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The Black Company Chronicles: Rastrojo s Misantropy

Día 3 tras la DDE - Llegada a Puerto Rata

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17/10/2016, 18:29
Preocupado

El chamán debía estar en una especie de trance, alguna meditación muy profunda de la que no eran capaces de sacarlo y quizás lo mejor era no hacerlo para no molestar a los espíritus, así que se apartó y miró con curiosidad como Usurero, seguido de Sacamantecas se dirigía hacia los otros dejándole allí solo con Ikharus.

-¡Eh vosotros! ¡No podéis...!

No terminó la frase, estaba claro que no le harían caso y además estaba preocupado porque se temía que todos estaban cayendo en una trampa.

Primero atraen a uno y lo atrapan como hicieron con Ponzoña y después esperan que los demás acudan a rescatarlo para atacar a las mujeres y a los indefensos... Y ahora solo estoy yo con un viejo para proteger a Rastrojo y las mujeres. Pero lucharé para defenderlos.

No hubo ningún ataque y Usurero le sorprendió con un plan que parecía complicado en su mente pero que tras repasarlo parecía que funcionaría. Así el grupo comenzó a volver hacia los carros y entonces se produjo algo inaudito cuando Matagatos golpeó a Rastrojo con violencia.

-Pero Cabo... A un chamán no se le debe tocar, los espíritus se enfadaran y nos maldecirán a todos.

Los oscuros no entendían nada y si ya era peligroso hacerse acompañar por la pitonisa ahora su hermano ofendía a los espíritus. Preocupado escupió al suelo y soltó su escudo y su lanza para agitar compulsivamente las manos repeliendo a los malos espíritus que sin lugar a dudas ahora se congregaban a su alrededor mientras miraba a todos lados esperando una desgracia. Cuando tras un rato no pasó nada se calmó y volvió a recoger su escudo y lanza, aunque seguía preocupado por todo lo que estaba pasando.

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18/10/2016, 16:50
Sabandija

Sabandija apenas podía seguir el razonamiento de usurero. Aquel hombre le daba miedo. Lo único que entendió es que tendría que subirse a uno de los carros para no pagar y eso hizo. ¿Los carros conducidos pro las dos mujeres? ¿Qué iba a decir Rastrojo cuando por fin levantara? Al bajar de la red a Ponzoña casi aplastaron al joven K´Hlata que salió correteando hacia uno de los carros sin decir esta boca es mía.

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20/10/2016, 22:34
Rastrojo

¡AY!

Rastrojo despertó con el tortazo de Pelagatos. Además, el chamán se llevó la mano a la mejilla del bofetazo y se puso en pie lanzando una mirada a Matagatos que algunos dirían que lo estaba maldiciendo.

Menos mal que tengo el sueño liviano y me dió tiempo a apartarme y esquivar tu golpe, Matagatos. Si no, esto te hubiese valido un consejo de guerra...

Rastrojo retiró la mano de la mejilla, y descubrió una marca enrojecida en el punto del impacto.

...pero de que te arranque la piel a tiras no te libra nadieeeeeeaaargh...

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20/10/2016, 22:40
Bimbawa

¡No, Rastrojo! ¡No!

Cuando Rastrojo se iba a avalanzar sobre Matagatos, Bimbawa se interpuso para pararle. Los delgados bracitos de chica de la prostituta fueron suficientes para evitar que el flojo chamán avanzase empujando. Ni una pulgada en la arena de la playa pudo acercarse.

Tienes que subir al carro. No tenemos tiempo para esto, hay que llegar hasta Elefanta.

Visto lo visto, Usurero accedió a llevar a Rastrojo para mantenerlo separado del Cabo. Sorprendió que también invitase a su ex-Rufián Ikharus. El cuarto en discordia fue Sacamantecas. Los cuatro subieron al techo, y desde ahí se descolgaron por la trampilla.

El pasaje del carro de Khadesa consistió en Campaña, Matagatos, Ponzoña y Preocupado. Todos se olvidaron de Sabandija, pero se metió también en el carro. Las cabritillas estaban con la lengua fuera... pero no podían verlas porque estaban a oscuras.

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20/10/2016, 22:54
Director

¡¡¡Maricona el último!!!

¡Splash!

Las voces de los sodomitas en el exterior de los carros empezaron a ponerles nerviosos.

¡A que te pincho con mi lanza, maricón!

No si yo te pincho primeeeeeeroooo...

Los carros seguían en movimiento, aunque se ladearon un poco por la inclinación de la playa.

¿Alguna voluntaria para echarme el aceite bronceador?

Las costumbres de los sodomitas resultaban cuando menos curiosas.

¡Venga, vamos a jugar todas juntas!

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20/10/2016, 23:04
Campaña

¿Jugar? Ju-gaaaarrrr... Campaña también quiere ju-gar.

El enorme Campaña se puso de pie en el carro y se golpeó en el techo de madera. Encorvado, trató de avanzar entre, pero sobretodo sobre, sus Hermanos Juramentados. Solo quería llegar hasta la puerta trasera del vagón para salir a jugar con los sodomitas.

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20/10/2016, 23:08
Khadesa

Pssst... ¿Qué estáis haciendo ahí detrás? La armadura de Campaña no tiene bolsillos. Como logre salir fuera del carro, nos tocará pagar a los sodomitas una plata cada uno de nosotros.

Notas de juego

No marquéis a Sacamantecas.

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20/10/2016, 23:10
Rastrojo

La trampilla del carro de Usurero daba a una jaula cúbica de seis por seis pies. Normalmente, la trampilla estaría cerrada, pero la dejaron abierta por si acaso los sodomitas les tendían una trampa, de modo que un halo de luz del cielo azul se proyectaba por el hueco iluminando la cara de los apretujados pasajeros.

Uh... No entiendo. ¿Por qué hay barrotes?

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20/10/2016, 23:15
Ikharus

Yo te diré porqué... Usurero está volviendo a hacer de las suyas. No ha venido a por Elefanta, solo pretende hacerse con unos cuantos esclavos a costa de la sangre que los Hermanos derramemos en esta misión.

Ikharus hizo ademán de sacar su hacha de mano en el espacio reducido de la celda. No aprobaba el comportamiento de Usurero. Pero estaban todos tan juntos que era difícil encontrar hueco para deslizar el mango por el cinto. Pronto forcejeó con Sacamantecas...

- Tiradas (1)

Motivo: Físico de Ikharus: forcejeo para desenvainar vs Sacamantecas

Tirada: 1d10

Resultado: 3(+2)=5

Notas de juego

Tirada enfrentada de físico si quieres impedir que Ikharus saque un hacha.

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21/10/2016, 10:58
Sacamantecas
Sólo para el director

Sacamantecas lo vio venir y no dudó ni un segundo en interponerse sujetando además la muñeca del ex-Rufián.

- No sé qué pretendes Ikharus. Pero ni se te ocurra volver a intentar una tontería como ésta. – Amenazó Sacamantecas sin pestañear. No aflojaría su presa hasta que el antiguo rufián cesara en su empeño de desenvainar un arma en el interior de aquel carro.

- Los barrotes son por si apresábamos vivos a alguno de los esclavistas que se llevaron a Elefanta. Usurero pensó que Analista quizá querría interrogarlos. – Gruñó el rufián. – Y si no fuera así y Usurero tuviera otros motivos… son sus motivos. – Dijo en tono amenazante. Esa conversación tenía que acabar ahí mismo.

- Tiradas (2)

Motivo: Físico de Sacamantecas

Tirada: 1d10

Dificultad: 5+

Resultado: 10(+3)=13 (Exito)

Motivo: Crítico Físico de Sacamantecas

Tirada: 1d10

Dificultad: 5+

Resultado: 8(+3)=11 (Exito)

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21/10/2016, 11:26
Matagatos

-Campaña, no-dijo Matagatos, cogiendo al hombretón del brazo y con un tono firme-debes creerme, no van a... Jugar. Se refieren a otras cosas, creo. Cosas de personas mayores, y en las que no creo que te quieras ver envuelto. Además, te harán pagar si sales del carro. Es mejor quedarse.

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21/10/2016, 11:44
Preocupado

Estaba decidido y Rastrojo no parecía estar en desacuerdo, así que Preocupado ocupó su lugar en el carro de Khadesa sin dejar su escudo y su lanza pues le preocupaba que aquellos hombres no cumplieran su palabra o que algo del plan de Usurero saliera mal.
Al acercarse comenzaron a escuchar las voces de aquella extraña tribu pero todo parecía ir bien, salvo por la pequeña inclinación que comenzó a tomar el carro al introducirse en una zona irregular de la playa. El entusiasmo con el que Campaña se alzó para salir a jugar con aquellos hombres hizo que todo se tambaleara y que la preocupación en el rostro del guerrero fuera evidente, no podían dejar que el grandullón salier del carro pero tampoco veía la forma de impedírselo. Por fortuna la rápida intervención de Matagatos solucionó todo aquel asunto con rapidez.

-Sí, somos soldados y estamos en una misión, no podermos pararnos a jugar, tienes que hacer caso al Cabo Matagatos.

Esperaba que aquello fuera suficiente para contener a Campaña. Podía ponerse delante e interponer su cuerpo y su escudo, pero temía que la fuerza de aquel hombre se lo llevara por delante.

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22/10/2016, 01:31
Sabandija

Sabandija se introdujo en el carro donde apenas cabían apelotonados y se mantuvo callado e inmóvil.  El movimiento del carro y los gritos de fuera le tenían muy tenso, tanto que se aferraba con fuerza a su cuchillo dispuesto a apuñalar hasta la muerte a esos sodomitas sobornadores. Matagatos trataba de detener al gigante de Campaña, cuyo cerebro debía ser más diminuto que el de una mosca, para que no saliera afuera a "jugar". La verdad es que Sabandija tampoco entendía a qué se referían los sodomitas pero no se olía nada bueno.

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24/10/2016, 09:29
Rastreador Ponzoña

Un Ponzoña mudo, avergonzado por haber sido capturado de un modo tan estúpido, subió en silencio al carro y ocupó su lugar entre los otros. Solo esperaba que abandonaran aquel lugar lo más rápido posible.

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24/10/2016, 23:14
Rastrojo

Ah... Muy bien pensado, Usurero-dijo el chamán, dando por buenas las explicaciones de Sacamantecas-. Qué buen criterio tuve al admitirte en el grupo. Tú y yo somos personas listas. Tenemos que preveer y anticiparnos por todos los demás. El éxito de esta misión recae en nuestros hombros, Usurero.

Ikharus no replicó a Sacamantecas, aunque pudiese hacerlo. Se limitó a resoplar y a aguantar el dolor obedientemente. Viejas rencillas fueron satisfechas cuando de los dos ex-compañeros uno se impuso al otro. Sacamantecas había ganado algo más que impedir que Ikharus cogiese su hacha: había domado al viejo león.

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24/10/2016, 23:36
Campaña

Sí, primo. Campaña no lo entiende del todo, pero Campaña se queda.

El grandullón se volvió a sentar. Un rato después, el carro ya había avanzado lo suficiente como para que las voces de los sodomitas se apagasen.

¡Toc, toc, toc, toc!

Los golpecillos en el carro les dieron la indicación para bajar.

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24/10/2016, 23:56
Kaleua

Para cuando abandonaron los carros, el paisaje había cambiado. Seguían en una playa. A sus espaldas, una agrupación de rocas separaba esta zona de la playa de los sodomitas. Y por un lado, el arenero en el que estaban seguía dando al mar, pero por el otro...

Por el otro lado, la playa terminaba en un lago. Y el lago y el mar solo estaban separados por una presa de troncos. La ciudad que había del otro lado, montada en la montaña, tenía una hermosura comparable con Idon. Los hombres de las barcas eran en su mayoría Nyueng Bao, como Peregrino.

Rastrojo se sobresaltó y señaló un ser extraño nadando en el lago.

Aquella rata enorme empujaba un tronco en dirección a la presa.

¡Nuru sogüe ndah noknok!-dijo una figura K'Hlata aparecida en su lado del lago.

El hombre esperó un rato, y finalmente, ante el silencio, volvió a intentarlo con otro idioma.

¡Bienvenidos a Puerto Rata, amigos! Mi nombre es Kaleua. Trabajo para los Nyueng Bao. Guardaré los carros y los animales mientras estén del otro lado del lago.

Kaleua señaló a su espalda, al tejadillo de un pesebre para los carros, que sobresalía detrás de una roca que casi lo mantenía oculto a la vista. Esta podía ser una buena ocasión para hacer preguntas y encontrar respuestas. Por lo menos respuestas con un tono de voz no tan crispante como el de los Sodomitas.

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25/10/2016, 13:09
Preocupado

Preocupado sintió cierto alivio al comprobar que Campaña entraba en razón.

Al menos cuando se trata de recibir órdenes de su primo le hace caso.

Eso le preocupaba un poco, solo esperaba que Matagatos siempre estuviera cerca del grandullón por si se le metía otra idea rara en la cabeza.
Andaba en estas y otras preocupaciones cuando unos golpes indicaron que podían salir al exterior. Como buen soldado asió su escudo y sus armas y lo hizo con precaución, dispuesto a repeler algún posible ataque. Le preocupaba salir y encontrarse rodeado de un numeroso grupo de enemigos, aunque por fortuna eso no fue así, lo que encontró fue una ciudad que le pareció de una gran belleza, tan distinta a su sabana natal.
Cuando Kaleua se acercó el K'Hlata le apuntó con su lanza dejando claro que no dejaría que se acercara más de la cuenta hasta saber quien era y que quería de ellos, el hombre hablaba un extraño idioma que Preocupado no entendió, aunque después comprobó que también sabía K'Hlata.
Miró a Rastrojo cuando el hombre quiso hacerse con sus carros y sus animales, en principio para guardarlos, pero le preocupaba que estuviera intentando robarles o tendiéndoles algún tipo de trampa. Siguió atento a los movimientos de Kaleua y a si otros hombres se acercaban al grupo.

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25/10/2016, 13:28
Sacamantecas

En el fondo de su ser Sacamantecas estaba henchido de orgullo. Ya era hora de que alguien tomara el relevo generacional. Había demostrado con creces ser más que un digno sucesor de Ikharus al frente de los rufianes de Usurero. Había sobrevivido al tarado de Mediastintas, tarado aunque peligroso. Y ahora había logrado doblegar a Ikharus en un enfrentamiento físico, mostrando a las claras quién mandaba en la actualidad.

Pero no podía mostrar su orgullo en el exterior. Debía seguir con su trabajo, sobrevivir y regresar con Usurero. El maldito viejo se agarraría con fuerza a lo que fuera con tal de no perder una moneda, pero a Sacamantecas iba a tener que reconocerle su mérito. Y su esfuerzo por mantenerle a salvo. Sí, Sacamantecas sería el nuevo número dos indiscutible de Usurero.

Al frenar los carros el rufián atisbó el exterior sin bajarse. No iba a permitir que Ikharus se quedara a solas con Usurero. Así que por seguridad se esperó a que el padre de Serpiente descendiera, o a que lo hiciera el propio Usurero, siempre manteniéndose cerca del mismo para poder protegerle en condiciones.

El sitio en el que estaban era espectacular. Algo muy distinto de todo a lo que Sacamantecas estaba acostumbrado. Bello podría decirse… pero al ser distinto también sería peligroso. El rufián permaneció con todos sus sentidos alerta… sólo por si acaso.

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25/10/2016, 17:34
Matagatos

Matagatos no sabía qué esperaba encontrar al otro lado, pero desde luego no esto. Quizás una cala de contrabandistas, o un conjunto de chozas con un puerto... Pero no aquel lugar tan impresionante.

-¿Puerto Rata? ¿Qué es esto, como es que no sabíamos de esta ciudad?-preguntó el cabo, mientras miraba para todos lados, procurando vislumbrar la ciudad, o todo lo que se pudiera desde aquel punto al que habían llegado con los carros.