Partida Rol por web

The Last Blade 2

Capítulo IV: Se avecina tormenta

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29/01/2018, 17:00
Yuki

Yuki había estado entretenida durante el viaje. Había pasado un buen rato con Reiko y Kuro, aunque la charla había estado más encaminada a que no se preocupasen que a conocer detalles de su vida. A su vez, ella les contó el viaje del último año a la tierra donde nació y como había preferido volverse a Japón, donde no tenías que quedarte dentro de casa durante meses. Cuando el carro se detuvo por culpa de aquellos registros, su rostro se volvió serio. Aquello no le gustaba, como no le gustaba la idea de su hermano de separarse de nuevo. 

–No creo que Okina esté en Edo–. respondió finalmente acercándose con el caballo a su hermano.– Más bien creo que le han llegado noticias de allí, como nos están llegando ahora a nosotros. Este registro es prueba de ello...  Probablemente nos busquen y ha querido avisarnos sin llamar la atención. En cualquier caso, tenemos que seguir. Nos dijo que nos alcanzaría y confío en él. Nos estará esperando en el camino. Estoy segura.

Yuki desmontó del animal y se acercó a los comerciantes para despedirse y también para hacerles una última advertencia. Temía que alguien les hubiese visto juntos y les interrogase. Sus enemigos no tenían compasión, era algo que todos ellos sabían muy bien.

–Ha sido un placer viajar con vosotros, pero será mejor para todos que nos separemos aquí– la joven guerrera los miró, con expresión grave. –Os agradecemos mucho el habernos traído, pero me gustaría pediros un último favor: no os pongáis en peligro, y menos por nosotros.

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29/01/2018, 17:39
Akari

Se levanta en el caballo cuando se detienen. La cola parece bastante larga y también inquietante. Y teme que, como confirman los demás, el motivo sean ellos. Pero no que tenga que ver con Kagami y sus planes para abrir la puerta del infierno... cree, más bien, que está relacionado con el incidente de la posada. Si es así, no pueden dejar a Kuro-san y a Reiko-san solos. Los samurais de ayer podrían estar entre ésos que controlan a los que pasan.

-Yuki, ¿no será por lo que pasó ayer? Si los dejamos solos, quizá se ensañen con ellos. No podemos alejarnos de los problemas a la mínima. 

Kagami no tiene tanto poder como para eso. Seguro que aquellos dos mequetrefes han convencido a su señor para pararles en el camino y darles una lección. Samurais son honor, eso es lo que son. Usan su estatus para que todos se muevan a su antojo. Sin duda, eso es lo que está pasando ahí y que el mensaje de Okina haya llegado poco antes no es que ayude a que las cosas se disciernan adecuadamente.

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29/01/2018, 20:55
Yuki

–No, no es por lo de ayer, Akari– La guerrera hizo un gesto hacia la lechuza, intentando dar a entender a su amiga a lo que se refería. Era evidente que los comerciantes sabían que pasaba algo, solo que todos fingían que no era así. Pero Akari tenía razón en una cosa. Alguno de los samurais de aquel señor podía haberse adelantado al galope durante toda la noche, solo por si acaso iban a Edo. –Lo que podemos hacer es acercarnos nosotras dos a la puerta, en el improbable caso de que esa gente nos esté esperando nos verán y se dirigirán a nosotras directamente. No tardaremos demasiado y nos aseguraremos de que todo esté bien.

De todas formas, no creo que hagan nada en un camino tan concurrido y con quien querrán ajustar cuentas es con nosotras.

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29/01/2018, 21:01
Akari

Casi pone los ojos en blanco de la exasperación. Están obsesionados con la lechuza y la lechuza no les deja ver el maldito bosque que tienen delante. No todo tiene que estar relacionado con esa dichosa ave... que también hay otros peligros en el camino. Y parece que Yuki no lo sabe apreciar. No pueden hacer nada en cuanto a la lechuza, pero pueden intentar desviar la atención de los comerciantes.

-Bueno, pues vamos.

Se apea del caballo y recoge su petate.

-Gracias por todo, Kuro-san, Reiko-san. Si son esos samurais los que han puesto el control, desviaremos la atención de vosotros para que podáis pasar tranquilamente. Espero que el negocio sea próspero.

Sonríe.

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31/01/2018, 11:53
Reiko

Cuando Akari y Yuki se alejaron hacia el puesto fronterizo, Kaede, Zantetsu y Juzoh se quedaron solos junto a los transportistas. La mujer, Reiko, parecía preocupada y lanzaba miradas por encima de la cola de carros hacia delante, tratando de ver qué ocurría.

- Ah -suspiró-. Qué ganas tengo de salir de Omi. Cuando salgamos de la provincia ya no tendremos que temer a los despreciables samuráis de anoche...

Estaba claro que se refería al suceso del que habían hablado las chicas. La mujer parecía aún nerviosa por ello.

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31/01/2018, 11:56
Kuro

Kuro miró el koban que Zantetsu le ofrecía, y con una sonrisa en su ancho rostro lo declinó, negando con la cabeza. No parecía dispuesto a aceptar ningún pago.

- Vuestro viaje lo pagaron bien vuestras compañeras añoche -dijo-. Quién sabe si no nos salvaron la vida.

Luego echó un rápido vistazo hacia el puesto fronterizo.

- No parece que nos vayan a abrir camino pronto. Nosotros no podemos seguir por otra vía... pero vosotros quizá sí podáis hacerlo -señaló disimuladamente hacia la espesura del bosque-. La empalizada no abarca toda la frontera de la provincia, hay puntos débiles por los que podríais cruzar. Sois todos guerreros, así que seguramente no tendríais demasiados problemas.

Con aquello, el transportista esperaba saldar del todo su deuda de gratitud con el grupo.

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31/01/2018, 12:01
- Narrador -

Akari y Yuki se dirigieron hacia el puesto fronterizo, dejando a Reiko y Kuro al cuidado de los hombres del grupo. Mientras avanzaban entre los carros, los viajeros las observaban con curiosidad al pasar. Desde luego, una chiquilla onmyoji y una joven y hermosa guerrera de aspecto extranjero no eran lo que se acostumbraba a ver todos los días en la concurrida ruta.

Llegaron hasta el amplio y adornado umbral construido en la empalizada que separaba las provincias. Sobre el dintel, había un letrero en el que podía leerse "provincia de Ise". Pero el paso estaba cerrado por una sólida verja de bambú y madera. Los guardias de ambas provincias, con sus mon a la espalda, la custodiaban. Yuki echó un vistazo rápido, acostumbrada como guerrera a captar todos los detalles, pero no vio a ningún sospechoso. De hecho, no había ningún samurái allí, todos eran guardias normales, ashigaru de las provincias al servicio del daymio.

Uno de los que estaban más cerca, se fijó en ellas y se adelantó, echando miradas sospechosas a la imponente naginata de Yuki.

- ¿Qué queréis? -dijo, con tono de pocos amigos-. ¡Las mujeres tienen prohibido viajar solas! ¿Dónde están vuestros hombres?

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31/01/2018, 22:57
Akari

Así que el paso está cerrado por ambos lados... piensa mientras mira hacia esa especie de empalizada que no pararía a nadie si en verdad quisiese atacar. Está a punto de acercarse a uno de los soldados, pero no necesita hacerlo porque uno de ellos se acerca por si mismo, aunque para increparles.

Antes de que Yuki salte a la defensiva, como bien sabe que puede hacer, se adelanta y se encara al soldado. Al igual que hiciese en la posada, poco le importa la diferencia de altura o la diferencia de edad. Ella es una sacerdotisa, una Onmyôji, deben respetarla como es debido.

-Deberías mostrar más respeto a quienes se presentan ante ti en busca de respuestas. Soy sacerdotisa del templo Ichijo y ella es mi guardaespaldas.

Mira al soldado directamente a los ojos.

-Necesito saber cuál es el problema aquí. ¿Por qué está cerrado el paso?

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01/02/2018, 18:20
Yuki

Cuando Akari hizo el comentario de que era su guardaespaldas, Yuki acarició el asta de la naginata sin decir nada, como si no entendiese e que estaban hablando. Tan solo miró con toda la inexpresividad que pudo al guardia. La mujer era tan alta como él y, en comparación con la mayor parte de los orientales, podía resultar imponente. Sin embargo, en ningún momento intentó parecer amenazadora. Ni siquiera abrió la boca para decir una palabra. Mientras esperaba a que el guardia asimilase la nueva información, volvió a recorrer con la mirada el terreno, en busca de algo sospechoso. Al no ver a nadie, se sintió satisfecha. En cuanto hubiese respondido a la pregunta le diría a Akari lo que pensaba de todo aquel asunto de Reiko y Kuro. 

 

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01/02/2018, 20:07
- Narrador -

El guardia de la puerta escuchó las palabras de Akari y de pronto pareció fijarse mejor en sus ropas. Su gesto se ablandó bastante, e incluso tragó saliva al observar la imponente naginata de Yuki. Pero no pudo decir nada, porque sus exclamaciones habían atraído la atención de uno de sus jefes, que había acudido a ver qué pasaba.

- Las autoridades de Ise nos han ordenado cerrar el acceso a su provincia debido a un altercado ocurrido ayer en la Tokaido, en nuestra jurisdicción -informó a Akari-. Al parecer hubo algún problema con unos gaijin. Se habla de que fueron poseídos. Quizá una sacerdotisa sepa más que nosotros sobre estos temas...

Observó a Akari inquisitivamente, y luego continuó.

- De todos modos, son las órdenes. El señor de Ise no quiere que haya problemas en su provincia, y ha ordenado cerrar el paso fronterizo hasta que todo se aclare. Son nuestros aliados, son sus órdenes y no hay más que hablar.

Y con aquello dejó claro que para él la discusión estaba zanjada.

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02/02/2018, 14:32
Akari

Así que todo eso está pasando por lo ocurrido en el camino el día anterior. El camino permanecerá cerrado, pero eso no impedirá que los espíritus malignos posean el cuerpo de las buenas gentes de esas tierras.

-Una vez los espíritus son exorcizados no hay nada que temer, pero no quiere decir que otros espíritus malignos no posean el cuerpo de estas buenas gentes. Ellos no entienden de barreras humanas y solo las barreras espirituales pueden atraparlos en ciertos lugares de gran poder.

No importa cuanto tiempo discutan si deberían abrir permitir el libre acceso o no, son simples soldados y ellos obedecen órdenes. Tendrán que buscar otro camino.

-De todas formas, esos gaijin no son los culpables de haber sido poseídos. Podría pasarnos a cualquiera, incluso al más puro de los sacerdotes. Los espíritus no entienden ni de razas ni de culturas ni de posiciones sociales. Gracias por contestar a mis preguntas, pero creo que deberíais informar a los viajeros para que puedan buscar un sitio donde pasar la noche. No creo que el señor de Ise permita el acceso el día de hoy.

Hace una pequeña inclinación y se despide de los soldados. Una vez se han alejado lo suficiente, se dispone a hablar.

-Debemos buscar otro camino. Quizá esperar a la noche para atravesar la empalizada. No debemos decir nada a Kuro-san y Reiko-san, parece muy oportuno que nos los encontrásemos ayer en la posada y que esos dos samurais no hayan vuelto a aparecer. Además, con las noticias que traen Kaede-kun y Zantetsu-san sobre los espías, me hace temer que ellos lo sean. 

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02/02/2018, 16:14
Yuki

–¿Qué hicieron con los poseídos?–Yuki abandonó el silencio para resolver aquella duda. Ellos habían sido los que les habían detenido, y si las autoridades les habían ejecutado... Bueno, no podían hacer otra cosa que seguir su camino, pero si que tendrían cierta responsabilidad sobre ello.

La muchacha escuchó al guardián intentando no mostrar ningún sentimiento en su rostro, aunque estaba preocupada y extrañamente inquieta. Como si una terrible tormenta estuviese a punto de caer sobre ellos. Una vez lejos, cuando Akari habló, Yuki se quedó unos segundos pensativa antes de responder.

–No creo que sean espías, Akari, pero mantengo lo que quería decirte antes de venir aquí... aunque no delante de ellos. Esa gente corre más peligro si estamos con ellos que solos. Si Kagami está por aquí, es mejor que no nos vean juntos. Respecto a esos samuraís– Yuki puso los ojos en blanco ante lo que iba a decir– me temo que su señor les tomará por borrachos, y creerá simplemente que se metieron en una buena pelea.

Con todo, Yuki no quería discutir. Aunque la joven Ichijo creyese que eran espías y ella no, la decisión sería la misma: mantener a los comerciantes lejos de ellos. Desde que habían comenzado el viaje juntos había temido por ellos, de ahí su insistencia en alejarse. De hecho, tampoco le hacía gracia haber perdido tiempo acercándose a la puerta, pero la joven Ichijo había sembrado la duda en su corazón.

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02/02/2018, 17:00
Akari

-Incluso aunque no les creyese, han manchado el nombre de su señor. Es extraño que no busquen venganza en nosotros o los mercaderes. Hay algo extraño.

Normalmente, no está en su naturaleza desconfiar de aquellos que parecen buenas personas, pero la situación no es normal y tienen a un enemigo poderoso que podría estar pisándoles los talones y que podría estar tras ella para impedir que vuelva a cerrar la Puerta del Infierno. Sin duda, no pueden confiar en nadie. Ni siquiera en sus propias sombras.

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02/02/2018, 17:11
Director

Notas de juego

¿Asumo que volvéis junto al resto?

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02/02/2018, 17:55
Yuki

Notas de juego

yep, pero he hecho una pregunta al guardia XD

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02/02/2018, 18:11
Zantetsu

- Gracias Kuro-san - dijo Zantetsu haciendo una inclinacion de su cabeza. Y después se dirigió detrás de los demás. 

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03/02/2018, 19:41
- Narrador -

El guardia escuchó la pregunta preocupada de Yuki, pero no respondió enseguida. Cuando lo hizo, simplemente se encogió de hombros, como dando a entender que no tenía ni idea. Y que tampoco le preocupaba.

Zanjada la discusión, se dio la vuelta para regresar a la caseta de la guardia.

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03/02/2018, 19:42
- Narrador -

Zantetsu no tuvo que caminar demasiado, porque la conversación de las chicas con los guardias de la puerta fue rápida. Cuando él llegaba a la puerta, ellas ya se habían dado la vuelta para regresar. Se encontraron.

Oyeron unos pasos justo detrás y pudieron ver que Juzoh había seguido al ninja.

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03/02/2018, 19:43
Juzoh

Juzoh miró con curiosidad a Akari, como interrogándola con la mirada.

- ¿Qué hay? -preguntó- No parece que todo esto sea por lo de ayer en la posada. ¿Abrirán el camino o no?

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04/02/2018, 21:19
Yuki

La guerrera negó con la cabeza.

–No tiene nada que ver, es por el asunto de los extranjeros poseídos– explicó tras dar un rápido vistazo a su alrededor para asegurarse que no había demasiada gente antes de continuar, mirando ahora a Zantetsu.– De todos modos no conviene que continuemos ese camino, ¿no cree maestro?

Les esperaba una larga marcha, y estaba ansiosa por comenzarla. Tenía la sensación de que cuanto antes se alejasen del resto de viajeros, mejor sería para todos. Una marcha que probablemente fuese por carreteras secundarias, cuando no por la misma montaña. Pero tenían que encontrar a la Dama fuese como fuese. No solo por zanjar el asunto de si querría o no sacrificarse, sino por el hecho de que Kagami estaría buscándola también... y evidentemente no para nada bueno.