Partida Rol por web

The Last Blade 2

Capítulo V: El día del Relámpago

Cargando editor
16/10/2018, 18:35
Amano

Amano lanzó una mirada glacial a Kagami, y después se dirigió al grupo.

Creo que al menos Yuki debería descansar en un futón cómodo —dijo—. Y quizá Akari e Hibiki podrían acompañarla. Los hombres podemos quedarnos en el barco, ¿qué os parece?

Había prometido proteger a Hibiki, pero incluso a él le parecía descarado ofrecerse para ser el único que acompañara a las damas. Aunque por la expresión resignada de su rostro, se notaba que le hubiera encantado poder hacerlo.

Cargando editor
16/10/2018, 19:13
Yuki

Cuando Kagami habló, la expresión de Yuki se parecía mucho a la de un perro que le hubiesen arrebatado un trozo de carne jugosa segundo antes de que diese un bocado. Le fastidiaba más allá de lo que hubiese podido describir el hecho de estar de acuerdo con Kagami, cuyos modales se parecían peligrosamente a los de Moriya.

–Agradezco mucho el ofrecimiento, capitán–  la joven se inclinó ligeramente, antes de volverse hacía Amano. En otro tiempo le hubiese mirado mal, pero aquel joven parecía haber cambiado. Su ofrecimiento era sincero, además de generoso, pero con un enemigo que perseguía a Kaede...La muchacha miró a sus hermanos y después posó su mirada, gélida, sobre Kagami– Puede que tengas razón, pero después de lo que sabemos, no creo que sea capaz de descansar lejos de mi hermano. En momentos como estos, la familia debe estar unida. Quizás lo más sensato sea buscar una posada. No soy yo la única que necesita un buen descanso, habéis trabajado muy duro durante toda la tarde.

Aunque Yuki no dijo nada, tampoco le hacía gracia poner en riesgo a la familia de Kensuke con su presencia. Bastante se arriesgaba llevándolo en el barco.

Cargando editor
17/10/2018, 07:01
Kaede

-Estaremos bien- le dije a Yuki al notar su preocupación - somos más numerosos que ustedes y dormir en un barco es algo que podemos hacer sin problemas, al no haber tripulación cabremos todos, tu ve a descansar con las demás y procura que sea reparador, además Moriya está conmigo, podremos repeler cualquier amenaza que se presente- sonreí buscando darle ánimos, después de todo había sido la más herida tras los combates que habíamos tenido, entendía su sentir, pero ella tenía que entender el mío.

Cargando editor
18/10/2018, 13:10
Akari

Aunque lo mejor sería no separarse en esos momento, también es cierto que no pueden quedarse todos en un mismo lugar que no sea el barco. Pero tampoco es demasiado cómodo para aquellos que están heridos, como Yuki.

-Nadie en Nagoya, ni siquiera lejos del puerto, nos rentará habitaciones tras lo que ha pasado con Kagami y Moriya.

Mira a ambos con cara de pocos amigos, seguramente cansada ya de la actitud de ambos y de los problemas que va a acarrear en un futuro.

-Yuki, es mejor que descanses en un lugar cómodo para que puedas recuperarte. No servirá de nada que no te recuperes antes de enfrentarnos a los problemas que tenemos delante. Pero nadie puede obligarte a hacer algo que no quieres. 

Cargando editor
18/10/2018, 17:17
Yuki

–Supongo– la chica no sonaba muy convencida. Las comodidades nunca habían sido una prioridad para los hijos de Gaisei, y además no solo era la posibilidad de que aquel ser apareciese en forma de rayo para atacar a su hermano. Desde que había acabado con Setsuna se sentía intranquila. El hombre había caído pero no así su lechuza, que se había llevado la espada del padre de Hibiki. Aquello le daba mala espina. Podía entender que el animal huyese, pero no con la espada. Las pesadillas que había tenido la noche anterior, tampoco ayudaban a que dejase de sospechar que algo gordo se avecinaba– Sí... además, si hay problemas no estamos muy lejos, y supongo que nos daremos cuenta. Además, podrás mirar mis heridas con calma.

Yuki miró a Kagami y entrecerró los ojos, pensativa. Había algo en su historia que no dejaba de repiquetear en su cabeza. Tenía sentido... era hasta lógico.

–Oye Kaede. ¿Cuándo fue la última vez que viste al maestro Shingen? ¿Fue el día de nuestra marcha? ¿Y sobre que hora?

Cargando editor
19/10/2018, 17:16
Capitán

Mientras el grupo deliberaba, Kensuke y su hijo recogían todos sus utensilios de reparación y se aseguraban de no dejarse nada. El capitán echó un vistazo al cielo.

Sea como sea, deberíamos movernos —dijo—. Creo que va a llover, y con fuerza. Dentro de un rato, todo esto volverá a ser un barrizal, y será mejor no llegar calados.

Cogió las herramientas que su hijo llevaba y se las echó al hombro.

Me adelantaré para dejar todo esto bien guardado. Cuando estéis listos, mi hijo os guiará.

Y echó a andar hacia el pueblo.

Cargando editor
19/10/2018, 17:56
Kaede

La pregunta de Yuki me llamó la atención y me puse a hacer memoria.

-Después de que nos separamos fuimos a un bosque donde los ninjas de Setsuna nos atacaron, tras acabar con ellos fue que el maestro Shingen nos ordenó a mi y a Zantetsu-san el volver a re agruparnos, no recuerdo bien la hora pero habrá sido por el mediodía ya que por la noche ya estábamos por la Tokaido-

Cargando editor
20/10/2018, 22:58
Yuki

–Hmmmm

Yuki no dijo nada, pero aquella respuesta le dejó pensativa. Aquello podía significar algo bueno, muy bueno de hecho, pero no quería dar falsas esperanzas al resto. El tiempo mostraría si estaba o no equivocada. Sin mutar la expresión de seriedad, la joven imitó a Kensuke y miró el cielo.

–Tiene razón, capitán. Será mejor que nos movamos

Cargando editor
22/10/2018, 12:12
- Narrador -

Una vez que todos hubieron estado de acuerdo, Yuki, Akari e Hibiki siguieron al hijo del capitán. Los hombres, por su parte se quedaron junto al barco. Las primeras gotas de lluvia empezaban a caer cuando el grupo se dividió. Efectivamente, iba a llover con ganas aquella noche...

Notas de juego

Dividimos grupo, así que quito a Kaede de destinatario. No tiene más que postear "sólo para el director" mientras estéis separados.

Cargando editor
22/10/2018, 12:17
- Narrador -

El trayecto no fue largo para las mujeres del grupo. La casa de Kensuke, efectivamente, estaba cerca del puerto y ni siquiera tuvieron que entrar en el núcleo del pueblo. Su ropa apenas se había mojado cuando llegaron, aunque empezaba a llover con intensidad.

Kensuke estaba en un cobertizo al lado de la pequeña casa, donde guardaban los utensilios para su trabajo en el mar.

Cargando editor
22/10/2018, 12:19
Capitán

El capitán saludó a las chicas cuando las vio llegar.

Justo a tiempo —dijo—, parece que el cielo va a ponerse peor de lo que pensaba. Hubiese sido una locura embarcarse con la que va a caer...

Señaló su hogar, que no era muy grande pero parecía sólido y acogedor.

Estáis en vuestra casa. Podéis comer y repartiros el espacio como prefiráis. Mi hijo y yo nos quedaremos en el cobertizo. Así respetaremos vuestra intimidad, y ya que hemos decidido esperar a mañana, hay algunas cosas que podemos poner a punto antes de partir.

Cargando editor
22/10/2018, 12:22
- Narrador -

Ni siquiera habían perdido de vista a las chicas, cuando el primer relámpago brilló sobre el mar. La lluvia arreciaba y se empezaba a notar el viento. Se metieron en el barco sin perder tiempo, pues de no hacerlo, estarían empapados en menos que se desenvainaba un tanto.

El barco no era demasiado grande, pero su bodega era amplia. Podrían acomodarse allí sin problemas, e incluso había fardos con los que improvisar unos futones para no tener que dormir sobre la madera fría.

Cargando editor
22/10/2018, 12:24
Juzoh

Juzoh miró alrededor y suspiró.

Bueno... no es el sitio más cómodo del mundo...

Cogió algunos fardos y los inspeccionó con gesto deprimido.

Menos mal que es sólo una noche...

Cargando editor
22/10/2018, 12:26
Amano

Amano se rió con fuerza, y Kaede se sorprendió al darse cuenta de que hacía bastante tiempo que no escuchaba una risa de verdad. El hombre del kimono rosa le dio una palmada a Juzoh en el hombro y cogió también algunos sacos raídos.

Venga, grandullón —dijo—. Alegra esa cara. Ya queda poco para que resolvamos todo este asunto y podamos volver a dormir en sábanas limpias, después de tomarnos un buen sake.

Extendió su futón, por llamarlo así, sobre el suelo de madera.

Deberíamos descansar todo lo que podamos —dijo—. Pero sugiero que alguno haga guardia. Por si acaso...

Y miró ceñudo a Kagami.

Alguien que no sea él, obviamente...

Cargando editor
22/10/2018, 13:39
Kaede

La bodega del barco era espaciosa y además de los fardos seguro podríamos encontrar hamacas para dormir,  después de todo la tripulación debía de descansar ahí.

Ante las palabras de Amano, asentí.

-Una guardia de dos horas cada uno, de ese modo todos dormiriamos 6, o una guardia de 3hs cada uno, aunque en ese caso Kagami dormiría todo el tiempo,puedo hacer la primer guardia, por cierto donde esta Moriya?-

Cargando editor
22/10/2018, 19:59
Akari

Aunque aprecia la generosidad del capitán Kensuke, se siente mal por haber ocupado su casa y haber hecho que se queden en el cobertizo. Es una noche fría de invierno y la lluvia, seguramente, no mejore la cosa. Decide cocinar un poco y preparar comida tanto para ellas como para sus dos anfitriones.

Deja sus cosas en un rincón y comienza por encender el fuego para calentar el lugar. De todas formas, necesitarán fuego para ver las heridas y calentar agua en caso de necesitar limpiarlas. Tras eso, comienza a buscar ingredientes, esperando que tengan un poco de todo y siempre usando aquellos que puedan echarse a perder si no se consumen rápido.

-Yuki, ¿en que piensas?

Sabe que algo se le ha pasado por la cabeza a su compañera.

Cargando editor
22/10/2018, 22:19
Yuki

Aunque su primer instinto ante aquella amabilidad fue protestar, Yuki simplemente correspondió con un agradecimiento al ofrecimiento de aquellos dos buenos hombres. Insistir en quedarse en el cobertizo hubiese sido de mala educación... y además realmente agradecería algo de la confortabilidad de un hogar, aunque fuese durante unas horas.

Pronto, casi sin darse cuenta se quedó medio hechizada con los movimientos de Akari preparando la cocina. Ella nunca había tenido una figura maternal y, aunque Gaisei siempre había cuidado de ellos la cocina no era uno de sus fuertes. Y ella no había aprendido demasiado. Aún recordaba una noche, cuando tendría unos siete años, que había intentado hacer tempura... Al menos los mosquitos no les molestaron durante dos días. La pregunta de Akari le sacó de sus pensamientos.

–Bueno, pienso en que tendría que haber aprendido a cocinar mejor. O a cocinar. También estaba pensando que afortunadamente siempre habrá gente buena en el camino. Y también que los perros son mejor compañía que los gatos. Pero supongo que no era a esto a lo que te referías– despacio, se acercó a la puerta para escuchar y oír mejor la intensidad de la lluvia. Esperaba que escampase antes del amanecer... y que no cayesen más rayos.– No es nada concreto. Solo es un presentimiento. Hay cosas que no encajan, pero no estoy segura. A pesar de todo, creo que estaremos seguros en el mar. Mucho más seguros que en tierra, de hecho.

Cargando editor
28/10/2018, 19:18
Moriya

Moriya, a la espalda de su hermano, se movió un poco.

Estoy aquí —dijo con voz grave.

Y sin mediar más palabra, se sentó en el frío suelo de madera del barco. Su expresión no había cambiado desde que había envainado la espada tras la breve lucha con Kagami.

Cargando editor
28/10/2018, 19:20
Amano

Amano se acercó a Kaede y asintió. La idea de la guardia de dos horas le parecía bien, así que sonrió y le palmeó la espalda.

Muy bien, te despertaré dentro de un par de horas. Vigila sobre todo a esos dos —señaló a Kagami y a Moriya. No estaba del todo seguro sobre si no se empezarían a pelear de nuevo en cuanto tuviesen ocasión.

Cargando editor
28/10/2018, 19:21
- Narrador -

Cada uno de ellos se acomodó como pudo para descansar, aunque ni Kagami ni Moriya parecían profundamente dormidos. Los dos estaban sentados, cada uno en un punto de la bodega, y no parecían prestarse atención. Pero la tensión se palpaba en el ambiente.

A los veinte minutos, lo único que se oía era la lluvia y los ronquidos de Juzoh. Kaede no hubiera sabido decir cuál de los dos sonidos era más intenso. Pero aparte de eso, todo estaba tranquilo. Sin embargo, al joven guerrero no se le iba de la cabeza una sensación extraña, como un mal presentimiento. Quizá sólo fueran imaginaciones suyas, porque no había nada extraño ni en el barco, ni fuera de él. Al menos por lo que Kaede podía percibir. Pero esa pequeña inquietud estaba ahí, y se negaba a irse...

Una hora después, escuchó el primer trueno. La luz blanca duró menos de un segundo e iluminó todo el muelle. Y entonces Kaede lo vio. Parecía haber alguien fuera, en el puerto, pero la intensa lluvia no le permitía distinguir quién era.

Notas de juego

Los personajes recuperan 3 PV cada uno por el descanso.