Partida Rol por web

Brokk cumplió con su palabra y al cabo de tres días se acercó con su moto al túnel del que había salido. Cerca de la entrada había un hombre al que nunca había visto apoyado en la pared. El resto estaba desierto, era un simple agujero sin salida. Cuando Brokk paró la moto cerca de la entrada el  hombre levantó la vista. Iba vestido con un sombrero de vaquero que impedía que se le vieran los ojos. Tenía una barba recortada y una larga melena rubia que le llegaba hasta la cintura. El resto consistía en una gabardina que llegaba hasta los pies. Miró a Brokk, con los brazos cruzados y sin cambiar de posición. 

- ¿Eres el nuevo? - Dijo con desgana y algo irritado. 

Seguramente llevaría rato esperando, Brokk no había tardado poco en volver a encontrar aquel agujero, estaba bien escondido entre las dunas. 

Brokk llega algo nervioso. Su decisión cambiaría su vida al completo. No era algo que haría hoy y sería agua pasada mañana. Probablemente cargaría con esta decisión el resto de su vida.

Aún así, Brokk tiene que dar una imagen, así que cuando el hombre le pregunta, saca un cigarro y se lo pone en la boca, y tiende el paquete hacia el hombre de la gabardina ofreciéndole uno, y dice:

- Vaya, parece que teníais muy claro que vendría. Sí, ese soy yo.

El hombre coge uno y con un chasquido de dedos crea una pequeña llama que sale de un anillo que tiene en el dedo. Se enciende el cigarrillo y apaga la llama zarandeando la mano. 

- ¿Que lo tenía claro? - Dice el hombre tras su primera calada. - Pensaba que iba a morir asfixiado en este agujero. Tienes suerte de que no me cansará antes y de que el jefe estaba deseoso de que vinieras. - Le extiende una mano. Brokk puede ver con más detalles los anillos, tiene uno en cada dedo, cada uno de ellos con un símbolo diferente. - Theo Grace. Y más vale que tu seas el tal Brokk del que tanto hablan. 

Al principio, Brokk se sorprende un poco con el anillo. Pero cosas más extrañas iba a ver si trabajaba con esta gente.

- Sí, el mismo. Brokk Jone - dice extendiendo la mano para estrechársela, aunque aún mirando los anillos - ¿Todos esos anillos hacen trucos como el de antes? Deben haberte costado una pasta. - Haciendo un gesto con la cabeza hacia los anillos. - Venga, siento haberte hecho esperar así. Un día de estos te invito a un trago.

- Espero que al menos sea un trago de sangre, estoy harto de quedarme con los brazos cruzados en este agujero. - Señala la moto. - Puedes meter traer eso también, no creo que te guste conducirlo con arena en vez de gasolina.

Se da la vuelta y se comienza a dirigir hacia la pared del fondo. Una vez delante de la pared se saca un colgante de dentro de la gabardina. El colgante tiene forma de fénix. Coloca el colgante en un lugar de la pared (donde hay una ranura muy bien disimulada) y tras un temblor la pared comienza a bajar y deja ver lo que seguramente sería el ascensor por el que Brokk había subido el otro día. Sin decir palabra alguna se sube encima de la plataforma y Brokk lo sigue empujando la moto con él. Una vez dentro la pared vuelve a subir y el ascensor comienza a bajar. 

Tras un rato en silencio Theo se mira la mano y mira a Brokk después. 

- Estás pequeñas joyas tienen sus sorpresas. Esta, como ya has visto puede generar una sencilla llama. - Dice mostrando únicamente el dedo con el anillo que tiene un símbolo parecido al de una llama. - Esta, genera una ligera descarga. - Dice mostrando otro dedo con el anillo que tiene un símbolo parecido a un rayo. - Esta, bueno, estas solo genera un sonido. - Dice mostrando otro dedo con el que tiene un símbolo de nota musical. - Y esta... Bueno, más vale que no me veas nunca usar esta. - El último anillo tiene el símbolo de una calavera. - El anillo del pulgar es quien genera los efectos, por eso al chasquear... - Chasquea el pulgar con el dedo de la nota musical. Se escucha un pitido bastante alto y molesta. - Consigo accionar sus efectos. Me costó bastante conseguirlos, así que es mejor que los aproveche. 

Tras un tiempo el ascensor por fin llega a su destino. Una pared desciende y al otro lado esta la sala donde habían interrogado a Brokk días atrás. En ella esta Matrika dando vueltas distraída a una silla con ruedas. Cuando ve llegar a Theo y Brokk frena de pronto y se levanta. 

- Me estabas matando de aburrimiento de tanto esperar. Seguro que ha estado presumiendo de anillos de nuevo... - Dice dirigiendose a Brokk. 

- No te quejes, que yo casi me convierto en un huevo frito. - Dice Theo empujándole la frente con un dedo. Se gira hacia Brokk. - Un placer, Brokky. - Se despide con la mano y se marcha por la puerta.

- Parece que has cumplido tu palabra. - Dice Matrika con una sonrisa. 

Antes de atender a Matrika, Brokk se queda mirando a Theo con una ceja levantada mientras este se va, y dice:

- Brokky?

Enseguida deja pasar eso, aunque aún sorprendido, y se dirige finalmente a Matrika.

- Si habéis tenido ahí a Theo esperando todo el día parece que ya os lo esperabais. ¿Tan predecible soy? - dice Brokk con media sonrisa - Por cierto, ¿dónde dejo a esta pequeña? - refiriéndose a su moto

- Puedes dejarla aquí, esta habitación solo se puede abrir con una llave como esta. - Dice enseñando un colgante igual que el que tenía Theo. - Y solo la llevan personas de confianza, nadie le va a poner un dedo encima. 

Matrika abre la puerta. 

- Vamonos, mi padre está esperando en su despacho, se va a alegrar mucho de que estés aquí, no ha parado de refunfuñar en todo el día.

Brokk aparta la moto a un lado y sigue a Matrika por la puerta. Fuera de la habitación hay una sala que podría pasar por un almacén. Techo alto y paredes de roca, aunque se nota bastante descuidado en muchas partes. Hay cajas amontonadas en varios lugares y vehiculos de carga, pero no se ve a nadie en ningún lugar. Hay una pasarela elevada a la que se puede llegar desde dos escaleras, las paredes de roca están llenas de puertas, algunas de ellas tienen luz en el interior. Hay una puerta en especial, al fondo de la sala, desde donde sale algo de ruido. 

- No te extrañe este silencio, la mayoría ahora mismo esta cenando o se ha ido ya a casa. Muchos estaban esperando hace un par de horas aún a que vinieras, pero se cansaron. Theo es bastante paciente... - Matrika comienza a caminar hacia el fondo de la sala, donde esta el inicio de la escalera. Por el camino comienza a hablar. - Aún no somos mucha gente, es complicado encontrar miembros de confianza... Este es un antiguo almacén de Cele, por suerte se olvidaron de él hace tiempo. Es de antes de que se construyera esa monstruosidad que llaman ciudad. - Dice satisfecha con sus conocimientos. Comienzan a subir por la escaleras. - La mayoría de puertas son habitaciones de miembros que se queda día y noche aquí, pero también hay otro miembros que tienen hogar propio, la organización tiene ojos en muchas partes. - Dice dándole un tono misterioso a su conversación. Sigue caminando y llega hasta la pasarela mecánica.

Mientras que caminaban por la pasarela se abrió una puerta. De ella salio una niña pequeña con casco de aviador casi a saltos y un niño que se refregaba los ojos con el puño, seguramente por estar durmiendo. 

- Matrika, Matrika. - Dijo nerviosa a gritos la niña. - ¿Es él, verdad? Ya era hora. - Mira con curiosidad a Brokk. 

- Bueno, Brokk, te presento a Owl y Rat, -Dice Matrika. - están con nosotros desde que eran bebes, así que se podría decir que son tus superiores. 

- ¡Somos los pilares fundamentales de esta organización! - Dice la niña convencida de si misma. 

Ambos se quedan espectantes de que Brokk diga algo. 

Por un instante pasa por la cabeza de Brokk de soltar una respuesta borde. Pero entonces asimila la situación de estos niños. Era casi como fue la suya. Sin unos padres de verdad que le pudieran educar y le pudieran enseñar la diferencia entre el bien y el mal. Aún así, a ellos les educaban para que en un futuro hicieran el bien. Quizá no era tan descabellado eso de que fueran los pilares de la organización.

Después de unos segundos con ese hilo de pensamiento, Brokk se agacha mirando a Rat y Owl, y dice:

- Espero ser un buen miembro de la organización. ¡Espero órdenes, jefes!

Y les da una palmada en la cabeza a cada uno.

Cuando Brokk levanta la cabeza hacia Matrika aún tiene una sonrisa en la boca. Es refrescante ver a dos personas tan jovenes por esta zona que no estén robando o causando problemas.

Brokk se puede dar cuenta cuando los mira más de cerca de que los dos son totalmente iguales. Lo único que cambia en ellos es el pelo y la ropa. 

- Un respeto a su superior, soldado. - Dice la niña imitando lo que ha hecho Brokk y provocando con ello que se le estropeé el tupé. Tras eso sale corriendo entre risas. El niño la sigue lentamente y con una mirada pasiva saluda con la mano a Brokk. 

- No os vayáis muy lejos, cuando acabemos cenaremos. - Dice Matrika con un tono protector. - ¿No son una monada? - Dice mirando a Brokk con una sonrisa. - Siguen caminando. - Son inseparables, cuando los encontré abandonados siendo una niña estaban los dos abrazados, no creo que nada pueda separarlos. Y realmente son útiles para la organización, ya los conocerás mejor. 

- No es por despreciar a alguien sin conocerlo, pero realmente siento curiosidad con qué pueden aportar estos niños a la organización.

Brokk se para a pensar un momento mientras saca su peinavaja para retocarse el tupé. El tipo de información que él conseguía cuando era pequeño podría ser muy útil para una organización de este tipo. Quizá no era tan descabellado.

- Bueno, creo que sí me hago una idea... sea como sea, sí, parecen realmente inseparables. ¿Viven aquí?

- Si, yo misma me encargo de cuidarlos. A veces es duro pero realmente merece la pena. - Al cabo de un rato Matrika se para en una puerta al final de la pasarela. Por la placa desgastada que hay encima de la misma parece que en tiempos antiguos había sido una sala importante, ahora solo tenía pegada una nota que rezaba "Gregory". Matrika entró sin picar. - Papa, puedes dejar de rezar ya, ya está aquí. 

Gregory se giró en la silla hacia la entrada cuando los vio entrar. Era un despacho grande, seguramente una antigua sala de reuniones, pero ahora solo tenía un pequeño escritorio con papeles apilados y varias estanterías con libros. En ese momento Gregory tenía un libro entre las manos, así que seguramente lo habían interrumpido leyendo. En la portada del libro se podía leer "Genética avanzada". Dejó el libro sobre la mesa y se acercó a recibirlos, iba con ropa mucho más informal que durante la entrevista, lo que le quitaba algo de seriedad. 

- Empezaba a pensar que te echarías hacía atrás. - Le extiende la mano. - Me alegro de que me equivocara. 

- Qué poca confianza en los nuevos reclutas. - dice Brokk, extendiendo la mano - Pero bueno, aquí estoy. Cambiaré el mundo en el que vivimos con vosotros.

Después de ello, Brokk calla sin saber bien que decir, y se crea un silencio incómodo. ¿Debía mostrar ganas de empezar? ¿O solamente seguirles el rollo? Y en ese momento Brokk se planteó por primera vez que su trabajo consistiría nada más y nada menos que en seguir órdenes. Ya era tarde para echarse atrás, pero ese pensamiento acrecentó el silencio incómodo que se había formado.

Gregory le mira con curiosidad, algo incrédulo, y Matrika parece estar a punto de reírse. Aún así ambos mantienen la compostura y Gregory acaba rompiendo el silencio. 

- Bienvenido a los Jinetes del Renacimiento, Brokk. Por favor, toma asiento. - Dice se mostrando con la mano una silla cercana a una pared. Brokk coge la silla y la pone delante del escritorio, ambos se sientan. Gregory mira a Matrika. - Tu mejor ves a encargarte de tus animalillos, hoy han estado vueltas por todas partes y ahora mismo viene la parte aburrida de la historia. 

- Bueno, bueno. - Dice Matrika rendida. - Os dejo con vuestras conspiraciones, no te duermas Brokk, tiene muy mal genio. - Dice con una sonrisa traviesa antes de desaparecer por la puerta.

Parece que Gregory va a decir algo indignado pero se serena y vuelve a mirar a Brokk.

- Supongo que te mueres de ganas por saber que es lo que nos ha llevado a esta situación. - Abre un cajón de su escritorio, y extrae de él un maletín metálico de un tamaño considerable, casi le cuesta ponerlo sobre la mesa. - Se lo acerca a Brokk. - Esta puede ser la llave de nuestro éxito, pero es posible solo tu puedes usarla. 

Brokk se levanta y abre el maletín, en el interior hay una esfera metálica sin ningún rasgo extraño, es como una gran perla gigante. 

- Sí, creo que realmente solo yo podría... - comienza a decir Brokk, pero inmediatamente pregunta - ¿Y qué dice que hace esto?

- Por desgracia nosotros tampoco sabemos exactamente como funciona... - Se levanta de la silla. - Pero sabemos lo que es. - Busca entre las estanterías de detrás de su silla entre lo que parecen varias carpetas. Tras ojear un rato saca una de ellas, la abre y comienza a leer. - "IRIS, Identification Robot for Integrity and Segurity." - Cierra la carpeta. - Ese artilugio es usado por todos y cada uno de los ciudadanos de Cele a modo de identificación y protección. Según lo que sabemos la única forma de activarlo es siendo el dueño del mismo. Y siendo el dueño se podría acceder con total libertad a Cele. - Dice esto mirando fijamente la reacción de Brokk. - Pero aquí no termina todo, sabemos que esos aparatos son programados para ser útiles solo para una única persona y una vez que esa persona muere simplemente los destruyen. 

Gregory se vuelve a sentar y abre otro de sus cajones, saca una fotografía de él. 

- Hace unos meses el cadáver de este hombre fue encontrado en el vertedero de los suburbios. - Arroja la foto sobre la mesa. - No sabemos los detalles sobre su muerte pero el aparato que tienes enfrente era el de ese hombre, ¿Te suena de algo esa cara?

En la foto se ve un joven con el pelo largo y oscuro que te es familiar. 

Mientras Brokk comienza a distinguir quien es, dice a Gregory:

- ¿Pero no se supone que solo las puede usar su dueño? ¿Que pretendéis, que me disfrace de este tio muerto?

De repente Brokk deja de reir, pues reconoce de quien se trata.

Brokk no tarda en reconocer al joven de la foto, ¡Es él! El joven de la foto es exactamente igual que él, solo que va vestido con bata blanca y tiene el pelo negro y largo en vez de llevarlo recogido en un tupé. Al pie de la foto reza el nombre: "Doctor Bradley". En la bata hay un símbolo que no reconoce de nada. 

- ¿Qué cojones? ¡Podría ser mi hermano! Y con la familia que tengo no hubiera sido sorprendente...

Después de estas palabras, Brokk se da cuenta que ha dicho eso en alto y con Gregory delante, así que cambia rápidamente de tema.

- Entiendo por qué tengo que ser yo, ¿pero qué es ese símbolo de la bata? Y además, aunque me parezca físicamente no sé nada de ese tipo. ¿Y esperas que deje así mi pelo? Estáis como una cabra si creeis que esto va a funcionar.

- Tranquilizate, Brokk, se que suena descabellado pero es una oportunidad mucho mayor de la que nunca hemos tenido. - Señala a la fotografía. - El símbolo de su bata no es de un lugar cualquiera, ese joven era un investigador de los laboratorios de Cele. - Se levanta y comienza a pasear por la sala. - Ya hay espías en Cele que pasan información a los suburbios desde hace muchos años, pero nunca se han revelado datos sobres sus laboratorios. Por algún motivo quisieron deshacerse del cuerpo de este joven sin anunciar su muerte, hay algo que esta pasando en esos laboratorios que ni siquiera quieren que sea descubierto por las autoridades de Cele. Sea lo que sea, un secreto tan ocultado podría poner en pleno caos a la ciudad. Se que entrar allí es un verdadero suicidio sin tener la autorización adecuada... ¡Pero ahora la tenemos! - Señala el objeto metálico. - Tienes que tomar una decisión Brokk. - Le pone una mano en el hombro. - Sabemos que en el pasado trabajaste buscando información en lugares peligrosos, y si, sabemos que esto no tiene ni pizca de comparación con lo que hacías en aquellos tiempos... Pero solo tu puedes hacerlo ahora. 

Gregory mira seriamente a Brokk, esperando su respuesta. 

- De... debo pensarlo.

A Brokk le comienzan a entrar unos sudores fríos. No solo adentrarse en Cele, si no además en un laboratorio de Cele donde se están realizando actividades clandestinas para el resto de la ciudad. Era una completa locura.

- Y además, ¿no sospecharán al tener a un muerto entre ellos? ¿O solamente entraría gracias a la autorización y luego estaría ahí a mi suerte? Veo muchos problemas con este plan, si se me permite dar la opinión.