Partida Rol por web

Mathus envía el código de error a través de su módulo de datos mientras la cuenta llega a su fin.

3... 2... 1...

Hay un segundo de silencio que parece eterno. El suave sonido de las puertas deslizándose mientras se abren rompe la tensión. Un pasillo iluminado aparece al otro lado de la puerta por un instante, pero de repente, la iluminación se apaga y es sustituida por luces tenues de color naranja que salen del suelo.

Una voz robótica anuncia: "Fallo general del sistema. Generador auxiliar conectado. Retorno a generador principal en 10 minutos"

Tras la voz, se hace el silencio de nuevo. Os miráis entre vosotros dudando, pero no... no suena ninguna alarma y la puerta está abierta.

- Uff! me seco el sudor de la frente y digo:- Venga tenemos 10 minutos a que estamos esperando, en 10 minutos se activara todo de nuevo.

Pash se acercó a la puerta con una ceja arqueda-. Pero... -iba a mencionar algo, pero guardó silencio al ver como todo se había resuelto bien, aunque con límite de tiempo establecido en diez minutos. Pash desenfundó su arma y entró por el pasillo, siguiendo a sus compañeros.

Había faltado muy poco para que todo se fuese al traste, pero Mathus, haciendo un gran trabajo, había conseguido abrir la puerta y evitar que sonase la alarma.

Ahora, había que actuar lo más rápidamente posible.

Cautelosamente, y sonteniendo mi arma en la mano, penetro en el tenuemente iluminado pasillo, atenta a todo lo que ocurre a mi alrededor.

Sigo a mis compañeros por el pasillo.

-¡Muy buena Marthus! Puerta abierta, podemos pasar. Con cuidado, pero sin perder el tiempo. Vamos.

Prepara su arma y se adelanta, avanzando con el mismo ojo avizor que suele usar en sus expediciones como rastreadora. Acostumbrada a detectar movimientos extraños, o a ver venir el peligro antes de que le caiga encima, templa sus nervios y centra toda su atención en lo que les rodea.

Entráis en la torre de control con las luces de emergencia naranjas brillando intermitentemente. Lo que parecía un pasillo es en realidad una sala alargada con una puerta al fondo a la derecha que lleva hasta un espacio diáfano enorme: la sala de control principal.

Os acercáis a la puerta, desde la que tenéis una buena perspectiva de casi todo el espacio.

La sala de control tiene varios paneles semicirculares con ordenadores y pantallas. Todos los procesos parecen automatizados. Dos droides astromecánicas se ven desde vuestra posición, manipulando los ordenadores de los paneles que tienen delante. También veis otros dos driodes... de combate, similares a los de la entrada. Uno de ellos patrulla pegado al gran ventanal por el que se ven los acantilados de Mos Shuuta. El otro, solo se asoma de vez en cuando por el pasillo más alejado a vosotros que lleva a la entrada principal, aunque no veis exactamente hasta dónde camina.

Solo hay una humana en la sala, vestida con el uniforma de supervisora. Cuando llegáis, está maldiciendo mirando las pantallas y las luces de emergencia. Habla por un comunicador mientras se mete en lo que parece un despacho en el centro de la sala.

- Aquí la supervisora Brynn... No, es un maldito fallo de sistema. ¿No se supone que hicieron una inspección hace una semana? - la mujer, malhumorada, resopla mientras espera una contestación - Pues GRAN trabajo. Sobretodo cuando tenemos una lanzadera imperial a punto de aterrizar. En fin.... no importa. No parece haber daños, así que en diez minutos debería restablecerse todo de vuelta a la normalidad. El generador auxiliar funciona sin problemas, así que tenemos todo funcional, y en cuanto los....

La supervisora entra en el despacho y dejáis de escuchar la conversación.

Venga vamos, guardar las armas por si las moscas, quizás los Droides de seguridad no nos detecten si no ven armas activas. digo sin mucho conocimiento al respecto.
Luego guardo mi arma y sacando el modulo de datos y abriendo poco la puerta me deslizo hasta el primer ordenador libre que pueda bloquear mi cuerpo de la vista de los Droides guardianes y de la supervisora.
Una vez allí conecto el modulo de datos y empiezo a teclear para quitar los sellos magnéticos de la nave.

Hay 10 accesos a ordenadores que puedas ver.

El más cercano es el 1, pero es posible que esté a la vista de algunos puntos de patrulla de los droides.

Los paneles de las consolas son muy altos, bloquean la visión de los droides.

Decidme a que consola queréis conectaros. Seguramente haga falta una tirada de Sigilo. En este caso, podríais ir una pareja, y hacer una tirada asistida de Sigilo entre los dos. Idealmente, deberían ir un personaje técnico (Mathus) y otro que sepa moverse bien en Sigilo (como Sasha). Explico más sobre tiradas asistidas en la escena de reglas :)

Me coloco, sigilosamente, en una posición desde la cual pueda tener controlados tanto los movimientos de los droides de combate como los de la supervisora, y, lentamente, deposito mi arma en el suelo, frente a mí.

- Está bien, yo te cubro mientras intentas desactivar los sellos magnéticos que tienen retenida a nuestra nave - digo, susurrando, al técnico - Si alguno de esos droides intenta atacarte... Bueno, quizá acabe como el gamorreano de la cantina -

Voy a los terminales 4

Con el máximo cuidado y silencio posibles Mathus y yo nos acercamos a la terminal pasando por detrás del droide astromecánico, que sigue sumido en sus operaciones. Tenemos una suerte inmensa, y nadie nos detecta.

-Adelante muchacho, lúcete...

Le susurro a mi compañero casi al oído, para después colocarme de modo que cubro con mi arma un radio de tiro lo más amplio posible. Hemos llegado hasta aquí, pero siempre hay lugar para las sorpresas.

Como pensaba el terminal 4 nos cubre de los drones de combate a ser un panel alto, y con Sasha como experta en movimiento la sigo pisando donde pisa ella hasta llegar al mismo.
El terminal es sencillo no tiene mucho que hacer ni operaciones raras, por lo que también tiene el protocolo encendido y abierto, por lo que tecleo las secuencias de desamarre del carguero lo intento varias veces pues la primera no acepta la orden hasta que me doy cuenta de que debo escoger el operador que hace el desamarre, Pongo Supervisora Brynn y un "Realizada la operación" aparece en la pantalla por lo que digo:- Bueno, ya esta, larguémonos de aquí, esperemos a que el Droide de la vuelta y salgamos.

Mathus se conecta al terminal 4 y comienza a acceder al sistema. Sasha vigila pegada a él, mirando alternativamente a uno y otro lado mientras sujeta su rifle con nervios. Desde su posición puede ver como Oskara, en el borde de la puerta. Está preparada y apuntando, lista para disparar con precisión y frialdad a la mínima señal. Eso la tranquiliza. Sabe que puede dar por muerto a uno de los droides y solo quedaría otro por eliminar. ¿Tendrían que llegar a combatir?

Sasha mira de reojo a Mathus. El técnico parece estar tardando más de lo debido. Los droides completan su patrulla, llegando al extremo, y observan el entorno. Parece que la elección de la terminal 4 ha sido acertada. Los droides no ven nada extraño, se dan la vuelta y continúan su ronda. Mathus se da cuenta y sonríe. Empieza a teclear más deprisa y su sonrisa crece. Parece que ya lo tiene, solo ha costado un poco más.

-¡Muy bien, Mathus! Esto ya está. Venga, movámonos.

Lo digo tan bajo como puedo, pero el hecho de ver que lo ha conseguido me da ánimos. Ahora hay que salir de aquí, y sin que nos detecten.

La exploradora y el técnico llegan hasta la puerta y todos suspiráis aliviados. Por un momento, todo parecía abocado a acabar en disparos, pero habéis salvado la situación por los pelos. 

Tenéis el motor.

El carguero tiene las amarras libres para despegar.

¿Qué podría salir mal?

- Si, correcto... - dice la supervisora mientras se asoma desde su despacho y mira por el enorme ventanal de la torre de control - Lanzadera imperial Lambda 1418, tiene permiso para aterrizar en el muelle Aurek