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The Last Blade 2

Capítulo III: En camino (Akari, Juzoh y Yuki)

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29/01/2017, 20:54
Yuki

–Maldita sea...¡son rápidos!– se dijo la guerrera saltando hacia atrás. Si hubiesen sido enemigos de verdad, la guerrera lo había tenido más fácil, pero siendo víctimas que debía contener y no matar, la dificultad aumentaba. Con un rápido movimiento, la joven cruzó la naginata de forma que golpeó con el extremo las piernas de la mujer, mientras que con el asta se protegía de un contraataque. Y la maldita lechuza observándolos. Yuki ya no la miraba, pero sabía que estaba allí. Vigilando.

 

- Tiradas (2)
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01/02/2017, 13:20
Akari

No se alegra por el daño que haya podido hacer contra el occidental. Tiene que liberarlos de los malos espíritus. El que ha sido alcanzado por su hechizo está demasiado lejos, pero tiene otros cerca. Juzoh se está enfrentando a uno, intentando protegerla de sus ataques. Es el momento para atacar ella. 

Calcula el momento y se cuela por el lateral de su hermano para golpear al occidental con su bastón cargado de energía espiritual, intentando expulsar a quien está poseyendo a ese hombre.

- Tiradas (3)

Notas de juego

vaya caca de daño XD

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27/03/2017, 16:10
Juzoh

Juzoh apenas había tenido tiempo de cubrirse del ataque de aquél gaijin poseído, pero antes de que pudiera replicar, el fogonazo lanzado por Akari alcanzó de pleno al ser que le había atacado.

- Tiradas (1)
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27/03/2017, 16:13
Director

Cuando los proyectiles sagrados de Akari impactaron en los desdichados extranjeros poseídos, ocurrió algo muy extraño. Los dos se retorcieron como si estuvieran envueltos en llamas... aunque los conjuros de Akari se habían disipado en cuanto les habían alcanzado. Sin embargo, los dos seres parecían sufrir muchísimo, caídos en el suelo, chillando y contorsiónandose.

El guardia que había sido atacado por el ser se quedó de una pieza al comprobar que su oponente se olvidaba por completo de él. Mientras, la gaijin que había atacado a Yuki se apresuró a alejarse dos pasos, y miró con una mueca de locura y horror a sus dos compañeros. Parecía aterrorizada ante lo que acababa de ocurrir. Pero se recompuso enseguida, y tras sisear y babear con rabia, se dio la vuelta y escapó con una rapidez insólita.

- ¡R... rapido! ¡Id tras ella! -exclamó el atónito guardia de la Tokaidô, aferrándose a su yari-. ¡No dejéis que escape, nosotros nos encargaremos de estos dos!

Y se dirigió al occidental que le había atacado, dispuesto a rematarlo.

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27/03/2017, 16:44
Yuki

Yuki no estaba muy segura de que los poderes de Akari fuesen suficientes para sacar los demonios que parecían tener aquellos occidentales en el cuerpo. Esperaba que si así fuese y que mientras tanto Juzoh pudiese retener a los guardias antes de que los matasen. Si embargo, aquella mujer... aquella mujerhabía comenzado a huir ¿acaso tenía cierto razonio? ¿Quién los controlaba? Desde luego, parada no lo iba a averiguar.

–¡Voy por ellla!– exclamó mientras corría tras la occidental. Conaquellos lujosos en incómodos ropajes no sería dificil alcanzarla e inmovilizarla. Y si Akari no podía hacer nada, darle el golpe de gracia... por muy desagradable que fuese. El corazón de la guerrera latía con fuerza mientras corría; por primera vez desde que la había visto, no pensaba en la lechuza.

- Tiradas (1)
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30/03/2017, 00:05
Juzoh

- ¡Eh! ¡Espera!

Juzoh no estaba muy seguro de a quién se dirigía con aquellas palabras, si al guardia que estaba a punto de ejecutar a los occidentales, o a Yuki que había salido como una exhalación tras la última poseída. Pero como no podía ocuparse de todo, se interpuso entre el guardia de la Tokaidô y el hombre que se retorcía en el suelo... aunque cada vez con menos intensidad. Parecía estar quedándose sin fuerzas.

- No hace falta matarlos... ¿No ves que mi hermana les ha dado lo suyo? Ya no serán un problema.

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30/03/2017, 00:09
Director

Y efectivamente, los dos occidentales a los que Akari había alcanzado con sus proyectiles sagrados se habían ido quedando poco a poco inmóviles en el suelo.

Los guardias de la Tokaidô se encararon con Juzoh, ceñudos, y le amenazaron con sus armas como si no se fiasen de las intenciones del gigantón.

- ¿Quién demonios sois vosotros? -le increparon-. ¿Y cómo habéis podido detener a esos... esos seres?

Notas de juego

Desmarco a Yuki en este post, porque ya se ha alejado demasiado para oírlo.

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30/03/2017, 00:11
Director

Yuki se apresuró a perseguir a la última gaijin mientras Juzoh lidiaba con los guardias de la Tokaidô... pero si había pensado que iba a ser fácil darle caza, mejor sería que lo pensara de nuevo. A pesar de estar ataviada con aquellos ostentosos e incómodos ropajes, la occidental escapaba con la agilidad de una fiera felina de las montañas.

Yuki no tardó en darse cuenta de que no iba a poder alcanzarla a no ser que sacara el máximo esfuerzo posible a sus largas piernas...

Notas de juego

Si todavía quieres pillarla, prueba de Atletismo contra dificultad 17. Recuerda, tienes 10 en la habilidad y hay que sumarle el dado medio, blablabla...

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30/03/2017, 00:17
Yuki

Si aquella mujer pensaba que iba a huír estaba equivocada. Yuki era una guerrera en cuerpo y alma y como tal, había dedicado su vida a fortalecerse, a superar sus limitaciones. El hecho de entrenar con dos guerreros tan poderosos como eran sus hermanos, había hecho además que desarrollase su rapidez y que jamás se permitiese un error. Donde otros podían permitirse rebajar el nivel, la guerrera de rasgos occidentales no lo hacía.

Aspirando una bocanada de aire, comenzó a acelerar, levantando la cadera y haciendo así más larga su zancada. En aquel momento, la joven parecía un depredador corriendo tras su presa. En pocos segundos aceleró lo suficiente para alcanzarla. En cuanto tuvo oportunidad, pasó su arma por encima de la cabeza de la mujer hasta llegar a la parte baja del pecho, acmpañando su movimiento con un fuerte rodillazo en la zona lumbar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Bueno, tiré antes también, xD He sumado también la habilidad dependiente (Destreza) que no sé si hay que incluirlo, pero aún así, la atrapo.(10+8)

EDIT del Master: No, está ya incluída. Pero vamos que da igual... xD

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31/03/2017, 11:46
Director

Aunque aquella occidental era rápida como un huracán, Yuki lo fue aún más. Alcanzó a su presa por la espalda y con un golpe hábil la obligó a detenerse, mientras la sujetaba con el asta de su naginata. La gaijin cayó al suelo y se revolvió con furia, lanzando zarpazos a diestro y siniestro. Le salía espuma por la boca y parecía que los ojos estaban a punto de salirse de sus órbitas.

Yuki se esforzó por mantenerla en el suelo, aunque era más fácil pensarlo que hacerlo. No era muy diferente a un animal salvaje, pugnando por escapar a cualquier precio. Y ya se había visto de lo que eran capaces aquellos seres, fueran lo que fueran.

Finalmente, la guerrera logró inmovilizar a la occidental... o al menos encontrar una posición en la que pudiera moverse muy poco y sus uñas y dientes fuesen menos peligrosas.

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31/03/2017, 14:45
Yuki

–¡La tengo!

La voz de Yuki resonó en el camino, mientras que la  mujer se debatía bajo el peso de la rubia guerrera. Yuki le retorció el brazo. Había oído las voces que daba Juzoh tratando de impedir que los guardias ejecutasen a los occidentales; aquello era algo que había que evitar a toda costa. Aprovechando los complicados ropajes de la mujer, consiguió, despues de unos segundos de lucha, atarla de forma relativamente segura y amordazarla con la cinta que llevaba en el pelo. Sudorosa, se levantó y de un fuerte tirón obligó a levantarse a aquella elegante dama de Occidente, ahora convertida en demonio.

Lentamente se acercó a ellos, empujando y agarrando a la vez a la mujer para que avanzase, pero sin lanzarse sobre nadie. La larga y dorada melena colgaba ahora libremente por su espalda, pues había perdido el kasa en la carrera.

–¡Tiene razón! ¡No los toquéis!–  dijo con firmeza –. Ni son ya un peligro ni son responsables de sus actos. Además, si los matáis no sabremos que ha ocurrido, y podría repetirse.

Mientras hablaba, los claros ojos de la mujer estudiaban a los guardias, a los occidentales...y el camino.

- Tiradas (1)
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31/03/2017, 15:06
Akari

Parece que sus talismanes han funcionado y esos hombres ya no serán un problema para nadie. Aunque no ha podido salvarlos. Es una lástima. El problema ahora se divide en dos y es que una de las personas afectadas se ha escapado y la otra es que los guardas de la Tokaidô se han puesto a la defensiva.

-Mi nombre es Akari Ichijô. Soy sacerdotisa y onmyôji del templo Ichijô, en Kyoto. Mi hermano, mi amiga y yo nos dirigimos a Hakone. Hemos escuchado que hay un doctor que podría tratar la enfermedad de mi hermana. Pero eso no significa que debamos dejar que los espíritus malignos posean cuerpos y expandan el mal.

Por suerte, parece que Yuki ha conseguido atrapar a la que había escapado.

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01/04/2017, 19:35
Juzoh

Al escuchar hablar a Akari, Juzoh la miró un momento con expresión de confusión, como si no entiendiera a qué se refería su hermana. Pero luego se dio cuenta de que tal vez fuera mejor no revelar el verdadero motivo de su viaje tan a la ligera, y que probablemente por eso Akari no había sido totalmente sincera.

- Ehh... eso -dijo-. Tenemos que seguir nuestro camino y no hemos hecho nada malo. ¡Al contrario, os hemos ayudado!

Se irguió cuanto pudo para mostrarse fuerte ante los guardias... y también para alejar de su cara la afilada punta del yari que lo amenazaba.

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01/04/2017, 19:38
- Narrador -

Los guardias parecían aún excitados por todo lo que acababa de ocurrir y no se fiaban del trío, aunque al oír decir a Akari que era una onmyoji, se relajaron un poco. Si de verdad se trataba de posesiones espirituales, aquello explicaba que la chica se hubiera desenvuelto tan bien en la pelea.

Uno de los guardias, que parecía ser el de mayor rango, se separó del grupo y se aproximó a ella.

- Si es así, ¿puedes explicar entonces qué ha pasado con estos gaijin? ¿Qué demonio se ha apoderado de ellos para que se hayan vuelto como fieras salvajes?

Mientras tanto, la occidental atrapada por Yuki se había tirado al suelo, gruñendo y siseando como una serpiente. Seguía debatiéndose con furia para escapar de allí, pero las ataduras eran fuertes. Uno de los guardias se apresuró a acercarse con su yari preparado para ensartarla a la menor señal de que pudiera escapar. Con voz trémula, habló al que parecía ser el jefe del grupo.

- De... deberíamos acabar con ella ahora que... que podemos... se... ¡señor!

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01/04/2017, 20:05
Yuki

–Tranquilizaos...–  Yuki dio un paso adelante, intentando calmar a los hombres y, sobre todo, intentar que aquel guardia apartase el yari. La mujer no iba a permitir que el miedo de aquellos hombres precipitase una decisión. La única persona allí que podía comprender lo ocurrido era Akari y, como onmyoji, la decisión era suya. La muchacha miró a Akari, preguntadole con la mirada si podía hacer algo– Quizás Akari-sama pueda hacer algo... En todo caso, nada puede hacernos. Está atada y vigilada.

¿Dónde estará Okina? Con este jaleo ya tendría que habernos alcanzado.

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02/04/2017, 12:06
- Narrador -

Los guardias, aunque todavía parecían recelosos, se relajaron un poco cuando el jefe els hizo un gesto para bajar las armas. Ni siquiera él se fiaba del todo de la situación todavía... pero en todo caso parecía haber decidido que los tres jóvenes no eran un peligro inmediato.

- En todo caso, debemos informar de este incidente -dijo el oficial, haciendo un gesto a uno de sus hombres para que se acercase-. Ve al puesto más cercano y cuenta lo que ha sucedido. Que envíen refuerzos desde Kyoto lo antes posible...

Luego ordenó a otro soldado que atara fuertemente a los occidentales inconscientes. Aunque tal vez los ataques de Akari hubieran expulsado a los demonios, no sería buena idea dejar que volvieran en sí estando libres.

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02/04/2017, 12:11
Juzoh

La calma que había seguido al fragor del combate parecía estar poniendo un poco nervioso a Juzoh. Él era el primero al que le agradaba un buen descanso, pero estar ahí parados y rodeados de aquellos guardias desconfiados no le hacía ninguna gracia.

- Esto... ¿no deberíamos seguir adelante? -dijo-. Tenemos prisa y todo eso...

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03/04/2017, 15:57
Yuki

La guerrera miró a Akari, interrogante, preguntando con lamirada si podía hacer algo por aquella mujer que se retorcía como un monstruo. Mientras tanto, Juzoh daba muestras de querer alejarse de todo aquel lío, algo normal. Yuki misma deseaba irse para encontrar de una vez a la Dama...y a Okina.

–¡Esperad!– Yuki se acercó a uno de los hombres que yacía inconsciente y, con cuidado le abrió el párpado, tratando de comprobar si conservaba aquel extraño fulgor que había visto durante el ataque.

 

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04/04/2017, 10:51
- Narrador -

A pesar de la insinuación de Juzoh, los guardias no se movieron un ápice y siguieron mostrándole la punta de sus yaris. El gigantón exhaló un suspiro. Estaba claro que no iba a ser tan fácil zafarse de aquellos hombres después del espectáculo...

Al abrir uno de los párpados de aquellos hombres, Yuki pudo ver que sus ojos parecían completamente normales, e incluso se movían levemente. El ataque de Akari no parecía haber amenazado seriamente la vida de los occidentales, y además ya no daban signos de estar poseídos por lo que fuera que había tomado el control de ellos hacía un rato.

El jefe de los guardias se arrodilló junto a Yuki y examinó también al gaijin.

- Parece que vuelven en sí -dijo-. Menos mal que los hemos atado. Aunque ya no parecen tan peligrosos, es mejor prevenir que curar...

Luego se levantó y se quedó callado por un momento, pero las palabras de Juzoh no habían pasado desapercibidas para él.

- Me temo que no puedo dejaros ir sin más -dijo-. Por mucha prisa que tengáis, este incidente es muy grave. Debo reteneros hasta que un representante del Shinsengumi pueda escuchar una declaración sobre el suceso.

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04/04/2017, 11:05
Juzoh

Al escuchar aquello, Juzoh abrió la boca escandalizado y se dio una palmada en la frente que podría haber derribado a un ternero.

- ¡Oh, no me lo puedo creer! -se quejó-. ¡Os hemos ayudado! ¿Qué más queréis?

Aquella situación empezaba a irritar al grandullón, y no pudo evitar dar un golpe en el suelo con su tetsubo de metal. Los guardias que le apuntaban con sus yaris dieron un paso atrás, pero no dejaron de amenazarle y adoptaron una posición de defensa, como si esperasen un ataque en cualquier momento.