Partida Rol por web

Saul se volvió con mirada de indiferencia, ante lo que creía que eran unos oportunistas charlatanes que buscaban alguna cosa, pero sus ojos se abrieron cuando reconoció a los dos hermanos que hacía tiempo que no veía:
- ¡¿¡¿Pero quién tenemos aquí?!?! - Dijo con una ancha sonrisa en el rostro - Pero si son dos granujas a los que creía ya en el fondo del Velashu. - Comentó mientras reía con ganas.

Acto seguido hizo un gesto a lo que parecía un enano calvo con cara de pocos amigos:
- Tranquilo Larur, son gente de confianza. - A lo que el enano reaccionó relajando la expresión y haciendo otro gesto a un humano que estaba en una posición retrasada con respecto a Saul, ..., hecho que también lo relajó.

Una vez la tensión pareció desaparecer del ambiente, Saul volvió a recalar en sus antiguos empleados:
- Y bien muchachos, ..., ¿dónde os habéis metido este último año? ¿Creía que habíais desaparecido de Riddleport? - Comentó con sincera actitud, dibujando una media sonrisa.

Mordred vio al enano y al humano relajarse tras el gesto de Saúl. Era normal que Vancaskerkin tuviera guardaespaldas tras lo acontecido el último año. Cuando el antiguo patrón se acercó complaciente hasta el pícaro, éste le respondió a sus preguntas:

- ¡¡Pues nada tronco!!... Malviviendo escondidos en un agujero de mala muerte... Pero mira tú por donde, en cuanto nos dio por salir a buscar "trabajo" oímos que el local volvía a abrir sus puertas... ¡¡Y aquí nos tienes!! ¡¡Dispuestos a darlo todo y a desplumar a estos marineros borrachuzos!!- exclamó con cierta alegría el tiefling, aunque sin perder de vista a lo que sucedía a su alrededor.

Al parecer el bueno de Saul había pensado en protegerse un poco las espaldas después de lo acontecido, no se lo reprochaba. Escuchó y asintió a la exposición que hizo Mordred sin perder de vista a los gorilas de Vancaskersin, no lo sorprenderían...

Oju, Saul, que buena pinta tienen esos gorilas! ¿Son muy caros? Este negocio debe ponerse en marcha rápidamente porque si no no vamos a poder darles de comer... Necesitarás profesionales del ramo para el garito. Y quién mejor para echar mano al dinero ajeno que este par de truhanes? ¿Cuando empezamos?

La sonrisa confiada de Dredmor solo era negada por su mirada fijamente posada en un punto lejano, en lo físico y en lo psíquico... Estaba barruntando que aquellos matones le tocarían los huevos tarde o temprano...

Saul miró las reticencias de los hermanos para con sus empleados y decidió despejarlas:
- Relajaos muchachos. Sólo son empleados que están para mantener la "paz" en las noches de juego y por temas de seguridad, ..., ya sabéis a qué me refiero. Ahora ya conocen que sois conocidos míos y por tanto relajarán la guardia. No querría que hubiese malos entendidos entre mis actuales empleados. - Dijo con una sonrisa - Inauguramos hoy, y espero que el negocio prospere en consecuencia en breve.

Mientras decía esto, parecía como si su mirada brillase ante la expectativa de volver triunfalmente al negocio, pero rápidamente volvió de sus ensoñaciones y miró de nuevo a los hermanos:
- Mordred, espero que conserves tus "habilidades" sobre el juego, ya sea como crupier o para estar de infiltrado en las mesas de juego como un jugador más y desplumarlos a todos. JAJAJAJAJAJA - Rió con ganas - Y tú Dredmor, me vendrán de nuevo muy bien tus observadores ojos y tus "habilidades" para "convencer" a los alborotadores y "buscaproblemas" a "calmarse". JAJAJAJAJAJA - Volvió a reír con ganas.

Dredmor ensanchó la sonrisa aún más cuando su antiguo patrón volvió a contratarlos. Hacía tanto que anhelaba volver a llenar su bolsa de dinero ajeno... No le sentó muy bien enterarse que debería interactuar con el feo enano pero ya se las apañaría para quitárselo de en medio.

Recuerda, Saul, que si tienes morosos también son mi especialidad... Me encanta convencerlos de que es mejor para ellos acoquinar...- enseñó su cara más horrenda a los presentes.- Y ahora me voy a comer, sabe Nethys la última vez que comí algo decente... Mordred ¿me acompañas?

Devoró la comida que le pusieron por delante sin miramientos, como si no hubiera comido en días... Eructando sonoramente cada dos por tres y bebiendo cual esponja. La postpandria sería de aúpa, no había nada mejor que una buena siesta para estar a tope para la larga noche. Se relamía de pensarlo....

La idea de recuperar su antiguo trabajo de crupier, se la ponía dura. Mordred estaba encantado de colocarse tras la banca del Goblin Dorado y hacer las delicias de Saul, mientras desplumaba a todo marinero borrachuzo que se atreviera a flirtear con Desna. Sus manos eran ágiles y eso le había permitido ganar mucho dinero no hace mucho tiempo. Además, estaba su hermano para que todos sus planes salieran a la perfección. Dredmor siempre tenía un conjuro preparado por si las cosas se ponía bravas.

- Yo me encargaré de la mesa donde se juegue al Gólem. A ver si todavía soy tan buen "mecánico" con la baraja de naipes- afirmó con una sonrisilla en su cara. Habían esperado mucho tiempo para volver a estar en la liza, y Mordred estaba deseando comenzar a trabajar, pero Dredmor tenía la sana intención de llenar el buche... Cosa que su hermano, también compartía.

Los hermanos comieron a gusto una comida, con cara y ojos, como hacía tiempo que no comían. Dredmor fue a realizar la siesta para estar descansado por la noche, pero Mordred se quedó para compincharse con las "camareras" (tiefling por cierto) y otros trabajadores. También inspeccionó las diversas mesas de juego en busca de escondrijos dónde guardar sus barajas y/o otros "utensilios" de utilidad.

Después de la siesta Dredmor se sintió como nuevo. Una buena comida y unas horas de sueño le habían insuflado energía suficiente para darlo todo en la jornada inaugural. Pero antes tenía que aclarar unas cosillas con alguien...

Buscó por todo el local y aledaños al enano guardaculos de Saul. En su deambular vio como su hermano trataba de camelarse a una camarera tiefling en la que vaciar sus pelotas...

Esta juventud...

Aunque también le hubiese gustado un poco de metesaca antes de la función, era de los que esperaba a los minutos de la basura para llevarse a la más necesitada y guarra del local para hacerle su show privado... A las feas nadie las echa de menos...

Cuando encontró al tal Larul puso su mejor cara de tiefling bueno...

Supongo que tú eres el que está encargado de la seguridad del local... ¿O solamente de la de Saul? Sería interesante saberlo para estar pendiente de una u otra cosa...

Por otro lado, he de decirte que, a buen seguro, mis métodos para evitar las broncas y cobrar las deudas difieren un poco con las tuyas... Mi arma es la palabra y este hermoso cuerpo que el Abismo me ha dado... No digo que en determinadas ocasiones el uso de la fuerza no esté justificado, pero prefiero agotar todas las posibilidades... Un cliente sin mano o sin cabeza es un cliente perdido...

Así que, en lo concerniente a la reacción frente a cualquier conato de bronca, deberías dejarme hacer antes de que la cosa se desmadre... No querríamos estropear la noche de inauguración al pobre de Saul... ¿verdad? Ha debido sufrir tanto en esta última temporada....

Mientras tu hermano se dedica a hablar con Larur, el enano, Mordred comienza a "preparar" las mesas y sillas, escondiendo algunas cartas en ellas, orientando algunos espejos del salón de juego y básicamente cualquier triquiñuela útil para el bello deporte de desvalijar al contrincante.

Una vez hubo acabado, se fijó en una de las nuevas camareras del Goblin Dorado:

Una verdadera preciosidad tiefling. Mordred fue raudo a su encuentro. La muchacha lo recibió con una sonrisa, pero sin embargo, no accedió a las sutiles pretensiones de Mordred y se dedicó a poner la excusa de que había mucho trabajo por hacer, ..., pero sin perder la sonrisa.

Dredmor hizo un ritual al que no estaba acostumbrado en los últimos años, buena comida y buena siesta; sentaba bien volver a la actividad. Mientras su hermano Mordred le echaba los trastos a una de las camareras, Dredmor fue a marcar el terreno con Larur.

Pero cuando esperaba el recibimiento del típico hosco enano, se llevó una sorpresa cuando el enano escuchó con interés sus palabras, dejándole terminar y añadiendo con una sonrisa:

- Tranquilo muchacho, sólo soy el que se ocupa de la "seguridad" y de que no falte de nada en el salón de juego, ..., y cuando Saul falta, la mayoría de las veces, me convierto en el encargado. El guardaespaldas de Saul es el hombre, con cara de tan pocos amigos, que has visto antes, ..., se llama Bojask. Siempre está atento, y como me ha hecho una seña extraña, he ido pensando que tenía problemas, ..., pero es un exagerado, ..., resulta que sois amigos de Saul, y que no había necesidad de montar el numerito. JAJAJAJAJA - Dijo la parrafada soltando una sonora carcajada final - ¿Te apetece una cerveza? Yo estoy un poco sediento. JAJAJAJA

El tiefling hechicero se sorprendió gratamente con la jovialidad del enano guardaculos de Saul. Lo que le contó era lo que esperaba, estaba de segundo al mando. Y por el momento la situación era de su agrado...

Venga esa birra!!!!

Y se fue junto al enano a tomar el fuerte brebaje que tanto gustaba a los pequeños barbudos...

Y bien ¿como conociste a Saul?

La camarera se la había puesto más dura que los cuernos que de su cabeza, pero en cierta forma, sabía que la muchacha tenía razón. Era el primer día y tampoco se iban a esconder en un reservado a copular como cerdos, aunque Mordred tenía claro de que esa "jamelga", terminaría probando su "barrita de carne energética".

- Tú te lo pierdes encanto...- le dijo guiñándole un ojo -... Recuérdalo bien. Mordred. Ese es mi nombre. Pronto lo gemirás entre dientes...- añadió señalándola con su dedo. No era la primera que caía rendida a su aspecto más canalla...

Tras esto, se dispuso a colocar todo para que la velada fuera de evidente ganancia para la casa. Cuando llevaba un rato, se dio cuenta de que los objetos que debía usar, no eran de buena calidad. Las barajas eran viejas y tenían demasiado marcas y la iluminación de la estancia no era la adecuada, pues se reflejaba en los espejos y no le permitía ver bien determinados ángulos.

El enano invitó de buen grado al tiefling a una buena jarra de cerveza:
- La verdad es que hace apenas unas semanas que lo conozco. Me propuso este trabajo y acepté. Porque quería probar cómo se me daba otra cosa que no fuesen las forjas de gas de Riddleport. Y poca cosa más puedo contarte; ¡aquí estoy! JAJAJAJAJAJA - [B]Volvió a reír con sonora carcajada.[B] - ¿Qué me puedes contar de ti? - Inquirió al tiefling.

Mientras él preparaba todo, su hermano pasaba un buen rato con el enano y la bebida... ¡¡Además de gilipollas era borrachuzo!!... Pero lo quería igual.

Ése era su problema, no era capaz de despegarse de su hermano, aunque ambos tenían formas muy diferentes de comprender la vida, Mordred quería demasiado al flecha perdida de su hermano. No le dio más importancia y continuó trabajando afanosamente en las mesas de juego. Todo tenía que salir a pedir de boca. 

De vez en cuando, mientras intentaba ordenar las barajas y trucar los dados, echaba una mirada a Larur y le guiñaba el ojo. Quizás tras el éxito inaugural, ambos podrían perderse con una buena botella de licor...

La tonta iba a pillar cacho... ¡¡Y lo sabía!!

El enano era uno más que huía del trabajo duro para buscarse la vida en el mundo de los "negocios".... y la fuerza y el cuerpo propios eran la mercancía....

Mi hermano y yo llegamos hace unos años a Riddleport y encontramos trabajo con Saul.... Desgraciadamente el rabo del muy granuja nos puso en un brete y tuvimos que desaparecer una temporada... Hemos vagado por los bajos fondos haciendo trabajillos de poca monta y ahora....- Dredmor se puso teatral. -Llega de nuevo la oportunidad de volver a ser grandes.... Nadie nos volverá a mojar la oreja, esta vez triunfaremos.... Aunque mi hermano esta noche lo tiene crudo.- comentó al detectar el mohín de Mordred.

¿Quieres ver lo que soy capaz de hacer?- dijo el tiefling enseñando sus blancos y torcidos dientes en una macabra sonrisa.

Los hermanos pasan parte de la tarde terminando de "preparar" sus temas, o de relaciones públicas con personas al cargo de Saul. Pero la tarde avanza, y los preparativos siguen. Aparecen más trabajadores y camareras, la inmensa mayoría humanas. Pero una en especial llama vuestra atención cuando llega y parece entablar conversación con casi todo el mundo, mientras se dirige a la zona del juego de la "Ghoulette":

- ¡Vaya Larur! Parece que Saul ha conseguido más trabajadores. - En clara referencia a vosotros.

- Antiguos empleados de Saul. Gente de confianza Liry. - Contesta Larur.

Mientras la extraña, humana, llamada Liry se empieza a caracterizar de "diablesa":

El pícaro había acabado sus quehaceres. Entonces fue cuando vio entrar a la extraña humana. Rebosaba carisma. Todos hablaban con ella y cedían confidencias. En ese instante supo que debía acercarse y presentarse formalmente:

- Buenas. Mi nombre es Mordred y ya he trabajado anteriormente con Saul.- dijo a modo de introducción ¡¿Con quién tengo el placer de hablar?!- prosiguió el tiefling en claro gesto de manejar la situación. 

Mordred quería conocer a todo el mundo que rodeaba al viejo manco de Saul. No obstante, llevaba tiempo sin trabajar y aunque ya estaba metido en el tema, no deseaba que la noche de la apertura fuera un desatre.

Además, la chica estaba muy bien...

Liry miró de reojo a Mordred, mientras terminaba de ponerse bien los cuernos postizos, pero cuando terminó centró toda su atención en Mordred:
- ¡Vaaayaaaa! - Exclamó - ¿O tu disfraz es muy bueno, o eres realmente un tiefling como mi jefa? JAJAJAJA - Rió con una deliciosa carcajada salida de una ocurrencia que no tenía vistos de ser una mofa. - Soy Liry Parmenter. Camarera. Y por lo que veo, nos vamos a ver muchas veces por aquí. - Dijo sin perder un momento la sonrisa, mientras tendía la mano a modo de saludo a Mordred.

Sin embargo, no hubo instante de presentaciones, ya que una voz conocida, justo detrás, interrumpió:
- Liry, ves a terminar de cambiarte. - Comentó la voz de la anterior camarera, que había rechazado la "invitación" de Mordred de "retozar" un rato antes.

La camarera se había ataviado con unas ligeras y más que insinuantes vestimentas rojas, y a Mordred se le cortó momentáneamente la respiración. Liry retiró la mano y asintió en dirección a la otra camarera y se inclinó disimuladamente en dirección a Mordred, mientras simulaba volverse a poner bien los cuernos postizos:
- ¡Vaya!¡La jefa! Tengo que irme. Nos vemos luego. - Dijo guiñando un ojo a Mordred.

Mientras Liry se iba, la otra camarera se quedó mirando a Mordred con una mirada de difícil catalogación, ..., entre altiva, divertida y picarona, todo a la vez. Pero desvió la mirada para dirigirse hacia la posición de Larur y Dredmor.