Partida Rol por web

Fin del Turno 8 Marine

Comienzo del Turno 8 Orko

El Orko en contacto con Abel descarga toda la furia sobre el Hermano Marine. Una increible tunda de golpes martillean la armadura y el escudo, en posición defensiva. El Dios-Emperador sonríe al Hermano Abel, evitando que el enloquecido oponente penetre cualquier punto vital.

Otro Orko se abalanza por el pasillo, intentando golpear al marine. La armadura chilla, sus servos rápidos, la impenetrable ceramita realmente bendecida por el Emperador!

Fin del Turno 8 Orko

Comienzo del Turno 9 Marine

Abel casi había perdido la cabeza, golpeaba con su martillo mientras recibía golpes a diestro y siniestro, vendería su piel cara. Hizo una pausa agotado por los combates sucesivos y vió sorprendido como sus ribales habían caido sin causarle ni un solo rasguño.

El emperador ha guiado mis manos, mi santa armadura ha hecho el resto. Hermanos, Avanzaaaaaaaaaaaaaaaaaad.

Gritó mientras apuntaba hacia delante con su martillo sujetado con una sola mano.

-"Venga Hermano Ranek, avancemos y destrocemos a ese maldito Xeno que los está liderando!!"

-maldita escoria xénica, nos lo estás poniendo dificil, eh?

 -"A POR EL!!!"

Avanzo mas alla de Abel y me coloco en la esquina del pasillo, encima del cuerpo muerto de un orko (o al menos parte de uno). A lo lejos puedo ver en Nob orko alentando a los sucios Xenos hacia delante, asi que me preparo para su llegada mientras espero a el resto de mis hermanos.

Los proyectiles explosivos impactan como pequeños soles en la armadura del Nob, que brama enfurecido. Al disiparse el humo, pueden verse numerosas heridas de las cuales mana la roja sangre del Orko manchando los restos de armadura.

Fin del Turno 9 Marine

Comienzo del Turno 9 Orko

La Horda se lanza a por los marines, pertechados en el pasillo. Pichurrín abre fuego, convirtió a cuatro de los orkos es papilla. Ranek hace lo propio, y en el centro del enorme lugar, queda solo el Nob Orko en su enorme mole, sangrante y furioso.

El líder Orko se lanza hacia adelante, con toda su furia puesta en destrozar a esos inútiles pielrozadas. Con un gran WAAAGHHH! carga, trabando a Pichurrín, y dejando hasta a su armadura de exterminador empequeñecida. No le queda movimiento para hacer ningún ataque.

Nuevos orkoz surgen de los agujeros de la pared... 7 furiosos Orkoz ferales se lanzan a la lucha a respaldar a su jefe!

Los demás marcadores se mueven en los Auspex, pero poca atención pueden prestarles con un Nob de ojillos sanguinolientos escupiendoles en la cara.

Fin del Turno 9 Orko

Comienzo del Turno 10 Marine

 Los hermanos marines pasaron como un ciclón junto a Abel, escuchó sonar el canto de los santos cañones de asalto y sonrió. Pero de repente el avance pareció chocar contra un muro dejando al grupo embotellado  en el angosto pasillo

¿Que diablos pasa?

el Hermano Pichurrin se devate con el Nob Orko en una frenética lucha desesperada en la que intenta quitarselo de enmedio, pero el Nob Orko, con la mas malicia posible que pudiera tener un Xeno dedicado a matar pielez rozadaz toda su vida, no lo dejaba ir...

despues de un rato de intercambio mutuo de golpes y empujones, el Nob se desequilibra por una Fracción de segundo y consigue darle una patada y un empujon que lo aleja lo suficiente para tirarse hacia atrás para que otro hermano ocupara su lugar

-"Uff, e tenido MUCHA suerte" pensó Pichurrín

"terminad mi tarea, hermanos, y purificad ese corrupto cuerpo alienígena"

Las cuchillas rasgaron las paredes, soltando cientos de chispas del metal contra el metal, mientras el Hermano Wolw pedía paso hasta llegar a su proxima victima.

Solo es un Orko, nada mas que un bicho pielverde que pronto sentiría el sabor del metal a traves de las tripas.

 - ¡Aaaarjj! - susurraba mientras caminaba al encuentro del orko.

Dos grandes tajos dstrozaron parte de la armadura del Orko, pero aun se mantenia en pie y es que esos bichos podían resistir mucho antes de caer.

 - Que el emperador nos proteja - dijo mientras esperaba la embestida del Orko.

 la complicada situación se había resuelto, Abel había recuperado el aliento y avanzó para hacer tapón fuera del pasillo y que éste no volviese a estar opturado por los orkos.