Partida Rol por web

Mientras Fukiyose se encargaba de ir sirviendo el té que su hermana había dejado sobre la mesa, Kuroko se centró en colocarse mejor e intentar continuar con aquel tema sin ser consciente de que Yukino probablemente se encontraba incómoda:

- ¿Si? Bueno, tampoco me extraña después de lo de Alem... ¡Ah!- Fukiyose, que continuaba sirviendo té con total tranquilidad, había logrado pellizcar a Sakura antes de terminar de hablar, acallándola.

Fukiyose:- ¡Os tengo preparadas un montón de sorpresas!- comentó con muchísima jovialidad.- He estado planeando bastante el día de hoy. Creo que será productivo.

Nami llegó de nuevo sentándose frente a las chicas con la mesa como obstáculo.

Nami:- Lamento la tardanza. Se estará enfriando el té... - cogió su taza entre ambas manos mientras miraba a las chicas.- Cuanto tiempo sin verte, Kuroko-san. ¿Qué tal todo?

Sakura:- Bien... muchos entrenamientos y exámenes, pero todo bien.- Sakura hablaba con respeto, aunque quizás más que de costumbre.

Nami:- Me alegro, ¿y tú qué tal estás, Kazehaya-san? He oído hablar bastante de ti.

Fukiyose:- Nami-onee y yo hablamos bastante. Somos cuatro hermanas  en total y es con la que más hablo.

ania...

No había tenido mucho problema en completar la frase por sí misma y aunque no vio el pellizco que le dio Fukiyose sí que le dirigió una mirada grave, intuyendo que ella había desviado el tema expresamente. Entrelazó las manos entre sí, intentando calmarse y se esforzó por esbozar una sonrisa, aunque no surgió tan alegre y relajada como de costumbre.

- Bien, la verdad es que me resulta extraño pensar que hace tan poco tiempo que estoy aquí, todo el mundo se ha portado muy bien conmigo y enseguida me he adaptado a las clases así que... -se encogió de hombros -...bien.

Estaba deseando empezar con las actividades planeadas por Fukiyose, fueran éstas las que fueran, para poder dejar de pensar porque en aquel momento estaba empezando a angustiarse y no tenía claro el por qué.

La hermana mayor de Fukiyose asintió mientras daba un sorbo al té. Las demás la imitaron aunque Yui terminó antes para hablar:

- En realidad, esto es una reunión porque tengo algo que deciros.- comentó. Sakura alzó una ceja, extrañada, mientas miraba a Fukiyose de reojo sin saber a qué venía aquello.- A la familia.- La segunda ceja de Sakura se alzó también. Nami colocó con delicadeza la taza. Fukiyose continuó, con más tranquilidad de la esperada- Estoy saliendo con alguien.- el té le salió por la nariz a Sakura que claramente no se esperaba aquella conversación.

Nami:- Eso es fabuloso, Yui.

- Es ella.- y señaló a Yukino aún mirando a Nami lo que provocó que Sakura terminara por atragantarse del todo.

Estaba bebiendo su té cuando Fukiyose dijo que tenía que anunciar algo y por dónde iban los tiros supuso que sería el hecho de estar saliendo con Sakura. Al parecer, esta se temía lo mismo aunque resultaba difícil decir si lo deseaba o no. Yukino supuso que su presencia ahí era para aliviar la tensión que pudiera surgir hacia ambas al hacer tal declaración pero se equivocaba.

Sakura no fue la única que se atragantó con su té pues Yukino empezó a toser, tapándose la boca, sonrojada del todo y con los ojos abiertos como platos, lagrimeando por la tos. ¡¿Pero se podía saber qué hacía?! Tenía ganas de zarandear a Fukiyose pero por supuesto que no le iba a llevar la contraria, eran amigas y debía haber un motivo oculto tras todo aquello. quizás probar la reacción de Nami antes de confesar que su pareja era Sakura.

- Ah...esto...sí... - dijo sin mucha convicción, con la voz algo afónica a causa del atragantamiento. Entonces, para confundir la expresión de su duda, se inclinó hasta casi tocar el suelo con la nariz, con las palmas de las manos apoyadas sobre el tatami -. Por favor, cuida de mí.

Tenía la sensación de que Fukiyose iba a explotar en carcajadas de un momento a otro.

Sakura se limpiaba, Nami tenía la boca entreabierta y Fukiyose miró a donde estaba Yukino en esos momentos:

- ¿Are? - estaba seria y no parecía a punto de reír. No obstante tampoco dejó las cosas tal cual.- Me he confundido de lado. Salgo con ella.- y señaló entonces, mirando de nuevo a Nami, a Sakura, que terminó por mirar al suelo, totalmente avergonzada.

El rostro de Yukino estaba tan colorado que se podía freír un huevo, a punto de humear por la vergüenza cuando Fukiyose dijo que se había equivocado. Tardó un momento en recolocarse en su sitio, totalmente acalorada con lo que decidió ahogarse en su té antes de que alguien la invitara de nuevo a abrir la boca, deseando que la tierra se la tragara.

Bueno, ¿y qué iba a saber...es decir...cómo narices se había podido equivocar Fukiyose? Ella sólo había intentado ayudarla a salir de aquello y había acabado diciendo una tontería.

La pelirroja no era capaz de mirar a nadie a la cara y menos aún a Nami. La hermana mayor miraba a Yui como algo confundida o al menos eso era lo que parecía. A los pocos segundos se dirigió a Sakura:

Nami:- Ya lo sabía, pero bueno.- sonrió con mucha amabilidad mirando a Sakura-.Bienvenida a la familia Sakura-san.

Sakura no pudo más que mirar sorprendida ante las palabras de Nami. Por un lado estaba muy agradecida por ser bienvenida de esa manera, por otro estaba sorprendida de que ya lo supiera. Fukiyose Yui se empezó a partir de risa sin poder contenerse más, pasando un brazo por cada una de sus amigas, sin poder contenerse:

Yui:- ¡Ya se lo dije! ¿Creías que podría aguantar tanto un secreto? Al menos Nami-onee lo sabía desde antes incluso. ¡JAJAJAJA!

Sakura fulminó con la mirada a su pareja y se lanzó para pegarle:

Sakura:- ¡Yu-chan! ¡Te odio, te odio, te odio, te odio! ¡Yukino-san! ¡Ayúdame!

Fukiyose continuó riendo divertidísima.

Yukino seguía en plan radiador, emitiendo vapor, cuando todo pareció arreglarse de un modo feliz. Se hubiera sentido alegre por ellas si no fuera por las carcajadas a mandíbula batiente de Fukiyose, que parecía la mar de risueña ante la forma en que se había resuelto la situación.

Se llevó las manos a las mejillas, ardientes, y le dirigió una mirada acusadora a Fukiyose.

- Ne, ne, Fukiyose-sempai, eres malvada, ¡yo que pensaba que querías que te cubriera de algún modo y mira lo que me has hecho decir! Voy a recordar este momento para el resto de mi vida, qué horror - se lamentó lastimosamente, aunque con toda probabilidad su queja había caído en saco roto pues Sakura había empezado a pegar a Fukiyose, que seguía riendo, si cabía, todavía más divertida que antes.

Una vez terminaron de pelearse y de reír a carcajadas, ya más tranquilas, Fukiyose propuso jugar a algún juego de mesa ya que estaban cuatro y podría ser divertido. Decidió ponerse de pareja con su hermana Nami, de manera que Sakura y Yukino quedaron juntas. El juego era sencillo: una cogía una tarjeta y tenía que dibujar lo que aparecía ahí mientras que la otra tenía que adivinarlo.

Sakura:- Yukino-san... se me da muy mal dibujar. Estas dos son unas tramposas.- refunfuñó. Estaba claro que no le gustaba perder.

Aún así cogió la tarjeta y un lápiz. Antes de poder siquiera pensar cómo hacerlo Yui le dio la vuelta al reloj:

Fue un inmenso alivio dejar aquel momento violento de lado para empezar a jugar por parejas a una especie de juego de adivinanzas. Estaba claro que no era demasiado justo puesto que el medio era el dibujo y las Fukiyose eran buenas con aquello mientras que Sakura era un caso aparte que tendría que volver a preescolar para que le enseñaran nuevamente a sujetar el lápiz. 

- Ah...esto...parecen caracoles...no...flores...¿en serio son flores? - le dirigió una mirada incrédula antes de llevarse una mano a la frente, pensativa -. ¿Un jarrón con flores? ¿Un ramo de flores? ¿Un ramo de novias? Etto...Kuroko-sempai dedícate al baloncesto.

Tenía máxima concentración y eso hacía que el dibujo resultara aún más patético. ¡Se lo estaba tomando en serio y conseguía hacer solo eso! Por suerte a Fukiyose parecía gustarle la actitud de Sakura y la animó aunque estuviera en el equipo contrario.

La parte buena es que Yukino logró acertar.

- ¡¡SI!! ¡Un jarrón con flores!- palmada fuerte en la espalda de Yukino.- ¡Buen trabajo, Kazehaya!- la vena de capitana le salió.- Vamos a por otro.- parecía algo más animada tras el acierto de su compañera.

La mandíbula medio descolgada en un gesto de embobada concentración mientras observaba el nuevo trabajo de Sakura, una amalgama de lo que parecían rectángulos y decía parecían porque no lo tenía demasiado claro, dentro de otro gran rectángulo. Intuía una "A" pero podía ser un trazo descuidado del lápiz, con Sakura era difícil decirlo.

- Eh... - se mordisqueó los nudillos en un gesto nervioso mientras se exprimía los sesos intentando encontrar un sentido a aquello -. Es una especie de...¿extraño radiador? No tengo ni idea.

Cabezazo fuerte contra la mesa, Sakura se rindió en aquel dibujo. Fukiyose la animaba con unos pompones salidos de la nada mientras Nami sonreía con amabilidad al tiempo que una gota descendía por su sien debido a aquella mosntruosidad de dibujo.

- Es una estantería... ¡ una estantería!

Decidida a no acabar con aquel desastre, cogió la que sería la última de las tarjetas. Esta vez estaba decidida a hacerlo bien y lograr al menos la derrota menos deprimente.

Le sonrió con una expresión similar a la de Nami mientras le daba unas palmaditas en el hombro.

- Visto así, tienes razón, Kuroko-sempai, se parece un poco a una estantería.

Era la última de las tarjetas de modo que apoyó los antebrazos en la mesa, inclinándose hacia delante para observar el dibujo realizado por Sakura, que parecía estar poniendo todo su empeño en que esta vez fuera más comprensible. Frunció el ceño con atención, no queriendo desanimar a la chica.

- Parece alguien realizando un arte marcial con un boken...¿kendo o aikido?

Facepalm. El tiempo se acabó y Yukino no acertó el dibujo, como al parecer era de esperar. Las hermanas Fukiyose chocaron las manos. ¡Sus dibujos habían sido obras maestras en escaso tiempo!

- Era un samurai. ¿Por qué me odias, Kazehaya...?

Así fue la tónica de la partida y finalmente las hermanas Fukiyose ganaron por paliza. Era demasiado complicado ganar a unas artistas con semejantes dibujos.

Fukiyose:- Bueno, las perdedoras eligen. ¿Qué queréis hacer ahora?

Sakura:- La revancha no, por favor... Yukino no sabe adivinar...

El móvil de Yukino sonó avisándola de un mensaje.

- ¿Un samurai? Ni siquiera se me ocurrió, ¡lo siento!

Lo cierto es que a pesar de las patosidades el juego fue divertido, los dibujos de Sakura hacían más gracia que las precisas ilustraciones de las Fukiyose. Con todo aquello casi se había olvidado de Mashima, aunque seguía revoloteando por su mente de vez en cuando.

- ¿Cómo que no sé adivinar? - exclamó con fingida indignación -. Kuroko-sempai, que desagradecida, yo me he esforzado tanto con tus dibujos... - le sacó la lengua con simpatía antes de mirar a Yui -. Dijiste que habías planificado la tarde al detalle - comentó divertida, apoyando la mejilla sobre su mano -, no nos hagas decidir a nosotras, estamos esperando..., um, un mensaje...

Rebuscó con la mano libre por el compartimento grande de su bolso hasta sacar el móvil y encontrarse el nombre de Tezuka parpadeando en la pantalla. Sintió un breve conflicto emocional al recordar con quién estaba, aguijoneada por cierta preocupación al recordar lo que había dicho o lo que no había dicho Sakura. Aún así, era Tezuka y la emoción predominante era la ilusión.

"Hai :) Di hora y lugar y allí nos veremos." Se quedó dudando con los dedos sobre las teclas unos segundos antes de proseguir "Me he encontrado con Mashima en casa de Fukiyose-sempai, definitivamente me ha dicho que no le caigo bien U^^".

Nami aprovechó para levantarse, comentando que acababan de llegar dos hermanas más e iba a saludarlas.

- Veamos... el plan de hoy era decirle a mi familia lo de Sakura-chan pero..

Sakura:- ¡¡¿¿Y POR QUÉ NO ME LO PREGUNTAS ANTES??!!

- ... creo que no sería buena idea otra vez- continuó como si no hubiera escuchado el grito de Sakura- ¡Ya sé! ¿qué tal si jugamos a "equilibrio"? Es sencillo. Empezamos las tres de pie o a cuatro patas, luego vamos subiendo la dificultad como estar a la pata coja o en una postura complicada... y gana quien no caiga.

El móvil volvió a sonar.

Una parte de sí misma pensaba que su presencia allí era meramente anecdótica, un modo de que Sakura no se sintiera mal y de que su familia no sospechara nada, aunque lo cierto es que tampoco era algo que le preocupara en exceso. Sakura y Fukiyose no se comportaban realmente como una pareja cuando estaban con ella de modo que si se sentía incómoda era más de pensamiento que otra cosa.

Le dio un ligero apretón en el hombro a su capitana en señal de ánimo, dispuesta a pasárselo bien aunque fuera para eliminar posibles tensiones y permitir que las dos chicas pasaran tiempo juntas sin tener que andarse con secreto.

- Qué juego tan raro - comentó con una sonrisa a la par que una gota de sudor caía por su sien -. Pero vale, me parece bien - de repente el móvil volvió a sonar en un mensaje y lo cogió sin pensar en ello, releyendo el mensaje y torciendo un poco el gesto al ver el contenido.

"No, no, no te preocupes, no debí decirte nada >.<, puedo comprender sus sentimientos, sólo lamento que se sienta así. Pásalo bien"

La chica se levantó de un salto, dispuesta a ganar aquello aunque por la cara de competición de Sakura, sería muy probable que perdiera. Al fin y al cabo Kuroko ya había perdido en el juego de perder y no estaba dispuesta a perder de nuevo.

- Bien. Primero a la pata coja. ¡Buena suerte!

Fukiyose no se lo pensó y lo mismo hizo Sakura, ya acostumbrada a esos juegos tan extraños parecidos a los de la película "Karate Kid". Mientras estaban así, aguantando dos minutos antes de cambiar a una posición más complicada, Fukiyose no aguantó más y preguntó:

- ¿Quién te manda tantos mensajes? Leí lo de Otoya-kun. ¿Algo que tu capitana deba saber? ¡No puedes distraerte de los entrenamientos!

Sakura:- Oi, oi... mira quién fue a hablar...

A pesar de que Yukino no acostumbraba a hacer esos juegos raros estaba claro que se encontraba en buena forma y que los entrenamientos con Fukiyose la habían preparado para eso y más. No se hallaba inmersa en el mismo espíritu competitivo que sus dos compañeras pero por lo menos aguantaba, preguntándose a qué iba a derivar todo aquello.

Desde luego no esperaba que acabara en aquella pregunta pero empezaba a conocer a Fukiyose lo suficiente como para no sorprenderse tanto. Eso, por supuesto, no impidió que se sonrojara levemente aunque miró a su capitana sin sonreír pero con las comisuras de los labios levemente alzadas.

- No es Otoya-kun- sus cejas se contrajeron, sintiendo como la sensación de bochorno iba in crescendo pero intentando evitar que se le notara -. En realidad ya lo sabes, ¿verdad? O seguro que te lo imaginas - se llevó una mano al rostro, haciendo una mueca -. No me hagas decirlo, es tan vergonzoso...