Partida Rol por web

Luego de agarrar la lata de cerveza por la zona en donde estaban las bebidas alcohólicas, Dick pasó entre medio de la multitud de personas que estaban bailando en el centro. Miró de reojo tres figuras familiares ¿Acaso ella había ido? Miró a la chica que supuestamente era ella, era probable que fuese ella. Pero ahora tenía unos asuntos más importantes que atender.

Siguió caminando hacia la entrada, en donde se topó con dos chicas enmascaradas. Una de ellas llevaba dos bolsas grandes de papel, mientras que la otra era una rubia que miraba a su alrededor con curiosidad, como si no hubiese estado nunca en el lugar. Dick pudo ver que en el interior de una de las bolsas habían varios paquetes de hierba.

     Entraba junto con la rubia cuando me crucé con un enmascarado con una cerveza en sus manos. Máscara o no me di cuenta de que era Casanova, alias Dick.

     -Mira lo que traje, chico.

     Le mostré los paquetes. Las drogas estaban en nuestro poder y por eso mismo la diversión garantizada. Además, había tenido este encuentro con la nueva.

     -Traje a otra enmascarada, ya sabes, más es mejor. ¿No? ¿Dónde dejo esto?- esa última parte se la pregunté al oído, me parecía más personal. Luego de hacer esto me iba a mezclar con los otros enmascarados de la fiesta, pero el trabajo era lo primero.

Bueno, creo que ahora sí concluyo mi breve vida de traficante de drogas... mientras no aparezca de nuevo otra camioneta y de pronto me encuentre relatando mi historia en un programa de National Geographic. ¡No vuelvo a aceptar paquetes de desconocidos! Aunque bueno, no acabó tan mal. Solo queria ver la escuela, aprovechando que papa no estaba en casa, y ahora estoy dentro de una fiesta a punto de conocer a mis nuevos compañeros en una fiesta digna de la verdadera venecia.

Estoy a punto de presentarme con mi nombre, pero algo me calla. ¿Acaso no queria empezar de nuevo en todos los aspectos? ¿Y si empiezo con otro nombre?

- Llamenme Pax - les sonrío saludando al chico con la mano, usando el nombre con el que firmo mis dibujos - Si quieren los dejo solos y me retiro a explorar - Prefiero dejarlos hacer su, creo, trabajo... como dije, no pienso aparecer en el National Geographic (bueno, no así). Además, me sentiría muy mal si hiciera algo mal y los metiera en problemas.

Me retiro un poco, explorando pero con la mirada a todos los que estan allí reunidos, preguntandome que celebran. Le dedico una mirada de agradecimiento a ella por haberme invitado a pasar.

- Labios cerrados... - pienso en voz alta y les prometo sin decirles nada mientras me interno y comienzo a nadar en el mar de gente.

No estoy seguro de que sea Erica, pero me acerco a ella al ver algo interesante, dos chicas más hierva, ¿Que más da quienes sean?, pero efectivamente lo es. Me pregunta donde dejar la mercancía y me presenta a su acompañante, la cual esta pero que muy bien, esta se presenta como "Pax" y nos deja.

-Vaya, si me traes una tía cada vez que te mande a por costo...- Digo con una sonrisa traviesa dejando ver que me encantó la sorpresa. Entonces señalo a Nicky en la lejanía.- Llévaselo a Nicky. Yo tengo que ser un buen anfitrión.

Tras decirle eso le doy un beso en la mejilla, prácticamente en la comisura de los labios y me marcho detrás de Pax. Me había parecido ver a Alma, pero ya habría tiempo para ello, al fin y al cabo era mejor centrarse en lo que nos ponían por delante.
Me acerco a Pax y rozo su cintura con mi mano, para decirle al oído.

-No me has dejado presentarme, soy Dick, el "anfitrión" de la fiesta, ¿y que clase de anfitrión sería si te dejara sola?- Pregunto con una marcada sonrisa.- ¿Bebes algo?

Gracias a dios por la máscara, porque creo que acabo de ponerme roja.

- Uno muy malo - Sonrio nerviosamente, acomodandome el cabello que traigo encima del hombro. - claro, tú escoje.

Bueno, no es como si no bebiera, pero mejor dejarle la elección a pedir algo que no hay o no suelen tomar los chicos de esta escuela.

Al final había llegado la noche del viernes, y, a pesar de lo que había pensado en un principio; ahí estaba.
¿Qué iba a hacer si no? pensé. Al fin y al cabo estaba haciendo cosas fuera de clase con mis amigos. Y eso era lo que importaba (y lo que le había dicho a mis padres para ausentarme esa noche). Al final una de las cosas que me hizo decidirme para venir a la fiesta fue el casi anonimato que te dan las máscaras venecianas. Siempre me habían gustado mucho, lo que representaban y lo que ocultaban.

Y aunque dudaba que sirvieran de mucho si la policía (o mejor dicho, cuando la policía) llegase, con ella se podía permitir el lujo de mirar con más tranquilidad a Nick.
Nick... suspiré. ¿Habría venido a la fiesta si él no me hubiese insistido? Nunca lo sabría. Esa noche estaba especialmente guapo. Había escogido una ropa que le quedaba especialmente bien, marcando su fuerte cuerpo atlético, y su pelo estaba cuidadosamente despeinado. Tragué saliva para contenerme, menos mal que estaba sobrio.

Justo estaba pensando en él cuando me llamó. Me sobresalté ¿Se habrá dado cuenta de que no paro de mirarlo? me pregunté.
Sonreí, aunque bajo la larga nariz de mi máscara tal vez no me viese.

Me acerqué a su lado, y me recosté en la pared junto a él. Yo también quería presumir de estilo. Había escogido unos pantalones pitillo de un verde casi pistacho que marcaban bien mi delgadez y mi "no tan delgadez". En la parte de arriba tenía una camisa de finos cuadros amarillos, verdes y azules, y por algún lado había dejado una chaqueta de cuero, pero de verano, no de esas moteras que tanto se llevaban.

Os lo habéis currado mucho, al final. ¿Dónde has conseguido este DJ?, me está gustando mucho lo que pincha le digo más por sacar algo de conversación que porque esté prestando atención a la música.

En realidad también estoy preocupado por la ausencia de Erica, aunque no por la misma razón que ellos. Me preocupa más que la hubiesen pillado, y no que no haya conseguido la droga.

     Dick me saluda con un beso de esos que no marcan claro el límite. Es algo típico de él y, para confrontar su actitud coqueta, le retruco:

     -No busques fuego, Casanova, puede que te quemes...

     Me reí y me retiré buscando a Nick con la mirada. Era complicado en un baile de máscaras, la verdad que no tenía idea de dónde se hallaría. Los paquetes estaban buenos por su contenido pero cargarlos era pesado.

     -Hey... mmmm... ¿dónde está el paquetero?

     "¿Paquetero? What the fuck? De alguna manera tengo que llamar su atención. Estas botas tienen tacos muy altos para mí, me voy a ir a la mierda de un momento a otro. ¿Dónde meto esto?"

     Seguí buscando a Nick un tiempo más, mientras me sentía a punto de estallar en risas por ningún motivo. Y eso que aun estaba sobria.

La chica me sigue el juego, y eso me saca una sonrisa.

-Aquí tienes al mejor anfitrión de Bristol pequeña.

Mi mano se posa ya totalmente en su cintura y la acompaño a una de las barras donde hay amontonada bebida. Si hay un momento para subir de nivel es este, así que acabo la cerveza (la cual estaba casi llena) y sirvo dos grandes vasos de vodka con naranja. Entonces me vuelvo a ella.

-¿Y de donde sales tú preciosa?- Le pregunto tendiéndole la bebida.

Mi mirada la estudia de abajo arriba y me reafirmo en mi impresión inicial, esta pero que muy bien.

Alexia no tardó en llegar a la fiesta, luego de ocuparse de los asuntos en su hogar. Llevaba una máscara dorada con detalles plateados, que sólo le cubría la parte de arriba de su rostro. Simple, pero muy bonita. 

Vestía un vestido con un estampado de colores, bastante corto, y una chaqueta. Su cabello iba suelto y algo despeinado, y lucía maquillada.

Esperaba junto a los demás a Erica, tardaba mucho.. y este chico que era contacto de Dick empezó a dudar. Iba a contestarle, pero Nick le ganó. Y también iba a buscarla para ver si todo estaba bien, pero también Dick ganó. 

En el instituto no suelen dejarlos fumar adentro.. pero esta era una ocasión especial y Alexia lo necesitaba, por lo que sacó de su pequeño bolso un cigarro y lo encendió. Se volvió hacia Nick, Andy y Connor -¿Quieren?- Les preguntó ofrenciéndoles.

Volteo buscando fugazmente a la chica que me invitó aqui con la mirada mientras me dispongo a seguir a Dick... admito que  es divertido, no puedo evitar sonreír de nuevo. Por una fracción de segundo la encuentro, pregunta por un paquetero. ¿Paquetero?

Ah, ya entiendo, el que va a continuar con lo de las drogas.

Volteo de nuevo hacia Dick, aunque admito que me da curiosidad ver si lo encuentra, al menos había alcanzado a resolver el malententido antes de ser yo la que tuviera que andar buscando... bueno, en cualquier forma estoy al lado de Dick, suponiendo que sea el mismo Dick que me pidieron que buscara el rapado de la camioneta. Sonrío al ver el vodka, si saberlo atinó a mi segunda bebida favorita. Le doy un trago mientras me pregunta de donde vengo.

- No importa más que el que acabé aqui, guapo - sonrio mientras le miro al mismo tiempo que rodeo el borde del vaso con el dedo índice.

Me responde con evasivas, pero me gusta, a mi tampoco me gusta mucho hablar de mi vida personal, lo importante es el aquí y el ahora si... o quizás...

-Lo realmente importante es donde vamos a acabar ambos.- Le digo con picardía mientras le hago una leve caricia en la mejilla con los dedos índice y corazón.

La miro a los ojos, aunque la mascara me impide ver gran parte de su cara, si algo se de chicas es que una de las formas más efectivas de cautivarlas es con una mirada directa.

Alexia les estaba ofreciendo cigarrillos a los que estaban junto a ella, Connor aceptó y lo recibió sin dejar de mirarla con particular atención, sin prestarle mucha atención a las palabras de Andy.

Y es entonces cuando todos pueden reconocer a Erica, quien camina algo perdida con dos bolsas de papel en las manos, mirando hacia todas direcciones hasta que logra localizarlos y se acerca rápidamente hacia ellos.

Erica sigue su camino hacia el lugar en donde estaba su grupo anteriormente, haciendo memoria. Seguramente no se habían marchado del lugar, separarse en esa fiesta parecía ser un sinónimo de probablemente perderse y quedarse solo durante toda la noche. 

Afortunadamente Erica logra ver a su grupo y a Connor Wright, quien era el contacto de Dick y encargado del asunto de las drogas. El chico sobresalía entre la multitud por sus tatuajes y sus expansores en las orejas, pudo ver como recibía un cigarrillo por parte de Alexia, mientras se lo llevaba a la boca y fumaba con despreocupación.

Se me va el aliento cuando siento parte de su mano en mi mejilla. Tambien miro directo a sus ojos, a través de la máscara, y siento una descarga electrica que recorre mi columna.

Algo me grita que me estoy metiendo a la cueva del lobo, pero no puedo evitar bajar la mirada a sus labios y luego de vuelta a sus ojos. Como puedo vuelvo a hablar, no tengo mucha experiencia pero trato de sonar bien.

- Dame una idea...

La cosa marcha muy bien y tenemos toda la escuela a nuestra disposición, aunque en principio solo habíamos habilitado el gimnasio no dudaba en que la fiesta se iría extendiendo a otras localizaciones, pero aun era pronto, sin duda el resto estaría vacío.

-Verás, se me ocurre un sitio muy privado al que podríamos ir, es mi sitio favorito de la escuela...- Le dije acercándome mucho, tan solo unos centímetros nos separaban.

No es que fuera realmente mi lugar favorito, pero sin duda era al que más iba, el despacho de la directora, y tenía unas ganas locas de llevarme a la chica allí para intimar un poco.

-¿Vamos?- Le dije tendiéndole la mano con una bonita sonrisa.- La fiesta seguirá aquí cuando volvamos.

Desvío mi mirada al lado pero de nuevo tengo una sonrisa nerviosa en la cara. Es cierto que pensaba aprovechar que papa no estaba en Bristol, solo que se está poniendo la noche más intensa de lo que imagine que iba a ser.

Vamos Pax, te prometiste que ya no ibas a ser tan buena. O mejor pensado, tan timida. Me atrevo a mirarlo a los ojos de nuevo antes de tomar su mano.

Alea Jacta Est...

- Vamos

No fumaba, no me gustaba. Pero hoy me sentía distinto, tal vez era la mascara veneciana la que hacia que mis mas bajos instintos estuvieran al límite, el anonimato me ponía las hormonas al límite. De esa forma nadie diría nada, al final no sabían que era yo.

Hay una imagen que sostener, esta mascara se encarga de eso. 

Tomé el cigarrillo y le di un suspiro. 1, 2, 3... sostuve el aire ingresándolo a mi garganta, sabía muy bien como fumar ser amigo de Dick era aprender muchas cosas de uno mismo. boté el humo, por alguna razón me supo mejor que de costumbre, había algo en el aire que me tenía animado.

Miré a Andy con picardía. 

- No fue nada, el dinero es algo que viene y va, son las experiencias de las que vivimos no de esos papeles verdes. mi sonrisa se prolongó, esa era la única parte de mi rostro que permanecía descubierta. ¡No se tú, pero yo no!, hoy me vas a acompañar a hacer algo que nunca he hecho. Vi como se acercaba a Erica, buscándonos en la multitud, mi sonrisa aumento de gran manera. Desde la pared recostado estiré el brazo llamándola, ella conocía nuestras mascaras, sabía que eramos nosotros los que estábamos esperando.

Cuando llego a nuestra posición, entusiasmado pregunté.

- ¿Qué trajiste?. Dick fue a buscarte, sabes que no le gusta esperar en estas cuestiones.

Cuando por fin me da la mano me parece notar un ligero temblor, y empiezo que está nerviosa a pesar de su actitud.

-Tranquila, conmigo estás a salvo.- Le susurro al oído.

Después busco en mi bolsillo, se que he traído algunas pastillas, entonces doy con la carta que había encontrado aquel mismo día, en ella Alma me había dicho que finalmente vendría, pero con ella era todo tan complicado, había tenido ganas de verla. Pero si tenía que elegir entre que me calentaran la cabeza quejándose de mi comportamiento o una chica que simplemente se divertía conmigo la decisión era sencilla. Para movidas ya tenía mi dulce hogar.
Salimos del gimnasio cogidos de la mano y empezamos a avanzar por los pasillos cuando le ofrecí una de las pastillas con las que finalmente había dado.

-Toma, con esto te relajarás y disfrutarás más.- Le dije mientras me tomaba yo una.

La bajé con un buche de vodka, era imposible que hiciera efecto tan rápido, pero empecé a notarlo enseguida, posiblemente porque mi mente actuaba como placebo y me "drogaba" antes de que mi cuerpo ni si quiera lo asimilara. Aquello ya tomaba forma.

Cuando habla a mi oido siento que se me doblan las rodillas mientras cierro los ojos e inahlo y exhalo profundamente. Escucho un papel crujir pero no abro aun los ojos, al contrario, me dejo guiar de su mano. Lo abrazo del hombro mientras dejo que me guíe por los pasillos, admirando la escuela por dentro y riendo un poco de la emoción.

Me da la pastilla que deduzco vino de esa bolsa. La tomo y rápidamente me la trago... o finjo hacerlo antes de sacarmela disimuladamente y guardarmela en el bolsillo, aun no les he probado y aunque ya río como tonta no me animo, creo, pero tampoco quiero parecer aburrida. ¡Y no, no lo soy! 

Aunque la palabra disfrutar me derrite de nuevo...

A la mierda, si ya me escapo de casa, bebo y voy a fiestas es hora de cruzar esa frontera. Sin esperar más me tomo la pastilla, encojiendome de hombros poniendo punto final a toda duda.

     "Connor, a ese le tengo que entregar los paquetes... Damn... ¿pisé algo? No, está bien. Por ahí está, junto a..."

     Estaba tratando de caminar con esas botas altas, el vestido, las medias de red y una máscara que me tapaba bastante de la visión; haciendo malabares para pasar entre la gente sin tirar nada de los paquetes, cuando veo a Nick hacerme señas.

     "Bien, era hora de que reconozca a alguien, o creo. ¿Será él? Yo ya no tengo la más puta idea..."

     Pero Connor también estaba allí y yo quería sacarme la droga de encima, al menos en su forma de paquete, y también empezar a divertirme.

     -Hey Wright, toma.

     Le digo alcanzándole la cosa, luego contesto a Nick a quien realmente termino de reconocer por su voz.

     -Dick me largó para acá porque está muy ocupado con un nuevo juguete rubio que traje a la fiesta. Por cierto...- miro de nuevo a Connor, o algo así pues los ojos no se dejan entrever demasiado entre purpurina y yeso, o lo que sea que forma mi careta -tu dealer casi se equivoca. Di que la chica me lo dio de buena gana, que sino... pelea de gatas.

     Eso me hizo sacar una buena risa.

    -Bien, ¿y dónde está el alcohol por aquí?- pregunté y luego me recordé que no debía tomar tanto como para perder el control. No podía arriesgarme, había cosas que deberían seguir ocultas.