Partida Rol por web

XDDD

Normal. Hasta que no te lo pases mínimo una vez no te concentrarás XD.

Hoy he sufrido en GAME... tenía dinero!!!! había juegos!!!! había camisetas de esas que a las tías nos quedan como el culo!!!! había una super figura de Snow que si llega a ser de Lightning ya la tendría en casa!!!! Pero no... no podía... sabía que si lo compraba no estudiaría... y tenía que aportar dinero para el regalo... T.T

Qué grandes juegos había... y yo con 40 euros en la cartera... XD

 

                

como que juegos? en el de aqui apenas...solo he encontrado un rpg, blue dragon. Pero nada más....

El blue dragon es un coñazo muy grande. Me aburrí a lo poco de empezar a jugar.

Pues como, por ejemplo: Deux Ex, Skyrim, Alpha Protocol (aunque ese lo tuve y me lo pasé como 9 veces ^^U), Magna Carta que me llama mucho, tales of vesperia que lo tuve un tiempo y me gustó bastante pero no me pasé apenas nada, assessin creed (el que sea), Hunted y bastantes más que ahora no recuerdo. Si... mientras miraban las cosas de wii mis ojos iban a los de Xbox... ^^U

 

alpha protocol lo tuve en la mano, tomo nota.

En tales of vesperia a mi me encantó, de hecho es uno de los juegos que no venderé.

El deux no lo he jugado, pero me han dicho que es un coñazo...no lo sé.

Skyrim, lo mismo que el tales of vesperia, no lo venderé.(eso si al final final acaba siendo tedioso si lo pretendes hacer TODO) pero el juego me encantó.

Los assasins lo mismo que el skyrim, me encantan, pero al final cansa. Lo que no lo desmerece.

El hunted no me gustó nada...

y el carta ese no se ni que es XD

El hunted lo jugué en multijugador y es un rollazo pero pensé que quizás en individual estuviese bien.

El deux un coñazo? Ok, tomo nota para no comprarlo.

Buenos días!!!!! ^^

Buenas^^

De que va el magna carta ese?

La pinta que tienen los personajes no es mi favorita, pero me llama XD además es que en el GAME de aquí tenían una edición muy chula ^^U

 

mmmmm pinta como un ff mmm mmm me interesaré por él a ver ^^

^^ Pues... ya me contarás también con este entonces jaja.

¿vas a contar de una vez lo de las bragas y lo del avatar? :P

¿Al final vas al cine hoy? ^^

Me ahorraré el resto de preguntas para cuando no sepa qué decir :P

si yo me cambio de avatar más que de bragas, y se su pone que una se debe cambiar eso todos los dias...y tú te cambias de avatar más que yo...

¡te estaba llamando guarra! De una forma sutil y desde el cariño XD

Y si, voy al cine esta noche ^^

Apelo a que tu argumento no tenía sentido XD. Si una se cambia cada día, solo por cambiar de avatar cuatro veces en un día no significa que no se cambie de bragas XDDDDDDDD

Clía rules and Clía wins ^^

Y ya imaginaba que era desde el cariño, al igual que con lo del disfraz de ayer ^^

Yo voy por la tarde ^^

 

te quieren poner a cuatro paaaaataaaaaaas

^^

Es lo malo de ser adorable XD

Alguna desventaja tenía que tener ¿no? XDDDD una no puede ser perfecta... :P

 

XDDD fotos en clase, asi estudias si... XD

Veo que no te molesta la idea de que te pongan a 20 uñas...XDDD

Yo estaba estudiando! hasta que me hicieron la foto y entonces no pude evitar, con otros compañeros, pedir más XDDDD

En cuanto a lo segundo... eres tan sutil a veces que es muy fácil pensar varias posibles opciones a lo que has dicho XD. Con lo cual diré que yo no me someto a nadie XD. ¡Por si! XD

lo sé lo sé ^^ tú tambien eres dominatrix ^^

XD Me estás dando por to's laos hoy eh? Lo tenías guardado XDDD

 

:DDDDDDDD

Cabronaza empedernida... XDDDD

La verdad es que si fuese sensata no te haría rabiar, pero es algo irremediable... XD así que luego me toca apechugar XD

12· Halloween 2ª parte

Tesa suspiró. No le apetecía en absoluto ir al baile de Halloween, porque al ir sin pareja tendría que aguantar las peticiones para bailar de todos los que no la tuvieran. Tampoco quería disfrazarse.

En cambio Wyn se encontraba en un frenesí de actividad embellecedora. Normalmente eso alegraría a su compañera de cuarto, pero no ese día. En lugar de ayudarla a ponerse guapa por primera vez en meses, todos los esfuerzos de Tesa se centraban en aislarse para no estropear el ánimo de la pelinaranja.

Pese a todo, de cuando en cuando su opinión era requerida. En esos momentos trataba de sonar normal y dar respuestas que no fueran monosilábicas.

-¿Qué disfraz te parece mejor, Tesa?

En su mundo como estaba, lo cierto es que no se había fijado demasiado, pero recordaba vagamente un disfraz como de gata unas horas antes.

-El de gata me sigue pareciendo mejor. Pega con tus ojos verdes.

-Si ¿Verdad? Entonces creo que está decidido.

Wyn abandonó el resto de disfraces y comenzó a ponerse apunto para el de gata.

-Por cierto, no es una gata, es un jaguar. Así que creo que añadiré algunas hojas y lianas estratégicamente colocadas para que tapen un poco más, y a la vez den un aire como a jungla, ya que viven allí.

Tesa observó a su amiga un rato, era guapísima, sin duda. Tanto como Lily, normal que antes las consideraran hermanas. Aunque desde que Wyn cogió la manía de vestirse con ropa sin forma ya no tanto.

Una figura perfecta, con caderas de infarto, piernas largas y unos pechos naturales que ya querría más de una famosilla operada. El pelo, pese a tintárselo habitualmente, era sano y brillante, y sus ojos tan verdes como los de su prima, eran quizá algo más bonitos al ser más almendrados.

Y no solo por el físico era una de las chicas más deseadas, sino por su forma de ser. Su desparpajo y su picardía naturales. Parecía que todo eso estaba volviendo poco a poco, gracias a Sirius Black, tenía la impresión. Quizá su olfato de periodista la ayudaba a percibir algunos detalles.

La morena regresó a sus pensamientos.

Lucius Malfoy.

Era la tercera vez que se veían a solas. Él era el único que la podía comprender, no lo sabía nadie más. Y la apoyaba.

Lo más sorprendente es que no había escuchado ningún plan de venganza ni nada parecido ¿No sería eso lo propio de un Slytherin? Pero no, solo la escuchaba, y le ofrecía consuelo.

Esa vez estaban en una de las mazmorras que ya no se usaban. Era un ambiente un poco feo y frío pero un par de movimientos de varita del chico, y quedó más acogedor, con un sofá y un fuego ante él.

Hablaban de cosas sin importancia, se esforzaba en distraerla y ella lo agradecía.

De pronto estaban apunto de besarse. Se encontraba muy confusa, pero aunque no se le había pasado por la cabeza nada por el estilo, ella no se apartaría. Sentía que de alguna manera, estaba bien.

Pero él se detuvo, y se disculpó ¡Hasta enrojeció!

De pronto los dos eran muy conscientes de que Tesa estaba subida al sofá, sin zapatos, recostada sobre él, que pasaba su brazo izquierdo por sus hombros y le acariciaba el brazo para combatir el frío. Con la otra mano sujetando la de ella hasta que la soltó para elevar la barbilla de la chica, que solo por ese gesto dejó de apoyar su cabeza en el hombro de Lucius.

Se separaron casi cómo si se hubieran dado calambre. Ella se puso los zapatos y se fue balbuceando que tenía cosas que hacer.

Excusas, estaba muy nerviosa por lo que había estado apunto de pasar, y más aún por que sino se llega a frenar él, quién sabe cuándo habrían parado.

Se sentía algo mal por irse así de pronto y dejarlo de aquella manera, no era culpa de Lucius, pero tenía que irse.

Pensar en uno, le llevó a pensar en el otro. Remus Lupin.

Su humor empeoró.

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-¡Eso no va ahí!

El asustado alumno de primero se encogió visiblemente ante el ladrido de Remus, que le quitó la guirnalda de un tirón, y la colocó en su lugar con un gesto de varita.

Una mano lo sujetó por el hombro.

-Moony, relájate.

-Lárgate Padfoot.

-No Remus. Para y mira lo que haces. ¡Tienes acojonados a todos los voluntarios! Vo-lun-ta-ri-os. Que no se dedican a esto. Macho, que son de primero, un poco de calma. ¿Por qué no te tomas un descanso? Ya sigo yo con esto.

-Yo soy el prefecto.- espetó Remus.

-Si, y yo soy el que te va a dar una patada en tu perfecto culo de prefecto como no vayas a las cocinas y nos traigas zumo fresquito a todos. Va, date un paseo.- insistió Sirius.

Cuando el más alto de los merodeadores accedió y se marchó, el alivio de los chicos de primero fue palpable.

-Está muy tenso, problemas de faldas chicos. Hacedme caso, la homosexualidad es el futuro.

Todos rieron. Que Sirius Black dijese eso -¡Con la de cosas que habían escuchado de él!- Era divertido, sin duda.

Tomó las riendas de la situación, dirigiendo a los chavales de primero y segundo que estaban ayudando a colocar la decoración, lo hacían bastante mejor sin la mirada furiosa de su licántropo amigo vigilando el menor fallo.

Ojalá lo arreglara con Tesa pronto porque se estaba poniendo verdaderamente insoportable.

La señora Norris apareció por ahí a husmear. La recién adquirida gata del conserje no era bonita, pero pese a ello la mirada de depredadora le recordó a “su” gatita.

Miró por la ventana hacia el bosque.

Los siguientes encuentros entre Sirius y la jaguar fueron distintos. Ya no pelearon más. Ella lo primero que hizo fue interesarse por la herida que recibió él en la anterior ocasión.

Incluso le hizo un gesto cariñoso, frotó su cabeza en el cuello del perrazo.

Él se dedicó a enseñarle lugares interesantes del Bosque Prohibido. Ya fueran hermosos o peligrosos.

Cuando se tumbaban a descansar, lo hacían juntos y jugueteaban entre bromas, como haría una pareja ordinaria. Su relación había dado un paso más.

En la última ocasión ella tardó más en ir, y una vez lo hizo fue con un trozo de pergamino en la boca. Unas sencillas palabras.

“Encuéntrame en Halloween.”

Un reto, un desafío. Una promesa.

El aceptó, sabiendo que no fallaría.

En ese momento regresó Remus. Se le notaba que seguía de mal humor, pero al menos había tenido tiempo para meditar, y no parecía a punto de ponerse a dar voces.

Los zumos de calabaza que traía ayudaron a mejorar la opinión sobre él que tenían los presentes.

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Reginald no tardó mucho en regresar. Traía dos cosas con él.

-Ten. Bébete esto, te sentará bien ya lo verás.- le tendió una pequeña botellita opaca con su contenido sellado.

-Eso es…la sangre falsa ¿No?- preguntó una mareada Lily.

-¿La conoces? Pensé que Wyn fue la única que entró a mi habitación. Olí su perfume.- aclaró ante la mirada confusa de la joven

-No, no entré. Pero me la describieron. Esto…no sé si quiero beber sangre falsa.

-En realidad se llama falsa vitae, pero es una forma arcaica de referirse a la sangre, así que viene a ser lo mismo. Pero, es falsa. No es sangre de verdad. Créeme te hará bien.

-Es que no sé…- dudaba la chica.

Hasta que él la destapó y el olor llegó a ella. De nuevo la quemazón en la garganta, la generación de saliva extra. Incluso gimió sin poder controlarlo, anhelante.

-¿Ves? Tú cuerpo sabe lo que quiere. Vamos, confía en mi Lily. Por favor.

Dubitativa, la pelirroja asintió tras unos momentos. Tomó la botellita y se la llevó a los labios. Primero un pequeño traguito.

-Puaj, sabe a sangre…

-¿Y qué esperabas? Se supone que debe parecer sangre.- rió Reg.

-No sé, en la receta ponía que llevaba fresas.

-Si, pero a mi no me gustan así que no le eché.- se encogió de hombros. –Por eso la mezclo con el zumo de calabaza.

Tras el sabor inicial a sangre, bastante asqueroso, a Lily le quedó cierto regustillo sabroso. No se lo pensó, se tomó el resto de golpe.

La consistencia era la de un líquido denso y casi pastoso, pero se tragaba bien.

El efecto fue casi inmediato. Al cabo de dos minutos, ya no se notaba mareada, ni le ardía la garganta. Ni siquiera le dolía la cabeza.

De hecho se sentía mejor que bien. Cómo nunca antes. Llena de vida.

Dejó pasar un minuto más, siendo observada por un Reginald que lucía su media sonrisa arrebatadora de siempre. Tras ese tiempo, se levantó y respiró profundamente. La curiosidad por explorar las nuevas sensaciones que percibía se impuso a su naturaleza cerebral.

Suspiró asombrada ¡Cuantos olores!

Giró sobre sí misma inclinando levemente la cabeza, con los ojos cerrados. También podía escuchar cosas que antes no. No se había dado cuenta, pero entre el mareo y martilleo en su cabeza, no se daba cuenta de casi nada.

No hasta que tomó la sangre.

Se detuvo a medio giro, del tercero ya, y miró al chico.

-Bueno, ahora ¿Puedes explicarme qué me ha pasado y para que traes ese libro?

Se sentó al lado de Reginald, recuperada ya su ansia de conocimiento habitual, el de los libros.

-Lo intentaré. Pero primero…

Sacó su varita y murmuró algunos hechizos apuntando alrededor.

-Así no nos espiará nadie ni a posta ni por accidente.- calló, pensando cómo seguir. Cómo empezar, más bien.

-Veamos…¿Qué sabes de la mitología nórdica?

-¿Te refieres a Odin, Thor y todos esos? No mucho la verdad, me suena los más importante y pero no mucho más.

-Es normal, sólo conoces lo que los muggles y la mayoría de magos conocen. Pero hay un gran secreto tras esos “dioses”.- realizó unas comillas en el aire con los dedos, mirando a Lily -Y es que no lo eran.

-¿Qué no eran dioses? Bueno, claro. Ya me lo imagino, igual que Zeus o Ra tampoco existieron…

-No no- negó el chico. –Ellos si existieron. Pero no eran dioses, sino magos poderosos. Magos que pasaron a ser otra cosa, al menos algunos de ellos.

Le tendió el libro a Lily.

-Todo está ahí. Te explicaré lo que yo sé, y el lunes iremos a ver a Dumbledore. Me dijo que este fin de semana no estaría aquí. Pero la historia y los detalles, están en el libro.

La chica, intrigada, asintió, aceptando el libro. La portada solo mostraba el grabado de un gran árbol y el título.

“La historia de Asgard”

-No soy un semivampiro Lily, ya te lo dije. Soy un aesir. Y tú también lo eres.

-¿Un qué?

-Aesir. Los dioses nórdicos se dividían entre dos…razas por decirlo así. Aesir y vanir. No eran razas distintas, sino dos clanes de magos de hace mucho tiempo. Descubrieron algo, quizá magia ya antigua entonces. No hay muchos datos sobre eso. Pero unieron los clanes, aunque mantuvieron el apellido familiar, por decirlo así. Es mejor que te leas el libro, te lo aclarará mejor. Yo no voy a hablarte de la historia.

-Vale, la historia no va a cambiar de todas maneras.- en realidad la Gryffindor se moría por ponerse a leer. Pero se contuvo diciéndose que ya lo haría.

-Los aesir eran humanos, pero cambiaron. No es que dejasen de serlo pero pasaron a ser algo más. Al parecer la magia que utilizaron pasó a través de ellos, se les unió de alguna manera, nadie está seguro. Pero los cambió, genéticamente. Sus sentidos mejoraron, su fuerza, su velocidad. Empezaron a ser capaces de utilizar magia más poderosa que hasta ese momento. A cambio su organismo necesitaba sangre para nutrirse.

Eso explicaba el mareo, el dolor de cabeza. Porque ella no había tomado sangre en su vida. Aunque…no, no lo explicaba. ¿Por qué de pronto? ¿Es que un momento era una humana normal y al siguiente una aesir? Lily no lo entendía. Abrió la boca para preguntar, pero Reginald le pedía calma con un gesto de la mano, anticipándose a sus dudas.

-No es que fuesen vampiros, ya que no era necesario que la tomasen a diario, con una vez a la semana les era suficiente. ¿Por qué cambiaron de esa manera? No se sabe, quizá los vampiros estén más cerca de la perfección que los humanos.

Durante unos momentos, Reginald guardó silencio, ordenando sus ideas.

-Solo una de las familias cambió, los aesir. Los vanir no fueron afectados por esa ola de magia, pero los dos clanes tenían ahora un propósito y permanecieron unidos. Podría explicarte todo yo mismo, pero teniendo el libro será mejor que lo leas ahí. Así que te voy a decir lo que me dijo Dumbledore a mi, al menos una parte…estoy seguro de que querrá explicarte lo demás él mismo. ¿De acuerdo?

-Claro, no veo porque no. Aunque tampoco es como si pudiera obligarte a contármelo.- Lily se recogió el pelo en una coleta, dispuesta a que no le estorbara o la distrajese.

-Cierto.- sonrió Reginald –En todas las historias hay malvados ¿No? Pues esta no es distinta. Uno de los aesir quería doblegar al mundo, en lugar de no interferir en nada, como era la opinión de la mayoría. El poder de un solo aesir no supondría una amenaza para nadie, no más que un mago más dotado que la media. Por ello lo expulsaron de Asgard y prohibieron su vuelta. El mismo aire del lugar, las piedras, las plantas. Todo lo repelería. Jamás podría volver si no se anulaba el hechizo.

Reg se recostó contra un árbol.

-Se llamaba Loki. No es que fuera malvado, pero su punto de vista era demasiado distinto y peligroso. Los demás no compartían su opinión, pero ese no era el peligro. Junto a la magia que los transformó, encontraron varios objetos de un poder inmenso. Si Loki se hacía con ellos, ¿Qué podrían hacer? Por eso lo expulsaron y vetaron su entrada.

-¿Asgard? ¿Allí viven los aesir? ¿Dónde está?- preguntó Lily, que no pudo reprimirse.

-Sí. En Asgard vivían los aesir. Nadie sabe exactamente dónde está, ni siquiera ellos mismos.

-¿Por qué hablas en pasado?- la pelirroja frunció el ceño al notarlo.

-Por que murieron todos.

-¿Cómo? ¿Y cómo podemos ser aesir si murieron?

-Con el tiempo vieron que las ideas de Loki se repetían en algunos jóvenes, un grupo incluso intentó robar los objetos. El consejo tomó una durísima decisión. Exilió de Asgard bajo las mismas condiciones a todo aesir que no aceptase o creyese necesario lo que iban a hacer. Y tras hacerlo, crearon un encantamiento tan poderoso que consumió las vidas de todos los participantes. Las puertas de Asgard se abrirían cada cien años para que los elegidos pudiesen regresar. Si querían llegar a Asgard, esos elegídos deberían enfrentarse al encantamiento. ¿Cómo? Eso no se sabe.

-¿Pero por qué hicieron algo así?- la incredulidad de Lily era patente.

-Porque solo un aesir podía utilizar los objetos. Si los aesir ya no existían, no habría peligro. Y los exiliados no podrían regresar. Pero pensaron que el mundo tal vez necesitase los objetos alguna vez, si lo acosaba algún peligro, por lo que dejaron la posibilidad…sabían que los hijos de los desterrados, es decir nosotros, sí podrían entrar. Para que eso no fuese usado por, por ejemplo Loki, crearon ese encantamiento. Esa prueba…que nadie sabe lo que es.

Tras unos minutos de meditación silenciosa, Lily volvió a preguntar.

-¿Y qué pasó con los vanir?

-Abandonaron su hogar voluntariamente. Se instalaron cerca de las puertas de Asgard. Crearon aldeas, templos o directamente las destruyeron. Lo que fuese más viable para ocultarlas y protegerlas.

-¿Pero no decías que nadie sabe dónde está Asgard?

-Y nadie lo sabe. Pero existen puertas que, por lo que he leído, te llevan allí. Como una especie de red flu, supongo. Que solo se activa cada cien años. Tampoco se sabe dónde están esas puertas. Pero Dumbledore te hablará sobre eso.

-Me leeré el libro en cuanto pueda. Pero antes me inquieta otra cosa. ¿Voy a tener que beber sangre a partir de ahora?- la idea no parecía ser muy del agrado de Lily.

-Sí. Igual que yo. Pero bueno, te acostumbras. Y con el zumo de calabaza no sabe tan mal. Es como si fuese una medicina.

-¿Pero de dónde voy a sacar sangre? Quiero decir, de la falsa. Porque lo de ir mordiendo a la gente sí que no.

-El director nos ayudará con eso, tranquila.- el chico sonrió, la reacción de Lily había sido la misma que la suya, negarse a morder a nadie.

-Por cierto, dijiste una vez a la semana, pero tú la tomas todos los días ¿Por qué?

-El tío Albus y yo…- las cejas de la Gryffindor se alzaron –Es decir, el director Dumbledore y yo, estuvimos de acuerdo en que mejor tomarla todos los días, así no tendría sed de sangre en un mal momento y sería más fácil evitar accidentes.

-Eso parece lógico, si. Aunque hay otra cosa que sigo sin entender. Si soy una aesir…¿Por qué ahora?

-Bueno, sólo es una teoría que tenemos Dumbledore y yo, pero debe ser como mecanismo de defensa. Un camuflaje para parecer humanos hasta que se sea capaz de no depender de nadie. Se alcance la madurez. Poco más te puedo contar yo que no esté en el libro. Cambiemos de tema. ¿De qué te vas a disfrazar?

Ella rió.

-Te vas a reír. De vampiresa.

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Un par de horas antes de que comenzase la fiesta, para gran alivio de los prefectos, los profesores tomaron las riendas, así los alumnos podrían ir a disfrazarse sin problemas. Apenas quedaban ya detalles por ultimar, pero lo poco que quedaba fue terminado en un santiamén por personas como McGonagall o Flitwick.

El caos pasó del gran comedor y los pasillos cercanos a las salas comunes, ahora rebosantes de actividad, sobretodo por parte de quienes habían dejado el disfraz para última hora.

James, vestido y maquillado de zombie bajó pronto, para no hacer esperar a Marlene. Su hermana lo había ayudado con el maquillaje con bastante éxito, estaba muy pálido y tenía la boca ensangrentada, además de una herida “abierta” en el cuello. La ropa rota por algunas zonas, lo que iba a provocar que le subieran las pulsaciones a más de una, iba con la camisa abierta.

El siguiente en marcharse fue Remus, desesperado por alejarse de tanto ruido un rato. Su disfraz era sencillo, un hábito marrón con capucha y un crucifijo al cuello. Monje cristiano.

Evy salió poco después, aunque no dejó que nadie viera su disfraz hasta llegar al gran comedor, dónde se quitó la gabardina que llevaba. Un traje tan ajustado y pegado al cuerpo que dejaba poco a la imaginación, aunque no dejase “ver” realmente nada. Le cubría todo el cuerpo, a excepción de la cabeza, en la que se puso una capucha. Solo quedaba a la vista la boca de la chica. Por lo demás, casi parecía un jaguar levantado sobre dos patas.

Sin duda su perro la reconocería.

Sirius entró al gran comedor junto con mucha más gente, la multitud tapó a Evy, que se había quedado bien a la vista a posta. Ella tampoco vio entrar al chico. El disfraz de Sirius era de un actor muggle, 007, de smoking. Era una presencia imponente con su pelo bien peinado y su porte serio.

A Tesa en cambio casi tuvieron que arrastrarla. Prefería quedarse en la habitación. Pero no lo iban a permitir ni Lily ni Wyn. Tesa con su largo y lacio pelo negro, y al ser pálida de piel de forma natural, iba disfrazada de Banshee. El traje de Lily era algo provocativo, un vestido corto negro que destacaba sobre todo por un pronunciado escote hacia el que bajaba una gota de sangre desde sus labios. Una capa oscura completaba el disfraz de vampiresa.

Wyn había conseguido su disfraz en la tienda de Hogsmeade llamada “El paraíso del camuflaje”. Tenían de toda clase de ropa. Absolutamente de cualquier tipo. Desde disfraces de minero o princesa disney, a ropa de princesa de verdad, pasando por ropa muggle japonesa y africana.

Por eso, cuando llegó al gran comedor y vio que su disfraz no era original, porque había otra persona con uno idéntico mirándola desde un lado de la entrada, se enfadó ¡Cómo podía ser! El dependiente dijo que era un modelo único.

Evy y Wyn se miraron la una a la otra, las dos boquiabiertas y sin saber quién era la otra al verse tan solo los labios. La única diferencia apreciable es que Una (Wyn) era más alta y tenía más pecho y que la otra (según opinión de los chicos) tenía “la cola” mejor puesta.

No pudieron ponerse a pelear como gatas por que otra marea de gente entró al Gran Comedor y las separó.

Esa gente eran Slytherin, entre ellos Lucius, Bellatrix, Snape, Narcisa y Reginald.

El prefecto vestía como un príncipe o rey medieval, corona incluida. Iba hablando con Snape que, a primera vista parecía no ir disfrazado, pero tenía unas gafas de sol encantadas para que no le oscurecieran la visión. Iba de incógnito.

Las hermanas Black discutían detrás de ellos. Mientras que Bellatrix hermosa y malvada estaba muy cómoda en su traje de bruja de Blancanieves, Narcisa no parecía nada cómoda en el suyo, a todas luces no lo había elegido ella. Estaba diseñado para demostrar y realzar, mediante poca tela y transparencias, lo buena que estaba. Iba de conejita Playboy. Sabiendo todo el mundo que no la podían tocar por ser la prometida de Malfoy, el efecto es que parecía un putón. Sin duda lo había escogido él, y no ella, para lucirla.

Reginald vestía como un dios nórdico, Thor. Una broma que solo tres personas en la sala comprendían. Aunque ni él mismo ni Lily, dos de esas tres personas, sabían quién era la tercera. Esa persona se limitó a sonreír y seguir a lo suyo.

La fiesta era divertida, por supuesto algunos estudiantes colaban alcohol para alegrar las poncheras, bailaban animados por el grupo contratado “Los locos de Salem”, todo el mundo se divertía. Pero en la pausa de descanso que hizo el grupo, la profesora McGonagall subió al escenario. Iba disfrazada de profesora muggle.

-Alumnos de Hogwarts, escuchadme un momento. Debido a que el director no se encuentra entre nosotros por ciertos motivos me corresponde a mí informaros de un evento que tendrá lugar durante las vacaciones de navidad, para los que deseen quedarse en el castillo.

Dejó pasar unos instantes para que el murmullo se calmase, todo el mundo estaba extrañado ya que en esas fechas nunca se había organizado nada.

-Se trata de un campeonato, por parejas chico-chica, en el que en el plazo de cinco días, se deberán superar distintas pruebas y obstáculos. Cualquiera tiene posibilidades de ganar, así que todo el mundo puede participar, a excepción de los profesores y los elfos domésticos. Más detalles aparecerán mañana en el tablón de cada casa. Muchas gracias.

Bajó del escenario, y todo el mundo empezó a hablar a la vez, emocionados.

En ese momento, que la gente aprovechó para ir a por bebidas o al baño, fue cuando Sirius vio a su gatita. Lo malo, era que debía haber bebido demasiado, por que la veía doble.

Tenía que ser ella, ese traje de jaguar tan parecido…era una señal. Además, la nota decía que la encontrara en Halloween.

¿¡Pero por qué había dos!? Estaban separadas por una mesa, con una gran fuente de chocolate entre ellas, no se veían.

Las dos se acercaron a él cuando se dieron cuenta de que las miraba, pero extrañadas de que el 007 mirara a un lado y otro de la mesa miraron hacia el lado en el que no estaban, a ver que buscaba ahí.

Y se vieron. Enfadadas, pero no tanto como al principio, se pusieron a hablar para averiguar de dónde había sacado la otra el disfraz “único” que les habían vendido.

Sirius estaba desconcertado, no sabía que hacer así que, sacó un galeón, decidió que cruz sería la de la izquierda. Y lo lanzó.

Salió cruz. Eligió a Wyn.

Mientras veía como SU perro y esa gata-zorra se iban a bailar, Evy se mordía la mejilla por dentro. ¡Ya lo tenía! Al fin iba a estar con Sirius, esperaba, pero se había entrometido esa. Rabiaba por su mala suerte, y también por que pese al disfraz no la reconociese.

Si no saltaba, era por que acabaría dándose cuenta antes o después, ya que ella no se transformaría en jaguar ni sabría nada de sus paseos nocturnos. Se haría la difícil, decidió, que se lo currara si pretendía que lo perdonase.

El que si estaba a punto de explotar, se sentía casi tan furioso como antes de la luna llena, era Remus. Estaba viendo a tesa charlar ¡Y reír! Con Lucius malfoy. Por suerte, o desgracia según el punto de vista, no era de los que montaban escenas en público.

Eso sí, cuando los vio besarse en la esquina del Gran Comedor, tuvo que marcharse a su habitación o mataría al rubio.

También veían ese beso, Lily y Narcisa, desde dos lugares distintos. La pelirroja asombrada de lo que veía, sin poder creérselo. Y la rubia furiosa. ¡En público! La estaba humillando en público.

Las miradas de las dos mujeres se cruzaron cuando miraron alrededor para ver si alguien más los veía.

La Slytherin hizo un gesto a la Gryffindor, quería hablar con ella. Darle un mensaje en realidad. Por el camino, conjuró un pergamino y pluma.

“Moste Potente Potions. Pag 455-458. Malfoy-Tesa”

Eso fue lo que le entregó a Lily, que se acercó a la entrada de la fiesta. Tras dárselo, la rubia se marchó a su sala común.