrar la posición correcta y cómoda, lleno de incertidumbre.

Hideki se quedó sentado en su pequeña esquina de la cama. Le miraba igual de inexpresivo que siempre pero estaba algo preocupado. Le daba la impresión de que Saiko actuaba raro y cuando se metió en la cama empezó a dar vueltas. Así iba a resultarles imposible dormir a ninguno de los dos.

Terminó quitándose las gafas para dejarlas sobre la mesilla de noche junto a la cama y se metió debajo de las sábanas quedando de lado dando la espalda a su amigo y algo encogido sobre sí mismo. Se tapó con las sábanas hasta el cuello y cerró los ojos intentando concentrarse para dormir... y dejar de sentir la ausencia de las drogas.

-Oye Hideki...-Tras unos minutos de silencio, tu compañero te hablo en susurros desde su posición en la cama.- ¿Que harás cuando todo esto acabe?...Cuando nuestras vidas vuelvan a ser las mismas dentro de un tiempo digo...Hemos tenido experiencias cercanas a la muerte, ¿no te ha hecho pensar que a lo mejor somos afortunados de seguir viviendo?,¿que tenemos una "misión" que llevar acabo?...No se lo que va a pasar ahora, o después pero...Me alegra haberte conocido...Si alguna vez pasa algo...Si me pasara algo y no nos volvemos a ver...Quiero que decirte que...Gracias...Gracias por ser mi amigo...Y...Y...Y yo...-Saiko parecía trabarse en sus palabras, notabas algo de ...¿timidez?...

Con los ojos cerrados, Hideki intentaba controlar su respiración, ralentizarla relajando su cuerpo para tratar de combatir la necesidad que nacía en su interior. No podía volver a ceder. Para cuando esos tipos tuvieran una forma de desengancharle podía ser ya demasiado tarde. Y tampoco confiaba tanto en ellos. Dependía sólo de sí mismo... mientras Saiko le daba la chapa a su espalda... Cuando se sintió con más fuerzas, intentó cortarle para evitar otro momento incómodo como el de aquel día.

- No va a pasarnos nada -susurró- Todo irá bien, al final.

Aunque él no terminaba de creerse lo que decía, quería pensar que podía ser así. Se encogió un poco más en su lado de la cama, sin llegar a formar una bola pero en una posición fetal acentuada.

- No me encuentro demasiado bien.

Al final, ambos encontrasteis por fin la bendición de el sueño, pudiendo por fin descansar de ese agotador día...

A la mañana siguiente, los rayos del Sol entraban con fuerza por la ventana con todo su esplendor, y te levantaste con la sensación de haber tenido un profundo y buen descanso, parece que tu cuerpo estaba bastante agotado y el sueño fue más fuerte que cualquier otra necesidad. Mientras poco a poco te despertaste, viste que Saiko seguía durmiendo, pero te diste cuenta que ambos dormíais abrazado al otro. Tu sobresalto fue tal que casi te caes de la cama, fue entonces cuando Sebastian entro con una sonrisa, y con el mismo carrito de ayer, con comida recién hecha para desayunar, que incluía desde pastelitos de limón y otros dulces hasta tostadas recién calentadas, bacon y huevo ahumado, y todo tipo de variada fruta.

-Buenos días señorito, veo que ha dormido bien.- Dice con una sonrisa al ver que Saiko, con un movimiento de despertarse, poso de nuevo su brazo sobre tu cintura.

Tras el susto inicial al despertar que casi le hizo caerse de la cama, el nuevo acercamiento de Saiko le hizo terminar de saltar al suelo. Normalmente le costaba varios minutos mentalizarse para dejar el calor de la cama pero haberse encontrado así con él le había hecho revivir por un momento aquella sensación de suciedad en todo su cuerpo y el horrible tacto sudoroso de Carter cuando despertó en su habitación… Ignorando deliberadamente la presencia de Sebastian, Hideki pegó la espalda contra la pared junto a la cama y cerró los ojos intentando alejar esos pensamientos de su cabeza. Él no estaba allí. No podía hacerle daño. Estaba siendo juzgado y se pudriría en la cárcel. Estaba a salvo de él… o necesitaba creer que lo estaba.

Terminó tranquilizándose pero le llevó un poco. Sólo entonces se separó de la pared y miró a aquel hombre.

- Necesitamos visitar un hospital.

Sebastian te miro confundido.- ¿Visitar al Hospital?,¿Ocurre algo?...

Saiko con el jaleo, se levanto dando un gran bostezo, estirándose en la cama, y al parecer, pidiendo unos minutos de descanso más. Cuando se despertó por completo, se froto los ojos, y os miro a Sebastian y a ti aún mas en el limbo que en el mundo real, parecía despertarse totalmente cuando vio la buena y abundante comida, la que ataco sin piedad dando un salto ágil con el impulso de los muelles de la cama, pasando por encima de ti.-!Esta delicioso!.- Decía con la boca llena de tostadas.

La falta de comentarios por parte de Sebastian sobre el comportamiento que había mostrado ante él le resultó agradable. No era algo de lo que quisiera hablar. Observó a Saiko arrasar con la comida de forma despreocupada y sólo entonces cayó en que ese debía ser su desayuno. Que se hubiese tratado de algo normal habría sido demasiado pedir.

- No lo sé pero, en cualquier caso, sería un asunto privado.

Se acercó al carrito del desayuno y lo observó con detenimiento. Parecía más un carrito de postres en el que se hubiera colado un desayuno americano pero, a pesar de lo inapropiado que para comenzar el día, cogió uno de los pastelitos de limón sin mirar a ninguno de los dos, avergonzado por haber cedido ante el dulce con esa facilidad. La noche anterior no había comido nada al final... y su estómago le pedía algo.

- ¿Podría tener también un vaso de agua?

-Claro Señorito.- Te tiende un vaso de agua rápidamente, como si estuviera preparado para cualquier petición.

Tras unos minutos de zampar, Saiko se acaba atragantando, y termina por tener que beber de un vaso de zumo de naranja para reponerse.- Lo siento...No se porque me he levantado con tanta hambre...Jeje.- Dice Hinata algo sonrojado, mientras que te mira con curiosidad, entonces cae en la cuenta de porque preguntas por el Hospital.- La petición de Hideki...¿Podríamos ir al Hospital?.

Sebastian os mira de nuevo extrañado.- Supongo que no habría problema, si no es nada  demasiado grave...Solo tendrían que esperar a que El Jefe diera el permiso...Sin embargo,si tienen cualquier tipo de urgencia, pueden decirmelo a mí, soy médico y cientifico como habrán podido deducir.- Dice con una sonrisa fría.

Sí, podía ser todo lo médico o científico que quisiera... pero no podía culparle por no fiarse de él un pelo. Claro que no era decisión suya. Miró de reojo a Saiko, esperando su respuesta. Desde luego él se fiaba más de una radiografía en unas instalaciones públicas...

Saiko se limpió con un pañuelo de la mesilla, y miro a Sebastian.-No es nada, simplemente un golpe que me di ayer en la rodilla, pero ya esta bien, Hideki es muy buen amigo y se preocupa, le dije que quería hacerme una radiografía pero, creo que la comida me ha curado jeje.- Dijo con una sonrisa.

Sebastian se mostró desconcertado, pero acabo por sonreír.- Me alegra que al menos conservéis el humor...Os he dejado ropa de vuestra talla y estilo en el salón, podéis ducharos y cuando esteis preparados, llamadme al móvil, os llevare a donde esta el Jefe...Si me disculpan...-Hizo una reverencia, y se marcho a paso ligero.

Entonces Hinata se sentó en la cama.- Buf...No se si ha sido buena o mala decisión...Pero supongo que me estas pegando tu cautela, eso denota buena amistad.- Dijo con una sonrisa amable.

Hideki suspiró. A él no le parecía que eso denotara anda pero no quería discutir.

- Es una zona delicada... Si te ha ocurrido algo, deberías saberlo al menos.

Era él quien debía querer hacerse una revisión... pero no podía evitar sentirse un poco preocupado.

-...A lo mejor tengo algo de miedo a saber la verdad...- Dice mientras se levanta y mira por la ventana.- Y si...Han sido...Ellos...Pero bueno...Es una tontería...¿No?...¿Como podrían haberme hecho algo?,¿me habría dado cuenta verdad?...-Dice el chico inseguro.- Bueno...De todas maneras, ya se lo comentare a Conan cuando le veamos, creo que no estaría mal una ducha para terminar de despertarnos...¿Quieres ir tu primero o me ducho yo?.- Se notaba que Saiko quería desviar el tema.

No tenía respuestas para algo como eso. De haber sido una intervención reciente, hubiera notado aquel corte y tal vez hubiera tenido que llevar puntos. Habría sido imposible no notarlo alguna vez. Se encogió ligeramente de hombros. No le culpaba por tener miedo. También él lo había tenido.

- Ve primero. Yo llamaré a Conan para decirle que estamos bien. Así cuando salgas puedes decirle lo que quieras mientras me ducho.

Y cuando el chico se fue para el baño, él se puso a llamar.

Saiko se fue al baño obedeciendo tu petición, y mientras llamaste a Conan.

Tras unos segundos, el pequeño Detective te tomo la llamada, su voz parecía bastante cansada.-!Kido-San!, ¿todo bien?, ¿estáis bien Hinata-San y tu?...Aquí se ha liado una buena, tenemos múltiples cadáveres en el muelle cerca de vuestro Hotel, toda la comisaría esta patas arriba entre investigando lo sucedido, donde estáis, y el juicio de Carter y decenas de imputados más...Parece que la manta se esta tirando poco a poco, y estamos encarcelando a una gran mayoría de sicarios de esta organización, pero el juicio del profesor aún sigue...-Oías de fondo multiples voces y sonidos de sirenas.

Hideki le dejó hablar, interrumpiendo únicamente para decir que sí, se encontraban bien. Tras terminar de recibir el reporte que quería hacerles, tomó la palabra.

- ¿Está tu amiga Ran ahí contigo, Edogawa-san? Confías en ella, ¿verdad? Tengo que pedirte que le digas que haga algo pero tú no debes verlo a no ser que sea absolutamente necesario.

Lo había estado meditando... y podía ser una buena forma de acelerar las cosas. Si seguía ahí, claro.

Conan se queda atónito ante tu pregunta.- Confío en ella mi vida.- Dice seguro de sus palabras.- Ella esta aquí conmigo, me ha pillado un poco por sorpresa esto que has dicho Kido-San, pero si prefieres hablar con ella y pedirle cualquier cosa, no hay ningún problema, esta aquí a mi lado.

- En el cajón de la mesilla de noche debería haber una cámara. Pídele que lleve el carrete a revelar y que haga con eso lo que crea conveniente.

Ya estaba dicho. Si las fotos seguían allí, ellos sabrían qué hacer con ellas o si preferían seguir por donde estuvieran yendo.