Aquel encapucháu dábame mal escayu, pero tenía que reconocer que quiciabes el caballeru consiguiera saca-y daqué de provechu pa nós, dalguna información o, a lo menos, saber porqué reparaba d'esa forma en él.
Nun fixi casu a la espantá del Randa, pos nun yera asuntu mio les sos ides y veníes y, si quería alexase del sitiu onde atopábamos, yera'l so problema, anque tenía que reconocer que tenelu cerca tranquilizábame abondo.
Centréme en terminar lo que taba comiendo que, a pesar de que pensaba que nun tenía fame, taba devorando con gustu y nun digamos la sidra tan bona que, dempués de varios tragos, consiguía calecer el cuerpu y l'alma tamién. Pero, bien sabíamos por esos llares que la sidra hai que saber bebela y tamién mexala asina que, viendo la necesidá cada vez más urxente de solliviar la bixiga, llevantéme con la intención de salir al esterior y, por estrañu que pudiera paecer, nun separeme del mio zurrón.
—Vengo agora.
La charla entre el caballero alcantarino y su misterioso acompañante había comenzado con tranquilidad, pero en el preciso momento en el que Nela se disculpaba y se levantaba de la mesa con intención de salir de aquella taberna, el puño de don Pelayo golpeó con fuerza la mesa en la que se hallaba sentado haciendo que las jarras allí dispuestas repicaran en sobresalto.
...do esta ahora la mia hermana... -se le oyó decir en un tono que llamó la atención de los allí reunidos.
El caballero no tardó en recuperar la compostura y sosegar el tono. Pero sus ojos vidriosos y la vena que su cuello lucía hinchada revelaban una terrible furia contenida.
Nela; esto ocurre cuando te dispones a salir de la "taberna". Así que aún tienes posibilidad de quedarte dentro si prefieres.
El muchacho tragó nudos de saliva del tamaño de puños al ver la reacción del caballero. -Vos entiendo. -atinó a tartamudear. -et sabed que si vos digo tal cosa sin más es por respeto a vos et a vostra condición. Jamás mentiría a un omne de Dios et menos a vuesencia.
Una vez hubo recuperado la compostura comenzó a relatar, aun temeroso por la reacción del alcantarino, lo sucedido en cuanto a amoríos con doña Adriana se refería:
-Vostra hermana et yo vinimos a conosçernos antes de que su vida fuera destinada a la iglesia. Siempre hube de respetarla don Pelayo, et sabed que jamás la mancille. Ni a ella ni a vostra familia. Todo lo contrario. Siempre la respeté et le dije que yo non era omne válido et digno para ella. -los ojos del muchacho mostraban una sinceridad absoluta mientras hablaba. -ergo las cosas del amor et el corazón non entienden de razones o conveniencias, ansí que el nuestro amor et devoción de uno por el otro floreció cual hermosa flor primaveral.
-La situación de la vostra familia non era la mejor en aquellos momentos, et vostra madre pretendía desposar a Adriana con alguno de los válidos que la pretendían a fin de garantizar una mejora de la situación familiar. Empero Adriana se negó en rotundo, e tras confesar su amor por mi, vostra madre la internó a la fuerza en el claustro.
El joven agachó la cabeza como esperando recibir un mandoblazo tras aquellas palabras. Pero como tal golpe no pareció llegar, prosiguió: -Et con tremendo desasosiego creí que mi corazon et alma se rompían al perder a mi amada tras aquellos gruesos muros. Más quiso el destino que encontrara la manera de hacerle llegar correspondencia al interior, e de tal manera nuestro amor siguió floreciendo día tras noche, semana tras mes. Hasta que un día el abad descubrió una de las cartas que evidenciaban nuestro amor e montó en cólera.
-El abad le dijo si acaso pretendía convertir el convento en un asilo de prostitutas. Que era indigno que la iglesia de Cristo albergara en su seno el libertinaje y la vergüenza. La acusó de haberse abandonado a la lujuria de un seductor y haber mancillado los hábitos sagrados con su impureza. Et tras aquellas duras palabras, fue castigada duramente et recluida en una celda.
Mientras relataba se llevaba de tanto en tanto las manos a la cabeza y se lamentaba por lo sucedido.
-E cuando supe de tal situación non hube otra alternativa que preparar su huída. -entonces te agarró las manos. -Piadoso cavallero, habedes de entenderme, vos lo suplico. Jamás quise mal para vostrar hermana. Yo la amo, et verla allí era como contemplar al más hermoso pájaro enjaulado e con sus alas arrancadas...
-¡Habemos de encontrarla!.
Probablemente, dada la situación, unos cuantos de los allí reunidos en la taberna se habrán percatado del desaire. De todas formas tu estás demasiado "centrado" en la charla con Goyo, así que poco asunto pones a quien puede o no estar pendiente a vuestra charla ;).
Contemplando la escena, hube de comprender porqué aquel malnacido no quería que otros estuvieren presentes, pues de otro modo mi sabiduría podría haber dado sosiego a la cuestión, y en tal caso mi señor no habría perdido los estribos de aquella manera. Hube de contemplar entonces a Nela, quien se disculpaba y marchaba al exterior*, en tanto Blanca y yo quedábamos a solas en la mesa. Miré sus rostros, preguntándome si en ellos habría de reflejarse cuanto ahora sabían, pues muy necias habrían de ser para no comprender ya las razones por las que don Pelayo y yo habíamonos unido a aquella compaña. Y tal no podía ser provechoso, pues aquellas desgraciadas sólo habrían de buscar pecunias, y desde luego no las recibirían de mi arruinado señor, ni tampoco de quien las había contratado, salvo que llevaren a Adriana con él, contra la voluntad mía y de su hermano. Mucho se urdía ya en aquella mesa, y no tuve yo duda de que habríamos de que la cautela llamaba a nuestra puerta. Maldito el genio de los guerreros, que les impide contener su lengua cuando han de hacerlo, y que se aprestan a valerse de la espada ante la menor oportunidad.
Motivo: Empatía
Tirada: 1d100
Dificultad: 24-
Resultado: 20 (Exito)
* A lanzar un hechizo sin ser vista, todos los sabemos xD.
Tiro Empatía para intentar intuir la reacción de Blanca y Nela (ver si están sorprendidas, aunque eso es evidente, y también ver si de repente se muestran más esquivas con nosotros o algo así). Se me olvidó marcar la tirada como oculta, sorry :(.
Me sobresaltó el puñetazo en la mesa, pero paresciome normal dadas las circunstancias et que el otro se las daba de intrigante. Non dile la menor importancia et intenté captar la atención del tabernero levantando el brazo et sin mirar a ningún lado en particular-más vino por aquí- Fué todo lo que dije, pero estaba atenta por si la cosa iba a mayores et tenía que desenvainar la "blanca", sonreime por lo bajo.
Nela se mostró extrañada brevemente. Quizá no sabía a ciencia cierta, pero si intuía, las cuestiones ocultas que la compaña albergaba. Blanca, por otra parte, no mostró sorpresa alguna. Ella debía saber de antemano que la moza que buscaban; Adriana, era hermana de don Pelayo.
En un turno más, dos a lo sumo, espero concluir la conversación de don Pelayo con el extraño embozado. Podéis actuar libremente como hasta ahora, o simplemente esperar que la conversación concluya antes de actuar (de ser así no hace falta que posteéis hasta llegado ese momento).
La sinceridad con la que el joven me hablaba tranquilizome et sosegome algo mi herido temperamento. Parecia profundamente enamorado de la mia hermana et ciertamente preocupado por ella.
-E cuando supe de tal situación non hube otra alternativa que preparar su huída. -entonces te agarró las manos. -Piadoso cavallero, habedes de entenderme, vos lo suplico. Jamás quise mal para vostrar hermana. Yo la amo, et verla allí era como contemplar al más hermoso pájaro enjaulado e con sus alas arrancadas...
Non negaré que vuestros sentimientos son puros mas ni vos ni mi hermana habéis actuado como hombre y mujer sensatos et como correspondería a vuestra edad. Si mi madre había dispuesto el matrimonio de mi hermana con alguien de buena alcurnia así debía haberlo aceptado de buen grado et non dejarse llevar por amoríos de adolescente. Mas eso ya non tiene enmienda et lo primero que hay que hacer es encontrar a la mia hermana et ponerla a salvo que sino esta con vos do demonios se encuentra?.
Que sabéis de su paradero? Non llegó a encontrarse con vos cuando escapó del convento?. Debes saber que el grupo de gente con la que he venido hasta aquí ha sido formado por algún notable de Ovieu que va en busca de Adriana. Mi sirviente me informó de tal partida et yo et mi amigo Don Sixto nos sumamos a ella sin revelar nuestra identidad. Eso quiere decir que alguien esta buscándola por algún motivo que no llego a esclarecer et que si no esta con vos es por que seguramente alguien la retiene contra su voluntad. Por lo que hay mucha mas gente implicada en la desaparición et búsqueda de mi hermana de los que estamos aquí presentes.
Estos hombre et muyeres han mostrado su valentía durante el camino et aunque el hombre que les ha contratado pueda tener algún motivo perverso, non creo que ello lo tengan. Creo que deberiamos explciarles la situación a todos para que nos ayudaran en la búsqueda, pues 10 ojos verán mas que 4
Si el muchacho no pone ninguna objeción a mi invitación al resto del grupo le haré una señal para que se unan a nosotros y explicarles la situacion. Creo que es buen momento para descubrirles esta parte del pastel.
El rostro del hombre se mostró aliviado cuando los ánimos del caballero se hubieron templado.
-Idea alguna non albergo de quien pudiere ser quien ha contratado a tales gentes para buscar a vostrar hermana. Quizá sea alguien interesado en el matrimonio que vostra madre concertó. La dote de vostrar hermana, según se dexía, era enorme. Empero Adriana, en confianza, me dijo que tal fabladuría era incierto, pues la situación de vostra familia en los últimos años había empeorado enormemente.
Se mostró reflexivo un breve instante antes de continuar: -Non llegamos a reunirnos en la puerta del jardín del convento a maitines como habíamos planeado, pues me fue imposible acudir a la cita. Hube de enviar recadero que le llevara la montura de la huída e instrucciones de reunirnos pasados dos días en Riañu, direción Burgos. Más una vez hube llegado a tal cibdad, et en viendo que Adriana jamás llegó al su destino, desandé camino indagando desesperado el su paradero.
Las pesquisas me llevaron... -miró en derredor. -a aqueste pueblo. -dijo sosegando el tono de su voz evitando así oídos indiscretos. -La última vez que fue vista fue por aquestas tierras desamparadas. Poco he averiguado, salvo que aquesta agreste zona, et aquestas gentes que la poblan, son extrañas et traicioneras. Mala espina me da aqueste lugar, et temo que algo terrible pudiera haberle pasado a vostra hermana de haberse perdido en Laviana.
He averiguado que se la vió por última vez en una posada que se halla en dirección a Cabañaquinta que bien frecuentada por peregrinos est. Tal posada la regenta un moro converso, et se dixe que est aqueste persona inquietante et retorcida. -frunció el ceño. -Algo me dice que tal infiel ha de saber algo de todo aquesto...
El muchacho se muestra indiferente en lo que a tus "acompañantes" se refiere. Puedes actuar como prefieras.
Non llegamos a reunirnos en la puerta del jardín del convento a maitines como habíamos planeado, pues me fue imposible acudir a la cita.
Me sorprendió semejante falta de compromiso. Arriesga su vida por su amor, que es la mia hermana, et luego non llega a la cita en el lugar acordado? Non del todo me fio aun de este rufian. Bien puede estar intentandome encantar con su lengua de serpiente como pudo hacer con la pobre mia hermana
Sea Goyo Corrales. Entre todos nos vamos a desfacer este entuerto et poner todo de nuestra parte para encontrar a la mia hermana. Aguardad vuestro relato aquí mientras llamo al resto de mi compaña. Son gente capas et sabia que sabran ayudarnos en nuestra búsqueda
Et girandome sobre mi asiento hago un gesto para llamar la atencion de forma discreta sobre Sixto, et con la mano le hago un gesto para indicarle que se acerque a la mesa junto con Blanca et Nela
Tirada oculta
Motivo: Empatia
Tirada: 1d100
Dificultad: 10-
Resultado: 85 (Fracaso)
Voy a dejar hecha una tirada oculta de Empatia por si procede
Pues eso. les llamo. Iba a poner otro post diciendo que les llamaba con un gesto para que ellos supieran que quiero que se unan a la conversacion, pero he pensado que no se si estaran en la taberna o no, asi que lo dejo en tus manos esa escena
Postea libremente dando por hecho que se unen a tu mesa. Los tres están esperando por ti atentos a tus acciones. Ponlos al día directamente en tu post y continuamos.
Nin siquier llegara hasta la puerta cuando'l golpe sobre la mesa sobrosaltóme. Xiré mirando escontra onde viniera'l soníu y pudi ver al nuesu caballeru bastante alteriáu. Nun me pasaron desapercibíes les palabres que dixo nun tonu más eleváu de lo que debía, faciéndome pensar per primer vez qué demonios facía un caballeru alcantarino buscando una xoven desaparecía.
A pesar de que la mio intención yera salir a solliviar la bixiga, dixime a mi mesma que podría aguantar un pocu más y ver d'esa forma en qué acababa aquella conversación, yá que pol tonu que tomara nun paecía que fora a durar muncho más.
Volví sobre los mios pasos pa sentame de nuevu con Blanca y el vieyu Sixto, mirándolos con una espresión interrogante per si ellos podíen echa-y un pocu más de lluz sobre les palabres de Pelayo, sobretó el vieyu qu'al fin y al cabu viaxa con él.
Despues de una intensa charla con el hombre embozado me giro sobre mi mismo et mirando a Don Sixto, Blanca et Nela les hago un discreto gesto para que vengan hacia la mesa en la que estamos nosotros.
Cuando llegan les digo -Por favor tomad asiento pues debemos hablar largo et tendido sobre el asunto que nos atañe et este omne que aquí se encuentra mucho sabe del mismo. - Miro de soslayo a Don Sixto et continuo -También he de confesaros algo que parte de vosotros non sabíais pues non tenia la confianza aun en vuestras personas mas lo vivido por el camino me ha hecho ver que sos gente de buen corazón et que aun sin saber del todo quien esta detrás de esta misión credo que ninguno de vos tenéis intención de hacer daño o nignun mal a Adriana-
-Et es aquí en do empiezan ha desvelarse nuevos hechos. Habéis de saber, Blanca et Nela, que La dama a la que buscamos, Adriana, no es otra que la mia hermana, et que mi familia fízome llamar cuando se enteraron de que había desaparecido del convento en el que había ingresado. Don Sixto et yo tuvimos conocimiento de que se estaba formando un grupo para salir en su búsqueda et sin mostrar nuestra identidad nos unimos a vos para ver que clase de intenciones tenia dicha búsqueda. Espero que seais comprensivas por ni haberos dicho toda la información desde el principio pero la vida de la mia hermana estaba en juego et nada me alegraría mas que saber que estaréis con nos cuando sigamos con la busqueda de la dama, pues vuestras capacidades serán imprescindibles para dar con ella-
Paro para dar una pausa y un trago a la jarra del casi picado vino de la taberna de Laviana
Aqui es donde entra este joven que veis sentado enfrente mia que responde al nombre de Goyo Corrales. Goyo, estos son Don Sixto de Salamanca, Blanca et Nela. El mismo acaba de confesarme que es el ..........amado.....de la mia hermana. Según me ha dicho, ambos se enamoraron. Mi hermana enterose que mi familia le había concertado un matrimonio con un notable de Ovieu, que por cierto hubiera sido una buena opción para la mia familia, mas ella no consintió pues el amor por este hombre le hizo rechazar el matrimonio concertado. Mi familia temiendo que cometiera una locura la ingreso en el convento, en contra de su volutad. Goyo, siguió en contacto con ella por misivas et organizó su fuga mas el dia de la misma, Goyo.., non pudo acudir a la cita et mando a un emisario para indicarle a mi hermana que se encontrarían en Riañu, mas ella non apareció. Goyo comenzó a buscarla al no llegar et sus pesquisas le han llevado a esta población de Laviana por do fue vista por ultima vez. La última información que tiene sobre ella es que fue vista en una posada que se halla en dirección a Cabañaquinta, frecuentada por peregrinos et regentada por moro converso, et se dixe que est aqueste persona inquietante et retorcida.
Siento haber tardado tanto pero la conversacioón ha sido larga y jugosa.
En encapuchado, ahora destapado, se limitaba a asentir mientras el caballero alcantarino hablaba...
El post de Pelayo ha sido muy preciso, así que podéis postear directamente sin necesidad que yo antes añada nada más (de momento).
Saqué el cuchillo et jugueteé con el mientras escuchaba la historia que contaba el ¿hijo? del de Arango...la situación me resultaba divertida, pero debía andarme con tiento. Clavé el cuchillo en la mesa con un golpe seco. Después desapareció la sonrisa picarona de mi cara et me lancé al ya no encapuchado. Le agarré de la cabeza et le miré fijamente.- ¿Te faltaron pelotas para ir tu mesmo a buscalla?-Antes de que respondiese le solté la cabeza bruscamente, recogí el mio cuchillo et me dirigí a la salida-A por el moro pues.
Cogió por sorpresa a todos la repentina y violenta reacción de Blanca, sobretodo al joven de Corrales, quién, impotente, intentó sin éxito soltar la presa que la agresiva mujer había lanzado a su cuello.
-Pe... pero... -balbuceó mientras recuperaba el aire y su orgullo perdido mientras blanca se encaminaba a la salida.
Blanca, de momento el resto siguen sentados en la mesa, pues Nela, Sixto y Goyo aún no se han pronunciado. A partir de aquí postea sólo para el Director si piensas hacer algo en solitario. Si te limitas a esperar que le resto te siga te actualizo en el momento en que lo hagas.
-Don Pelayo. -susurró el joven una vez se hubo recuperado. -¿Acaso confiades en esa muxer? ¿Non sabedes quien est?.
Estaba claro que Goyo sabía algo de Blanca. Algo que seguramente al caballero alcantarino habría de disgustar...
La violenta reacción no ha pasado desapercibida a nadie. Mientras te encaminas a la salida los parroquianos allí presentes te miran con sorpresa, miedo, y también con cierta indignación.
Tirada oculta
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d100
Dificultad: 30-
Resultado: 90 (Fracaso)
-Don Pelayo. -susurró el joven una vez se hubo recuperado. -¿Acaso confiades en esa muxer? ¿Non sabedes quien est?.
-Poco se salvo lo que he vivido con ella en el camino. ¿Vos la conoce? ¿Quien es pues?
Las palabras del joven Goyo Corrales hicieron hervir mi cabeza. ¿Como podía yo conocer a Blanca si nunca la habia visto antes?. Mas entonces recordé que durante el camino en mas de una ocasión vi como me miraba con curiosidad. No le presté más atención, pero en aquel momento supuse que debía conocerme quizás o conocer a mi familia pues era importante en Oviedo.
Ahora las palabras de Goyo permitiéronme hacer una conexión que nunca me hubiera imaginado. ¿Seria Blanca la "Perra Andrajosa" con la que se amancillo el mio padre antes de su muerte? ¿Seria Blanca la mujer que ha hecho sufrir tanto a la mia madre et que la ha arrojado al borde mismo de la locura?