Partida Rol por web

Seigaku School

El lado bueno de las cosas.

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09/02/2015, 15:39
Fukiyose Yui

Le divertía. No podía evitar el divertirse ante la forma de ser de Yukino. Tan avergonzada, tan inexperta, tan soñadora y tan sincera. Dejó que hablara sin interrumpirla, pensando pausadamente cada palabra que salía de la boca de Kazehaya.

- Mmm... algo personal, ¿eh? Que demuestre que escucho...- lo siguiente lo dijo con una super sonrisa que nada tenía que ver con lo que iba a decir a continuación.- Creo que no lo lograré en la vida.

Siguieron caminando, viendo todas las tiendas. Aunque Yukino había dicho que no tenía ni idea y de que había sido una mala elección, Fukyose seguía empeñada en que la ayudase.

- Veamos...le gusta mucho comer... pero yo cocino realmente mal... ¿No sabrás cocinar?

Seguían deambulando por la zona, hasta que entonces cayó en la cuenta de algo. Una lucecita se iluminó en la cabeza de la capitana:

- ¡Ya sé! ¡Eres un genio, Kazehaya!

La cogió de la mano y tiró de ella hasta entrar en una tienda de deportes. Allí estuvo buscando una camiseta de baloncesto con el número 9 a la espalda. Decidió cogerse una de un equipo universitario que estaba haciendo una gran competición y se la probó ella misma. Al ver que le quedaba bien decidió comprarla y la pidió para regalo:

- Me queda realmente bien...- parecía muy contenta. ¿Pero el regalo no era para otra persona?- Bien, Kazehaya-san, has hecho un gran trabajo. Te estoy tremendamente agradecida. ¡Y en un tiempo record de solo una hora! Vamos a tomar algo y te dejaré hacerme todas las preguntas que quieras. Al fin y al cabo te lo debo.

Notas de juego

Iréis a una cafetería con helados y batidos de cerca del centro comercial. Pide lo que quieras y pregunta :P
 

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09/02/2015, 15:48
Yukino Kazehaya

- Siento no ser de mayor ayuda - se disculpó con una sonrisa azorada mientras una gota de sudor le caía por la nuca. En realidad Fukiyose resultaba difícil de seguir pues no parecía para nada desesperanzada -. Sí se cocinar pero eso de qué...

No tuvo tiempo de terminar la frase pues en seguida tiró de ella, con una nueva idea que desde luego la desconcertó. ¿Por qué se probaba ropa y por qué la compró? ¿Qué tenía eso que ver con lo que Yukino le había dicho? No protestó pues le prometió que en seguida le respondería a sus dudas, que en ese momento empezaban a amontonarse, así que la siguió hasta una cafetería donde pidió un batido de chocolate.

- No lo entiendo - la asaltó de repente mientras ambas sorbían sus bebidas. Le daba la sensación de que Fukiyose había estado esperando a que ella rompiera el silencio -. ¿Para quién es el regalo? ¿Para ti? Me da la sensación de que me tomas el pelo - acabó por decir algo acalorada.

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09/02/2015, 21:46
Fukiyose Yui

Tras pegarle un buen sorbo a su batido de vainilla y fruncir ligeramente el ceño ante el comentario de Yukino, la capitana del equipo de tenis no dudó en responder:

- La camiseta es para mí pero porque forma parte del regalo. No sé por qué dices que si te tomo el pelo, Kazehaya.- realmente estaba perdida en aquel aspecto. No se daba cuenta de que la chica no seguía el hilo de sus pensamientos si no los compartía.- Me dijiste que a ti te gustaría que fuera algo especial que demostrara que escucho y que me importa. Pues bien, sé que le hará muchísima ilusión que vaya a ver todos sus partidos de baloncesto y la camiseta está con su número y solo la usaré para animarle.- lo cierto es que le parecía una gran idea pero ahora estaba preocupada.- ¿No crees que sea adecuado?

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10/02/2015, 07:30
Yukino Kazehaya

La verdad es que la siguiente pregunta sólo podía ser "¿Para quién es?", pero no la formuló, simplemente asintió, relajando el ceño. En realidad aquella chica era difícil de seguir y comprendía que los demás no la entendieran y la tomaran simplemente por estricta cuando estaba demostrando que tenía su parte alocada. Se preguntó con qué parte de ella daría las clases de tenis.

- Sí, supongo que sí - era difícil saberlo sin conocer a la persona en cuestión. Titubeó un poco antes de decidirse por la siguiente pregunta, usando un tono de voz más suave que con la anterior mientras sorbía su batido de chocolate -. ¿Por qué has querido que te acompañe yo? A parte de porque me prometiste que me responderías a lo de Kunimitsu-sempai, lo cual aún me tienes que explicar.

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10/02/2015, 09:44
Fukiyose Yui

Se relajó también al comprobar que la idea no había sido desacertada finalmente. Pero se sorprendía cada vez más al comprobar que Yukino era una chica repleta de preguntas. Lo bueno era que se trataba de preguntas que ella podía responder con facilidad:

- Todos tenemos nuestros secretos, Kazehaya. Pero siempre hay algún momento en que debemos compartirlos con alguien. Necesitaba la ayuda de una chica y pensé: "¿Por qué no confiar en ella si Tezuka lo ha hecho?".- Se encogió de hombros ante aquella afirmación- Y ya no solo porque él lo ha hecho, sino también porque desprendes confianza. En resumidas cuentas: me caíste bien desde el principio.- Se echó hacia atrás nuevamente.- Y si resulta que me equivoco, con destrozarte a base de entrenamientos morales bastará.

¿Broma o verdad?

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10/02/2015, 10:42
Yukino Kazehaya

Parecía sincera y quizás fue eso lo que hizo que se relajara, a pesar de las extravagancias, a pesar de las incógnitas y de los misterios. ¿Cómo no iba a tener preguntas Yukino? Para empezar, no sabía que era lo que la hacía tan confiable a ojos de los demás.

- Gracias, supongo, aunque no sabía que Kunimitsu-sempai confiara en mí - "Tezuka". Ahí estaba de nuevo, lo que le llevaba a preguntarse una vez más por el tipo de relación que tendrían ellos para ser tan próxima -. Kunimitsu Hayane-san me dijo que Kunimitsu-sempai no solía ser demasiado amistoso - mientras decía aquel trabalenguas removía los restos del batido con la pajita, con la mirada perdida en el fondo de su vaso de tubo -. Pero conmigo se ha portado bien, y vosotros parecéis llevaros bien - aunque había una pregunta tras aquello no la formuló. ¿Qué derecho tenía a preguntarlo? En su lugar, hizo la cuestión que la había llevado hasta allí-: ¿Por qué me recomendó Kunimitsu-sempai? No lo comprendo.

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10/02/2015, 10:51
Fukiyose Yui

De nuevo no pudo más que sonreír divertida ante las palabras de Yukino. ¡Era tremendamente adorable! Con sus preguntas, con sus dudas, con los gestos mientras exponía tantas preguntas y ocultas suposiciones. Bueno, justamente habían ido a tomar algo para hablar sobre aquello, y Fukiyose era una persona que cumplía sus promesas.

- Tezuka siempre ha sido un chico reservado, pero no es ni tonto ni mala persona. Le conozco desde que teníamos dos años. Éramos vecinos y al tener la misma edad pasábamos el tiempo juntos.- empezó. Había que remontarse algo lejos para que toda la historia tuviera sentido.- Pronto nos hicimos los mejores amigos. Fuimos a las mismas escuelas y aún seguimos haciéndolo. Si bien, cuando entramos en secundaria, ambos nos alejamos un poco. Teníamos nuevos amigos y nuevas inquietudes, y quizás estábamos hartos de los rumores de que íbamos a casarnos o algo por el estilo.-  aquella afirmación le pareció sumamente divertida al recordarla.- Pero siempre hubo algo que nos unió y nos enfrentó al mismo tiempo: el tenis.- hizo una leve pausa, queriendo que Yukino no se perdiera entre tanta palabra y que comprendiera bien todo- Tezuka y yo éramos unos portentos en el tenis que entraron desde primer curso, algo casi imposible de conseguir. Pronto nos nombraron titulares y juntos ganamos todos los torneos habidos y por haber. La gente nos apoyaba, querían estar a nuestro lado en todo momento y nosotros nos mostrábamos distantes. A veces es una molestia que te persigan a todos lados.- Quizás por ello la actitud de Fukiyose en público era tan dura. ¿Sería igual con Kunimitsu?- En resumen: éramos los reyes del tenis y muy populares en el instituto. Además, lo que nos hacía más atractivos era nuestra forma de actuar. Cada semana Tezuka tenía la opción de tener cita con alguna chica, pero nunca, jamás, aceptó. Creo que el interés que tenía por ellas era cero y supongo que eso le honra.- se encogió de hombros- Por mi parte era igual. Los chicos más valientes se me acercaban y las chicas querían ser mis amigas... siempre fui más abierta que Tezuka en ese ámbito, pero tampoco acudí a ninguna cita.- Rememorar cosas de hacía dos años le parecía realmente entretenido. Se veía más joven, más inexperta y más temerosa.- Hasta que llegamos a mediados del año pasado. Nuestro capitán se iría a la universidad y había que nombrar a uno nuevo. Las votaciones pronto nos indicaron a él y a mí. El tenis era todo lo que teníamos, ¡nuestra pasión! y por eso ambos queríamos llegar a lo más alto. O al menos eso es lo que demostrábamos por fuera.- sonrió ligeramente ante las imágenes que venían a su cabeza- Sé que él amaba el tenis y que era una de sus razones de ser, y yo también pero mi principal razón para ser capitana no era esa.- apartó la mirada de la nada, centrándose en Yukino.- Lo cierto es que llevaba bastante tiempo, más o menos un año por así decirlo, enamorada. Decidí que quería sobresalir, hacerme notar para que esa persona se fijara en mí y tener, quizás, una mínima posibilidad de estar a su lado. Recuerdo que entrené muy duro durante dos semanas, llevando mi cuerpo al límite para la prueba más difícil a la que me enfrentaría: ganar a Kunimitsu Tezuka en un partido único en el que el ganador se llevaría la gloria.- bebió un poco de batido antes de proseguir- Prácticamente todo el colegio estaba dividido entre los que me apoyaban a mí y los que le apoyaban a él. Quizás fueron los meses más duros para ambos porque ahí terminamos de distanciarnos por completo. Supongo que ambos queríamos ganar. Al final llegó el día del partido y he de decir que me había pasado tanto en el entrenamiento que me encontraba exhausta. A los veinte minutos de partido ya iba perdiendo 4-0. No llegaba a las bolas ajustadas, mis fuerzas flaqueaban, no pensaba con claridad... todo el colegio lo estaba viendo y yo solo les estaba mostrando la peor parte de mí. Obviamente los seguidores de Tezuka estaban como locos. Ahí tenían al nuevo capitán del equipo de tenis del Seigaku.  No obstante...- en su cabeza las imágenes volvían a ser nítidas ante el recuerdo. Sería un momento que nunca olvidaría.- Mi mirada se desvió afuera de las pistas donde una melena roja me llamó la atención. Él debió notarlo. Nos conocíamos demasiado bien como para que yo pudiera ocultarle algo así en un momento de alto clímax y tensión donde nuestros sentimientos salían a flote. Nuestras miradas se unieron y él tomó una determinación que nadie, excepto yo, comprendió. Desde ese momento, los golpes de Tezuka iban fuera. Él, que ajustaba al milímetro dentro, ahora lograba que se le escaparan por nada. El partido cambió radicalmente. Aunque agotada, empecé a ganar y la gente lo achacaba a una nueva técnica mía que hacía que Tezuka no golpeara bien la bola. Pero la verdad es otra, Kazehaya.- no la explicó. Estaba claro que Kunimitsu había decidido perder a propósito aquel partido.-El partido acabó con mi victoria. Y sus últimas palabras fueron: "Estoy cansado de esto. Me retiro". Se fue del club de tenis, firmando su dimisión ante mí, la nueva capitana, al día siguiente. Muchos le odiaron por ello. Todos los que le apoyaban se le pusieron en contra. Decían que les había abandonado solo por haber perdido un partido y que estaba casi condenando al equipo con su mal perder. Aún sigue siendo así. Pero lo cierto es que Tezuka no es un egoísta, ni un caprichoso, si no un buen amigo. Gracias a él tengo el club de tenis y gracias a él logré ser correspondida. Ni siquiera él o yo sabemos qué habría pasado si yo no me hubiera pasado de entrenamiento, pero lo que está claro es que ocurrió lo que ocurrió y yo le estoy tremendamente agradecida.- una última pausa. Lo cierto es que la historia era larga.- Él tiene un gran ojo para el tenis y supongo que vio en tí el talento que a lo mejor ni tú sabías que tenías. Al enterarse de que participarías en las pruebas vino a verme y me pidió como favor que yo misma te hiciera las pruebas, que no me arrepentiría. Y así fue. Te busqué y desde luego él tenía razón. Supongo que se sigue preocupando por el club de tenis a su manera aunque...- una sonrisa pícara apareció en su cara, aunque no dijo nada más. ¿Qué habría pensado?- Es lo mismo. El caso es que te he contado todo lo que sé y desde luego eres la única, aparte de él y yo, que sabe la verdad. ¿Te ha merecido la pena venir a ayudarme? 
 

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10/02/2015, 11:30
Yukino Kazehaya

Escuchó con atención, embebiéndose de sus palabras, haciendo muecas en los momentos más comprometidos de su explicación que fueron colmándola de pena a medida que se acercaba a su culminación. Cuando terminó, tenía claro que Fukiyose le caía bien, aunque hubiera necesitado ver su lado humano y comprender los motivos de su actitud para entender que no era mala persona.

Pero aún así, no era justo, para nada. Kunimitsu se había "sacrificado" por ella, había renunciado a lo que más le gustaba para que Fukiyose obtuviera la relevancia que necesitaba para atraer a la persona que le gustaba. Era tan triste... Se dio cuenta de que estaba apretando las manos sobre la falda, casi indignada. No era por Fukiyose sino porque la bondad de Kunimitsu le había llevado a actuar en detrimento propio y aquello le había llevado a dejar escapar su sueño pero además, aún con su sacrificio, la gente lo repelía porque no era capaz de comprender.

Meneó la cabeza antes de dirigirle una sonrisa a Fukiyose. En realidad se sentía un poco abatida pero no era aquello lo que pensaba demostrar.

- Gracias por contármelo, aunque es triste. Kunimitsu-sempai debe ser una muy buena persona, como imaginé. Lamento que las cosas terminaran así para ambos. Entonces... - titubeó un momento antes de proseguir -...¿ya no sois amigos?

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10/02/2015, 13:10
Fukiyose Yui

Dio otro sorbo a su batido de vainilla, quedándole ya poco, y sus ojos se achicaron al sonreír.

- Te puedo afirmar que seguimos siéndolo. No hablamos apenas, tampoco nos dirigimos mucho la palabra, pero cuando llega el momento de ayudar o necesitar algo, él cuenta primero conmigo y yo cuento con él.- se cruzó de piernas- Pase lo que pase, siempre estaremos ahí el uno para el otro.

En ese momento una piernas acompañadas con una falda corta gris se pararon en el lateral de la mesa.

-¿Are?

Al subir hacia arriba se podía observar unos brazos en jarras, en la muñeca derecha había una muñequera negra con el número nueve, subiendo una camiseta roja de manga corta con una chaqueta de cuero negro encima; a continuación se podía ver la cara de una chica de expresión seria, centrada en Fukiyose. Llevaba una coleta alta y el cabello de un rojo fuego intenso. En conjunto se notaba que era mayor que Yukino.

Chica:- Oi, Yu-chan. No estarás teniendo una especie de cita o algo por el estilo, ¿no?- comentó en tono brusco.

Como primera respuesta, Fukiyose sonrió y levantó las manos mientras negaba con ambas.

Fukiyose:- Ie, ie... solo es mi protegida, Kazehaya Yukino-san.- como no cambiaba el ceño y la expresión seria, la capitana optó por un segundo plan. Sacó la camiseta envuelta y se la mostró. Sorprendiendo ligeramente a la chica que relajó la expresión.- ¡Mira! Es un regalo de cumple. Pensaba dártelo después pero eres una impaciente...

Haciendo grandes esfuerzos por no mostrar la ligera ilusión que tenía, la chica abrió el regalo allí mismo, delante de Yukino y de Fukiyose. Al verlo, la capitana le explicó por qué tenía la talla de Fukiyose:

Fukiyose:- Sé que no lo dices nunca, pero te encantaría que volviera a ir a ver tus partidos. He estado muy centrada en el club de tenis últimamente, pero he decidido que como regalo, iré a verte y apoyarte en todos tus partidos. Porque para tí el baloncesto es como para mí el tenis. Y quiero estar a tu lado.

En un principio, la chica se quedó callada, pero un ligero rubor se centró en sus mejillas. Entonces, al instante, pasó de mirar la camiseta que tenía entre sus manos a hacer una reverencia con las manos juntas ¡a Yukino!

Chica:- Muchas gracias por ayudarla con el regalo, Kazehaya-san. Yu-chan es demasiado torpe como para escoger un regalo tan acertado ella sola.

Fukiyose pegó un golpe en la mesa con la cabeza y se quejó:

- ¡Qué cruel eres Sakura...!

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10/02/2015, 13:37
Yukino Kazehaya

Su mirada había subido lentamente de las bonitas piernas hasta el resplandeciente cabello pero aún siendo pelirroja, no hubiera comprendido quién era si no hubiera visto el número nueve. Gracias a aquello la charla entre ellas cobró sentido para Yukino, a pesar de que se había quedado con cara de haber visto un fantasma, con los ojos ligeramente más abiertos de lo normal y expresión estática.

Llegados a este punto cabía destacar que Yukino no era homófoba pero mientras Fukiyose le había explicado sus encuentros y desencuentros con Kunimitsu en su mente se había formado la imagen de un chico con el pelo largo y rojizo, posiblemente amigo de Kunimitsu, de sonrisa ladeada y algunos piercings agujereándole la oreja. Pero la imagen se acababa de hacer añicos al encontrarse con aquella chica, que para más inri parecía celosa de ella.

Yukino levantó las manos ante sí, negando apresuradamente con la cabeza con la expresión más azorada de su repertorio.

- No, no, no, no, nada de eso, de ninguna manera esto podría ser una cita...

Vale que no se hubiera enamorado nunca pero estaba casi segura de que le gustaban los chicos así que de ningún modo podría haber malentendido la situación. Por suerte Fukiyose decidió darle el regalo en aquel momento y la sombra de la sospecha se desvaneció, terminando de forma sorprendente para Yukino y es que la chica desconocida se lo estaba agradeciendo.

- Si yo no he hecho nada, casi no he podido ayudar... - seguía bamboleando las manos ante si, a la altura del pecho, dando más énfasis a sus negaciones. Su azoramiento no tardó en desaparecer al ver la reacción de Fukiyose. Estaba claro que se llevaban bien así que algo más relajada, sonrió -. Creo que será mejor que yo me marche ya, tengo que comprar toda la equipación de tenis y vosotras tenéis un cumpleaños que celebrar, supongo que querréis pasar un rato juntas - se sonrojó ligeramente antes de ponerse en pie y hacer una leve inclinación -. Ha sido un placer conocerte y gracias por todo, Fukiyose-sempai.

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10/02/2015, 15:14
Kuroko Sakura

Fukiyose y Kuroko Sakura quedaron extrañadas ante la despedida de Yukino. Quizás más Sakura que sentía que había echado de alguna manera a la chica del lugar. Pero Fukiyose pronto sonreiría y la despediría a sabiendas de que su promesa había sido cumplida:

Kuroko:- Etto... no hace fal...

Fukiyose:- Recuerda que el calzado es importante y que el martes empezamos los entrenamientos personales. Prepárate bien porque soy un demonio en la cancha.- ¡y lo decía totalmente sonriendo!

Finalmente se despidieron y Yukino entró de nuevo en el centro comercial donde estaba la tienda de deporte a la que habían ido antes. Estaba subiendo por las escaleras mecánicas cuando escuchó un grito y una alarma. En la escalera de al lado, la que bajaba al piso bajo, las personas se habrían paso o eran empujadas bruscamente. ¿Qué ocurría? "¡Al ladrón!" gritaban. En ese momento pasó al lado, pero en la escalera contraria, un encapuchado a toda pastilla con una mochila negra en su mano. Se trataba de una persona alta con pantalones vaqueros oscuros y una sudadera del mismo color. Por la musculatura se podría afirmar que era un chico. No se le veía absolutamente nada porque iban bien tapado con una capucha, pero entonces se giró mirando a Yukino que pudo distinguir una sonrisa de chulería. Nada más. Solo una sonrisa flotando en la oscuridad.

 

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10/02/2015, 15:23
Yukino Kazehaya

Estaba un tanto distraída pasando lista mental de todas las cosas que tenía que comprar cuando aquel grito repentino la puso alerta. Voces de "¡Al ladrón!" flotaban en el ambiente aunque Yukino no era capaz de discernir nada. De repente se encontró frente al susodicho, que bajaba por la escalera contraria a la suya, sonriendo con bravuconería por haberse hecho con su nuevo botín.

Tuvo la certeza de que aquello tenía que ver con lo que estaba investigando su padre y sin pensarlo se apresuró escaleras a bajo, contracorriente, en persecución del tipo. No era por valentía, en realidad Yukino era bastante cobarde, pero verle ahí, tan pagado de sí mismo, pudo con ella.

- Tiradas (1)
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10/02/2015, 23:07
Voz narradora

Lo intentó que ya era algo, pero ni siquiera se acercó a aquella persona corriendo a toda pastilla. Cuando Yukino llegó a la salida en la calle había muchas personas hablando y mirando hacia el mismo lugar, pero ni rastro de aquel chico.

Notas de juego

Sorry por el minipost XDDD

Veamos, ¿tienes algo pensado importante que hacer o decirle a alguien? No tiene por qué ser hoy. Si no de aquí a dos semanas o tres (dentro de partida)
 

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10/02/2015, 23:28
Yukino Kazehaya

Aunque hubiera sido mejor que no lo atrapara, pues no hubiera sabido qué hacer, lo cierto es que fue un fastidio que el tipo, fuera quien fuera, se saliera con la suya. Aún podía ver su sonrisa socarrona bailando en sus labios mientras se permitía la desfachatez de robar una tienda a plena luz del día en uno de los horarios en los que acudía más gente a comprar. Lo cierto es que era insultante y le daba la sensación de que aquel era precisamente el mensaje.

A pesar de todo tampoco podía permanecer molesta para siempre de modo que fue a comprar la equipación de tenis y aunque cuando llegó a casa todavía no se lo había podido quitar de la cabeza para aquel entonces tenía el peso de cualquier anécdota.

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10/02/2015, 23:35
Voz narradora

La consecución de las tres semanas siguientes fue un no parar. Muchos exámenes, mucho entrenamiento personal con el demonio del tenis - o así la apellidaban algunos a la capitana cuando no estaba presente- y muchas cosas que hacer en casa. Desde el robo en el centro comercial no había habido ningún otro robo, pero el padre de Yukino, aliado con el jefe de policía de aquel caso, había tenido que trabajar mucho en investigación, por lo que Kotaro debía quedarse con alguien.

La amistad con Haruka se hizo más profunda. Al menos ahora hablaban un poco más, aunque normalmente era de libros, pero algo era algo. La capitana la maltrataba en entrenamientos de todo tipo. A veces la hacía salir a correr a las siete de la mañana con ella, otras veces echaban horas y horas en la pista de tenis. ¡Era agotador! Aunque Fukiyose, una vez fuera de la pista, se comportaba con mucha familiaridad y cercanía. Y lo cierto es que era una buena persona. Alguna vez se había encontrado a Yukino con una gran montaña de enormes libros que la tapaban y dejó todo lo que estaba haciendo para ayudarla a llevarlos al aula. También la chica se pudo fijar en que Fukiyose y Sakura se comportaban con formalidad delante de los demás. No pertenecían a la misma clase y cuando se encontraban por los pasillos se saludaban e intentaban ocultar una ligera sonrisa, sobretodo Fukiyose. A Sakura se le daba mejor disimular esa sonrisa, si bien la primera en sonrojarse era ella.

Los fines de semanas se pasaban muy rápido. Entre quedar con Otoya para ensayar, en salir con los demás y estar con Kotaro además de hacer tal cantidad de deberes.

No había vuelto a coincidir con Tezuka Kunimitsu. ¿Había desaparecido del colegio? ¿Le habrían expulsado? ¿O simplemente iban por lugares diferentes? Hasta aquel día. Pasadas tres semanas, a dos del festival deportivo, Yukino buscaba un libro en la biblioteca del colegio y justo en el pasillo en que andaba buscando el título sobre biología, una mano sacó el manual y se lo tendió. Era Tezuka:

Kunimitsu:- Fijo que buscas esto.

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11/02/2015, 00:06
Yukino Kazehaya

Habían pasado tres semanas desde que llegara, tres semanas desde que se instalara en su nueva casa y tres semanas desde que empezaran las clases. Era realmente poco tiempo si se miraba en perspectiva pero de algún modo le parecía que fuera mucho. Se había habituado a todos los cambios que había sufrido su vida, incluidos el cambio educativo, familiar, social y del entorno en general. Y lo cierto era que todos esos cambios la tenían más ocupada que nunca. No tenía mucho tiempo para pensar pues estaba constantemente liada. Entrenos, clases, estudios, entrenos, quehaceres de casa, Kiri-chan, entrenos, ocuparse de Kotaro, ensayar con Otoya, más entrenos...

En realidad se sentía plenamente satisfecha, aunque estuviera tan ocupada que caía rendida en su cama al caer la noche. Estaba estresada a todas horas pero era sumamente revitalizante, se sentía bien, y además Haruka iba en camino de convertirse en una muy buena amiga, quizás porque tenía ese aire de indefensión que le producía un fuerte sentimiento sobreprotector.

Aquel día no estaba menos libre. Tenía que entregar un trabajo sobre los distintos tipos de división celular así que al terminar las clases y aprovechando que aquel día no tenía entreno se había dirigido a la biblioteca en busca del ejemplar que se haría difícil consultar si esperaba más tiempo, pues toda la clase iría a por él. Sin embargo, al llegar al lugar indicado, el susodicho no estaba. ¿Lo habrían cogido ya? Lo cierto es que sería un fastidio pues aquel era el día que le iba mejor para ponerse con el trabajo. Quizás podría pedírselo a quien fuera que lo tuviera y hacer fotocopias...

De repente el susodicho libro apareció en su campo de visión, flotando misteriosamente para ella aunque la realidad era que Tezuka lo había cogido de uno de los estantes superiores, escapando así de su línea de visión.

- ¡Kunimitsu-sempai! - siseó algo sobresaltada. Era una suerte que hubiera recordado en el último momento que se hallaban en una biblioteca pues el susto había estado a punto de hacerle alzar la voz -. Sí, es ese, ¿cómo lo sabes?

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11/02/2015, 00:18
Kunimitsu Tezuka

- Hayane no paró de hablar del trabajo que teníais que hacer anoche durante la cena- le hubiera gustado comentarle que había sido pura intuición, o que era muy listo, pero la verdad es que esa forma de ser no pegaba con Tezuka. Era sincero aunque no acostumbrara a hablar mucho y no le gustaba dárselas de algo que no era.- No es porque sea muy inteligente. La verdad es que los estudios no se me dan muy bien.- admitió. Casualmente aquel día sí que iba con el uniforme bien puesto. Ello quería decir que aún no se había metido en ningún lío.- ¿Qué tal estás? Hacía mucho que no te veía.

Tezuka no se molestaba en hablar bajo. La verdad es que había pocas personas por allí a esas horas.

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11/02/2015, 00:24
Yukino Kazehaya

Cada vez que Tezuka mencionaba a su hermana le daban ganas de golpearse el rostro con la palma de la mano. En este caso no es porque hubiera dicho nada innecesario pero sí era cierto que Hayane pecaba de ser ruidosa. Se creía cien por cien que se hubiera pasado la noche quejándose lastimeramente de un trabajo que, de por sí. no tenía más que copiar la información del libro de la biblioteca y buscar un poco por internet.

- Que los estudios no se te den bien no quiere decir que no seas inteligente - había hecho aquel comentario de forma distraída mientras ojeaba el libro, buscando el apartado que le interesaba, aunque cuando había reparado en sus propias palabras lo cerró de golpe, algo sonrojada, temiéndose haber sido impertinente -. Esto... - por suerte él no pareció darse cuenta o no se lo tomó a malas -. Es verdad, hacía mucho que no nos veíamos, Kunimitsu-sempai, aunque tampoco es raro, creo que para vernos habrías tenido que perseguirme por todo el colegio...ah...esto...no estoy insinuando que... - se llevó una mano a la nuca, profundamente incómoda. Había querido decir que no había parado quieta un momento pero dicho así sonaba a que le estuviera llamando acosador o algo por el estilo. Se quedó callada durante unos segundos antes de decidirse a apartar el tema -. Oi, Kunimitsu-sempai...¿por qué me recomendaste a la capitana Fukiyose-sempai? Me contó lo de...bueno... - se obligó a mirarle a los ojos para ver su reacción, encontrando fuerzas de no sabía dónde -...vuestro enfrentamiento...Sakura-sempai...como... - de algún modo reunió el valor para decirlo -...te dejaste ganar...

Apretó los labios, como si hubiera dicho demasiado, aunque lo cierto es que lo que estaba reteniendo era el comentario compasivo que pugnaba por salir.

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11/02/2015, 00:36
Kunimitsu Tezuka

El halago no lo pasó por alto aunque no hizo comentario ni gesto alguno que demostrara que había escuchado las palabras. A lo que no pudo contenerse fue a lo siguiente. Las palabras surgían de la boca de Yukino con total naturalidad y realmente no parecía consciente de que quizás podrían ser malinterpretadas. No obstante, la sonrisa divertida que apareció en la cara de Tezuka seguida de una leve risa que nunca antes había escuchado, fueron respuesta clave para que la chica estuviera segura de que no se había molestado:

- Bueno, se me conoce por meterme en líos. Perseguirte podría entrar dentro de mi perfil.- obviamente lo había comentado como broma.

Toda relajación se esfumó ante las palabras siguiente de Yukino sobre Fukiyose. No estba molesto ni mucho menos porque conocía demasiado bien a la capitana del equipo de tenis como para saber que si cogía confianza con Yukino no tardaría en contarle los secretos, por muy íntimos que fueran.

- Te recomendé porque eres buena. Yo solo...- se rascó la nuca en un gesto bastante normal en él cuando se ponía ligeramente nervioso. Iba a decir en alto algo que no había dicho muchas veces- Quería ayudarte. Si he sido entrometido... yo... gomené. Quizás sí que tengo un gen similar al de Hayane o pasé demasiado tiempo con Yui. Con respecto a lo otro...- miró a los ojos a Yukino, intentando adivinar cuáles eran sus sentimientos con respecto a aquel tema. ¿Le tacharía de cobarde? ¿De egoísta por haber abandonado y fallado a todos aquellos seguidores? ¿Qué le habría contado Yui en concreto?- Creí que era lo correcto y tiendo a hacer cosas que considero correctas aunque los demás las tachen de... egoísmo o chulería.- intentó defenderse. ¿Pero por qué? Se descubrió notando que le importaba la opinión de aquella chica de segundo. Quizás fuera porque con ella no solo él, sino también Yui, habían podido "empezar" de otra manera. O quizás fuera simplemente algo irracional. ¿Quién sabía?- Lo siento. Te dejaré hacer ese trabajo.- comentó como despedida. Quizás era lo mejor y lo que Yukino preferiría. Probablemente pensaría que era un entrometido o algo por el estilo, cogiendo libros del estante de arriba que no le habían pedido.

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11/02/2015, 00:51
Yukino Kazehaya

Aunque al principio no se lo había parecido al final había resultado que Tezuka había malinterpretado lo que según su punto de vista menos se podía malinterpretar, y además se marchaba como consecuencia, con quién sabía qué sentimientos o pensamientos en mente a raíz de aquel encuentro. Sin pensarlo lo tomó de la manga de su camisa, pellizcando el puño pero sin tocarle la piel.

- No quería decir eso - se apresuró a decir con decisión y las cejas casi juntas con una mirada azorada -. Es que no sé cómo pudiste saber que era o no buena, aunque tampoco creo que sea nada del otro mundo pero no me molestó que lo hicieras, en realidad te estoy muy agradecida por ello porque gracias a eso bueno, entré al club y la capitana me entrena personalmente, así que estoy segura que eso me ayudará a mejorar mucho, además me ha permitido conocer a Fukiyose-sempai y estoy contenta porque he visto un lado lindo de ella que pocos conocen - sonrió con ternura al pensar en Fukiyose, sin darse cuenta de que ya casi la consideraba una amiga -. Gracias. No pretendía juzgarte, creo que me malinterpretaste yo sólo quería decir que fue muy noble por tu parte y - cerró la mano libre en un puño, haciendo un golpe seco hacia abajo en el aire -, por favor no te molestes pero cuando Fukiyose-sempai me lo contó ¡me dio tanta pena y tanta rabia! Me pareció tan injusto que la gente te juzgara por hacer lo que consideraste que debías hacer por una amiga... - se dio cuenta de que aún estaba sujetándolo así que soltó la mano lentamente y la retiró -. Quizás no debería haberte dicho todo esto y así recordarte cosas dolorosas pero de algún modo creo que he estado esperando desde que Fukiyose-sempai me lo explicó para decirte lo que pensaba, aunque no lo he sabido hasta que te he visto.