Partida Rol por web

Siempre nos quedará Paris

3. Ocupación - Justine Girard

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09/04/2013, 21:28
Padre André

Entre los agujeritos de la pantalla que os separaba te pareció ver una media sonrisa.

- Ahora sólo tenemos el tiempo que dura una confesión, esta tarde a las ocho, no entres por aquí, entra por la puerta lateral, estará entreabierta.

Trató de aclarar un poco pero no había tiempo de mucho.

- El señor está ávido de gente que luche por la justicia, hay otros métodos igual de importantes y sin armas. Ahora santígüate y no le digas esto a nadie, si siquiera a tus padres. Si te lo piensas mejor y no asistes lo entenderé, ve con Dios.

Y aquí dio por finalizada la conversación.

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11/04/2013, 07:58
Justine Girard

Entendí que no debíamos hablar más, y cuando la puertecita de la rejilla se cerró, me levanté del confesionario. Las rodillas me dolían un poco por la incómoda madera, pero no importaba. Lo que el sacerdote me había dicho no era sólo una absolución a mis pecados, no.. ¡era una esperanza!

Sin duda procuraría acudir a la hora pactada. Pero no podía decir nada a mis padres, y me alegraba de ello, pues no quería meterlos en problemas, o que de algún modo me disuadiesen. Esto quería hacerlo yo.

Regresé con papá, y me coloqué a su lado, santiguándome y en silencio, sólo se cruzaron nuestras miradas un instante, y traté de expresarle que todo estaba bien. Continué con el servicio religioso como si nada hubiese ocurrido.

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12/04/2013, 17:12
Jules Girard

Lo que ibas a necesitar era una excusa, aunque no fuera la mejor del mundo, pero una con la que te dejaran salir con la que estaba cayendo en la ciudad.

Seguisteis un poco más en la iglesia hasta que tu padre se puso en pié – Vamos a casa, ya debe de haberse calmado un poco la cosa.

La gente había empezado a desaparecer de las calles, con incredulidad, la ciudad se encontraba en estado de shock, lo que una vez fue el imperio francés ahora se encontraba en las garras de los nazis. Tan difícil que parecía que ocurriese esto...

Aún resonaban las botas de los militares por las calles cuando en algunas esquinas comenzaron a aparecer las primeras patrullas, el enemigo no las tenía todas con la sumisión de la ciudad y no les faltaba razón, en algún lugar lejano se escucharon tiros y más tarde una detonación más fuerte.

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13/04/2013, 22:41
Justine Girard

Esos sonidos que evocaban guerra y dolor me pusieron la carne de gallina. Nunca había escuchado la detonación de un arma hasta ahora, pero no me hicieron falta explicaciones. Caminé en silencio a la altura de papá, dirigiéndonos a casa. Estaba preocupada por mamá, por contarle lo que habíamos visto..

También estaba preocupada por qué iba a decirles a ellos para poder estar a las 8 de la tarde en la iglesia. No había olvidado las palabras del sacerdote. Es más, no dejaba de darles vueltas en mi cabeza.

Los edificios parecían distintos con la sombra del miedo. La gente caminaba cabizbaja, en silencio, taciturnos. La otrora alegre y bulliciosa ciudad de París se tornó triste con el eco de unas botas marcando el ritmo en sus calles. La duda y el temor se adueñaron de sus gentes.. ¿Qué pasaría ahora?

A mí me dolía en el corazón verlos así. Y sentirme yo así, también. Temerosa por mí y los míos. Tenía que hacer algo..

-Papá.. Esta tarde he de salir un momento. Me dejé mi documentación en la fábrica, y no sé si la cerrarán con todo esto, prefiero ir a buscarla antes de que sea tarde. Será un rato tan solo.

No quería que se preocuparan, si me metía en algo, serían los primeros en saberlo.

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15/04/2013, 18:55
Jules Girard

- Bueno... – Comenzó a decir tu padre - Ve con cuidado – Pero parecía ser que tenía otra cosa en mente - ¿Sabes? Me alegro de que estés con nosotros, no quiero pensar lo preocupado que estaría por no saber como te encuentras – Si, definitivamente se preocupaban por ti.

No hubo mayores complicaciones para llegar a casa, excepto la congoja que os embargaba, tu madre también se alegró de veros. Sólo te quedaba decidir que hacer con el tiempo que tenías de aquí a la hora de salir.

Notas de juego

Puedes hacerme un pequeño resumen si quieres hasta que salgas de casa ^^

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17/04/2013, 14:12
Justine Girard

-Si me lo permitís, me iré a mi habitación-, dije al llegar a casa. Realmente no me apetecía mucha charla, tal vez necesitaba estar sola, y aclarar las ideas un poco.

Mi mundo se desmoronaba poco a poco, yo había veido a París a trabajar, y sentirme por fin alguien en la gran ciudad, y me encuentro en medio de una guerra que ni siquiera entiendo por qué llama a mi puerta. Recordaba el atronador sonido de los tanques avanzando por la calle silenciosa, la vibración del suelo.. Era terrible verlos acercarse, tan imponentes y peligrosos, amenazantes y triunfantes. Me imaginé lo que para un enemigo debía ser verlos venir, saber que te van a disparar.. y posiblemente matar. ¿Cómo podría alguien hacer algo así?

..¿Podría yo?..

No lo sabía. Siempre fui fuerte, siempre.. pero..¿tanto como para matar a alguien?.. No lo sabía. No quería pensar en ello. No ahora, al menos. Supuse que esas son las cosas que se hacen sin pensar, cuando la desesperación es más grande que el miedo..

Antes de darme cuenta, me quedé dormida.

Cuando abrí los ojos, me desperté asustada. ¡Me había dormido! ¿Llegaría tarde a la cita? No sabía qué hora era, ni tenía en mi habitación reloj donde mirarla. Había uno en el salón. Me asomé y le pregunté con un grito a mamá qué hora era..

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19/04/2013, 16:14
Master

Te despertaste con un buen susto ¿Y si habías hecho tarde? Lo que si viste por la ventana era que había menos luz. Te asomaste por la puerta para preguntar a tu madre la hora, te dijo que eran las 7 y media.

Bueno, aun no era la hora, pero tendrías que darte prisa, tenías el tiempo muy justo para estar allí a las 8, vaya, parecía ser que quizás no dieras una muy buena impresión.

Al menos la excusa a tus padres ya estaba dada, un trabajo menos, te arreglaste de forma veloz y pasaste como un vendaval a decirles a tus padres que te ibas. Luego saliste de casa y caminaste rápido en dirección a aquella iglesia, en la torre pudiste ver la hora, las ocho y cinco. Bordeándola no te costó encontrar la puerta lateral, estaba junta, y se veía un poco de luz dentro, pero nadie por allí cerca.

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21/04/2013, 16:16
Justine Girard

Me atreví a asomarme despacio, temerosa de interrumpir alguna cosa. El sacerdote me había citado, pero aún así no me sentía cómoda al entrar en una iglesia como una furtiva, a deshora. Llamé suavemente a la puerta, y, sin levantar mucho la voz, llamé:

-¿Ho.. Hola? ¿Hay alguien?

Entré, poco a poco, mirando hacia todas partes, esperando ver al sacerdote. Se me hacía raro ver la iglesia tan vacía, tan oscura.. Sentía mi corazón latiendo desbocado. Estaba nerviosa, intentaba no aparentarlo, pero así era. Me paseé despacio, buscando aún al sacerdote.

-¿Padre? -le llamé. Había llegado unos minutos tarde, pero esperaba que no se hubiera molestado por eso..

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23/04/2013, 20:09
Padre André

- Hola, parece que la puntualidad no reina en estos días, aún eres la primera en llegar – La voz del sacerdote casi te da un infarto. Lo ves asomarse a través de una pesada puerta de madera.

- Oh ¿Te he asustado? Disculpa, pasa, se bienvenida – El hombre parecía bastante amigable, atravesó una sala con bonitos tapices y llegó a otra con aspecto de aula, sin pizarra pero con varias sillas apuntando en la misma dirección – Aquí es donde doy la catequesis, por cierto me llamo André – Espera a que llegues a la sala con el brazo tendido para estrecharte la mano y quizás esperando a que te presentes, desde luego esto no tenía pinta de ser tan oscuro y serio como te habías imaginado.

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26/04/2013, 15:16
Justine Girard

¿Soy la primera?, pensé. De pronto tuve miedo de encontrarme con alguien más. En el breve tiempo en el que hablé con el sacerdote supo ganarse mi confianza, pero hablar delante de más gente me daba un poco de apuro, más del que ya me daba la situación en sí. Pero quise mostrar que era valiente, y no había venido en vano.

-Yo me llamo Justine -le dije, tendiéndole amistosamente la mano ante su saludo-. Llegué a Paris hace poco tiempo, y aún no conozco a mucha gente.. ¿Quién más va a venir?

Creí que podría tener una amistosa charla con el padre André, y la idea de ser más me inquietaba. No podría decir el por qué, pero me sentía desconfiada. ¿Y si era alguien de la fábrica, y se pensaba que yo estaba en asuntos turbios? Podría perder mi trabajo..

Buff, prefería no pensar en ello.

-Es una hermosa iglesia, la suya -dije, observando el lugar donde daba sus clases de catecismo. Eso me hizo pensar en las mías, con el padre Françoise.. ¡Cómo las odiaba! Nos obligaba a aprender interminables letanías, que nunca nos fueron útiles.. El padre André parecía más razonable, seguro que era un encanto con los niños.

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26/04/2013, 17:01
Padre André

El padre André se encogió de hombros – Difícil saber, he citado a cuatro personas más, pero… no se cuantos se van a presentar

- Gracias – Su sonrisa se iluminó cuando hablaste de su iglesia, sin duda se sentía orgulloso – Mucha gente no se fija en la arquitectura, ya se que es la casa del señor, pero también se trata de un edificio con su historia ¿Te gusta la arquitectura?

Antes de que pudieses responder escuchaste unas voces por la puerta en la que habías entrado, y un par de chicas aparecieron, una morena que lo miraba todo con los ojos abiertos y mirada viva y la otra rubia de pelo color platino que parecía más dulce.

Notas de juego

Post 1 de 3

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26/04/2013, 17:02
Juliette Leblanc

Ambas curioseando el lugar llegaron hasta la sala en la que os encontrabais.

- Padre… no sabía que vendría más gente… Me llamo Juliette, Juliette Leblanc y esta es mi amiga Clara, Clara es española y no entiende muy bien el francés pero es más decidida que yo…

Notas de juego

Post 2 de 3

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26/04/2013, 17:02
Clara Campoamor

La morena que entendió su nombre y alguna palabra suelta, espetó - ¿Dónde se matan alemanes?

Torció la cara a modo de sonrisa, detrás de su bonita cara se adivinaba un espíritu fuerte.

Notas de juego

Post 3 de 3

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29/04/2013, 09:47
Justine Girard

Ahora sí que me sentía intimidada, pero no dejé que eso me acobardase. Me parecía que lo correcto era dejar que nuestro anfitrión nos presentase, pero ellas no se detuvieron ante minucias, así que decidí que yo haría lo mismo.

-Yo soy Juliette -dije, con un hilo de voz. Escuché a la española decir que mataríamos alemanes, y eso me aterró. Yo quería ayudar, pero.. ¿matar?.. No sabía si estaba preparada para eso. Yo había venido a escuchar lo que el padre André tenía que decir, y eso haría..

Miré hacia él, esperando a que interviniese, a que nos contase por qué habíamos venido..

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29/04/2013, 18:51
Master

Las chicas te saludaron – Bueno, como le comenté a Juliette, eso de matar... no es la labor que os voy a proponer, eso queda para los soldados – Dijo tratando de relajar un poco el ambiente.

- Tomar asiento, voy a dejar cinco minutos más y comenzamos...

Las chicas buscaron asiento y no hizo falta esperar mucho ya que... dos nuevas personas entran, una pareja de jóvenes. La chica parece un poco acalorada como si acabara de echarse una carrerita y el chico que entra más decidido se presenta a los asistentes.

- Hola, me llamo Edouard y ella es Dominique, ambos queremos arrimar el hombro.

Notas de juego

Fin de la escena. Cuando me posteen abro una nueva ^^