Partida Rol por web

Al abrir la puerta, Marta y Chad se encontraron con un viejito que parecia de lo mas sorprendido de encontrarse con gente viva. No lo culpaba. Cuando Marta lo presento, Chad saludo cordialmente con un lento movimiento de la mano.

Y cuando se refirio a su arma defensiva, simplemente se encogio de hombros y comento -Las armas de fuego no me gustan. Y tengo buena punteria. Y si, supongo que ir al hospital es buena idea aunque... creo que no lo es tanto ir si ya esta anocheciendo.

Bajan a la primer planta del hospital en busca de Moe. La mayoría de la gente está tranquila: muchas mamás y papás (sustitutos en gran parte) acomoda a los críos en las camillas y los arropa para dormir. Ellos se tiran al lado, sobre el suelo, arriba de otras frazadas y mantas que han traído en su fuga de la prisión. Algunas mujeres están conversando en voz baja, sentadas en las sillas que el corredor tiene a un costado, las que servían para esperar que la enfermera tome el ingreso cuando ésto era simplemente un hospital.

Denzel le pregunta a una mujer sobre Moe y ella le señala a la vuelta del corredor. Caminan hasta allí, con Nick aún sosteniendo su cabeza y Daniel mudo totalmente. Llegan a un consultorio, adentro Moe está discutiendo algo con Silvia Dolla.  Cuando los ve pregunta:

- Hola, ¿algún problema?

Dice Moe y mira tranquilamente a los recién llegados.

En vez de responder el saludo de manos con otro similar, el hombre atrae a Chad y a Marta con un fuerte abrazo. Incluso se lo oye sollozar.

-Hace seis meses... seis meses que que estoy esperando a alguien... 

Ambos se preguntan cómo, si él está solo, el candado estaba cerrado por fuera pero el hombre justo habla de ese punto. 

-Hice un túnel, tengo un túnel por el que salgo debajo de la casa. Hay que buscar provisiones, ¿saben? -interrumpe nuevamente con más sollozos -voy cada semana, o dos semanas. No como mucho. Pero dejé la puerta con la clave, la cerré y esperé que algún día alguna persona...

Se separa, se saca esos enormes lentes de culo de botella (se dicen así por lo enorme que son sus vidrios) y dice- y no, no es conveniente salir de noche. De noche sale esa criatura, esa que los domina. Le he nombrado Lord Zombie porque así le decían en los videjuegos.

Alan, mira a los chicos y les pide:

-Pasen por favor. ¿Se acuerdan que buen tiempo cuando ésto sólo era el tema de un videojuego o del cine?

-Si, un gran tiempo...lastima que haya quedado atrás. ¿En el sotano hay muchas provisiones? Quizas mañana por la mañana, pueda venir a recogerlo, ahora hay que irse.

Descolge la espada de mi espalda, tendiendosela a Chad.

- No es de fuego y puede resultarte más útil que lo que llevas- dije guiñandole un ojo

- No hay tiempo que perder, vamos al hospital. Alan, ¿puede decirnos más de ese Lord Zombie?

Mientras hablaba los conduje hacia el hospital

El muchacho nunca habia sido muy afin a los videojuegos, como tampoco a las peliculas de terror, pero aun asi, entendia de lo que hablaba Alan y sonreia, satisfecho por el buen humor del viejo en aquella situacion.

Cuando Marta le tiende la espada, la agarra, con las dos manos, previo a guardar su trozo de vidrio en el morral. Se queda observando la espada, entre emocionado y acojonado. ¿Podria manejarla, como se supone que un objeto de aquella indole lo requiere? Bueno... solo habia una manera de averiguarlo. Agradecio a Marta por el obsequio, o prestamo, no estaba seguro, con un gesto de la cabeza.

Sin embargo ante la aprehension de la mujera por ir al Hospital, Chad tuvo que dejar de lado un poco el buen humor para darle una enfasis algo mas seria al asunto. -Lo siento Marta, pero en verdad no creo que sea buena idea. Si tu tienes ordenes que seguir o algo por el estilo, no me opondre, se que puedes cuidarte muy bien sola. Por mi parte, me quedare hasta que amanezca. Por las noches... no me suele sentir seguro. Eso si Alan me permite quedarme, por supuesto.

- Pense que estariamos más seguros alli que aqui, pero tienes razon, no es seguro salir ahora. Saldremos cuando amanezca. Deberiamos atrancar esta puerta, la verdad, no me hace mucha gracia el encerrarnos con llave y menos por fuera. Pero deberíamos asegurar la puerta para pasar la noche. Si te parece bien, Chad, haremos turnos de guardia, yo hare el primero

El hombre escucha la plática entre ambos jóvenes y dice:

-Es mejor quedarse aquí. Mañana iré donde quieran, si es que... puedo ir claro.

Los mira con ojos lastimeros.

-Porque si si hay más gente yo... me encantaría ser parte de una familia. Tenía una familia antes...

Alan niega con la cabeza, intentando detener los dolorosos recuerdos.

-Cierren la puerta, saldré por el túnel y volveré a colocar el candado y la llave bajo el tablón. Si me la entrega señorita, le agradecería. Quisiera dejar afuera todo como estaba por si alguien más nos encuentra.

Sonríe.

-El Lord Zombie no sabe ni leer, no debéis preocuparos por él.

Voy a empezar a hablar cuando recuerdo que yo aún no he sufrido ningún cambio extraño. Entonces miro a Moe con compasión, me brillan los ojos al reflejo de una lágrima que seco rapidamente con el puño. Entonces me giro y miro a los otros, les toca hablar a ellos, yo me siento completamente inútil. 

De nuevo, me apoyo contra una pared y me dejo caer sentado, rezagado. No hay dios al que rezar.

Le entrego la llave a Alan, espero a que vuelva despues de habernos encerrado con llave.

¿Por que lo llama Lord Zombie? ¿Que tiene de particular?

Me sente en un lado de la cocina, en el suelo. Había sillas, pero me sentia mejor estando en el suelo, además sería más comodo para dormir

Durante todos sus años en la Iglesia, Chad habia aprendido mucho pero sobretodo algo que le habia sido de gran utilidad a lo largo de su vida. Nadie es puro y esta protegido de la corrupcion y el engaño. El mismo podria aparentar de una manera, pero solo el se conocia en verdad. Y aplicaba la misma regla para con el resto.

-Señor Alan! Aguarde! Quisiera... ver ese camino, por favor. Estas cosas me fascinan... pasadizos ocultos... es realmente divertido. Y descuide, prometo no causarle problema.

Chad sonrio con amabilidad, y en su interior el Reikista dudo un momento de Alan. Aquellos tiempos hacian cambiar a la gente.

Visto que los otros no quieren, o no saben como plantear el asunto, me dirijo a Moe con convencimiento y seguridad, solo faltaría que me tomara por loco

-Moe, me parece que la radiación nos ha afectado de forma extraña a Nick, Daniel y a mi. Antes Daniel ha sacado llamas por las manos, sin quemarse, y eran llamas de verdad. Yo he destrozado un suelo de cemento con las manos  desnudas y Nick... bueno, el se ha transformado en perro-

Y es que eso suena demasiado ridículo e increible, incluso en estas circunstancias

-no hemos estado mas expuestos a la radiación que el resto de los refugiados, por eso creo que habría que avisar a todo el mundo ssobre la posibilidad de sufrir síntomas extraños y mantener algo de calma si sucede algo. Tampoco es necesario dar demasiados detalles, me parece-

Cuando Denzel explica los hechos de nuevo, levanto la cabeza rápidamente y miro mis manos. Mierda... y ni si quiera me he quemado... ¡si me hubiera quemado tendría algo de sentido! Grito sin querer golpeando el muro con mis puños haciéndome daño. Lo siento... Vuelvo a sentarme.

Nick escucha las palabras de Denzel con atención, pero comienza a sonreir cuando llega a los detalles escabroros. Cuando dice que él mismo se ha convertido en perro, no lo puede soportar más y empieza a reírse por lo bajo.

-Ésta si que es buena. La madre que me parió.

El médico parece estar algo fuera de sí, y joder, no es para menos, así que le da un par de palmadas en la espalda, con cierto cuidado, temiendo que esté tan caliente como un horno.

-Vamos, vamos, tranquilo. Podría ser mucho peor chico. Quizás Dios haya decidido echarnos una mano para soportar todo esto. Lo ha dicho sin pensarlo pero al decirlo todo comienza a cobrar sentido. -¿Y si fuera así?

Se rasca la frente con el cañón del revólver, con una indolencia casi suicida. Entonces, repara en los otros refugiados al fondo del pasillo. Niños,mujeres y hombres cansados, y se guarda el revólver con cuidado y con una expresión de determinación. -Hay que seguir adelante. Tenemos que salir de aquí, aunque no entendamos qué está pasando. Quizás podamos sacarle partido a esto. ¡Vamos! Arriba esos ánimos.

Golpea fuertemente los hombros de Daniel, para darle ánimos de nuevo.

-Jajajaja, pero estos inútiles parece que la radiación les ha tocado el cerebro. Moe, joder, tenemos que discutir cosas serias, ¿vas a oír a estos... idiotas?

Moe levanta una mano y, con su índice, le señala a Silvia la salida.

La chica parece histérica y lo desafía con la mirada.

-Estoy harta de ser la segunda, deberías recordar que soy importante...

Moe no cambia su postura.

Silvia sale dando un portazo.

-Iros a la mierda, ¡todos vosotros!

-Bien, sentáos.

Hay varias sillas así que todos pueden tomar asiento.

-No me extraña nada de lo que dicen. Bueno... quizás lo del perro y eso, pero. No sois los únicos que han mutado, Barret está cambiando también.

Moe se encoge de brazos.

-No sé qué sea, yo no siento ningún cambio. Y del resto de la gente no veo tampoco nada raro. Pero hay una niña que está también cambiando, y está grave.

Cruza sus brazos sobre el escritorio y pregunta.

-¿Queréis ir a verla? Pero esto queda entre nosotros, no quiero que cunda el pánico entre los sobrevivientes. ¿Vale?

Le habla luego a Nick.

-Y yo también creo que esto puede ser a nuestro favor, pero aún es muy pronto... no sé. Todo está tan raro.

Alan mira preocupado la hora.

-Señorita, si me lo permite, prefiero que su compañero y yo salgamos por el túnel y luego de cerrar la puerta desde afuera y volver por el mismo sitio, prometo responder a todas sus preguntas.

Se le nota que, sea lo que sea un Lord Zombie, al hombre le da el suficiente miedo como para que no quiera perder ni un minuto más en contestar ningún tipo de preguntas.

-Si quiere puede acompañarlos. Aunque prefiero que alguien se quede, además el túnel es estrecho. Está hecho por un pobre viejo, como verá usted.

Antes he tenido algunas dudas sobre el liderazgo de Moe, pero viendo su reacción serena me reafirmo en que es lo que necesitan los supervivientes

-no se si yo podré ser de alguna ayuda, pero acompañare a Daniel a mirar a la niña-

En realidad, con lo raro que es esto dudo que ninguno seamos de ninguna ayuda real, pero si la niña esta mal Daniel podrá darle calmantes o algo. Sobre lo de que dios nos envía ayuda... ni soy creyente ni creo que vaya a empezar ahora, pero no esta mal pensar eso si da esperanzas a la gente, así que no digo nada.

Nick ignora a la chica y se sienta en una silla de plástico medio anclada a un soporte de metal que en su día sujetó varios asientos de la sala de espera. Se queda mirando la puerta cuando Silvia la cierra de un portazo, y se imagina a sí mismo pegándole una patada en el culo que le haga volar varios metros. Pero no, él no tiene súper-fuerza, ahora es un doberman cuando se acciona Dios sabe qué mecanismo en su cuerpo. Es como aquella serie...¿Cómo se llamaba?

-"No sé qué sea, yo no siento ningún cambio. Y del resto de la gente no veo tampoco nada raro. Pero hay una niña que está también cambiando, y está grave".

El tono grave y sereno de Moe le devuelve a la realidad, aunque le hace desear estar muy lejos de ella. Escucha el resto de la conversacion con los brazos cruzados, sin reparar en la ausencia del maletín y al final abre la boca.

-Claro, veamos lo que le pasa. La llevamos a una sala con su madre o quién sea y echamos un vistazo. No sé sabe qué podría pasar si le...bueno, si le pasa algo en medio del resto de la gente. Podría ser peligroso... Y alguno mancharía los pantalones.

Mira fijamente a Moe, el tipo que previamente le tocó las narices. Seguramente sería la tensión del momento. -¿No habría que seguir avanzando? Para intentar alejarse de la radiación...

Recuerda entonces el pasillo repleto de niños y personas heridas y cansadas. ¿Cómo mover a tanta gente rápidamente? ¿Cómo conseguir alimento y transporte? No, aquello no tiene sentido. Quizás la única forma de salvarse sea dejar a algunos atrás. Pero se guarda de decir lo que piensa.