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Seigaku School

El secreto de Otoya

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21/02/2015, 10:50
Voz narradora

El festival deportivo fue un total éxito. Tanto el club de tenis como el de baloncesto triunfaron y sus máximas estrellas fueron ambas capitanas. Nunca antes un colegio había estado más unido. Aquellas victorias dieron oxígeno al resto de clubes deportivos que también ganaron. Aquel día la preparatoria Hyotei fue totalmente humillada, algo de que el club de periodismo se hizo eco al igual que de la noticia de robos en el colegio, algo que ya gustó menos. Carteras desaparecidas, material escolar... el "famoso" ladrón de la ciudad empezaba a moverse por el ambiente educativo. Varios chicos fueron acusados, entre ellos Tachibana Yamato que tuvo una pelea el mismo día del festival deportivo. No obstante, no había suficientes pruebas como para acusarle de nada; sin embargo, desde entonces, estaba siendo más vigilado por todos los alumnos que le identificaban allá por donde iba. Y él no parecía tan calmado como en otras ocasiones. Ser el punto de mira de algo malo debía de ser muy duro. Se veía obligado a permanecer en público en vez de poder aislarse en la azotea del colegio como siempre hacía para escribir su poesía.

Lo curioso era que desde que había estado más en el punto de mira los robos en el colegio se habían prácticamente esfumado.

Al finalizar la semana del festival deportivo, los Kazehaya habían sido invitados a una cena por los Otoya en el restaurante rival de los Kunimitsu; obviamente los Otoya habían ido porque querían dar lo mejor a sus nuevos amigos y habían escuchado delicias de aquel restaurante. Ryusei, poco acostumbrado a reuniones ajenas a trabajo, se vistió hasta con traje. ¡Si hasta le puso una corbata a Kotaro! Por suerte, cuando llegaron, el señor Otoya llegaba de trabajar y también iba con traje. Se saludaron con amabilidad y pronto les atendieron dándoles una mesa en uno de los mejores lugares del recinto. Había muchísima gente a aquella hora, pero no resultaba agobiante. Nadie conocido al parecer. El compañero de clase de Yukino aún no había llegado. Por lo visto tenía una entrevista a causa de su fama como youtuber y sus canciones. Les había pedido que le disculparan y que fueran comiendo aunque intentaría llegar lo más pronto posible.

señora Otoya:- ¡Esta comida es realmente deliciosa!

Señor Otoya:- ¿Qué tal estáis en la ciudad? Fijo que Tokio era mejor.

Ryusei:- Me encuentro muy bien aquí, la verdad. Tokio puede llegar a ser agobiante. ¿Tú qué opinas, Yukino?

 

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21/02/2015, 12:08
Yukino Kazehaya

Si pensaba que lo de Yamato era un caso aislado y fruto de un malentendido pronto quedó patente que para la mayoría de sus compañeros era algo muy serio. Durante toda la semana un sentimiento de compasión por el chico fue creciendo al ver cómo cada uno de sus movimientos era examinado y comentado por la masa. Yukino no podía saber si Yamato era o no el ladrón pero si se le asociaba con el que ella había visto lo dudaba. Aquella sonrisa no parecía la del chico serio y rozando en lo antipático que ella conocía.

Sin embargo, no hizo nada, permaneció a la espera de que las cosas se fueran de madre cosa que de momento no parecía que fuera a suceder. Por más que sintiera compasión por Yamato seguía sin caerle del todo bien y someterse a su presencia por pena era algo por lo que de momento no iba a pasar.

A parte de eso había tenido muchas cosas más en las que pensar. Lo primero era Tezuka. Estaba casi segura de que le gustaba, pues se había dado cuenta de que le buscaba entre la multitud y que su corazón daba un vuelco cada vez que lo distinguía entre el alumnado. Pero, ¿cuán importante era ese sentimiento? Yukino era inexperta en el amor y no estaba segura de querer un novio. ¿Sería incómodo y raro? Recordaba su abrazo con ilusión pero también con vergüenza y no sabía si quería que se repitiera o no. En ese sentido estaba muy confundida.

Lo segundo era la cena con los Otoya. Lo cierto es que le apetecía despejarse un poco, conocer más cosas de la ciudad y que su padre tuviera un poco de vida social para variar. Por eso había intentado animar a Kotaro para que viera cuán importante era aquello.

Por desgracia el día llegó con la noticia de que Otoya llegaría tarde, si es que llegaba. Aquello lo haría un poco incómodo pero aún así estaba dispuesta a pasarlo lo mejor posible y hacerlo fácil para su padre. Se puso un vestido que hacía un difuminado azul del más oscuro de la falda hasta el casi blanco del escote, como si fuera el mar, y una rebeca encima en otro tono de azul.

Había tomado asiento junto a Kotaro, procurando que comiera como debía mientras ella escuchaba las conversaciones de los adultos sin intervenir aunque su padre la sacó de su mutismo con una pregunta.

- Tokio tiene mucha variedad pero como dice papá es agobiante y necesitas coger el metro para todo. Aquí se vive de forma más relajada y además podemos pasar más tiempo en familia que en Tokio -dijo, dirigiéndole una sonrisa a su padre.

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21/02/2015, 14:40
Otoya Azuki

- Ittoki está deseando irse a Tokio.- comentó al señora Otoya.- Nosotros no paramos de decirle justamente lo que acabas de decir, pero él quiero prosperar en su sueño y dice que lo mejor es irse a Tokyo.

señor Otoya:- Al principio no estaba nada convencido de eso.- empezó a decir el señor Otoya, un hombre de negocios con un par de kilos de más, con mirada crítica y espabilada además de palabras acertadas.- Lo que quieres para tu hijo es siempre que haga cosas aparentemente normales y accesibles.- le explicaba a Ryusei que asentía de vez en cuando mostrando su acuerdo- Pero lo cierto es que el chaval tiene talento. Se lo ha montado muy bien, ¡y hasta gana dinero!

Neliel:- ¡Oni-san se hará super famoso!

Señora Otoya:- ¿Y qué hay de ti, Yukino-san? ¿Qué te gustaría hacer de mayor?

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21/02/2015, 14:48
Yukino Kazehaya

Entendía los reparos de los Otoya pero, como bien decía su padre, Otoya tenía mucho talento y lo sabía explotar de forma adecuada. Yukino no dudaba que acabaría cumpliendo su sueño, de un modo u otro y entendía que para ello decidiera que su futuro estaba en Tokio, cuna de la música en Japón.

Al igual que su padre, Yukino asintió durante toda la conversación con comprensión, pero aquello terminó cuando le preguntaron sobre su futuro.

- Aún no lo tengo decidido - comentó con más tranquilidad de la que sentía -. Hasta tercero no empiezan las entrevistas de orientación así que aunque he pensado en ello aún no he tomado una decisión, de momento prefiero centrarme en seguir sacando buenas notas sin cerrarme puertas. Estoy segura de que cuando llegue el momento sabré qué escoger.

Aquellas eran las típicas palabras que hacían que los demás opinaran de Yukino que era muy madura para su edad. Lo cierto era que, a pesar de que sí que era madura, eran palabras más destinadas a tranquilizarse a sí misma que a otra cosa. Conforme más veces las repitiera, más posibilidades habría de creérselas y de que acabaran siendo ciertas.

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21/02/2015, 15:53
Otoya Azuki

Desde luego la comida estaba realmente deliciosa. Eran platos nuevos con combinaciones nunca antes vistas pero que congeniaban perfectamente. Ryusei observó a su hija con orgullo ante sus palabras mientras Kotaron y Neliel jugaban a ver quién le quitaba más comida al otro del plato.

- Buenas palabras, sin duda. Las buenas notas son ahora lo importante.

El señor Otoya asintió y después llamó al camarero para felicitarle por la exquisita comida que les habían preparado.

Otoya:- Esto es sin duda delicioso. ¿No estáis de acuerdo?- todos asintieron, algo que pareció complacer al camarero- ¿Podríamos felicitar al chef en persona?

Camarero:- Lo cierto es que fue gracias a su llegada que ahora hayamos ganado hasta premios, señor. Y eso que solo trabaja los domingos por la noche. Iré a preguntarle si puede desatender momentáneamente los fuegos.

El camarero se fue mientras el señor Otoya seguía comiendo con ganas.

Otoya:- Habrá que dejarles una buena propina. ¡Por cierto, señor Kazehaya-kun, a esta noche invitamos nosotros!

Ryusei:- No podría... hemos comido mucho...

Pero los señores Otoya negaron a la vez:

Señora Otoya:- De ninguna manera. Por favor, a la próxima os dejaremos invitar.

Algo incómodo, Ryusei miró a su hija, esperando su respuesta.

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21/02/2015, 16:07
Yukino Kazehaya

Le daba casi pena que la comida estuviera tan buena pero lo cierto es que no tenía color con la que servían en el restaurante de los Kunimitsu. Había comido mucho más de lo que acostumbraba por el simple hecho de que todo estaba tan delicioso que le sabía mal dejar de comer.

Finalmente, satisfecha y con aquella vaga felicidad que da el sentirse lleno, esperó a que apareciera el chef con los demás mientras su padre le dirigía una mirada de socorro respecto a lo de invitar. ¿Qué esperaba que hiciera ella? El dinero no era suyo, no había mucho que decir, y le sabía casi mal que la consultara de esa forma. Era cierto que Yukino se había autoimpuesto el rol de cuidadora pero su padre a veces le hacía imposible comportarse como su hija.

- A la próxima pues - sugirió un tanto azorada. Habría sido de mala educación no aceptar el ofrecimiento pero también lo hubiera sido aceptarlo sin rechistar de modo que si pagaban a la próxima estaría bien.

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21/02/2015, 16:14
Kazehaya Ryusei

El señor sonrió. A veces no era capaz de decidir porque era su mujer la que tomaba siempre las decisiones acertadas y él se dejaba llevar; ver a Yukino tan parecida a su madre hacía actuar de forma inconsciente a Ryusei, que solo pudo estar agradecido de que su hija nunca se lo echara en cara.

- ¡A la próxima pues!

El señor Otoya parecía complacido por haberse puesto de acuerdo y ambos brindaron con ilusión. Parecía que sí que harían buenas migas.

En ese momento llegó el camarero:

Camarero:- Nuestro chef ha aceptado salir de la cocina un momento para recibir sus elogios.- tampoco es que hubiera tenido mucha opción. Ser felicitado en público seguro que daba mejor fama aún al restaurante. Aunque a lo mejor al camarero también le haría ilusión ser felicitado. ¿Quién sabía?- Les presento al chef que ha impulsado el restaurante.

Se hizo a un lado y allí apareció un chico joven que ni siquiera llevaba un delantal pero que al ver a Yukino se quedó totalmente parado y seguramente pensó en cagarse en todo:

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21/02/2015, 16:27
Yukino Kazehaya

La alegría de ver a su padre hacer buenas migas se vio totalmente disipada al encontrarse cara a cara con el chef, que no era otro que Tezuka. Tezuka, por lo visto un gran cocinero, ¡trabajando para la competencia! ¡Estaba hundiendo el negocio de sus padres!

No se lo podía creer, no podía pensar eso de ello. Estaba congelada, mirándole y sin saber qué decir. Eso no estaba bien. Abrió la boca para decir lo que fuera, para disimular ante el silencio que se había generado entre ambos diciendo algo sensato. Pero Yukino a veces era una gran cobarde.

- ¡Ah, mi móvil! - se llevó la mano al bolso como si la vibración la hubiera alertado y sacó el móvil a toda prisa y con gestos torpes -. ¿Me disculpáis un momento? Ahora vuelvo - sonrió a los comensales de la mesa, evitó la mirada de Tezuka y salió fuera, con la esperanza de que cuando volviera ya se hubiera vuelto a meter en la cocina.

Una vez fuera, con el móvil en una mano y mirándose los pies apoyada en la pared, no pudo evitar pensar que el motivo por el que se sentía traicionada por una mentira que nada tenía que ver con ella era que quizás Tezuka le gustaba demasiado.

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21/02/2015, 16:38
Kunimitsu Tezuka

Si Yukino se pensaba que con aquella excusa estaría libre de la presencia de Tezuka estaba muy equivocada. Para él había sido una cagada en toda regla que alguien que le reconociera le hubiera encontrado trabajando allí. ¡Y encima Yukino! No quería ni pensar qué podría ocurrir si desde aquel momento la gente se enteraba su secreto. ¡Como se lo contara a Hayane estaba perdido! Pero no era eso lo que más le preocupaba y era irónico. Lo que hizo que ignorara a los comensales después de recibir sus educados elogios y salir lo más deprisa en busca de la chica fue el miedo a que pensara malas cosas sobre él.

Yukino no tuvo mucho tiempo para verse los zapatos cuando el chico salió y se colocó frente a ella. Era consciente del poco tiempo que tenían para hablar pero necesitaba hablar con ella:

- Oi, oi... tenemos que hablar. No es exactamente lo que parece...

En ese momento apareció Otoya Ittoki que se les acercó con una sonrisa en los labios. Obviamente no había visto nada porque acababa de llegar de la entrevista.

Otoya:- ¡Oi, Yukino-san! ¡Gomé! Te he dejado sola un buen rato...- y en ese momento se percató de quién era el otro.- ¡Kunimitsu-sempai! ¡Qué coincidencia! ¿Espías a la competencia?

Tezuka:- Más o menos.- fue lo único que respondió antes de centrarse en Yukino de nuevo.- ¿Me esperarás cuando termines de cenar? Prometo acompañarte a casa luego.

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21/02/2015, 17:08
Yukino Kazehaya

No había esperado que Tezuka saliera tras ella con la intención de darle explicaciones y aunque su excusa había sido bastante obvia tenía que reconocer que Tezuka la hubiera pillado. Aún así no lo demostró. Ella le había pillado a él, con lo que no tenía nada de qué avergonzarse, ¿no? No era para tanto en comparación.

Se sintió culpable inmediatamente por sus pensamientos pero aún así no le sonrió como acostumbraba, le miró fijamente, un tanto ceñuda mientras esperaba a que hablara. Fue entonces cuando llegó Otoya y se obligó a relajar su expresión, sonriéndole con tensión.

- Otoya-kun, no pasa nada aunque yo ya he terminado de cenar. Salí fuera para atender una llamada y me encontré con Kunimitsu-sempai... - se mordió la mejilla por dentro, extremadamente consciente de la mentira que acababa de decirle a su amigo. ¿Por qué? ¿Intentaba defender a Tezuka? Podría rebelar en aquel preciso instante la verdad, no sólo a Otoya, también podría coger el móvil y llamar a Hayane para contárselo. Pero de algún modo quería escuchar su explicación, deseaba que de verdad hubiera una -...Está bien - aquella fue la única respuesta ante la petición del chico de que le esperara. Lo haría y escucharía su versión. Tras aquello, se dirigió hacia el interior -. ¿Cómo fue la entrevista, Otoya-kun?

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21/02/2015, 22:27
Otoya Ittoki

Tenía la sensación de que sobraba allí aún a pesar de que decían haberse encontrado por casualidad. La sonrisa de Ittoki era más bien de "creo que estoy donde no debo y no sé qué hacer para arreglarlo"; pero por suerte Tezuka asintió, algo más calmado por el hecho de que Yukino aceptara quedarse tras la cena para hablar. Se despidió de ambos y Otoya solo volvió a hablar con la chica una vez se quedaron a solas y entraban de nuevo en el restaurante - Tezuka debía de haber ido por la puerta trasera al interior-.

- ¡Genial! Me han hecho varias fotos y la entrevista ha sido muy amena. Las típicas preguntas de siempre, ya sabes, pero con unas magdalenas de lujo.

Saludó a los presentes que se habían callado al verles entrar. Sin duda la reacción de Tezuka había sido extraña. El camarero le había preguntado que a donde iba y él solo había salido sin dar explicaciones. Ryusei miraba a su hija con seriedad claramente pensando que Tezuka había ido a importunarla porque era una chica de lo más estupenda. Tras sentarse al lado de Yukino continuó con la conversación.

- ¿Crees que Kunimitsu-sempai se habrá enfadado por pillarnos cenando en el restaurante rival del de su familia? Lo cierto es que tenía cara seria y no me gustaría que Mei-sama y Hayane-san me odiaran por ello.- era extraño ver a Otoya con cara de preocupación sin su típica sonrisa. Pero la preocupación debía de estar dándole hambre porque seguía comiendo sin parar.

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22/02/2015, 12:01
Yukino Kazehaya

Se había plantado una sonrisa en el rostro al entrar y así seguía cuando tomó asiento junto a Otoya, con la cabeza en otra parte a pesar de que el chico parecía contento. Lo cierto es que estaba conteniéndose para no mirar el reloj. ¿A qué hora terminaría el turno de Tezuka? Quizás debería haberle dado su móvil y que la llamara en lugar de esperarse; se lo había prometido pero no tenía claro que su padre le permitiera que se quedara.

- No se ha enfadado ni les explicará nada - negó con la cabeza, hablando en voz baja para no interrumpir la conversación de los adultos -. Es algo extraño el motivo por el cual estaba aquí y me ha dicho que me lo contaría si le esperaba después de cenar - se mordió el labio, indecisa antes de proseguir -. ¿Puedes cubrirme, Otoya-kun? Te juro que en otras circunstancias no te pediría nada así pero...te lo contaré todo, te lo prometo.

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22/02/2015, 12:13
Otoya Ittoki

Otoya no era una persona muy curiosa si no tenía que ver con él con algunas excepciones, y aquella era una de ellas. ¿Qué quería contarle Kunimitsu a Kazehaya? ¿Y qué tenía que ver con que hubieran cenado en aquel lugar? Sin contar con que la chica parecía muy segura de que no contaría nada. En otras circunstancias habría aceptado el cubrirla solo para enterarse pero era su amiga Yukino y su amistad se había fortalecido mucho con el paso de los meses desde su llegada.

- No hace falta que luego me lo cuentes, te cubriré igualmente.- aceptó el chico.- Nos quedaremos nosotros más rato y cuando venga Kunimitsu-sempai me iré. Tienes mi móvil para lo que necesites y para contarme luego lo que te diga.- le dedicó una medio sonrisa. ¡No podía dejar escapar aquella oportunidad! Si había dicho que se lo contaría... ¡quería saberlo!

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22/02/2015, 12:18
Yukino Kazehaya

Una amplia sonrisa de gratitud se expandió por su rostro ante las palabras de Otoya. Realmente era un buen amigo, se sentía feliz de haberle conocido y de que pudieran contar el uno con el otro. Aunque claro, ahora que había visto el modo de quedarse, se sentía todavía más impaciente. ¿Qué le contaría Tezuka que justificara que estuviera trabajando para la competencia y robando clientes al modo de vida de los Kunimitsu?

- Yay, eres el mejor Otoya-kun, te abrazaría si no fuera porque creo que nuestros padres empezarían a hacer preparativos de boda.

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22/02/2015, 13:52
Otoya Ittoki

La sonrisa del chico se amplió ante el comentario de Yukino. Los padres seguían hablando entre ellos, ajenos a la conversación de ambos chicos. Al parecer los Kazehaya y los Otoya se iban a llevar muy bien desde aquella noche.

- Bueno, guárdatelo para mañana.- ya que era domingo, se refería a que se verían en clase.

Siguieron hablando hasta que se hizo bastante tarde y los dos niños pequeños se caían de sueño. Los Otoya pagaron la cuenta tal y como habían acordado; el señor Kazehaya aceptó que su hija se quedara ya que Otoya prometió que llegaría sana y salva a casa. Ryusei estaba contento de que su hija tuviera amigos con los que salir, aunque no sabía si le hacía mucha gracia que se relacionara tanto con Otoya a pesar de ser un buen chico.

Al final se quedaron solos en la zona de barra donde estaban tomando un refresco. Hablaron de cosas sin importancia. Ittoki era como siempre muy agradable, siempre sonriente y contando cosas con una ilusión contagiosa. Hasta que finalmente, sobre la una de la madrugada, Tezuka apareció allí con las manos en los bolsillos.

- Bueno, yo me voy yendo. Si necesitas cualquier cosa dímelo, Yukino-san.

Esperaron hasta que se marchó y Tezuka salió afuera con Yukino. No sabía muy bien cuando abordar el tema de conversación a pesar de haberse pasado todo el rato que quedaba hasta verse de nuevo con la chica pensando en ello:

Tezuka:- ¿A dónde quieres ir?

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22/02/2015, 14:12
Yukino Kazehaya

Aunque su padre no parecía muy conforme, Yukino siempre había sido la viva imagen de la formalidad y responsabilidad de modo que el hombre no encontró ninguna autoridad moral que le respaldara como para prohibirle quedarse. Seguramente aquel fue el motivo para que accediera a que s quedara con Otoya, brindándole de ese modo horas de amena charla con el pelirrojo y jovial cantante mientras se bebía una fanta de limón y luchaba contra la pesadez de sus párpados, que llevaban un rato amenazando con cerrarse.

Era una suerte que Otoya fuera tan parlanchín y la mantuviera atenta hasta la una, momento en que apareció Tezuka por la puerta. Se despidieron de Otoya, con los nervios de Yukino recién recuperados, ahuyentando su sueño. La sonrisa que había tenido con Otoya se desvaneció para convertirse en un gesto serio aunque no severo, simplemente a la expectativa.

- A casa, es tarde y mañana hay clase.

Era cierto. Quería saber el motivo, fuera cual fuera, pero no quería vagar por la calle con Tezuka, no era apropiado y mucho menos responsable, por más que su estómago insistiera en recordarle con aquel cosquilleo lo mucho que le apetecía estar con el chico.

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22/02/2015, 14:21
Kunimitsu Tezuka

Como era de esperar el chico aceptó de modo que emprendieron el camino hacia casa de la chica. Él no sabía exactamente donde vivía por lo que se dejaba llevar por los pasos de ella.

Durante unos minutos la miró de reojo. Solo se escuchaban los pasos de ambos por la calle ya prácticamente desierta. Quería abordar el tema pero el resultado consecuente a sus palabras podría ser totalmente desastroso. Aún así debía hacerlo antes de dejarla en casa.

- Siendo tres hijos y teniendo un solo negocio el dinero sobrante en casa ha sido siempre prácticamente escaso. Vivimos bien pero no de forma holgada.- comenzó- Mei quiere ir a la universidad y se está esforzando muchísimo para conseguirlo, pero yo soy mayor y posiblemente el dinero destinado a ese tipo de estudios vaya dirigido a mí.- no le gustaba nada hablar de asuntos de dinero, pero no quería que Yukino le odiara sin saber la verdad. Prefería que ella juzgase con todas las cartas sobre la mesa- Si fuera por mí no iría a la universidad, pero sé que mi padre no lo permitirá. Para él el hacer de mí un abogado, el sueño que él siempre tuvo, es una obligación y no un deseo para mí. Siendo consciente de esto y no queriendo que mi hermana se quede sin llegar a ser lo que quiere, me puse a buscar trabajo de manera en que pudiera pagarme al menos los estudios de uno de los dos.- caminaba con la cabeza agachada, mirando al suelo y esquivando por poco postes y farolas.- Lo encontré como repartidor de este restaurante. No había otra cosa así que pensé, ¿qué puede haber de malo en ganar dinero repartiendo esta comida? No ganaba mucho la verdad y haciendo cálculos no iba a alcanzar el dinero mínimo, pero algo era algo. Hasta que un día, esperando a que me dieran la comida, el cocinero se cortó gravemente con un cuchillo. Entre tanta urgencia, no sé cómo pasó, que me puse a hacer yo la comida allí, improvisando. No sabía que se me iba a dar bien cocinar porque mi padre no me lo permite. No es porque sea chico, sino porque no se fía de mí.- Hablándolo sonaba tan extraño... ¿qué estaría pensando Yukino de todo aquello?- Resulta que no solo les salvé el cuello sino que la gente empezó a venir preguntando por esos platos que otros conocidos habían probado el día anterior. Me ofrecieron el suficiente dinero como para poder llegar a pagar esos estudios. No lo tuve que sopesar mucho. En el restaurante familiar no me dejan hacer nada y me gusta eso de preparar platos y que me paguen bastante por ello. Acepté.- Lo cierto es que se sentía culpable a medias.Intentaba siempre sopesar la idea pero aunque estaba estropeando el restaurante familiar a causa de colaborar con los otros, ¡necesitaba el dinero para su hermana y su familia!- Solo tengo pensado estar hasta dentro de un mes. Con ese dinero seré capaz de cubrir los gastos de la primera matrícula al menos. 

No sé qué piensas, Kazehaya... y me descubro pensando que necesito saberlo para poder seguir adelante

- Yo...

Tengo mucho más sentimiento de culpa del que puedas imaginar y desde que hago esto en secreto no sé si hago bien o hago mal.

Suspiró.

- Me gustaría saber qué piensas de ello.

 

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22/02/2015, 14:41
Yukino Kazehaya

Escuchó con paciencia a Tezuka mientras hablaba, mientras explicaba, mientras desgranaba la verdad para ella, poco a poco, diciendo cómo había llegado a una situación inesperada y por qué le movía el amor por su familia y la responsabilidad por su hermana a pesar de lo que pudiera parecer. Durante todo ese rato, Yukino permaneció callada, sin mirarle, abrazándose el cuerpo para mitigar el la sensación de frío que traía consigo aquella madrugada.

Era tarde y las calles estaban vacías, sólo se escuchaban sus pasos y la voz de Tezuka. Casi podía oírlo pensar, aunque no supiera en qué. Sabía que la estaba mirando, deseando que dijera algo y que lo exculpara de todo, algo que él no podía hacer. Pero, ¿podía ella? Comprendía sus motivos pero aún así no estaba muy segura de que aquello fuera del todo bueno.

- Tú...no quieres ser abogado, ¿no?

No había respondido a su pregunta, en su lugar le hizo aquella con un tono de voz grave, mientras seguía reflexionando sobre la opinión que le merecía todo aquello.

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22/02/2015, 14:47
Kunimitsu Tezuka

La chica no quería finalizar la tortura de Tezuka. En vez de responder con su opinión acerca de él, le preguntaba sobre su futuro, sobre sus sueños, sobre sus propias expectativas. La miró unos segundos, sopesando la idea de darle su chaqueta o no por miedo a que fuera rechazado. Ya había sido rechazado antes por muchos compañeros y compañeras tras lo del tenis y las peleas y nunca antes le había importado, ¿por qué era distinto con Yukino? ¿Sería porque iba a ser su posible verdugo en aquel tema? ¿O habría algo más escondido?

- Lo estudios no se me dan bien.- concluyó. Y desde luego ser abogado defensor de gente que podría ser culpable no entraba dentro de sus planes- He... pensado en dedicarme al deporte. Como... entrenador, aunque necesito el dinero igualmente. Normalmente solo aceptan a alumnos con un buen expediente en el deporte o deportes asignados, pero yo no lo tendré, por lo que el dinero es necesario. Sin contar con que antes tendría que gastar mínimo un año en Derecho. Supongo que al ver mis bajas notas se rendirá.

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22/02/2015, 14:55
Yukino Kazehaya

Seguía empeñada en no dar su opinión, sino en tratar de ser objetiva, andando con la mirada puesta al frente y con pasos enérgicos para espantar al fantasma del frío. Por más que no quisiera dar su opinión personal, intentando mantenerse ajena sobre algo que no le afectaba personalmente, era difícil no pensar en ello ni juzgar. Entendía los motivos, sí, Tezuka era una magnífica persona y estaba claro que se preocupaba por los demás pero, ¿había tomado la decisión adecuada?

- ¿Por qué no hablas con tu familia sobre todo esto ahora en lugar de esperar a que tus notas lo hagan por sí solas? - terminó por decir -. Cuéntales la verdad, quizás te dejen trabajar en su restaurante y eso haga que el negocio prospere y entre más dinero. Sería lo mismo pero sin mentiras y todos os veríais beneficiados. También podrías volver a entrar al club de tenis, la capitana estaría encantada y Kototsu-sama incluso lo sugirió...

En lugar de opinar, se dedicó a darle opciones, algo que quizás el chico no se tomara demasiado bien por entrometerse pero intentaba verlo todo desde un modo objetivo.