Partida Rol por web

The Last Blade 2

Capítulo III: En camino (Akari, Juzoh y Yuki)

Cargando editor
04/04/2017, 13:21
Yuki

–Por supuesto que no nos podemos ir ahora, Juzoh– respondió la guerrera palmeando el hombro de su amigo –Al fin y al cabo, hay que ayudar a la mujer. Sin embargo...

Yuki miró a los guardias con una sonrisa que intentaba ser conciliadora. Esperaba poder convencer a los hombres para que los dejasen marchar. No creía que pusieran demasiadas objeciones pues estaban asustados. Claro que la gente asustada podía hacer tonterías. En el peor de los casos podían dividirse haciendo que alguien se quedase a esperar la llegada del representante.

–Nosotros no sabemos más de lo que ha sucedido que ustedes y nuestro viaje no es una cuestión baladí. Necesitamos encontrar a quien puede sanar a la hermana de Akari. ¿Arriesgarán ustedes la vida de una chiquilla inocente por un montón de burocracia?

- Tiradas (1)

Notas de juego

EDIT del Master: Vale, puedes hacer una tirada de Comercio (que depende de Inteligencia y ahora lo tengo como Diplomacia en el sistema, más genérico) para intentar convencerles de que os dejen ir. Tienes 9, y la Dificultad es 18. Es bastante chungo, pero... Yuki es encantadora y a lo mejor lo consigue. xD

Rahel:http://images6.fanpop.com/image/quiz/1044000/1044940_1380602922494_469_300.jpg

Cargando editor
04/04/2017, 17:30
Akari

Se acerca a la mujer gaijin y se arrodilla. Parece bastante empeñada en escapar de allí. Lo que quiera que haya dentro, sabe muy bien lo que le va a pasar a continuación... sus amigos han pasado por lo mismo. El problema, es que no tiene forma de saber que clase de espíritu maligno les ha poseído, pero que haya ataques así solo significa que la Puerta del Infierno se está abriendo poco a poco. Sus sellos no aguantarán mucho tiempo más.

-¿Y ese Shinsengumi nos creerá? Sin duda, el bafuku usará esté incidente para evitar la entrada de gaijin en nuestras tierras y tomar acciones contra gente inocente.

Se prepara para exorcizar a la mujer.

-Podríamos dejar a esta mujer poseída, para que creyese esta historia... pero temo que cuanto más tiempo pase, más difícil será desvincularla del espíritu maligno que la posee.

Notas de juego

En el Bakumatsu (periodo en el que se encuentran) existen 2 bandos el Isshin Shishi que es la facción que quiere promover la restauración meiji y el Bafuku que es el bando leal al shogun. El Shinsengumi está en el Bafuku. El shogunato creía en cerrar las fronteras y evitar la entrada de extranjeros... así que podrían usar este ataque para decir que los extranjeros son demonios que vienen a atacarnos... XD

EDIT del Master: Hombre... yo sabía esto gracias al Shogun 2, aunque no pensaba profundizar tanto. Pero como tú eres tan versada en estos temas, si quieres utilizarlo, bienvenido sea. xD

Cargando editor
04/04/2017, 18:02
- Narrador -

Ante las palabras de Akari, el jefe de los guardias se quedó callado un momento, cavilando. Estaba claro que lo que menos le apetecía era verse envuelto en las disputas entre el Shogunato y los partidarios del emperador. Pero Akari tenía razón, tratándose de un incidente con occidentales no habría manera de evitar que aquello tuviera repercusiones en cuanto algún representante oficial se enterase de lo que había pasado.

- Mmm... Quizá haya sido una suerte que hayáis evitado que la gaijin se escapara, después de todo -dijo.

Pensó durante un instante más, mirando a los occidentales atados e inconscientes. Finalmente, pareció tomar una decisión.

- Muy bien, joven. Elimina al espíritu que se ha apoderado de esta mujer, como has hecho con los otros dos, y podréis continuar vuestro viaje -dijo al fin-. Nosotros nos ocuparemos de ellos, y aquí no habrá pasado nada...

Se volvió hacia sus hombres y les hizo un leve gesto asintiendo con la cabeza.

Notas de juego

Por cierto, se me olvidó decir que si Akari quiere probar a exorcizar a la occidental, puede hacerlo con una prueba de Religión contra dificultad 16. Tiene 13 en la habilidad.

Cargando editor
06/04/2017, 11:42
Yuki

Mientras la guerrera dejaba sitio a Akari para que hiciese su trabajo, se dedico a mirar el camino en buca de Okina...y de aquella desconocida que no dejaba de seguirlos. Sabía que no debía obsesionarse con ella, y por eso intentaba aparentar que simplemente vigilaba la aparición de nuevos seres, pero había algo que inquietaba su espíritu. La Dama aparecería en cualquier lugar, sí, pero era Okina quien era más poderoso y por tanto quien seguramente fuese el visitado por tal entidad. ¿Por qué entonces el animal estaba allí? ¿Por que ese acoso?

 

Cargando editor
06/04/2017, 12:24
Akari

-Bueno, vamos allá.

No puede ser demasiado difícil. Comienza con el ritual de purificación murmurando mantas y palabras que parecen mágicas, sin duda, buscando la ayuda de los dioses. Coloca uno de los talismanes en la frente de la mujer, cargado de poder divino. Espera que con eso sea suficiente para liberar a la mujer.

Esos espíritus parecen ser más poderosos de lo habitual. Se separa de la mujer y cierra los ojos, gritando una palabra final para liberar el sello del talismán.

- Tiradas (1)

Notas de juego

XD Justo XD

Cargando editor
06/04/2017, 13:24
- Narrador -

Cuando Akari se aproximó para realizar el ritual de exorcismo, todos se quedaron callados observando. A excepción, naturalmente, de la occidental poseída. No estando dispuesta a que nadie se acercase a ella, lanzó dentelladas y rugidos a diestro y siniestro, mientras los ojos inundados de aquél resplandor terrible parecían salírsele de las órbitas. Pero Akari no se amilanó y empezó a recitar sus fórmulas sagradas, que curiosamente parecieron hacer mella en la mujer. Empezó a retorcerse y a gemir... pero dejó de atacar con furia.

Cuando Akari exclamó aquella última palabra, hubo un resplandor que recorrió el cuerpo de la gaijin. Una especie de corriente eléctrica se materializó en una voluta de humo verdoso y se escuchó un grito desgarrador que hizo que un guardia se tapase los oídos asustado. Luego, la occidental se quedó inmóvil sobre el suelo de la Tokaido, respirando con dificultad... pero recobrando su aspecto normal.

Cargando editor
06/04/2017, 13:28
Juzoh

Juzoh suspiró aliviado. Aunque estaba acostumbrado a los temas sagrados por su vida en el templo Ichijo, no le hacía ninguna gracia presenciar algo como aquello. Sonrió, orgulloso de su hermana.

- ¡Muy bien, Akari! -exclamó riendo con fuerza-. ¡Sabía que lo conseguirías!

Miró a los guardias y dio un par de golpecitos en el suelo con su Kongo Rakan.

- Bueno... ¿ya podemos irnos?

Cargando editor
06/04/2017, 13:33
Akari

Se sacude las ropas ceremoniales y se ajusta la mochila de viaje a la espalda. El ritual ha ido bien y la mujer no tardará en recuperarse, espera... todo puede ir diferente dependiendo de la persona. Se gira hacia los guardias.

-Si puede ser, que los atienda un médico... y si requerís más asistencia espiritual y exorcista, mi padre puede ofrecerla. Nuestro templo siempre está abierto para aquellos que lo necesitan.

Mira a sus compañeros.

-Será mejor continuar con el viaje. ¿Podemos marcharnos ahora? - pregunta de una forma más amable que su hermano.

 

Cargando editor
06/04/2017, 13:39
- Narrador -

El jefe de los guardias de la Tokaido comprobó que la mujer occidental seguía viva y bien atada. Después reunió a sus otros hombres y hablaron durante un momento entre ellos. De vez en cuando echaban alguna mirada a los dos hombres y a la mujer atados e inconscientes. Finalmente, el jefe alzó una mano para zanjar la discusión.

- Sí, podéis marcharos -dijo-. Nosotros nos ocuparemos de los gaijin y de que este incidente no... trascienda demasiado.

Hizo un gesto y sus hombres rodearon a los occidentales, inertes en el suelo.

- Gracias por vuestra ayuda hoy -terminó el oficial con una leve inclinación, a modo de despedida.

Cargando editor
06/04/2017, 13:52
- Narrador -

Mientras Juzoh y Akari se ocupaban de pedir permiso a los guardias para marcharse, Yuki había escrutado los árboles cercanos y el cielo. Seguía sin haber rastro de la lechuza que les había seguido tanto rato. ¿Se habrían preocupado en exceso por algo trivial? Pero Yuki sabía que Okina no se hubiera fijado tanto en ese ave de no haber sido sospechosa...

En cualquier caso, parecía haberse ido.

Cargando editor
06/04/2017, 13:50
Akari

-Solo he hecho mi trabajo - sonríe.

Se despide de los guardias y comienza a caminar. El camino que se presenta por delante será largo y espera encontrar otros peligros. Los espíritus malvados no se detendrán en poseer y atacar a las gentes de Japón. Cuando se alejan, mira tanto a Juzoh como a Yuki.

-Temo que el portal se abra antes de lo esperado... 

Cargando editor
06/04/2017, 14:50
Yuki

Al ver como Juzoh felicitaba a Akari, Yuki sonrió y, a la vez, tuvo un repentino acceso de nostalgia. Lo unidos que estaban el gigantón y la onmyoji le recordó lo mucho que había disfrutado con sus hermanos, lo mucho que los había echado en falta y las pocas horas que había podido disfrutar de su compañía después de un año sin verlos. Ciertamente, en aquel aspecto, la vida no había sonreído a la familia de Gaisei. Después de felicitar a Akari por su labor, todos comenzaron a andar.

–Tendremos que ser rápidos entonces– respondió cuando la onmyoji habló. Yuki parecía incómoda, como si hubiese algo que no encajase en su cabeza. Mientras caminaba, la guerrera se rascaba con la mano el dedo pulgar. Estaba claro que algo la inquietaba. No habían pasado ni cinco minutos cuando dio voz a sus pensamientos.

–Ya no nos sigue.– La mente de Yuki era un hervidero; las ideas sobre porque la lechuza había desaparecido acudían a miriadas a su cerebro, pero había algunas que cobraban más fuerza que otras. Y no eran bonitas. –Puede que aprovechase el revuelo para ir por Okina.

O que lo crease.

–Afortunadamente, el maestro es muy capaz.– Así era. Okina no era como ella, como Juzoh... o como Moriya. Él tenía poderes, pero tampoco era como Akari. Por muchos poderes que esta tuviese, no podían compararse con los de... bueno, con los de alguien que contuviese una de las cuatro bestias en su interior. Había visto luchar a su hermano Kaede, cuando apenas era capaz de dominarlo y Okina era un veterano. No era viejo, era unveterano, esta era la realidad. Fuese lo que fuese aquel animal, no era rival para él. Y aún así, había algo que no le gustaba. –Seguro que nos alcanzará en breve.

Cargando editor
06/04/2017, 23:07
Juzoh

Juzoh asintió a las palabras de Yuki. Él también llevaba un rato preguntándose dónde se habría metido el anciano maestro amigo de las tortugas.

- Bueno, de todas formas no hay más remedio que seguir y esperar que él nos encuentre -dijo-. Si nos pusiéramos a buscarle ahora, no sabríamos ni por dónde empezar...

Pero le preocupaba que el viejo se hubiese esfumado sin más. Si había caído en una emboscada o algo así...

Cargando editor
06/04/2017, 23:10
- Narrador -

El resto de la jornada transcurrió sin incidentes, y avanzaron deprisa para recuperar el tiempo que habían perdido en el enfrentamiento con los occidentales poseídos. Caminaron a buen paso, dejando atrás a muchos otros viajeros de los que transitaban por la concurrida ruta. Si podían avanzar todos los días a ese ritmo, adelantarían con rapidez el camino que tenían por delante.

El sol fue cubriendo todo su arco en el cielo, hasta que empezó a declinar bastante pronto, ya que era invierno. La temperatura bajó y Juzoh empezó a moverse incómodo y a cambiarse a menudo el fardo que llevaba de hombro. Iba siendo hora de pensar en un sitio para descansar, porque aunque tanto él como Yuki eran resistentes, Akari empezaba a encontrarse fatigada después de haber caminado tanto. Afortunadamente, estaban ya cerca de Minakuchi, una de las poblaciones que servían como lugar de parada para los viajeros de la Tokaidô. Quizá fuera buena idea hacer noche allí para recuperar fuerzas antes de seguir adelante con el viaje.

- Tiradas (1)
Cargando editor
08/04/2017, 00:11
Yuki

El camino era largo, y los tres peregrinos caminaban cada vez más despacio debido al cansancio, en especial el de la joven Akari. Tanto Juzoh como ella -sobre todo ella, lo de Juzoh era más bien una resistencia natural- estaban más acostumbrados al ejercicio físico. Yuki además se había acostumbrado al frío. Y eso por no hablar de lo agotador que tenían que haber resultado los tres exorcismos.

–Deberiamos parar en Minakuchi– sugirió tras unos minutos caminando en silencio– No tiene sentido caminar sin poder ver nada. Además, quizás nos estén esperando.

Por supuesto, Yuki se refería a Okina, de quien no habían vuelto a saber nada. La guerrera estaba preocupada por él, pero intentaba no pensar demasiado en ello. Al poco rato descubrió que no era buena idea, ya que si no pensaba en Okina pensaba en Moriya, o en Kaede, o en la Dama, o en el resto de guerreros. O en la puerta. O en los espíritus que iban poseyendo inocentes. O en la hermana de Akari y Juzoh. ¿Qué diría su padre si aún viviese y pudiera meterse en la mente de la joven? ¿Qué pensaría del hecho de que fuese incapaz de centrarse?

Fantástico... otro tema más para dar vueltas.

Yuki alejó -o al menos disimuló- su inquietud dirigiendose a los dos hermanos. Estaba claro que los tres tenían que descansar cuerpo y mente.

–Podemos cenar algo e ir a descansar– dijo mirando al gradullón con una sonrisa antes de añadir con un tono falsamente malicioso, guiñando un ojo a la onmyoji– Y mañana levantarnos antes del alba.

Cargando editor
08/04/2017, 13:41
Juzoh

El rostro de Juzoh se había iluminado en cuanto Yuki propuso hacer noche en Minakuchi, pero ante la mención de la cena, se convirtió en una expresión de auténtica ansia contenida.

- ¡Sí! -exclamó-. Yuki tiene razón, ya es hora de que nos echemos algo al estómago y descansemos un poco.

Luego el rostro se le ensombreció.

- Además, la última vez que se nos hizo de noche viajando... no nos fue demasiado bien.

Todavía recordaba el pueblo que había sido quemado por los espíritus de fuego de Kagami hacía un año.

Cargando editor
08/04/2017, 14:07
Akari

Han estado caminando todo el día y se nota. No es que esté mal físicamente, pero tampoco suele caminar tan rápido durante tanto tiempo. Además, se está haciendo demasiado tarde como para continuar con el viaje y hace frío.

-Sí, será lo mejor. No sería bueno que llegásemos sin fuerzas a nuestro destino. Además, por la noche pueden pasar muchas cosas y suelen ser malas.

Se acomoda la mochila.

-Busquemos una posada...

Necesita un buen baño y una buena comida. Al menos, eso... Antes de dormir tiene que hacer otras cosas, como mandar a sus shikigamis para que recauden información.

Notas de juego

Ni escribir me deja el master XD

EDIT del Master: ¡Hagure! =D

Cargando editor
08/04/2017, 19:17
- Narrador -

Sin perder más tiempo, los tres abandonaron la Tokaido y se dirigieron hacia las casas que ya se veían. Minakuchi era un pueblo pequeño, pero no tuvieron que buscar demasiado hasta encontrar una posada con bastante buen aspecto. Se notaba que los viajeros de la famosa ruta mantenían el negocio próspero.

 

Había unas cuantas personas dirigiéndose a la entrada. No cabía duda de que el lugar era conocido, y de que otros viajeros ya habían tenido la misma idea que ellos de detenerse a pasar la noche. Para alegría de Akari, un pequeño letrero indicaba que aquella posada contaba con baños, así que tal vez pudiera darse el gusto de asearse adecuadamente.

Sin más, traspasaron el umbral de entrada y se vieron rodeados por una luz cálida y un ambiente acogedor. No era una posada lujosa, pero desde luego bastaría para poder descansar con comodidad.

Cargando editor
08/04/2017, 20:00
Posadero

Al entrar en la posada, pudieron ver a un hombrecillo menudo y delgado, que iba dando la bienvenida a los huéspedes e indicándoles que siguieran a un par de chicas que debían ser las criadas. Cuando les vio, sonrió ampliamente y se acercó a ellos inclinándose como un tallo de bambú al viento.

- ¡Bienvenidos, bienvenidos! -celebró-. Por favor, pasen. Están en su casa. ¿Cómo podemos servirles?

Cargando editor
09/04/2017, 00:15
Yuki

–Buscábamos posada para pasar la noche y algo de cenar. Y también un baño– Aunque no lo había pensado, los ojos de la guerrera también se habían iluminado al ver el cartel. Un baño relajante y caliente era precisamente lo que necesitaba para estirar sus músculos y tranquilizar su espíritu.