Noire se quedó pensativo un momento, hasta que finalmente, asintió. - ¿Sabes qué? ¡Tienes razón! - exclamó el policía. - Si capturo a una prófuga de la que nadie excepto yo se ha dado cuenta de que se ha escapado ¡todos me alabaran! - se le notaba muy seguro de sí mismo, por lo que sin dudar, echó a correr. - ¡Alto ahí, escoria criminal!
Eggers, al ver la situación y ver que Noire se iba corriendo sin dudar, se quedó mirando un momento a Barbara, luego miró a la comisaría y sin pronunciar palabra, aún esposado, se marchó corriendo del sitio.
La cara de Barbara lo decía todo ante lo que había visto.
Bien... moriremos todos.
Y sin decir nada más siguió su camino.