Partida Rol por web

-Bueno, veo que estás un poco mas repuesta, Ariadna. ¿Deseas que te acompañe a tu hogar, o prefieres que llame un taxi?-le digo a la joven, una vez que culmina su copa, con una mirada intensa. Si deseaba quedarse...sería bienvenida. La sed de sangre se levantaba dentro mío, pero no la forzaría. Ya demasiado había sufrido esta noche.

-Elijas lo que elijas, me gustaría, a riesgo de ser impertinente, que nos juntemos una de estas noches a tomar unas copas, para hablar un poco. No lo tomes como una descarada galantería. Bueno, no del todo,-digo, sonriendo,-sólo que...pareces ser una mujer inteligente, y me agrada cultivar la compañía de mujeres de tales características.-finalizo, con una sonrisa de lado.

- Tendré que acercarme hasta casa ya es demasiado tarde, si deseas puedes acompañarme y conocer a mis padres. O solo acompañarme - al decir esto último sonrie pícaramente

Recoge su maltrecho bolso y te dice:

- Lo de tomar algo una de estas noches ...por mi de acuerdo...es agradable hablar contigo...

-Te acompañaré hasta tu casa.-digo, y agrego con tono triste:-Mañana debo presentar un caso, y quería soltarme un poco. Pero esta noche ha sido extraña y larga. Pues bien, te acompaño.

Salimos de mi bufete, no sin antes tomar algo de dinero para el viaje en taxi, y la acompaño en un taxi hasta su casa.

La chica vive a las afueras de Nueva York en una urbanización privada. El taxi puede entrar hasta su casa. Una pequeña mansión urbana con un buen jardín. La verdad es que desearías una casa asi.

Bajais del taxi y le dices al conductor que espere para llevarte de vuelta.

- Muchas gracias por acompañarme...te diría que pasases pero no se como se lo tomarían mis padres debido a la hora que es...ji ji....

Te mira y se dirije hacia la puerta de su mansión. Tras unos pocos pasos se gira y te dice:

- Espero verte dentro de poco tiempo Robert...

Le tomo la mano, y delicadamene deposito un beso sobre ella.

-Ciertamente, espero lo mismo. Aqui-le digo, mientras le alcanzo una de mis tarjetas,-tienes mi teléfono. Suelo trabajar de noce, pero si llamas de día, uno de mis asociados contactará conmigo. Ha sido un placer, y ciertamente lo repetiremos.

Dicho esto, regreso a mi refugio. El dia se acerca, y siento la sed de sangre. Deberé recurrir a la reserva especial, ya que ha sido una noche larga y extraña.

Regresas a casa sin ningún contratiempo, y antes de que salga el odiado sol meditas sobre la curiosa noche que has vivido.

Ha sido una noche extraña pero interesante. Posees algunos minutos antes de acostarte que puedes aprobechar en buscar información a través de internet sobre lo que creas conveniente.

Por unos instantes medito en las cosas complicadas que me han pasado esta noche. Los jóvenes vándalos, la extraña, inesperada, y agradable al fin y al cabo visita de Ezequias, y por último Ariadna. Todas madejas a desentrañar, pero ninguna mas difícil que la que me dio Ezequias.

Me tomo un tiempo y mediante la nueva herramienta de la computadora, intento buscar infomación acerca de herboristerías que vendan componentes exóticos aqui en Nueva York.

Reduces la lista a tan solo 7 herboristerias. Dos de ellas están situadas en Queens lo cual realmente es demasiado lejos.

Tres de ellas están en la zona de Central Park y abren las 24 horas ya que están relacionadas con circulos de brujas y vampiros psíquicos (esos humanos que se creen vampiros...).
Otras dos están situadas en Midtown; están un poco mas lejos pero una de ellas abre 24 horas. La otra es muy grande y posee la mayor variedad de hierbas de todo Nueva York.

Anoto los nombres y direcciones de las del Central Park y las otras dos, para poder darles algo a los jóvenes vándalos para que vigilen.

Central park:

- El Tejo Celta (está a 200 metros del museo de historia natural de la ciudad)
- La Herboristería misteriosa (está enfrente de la discoteca de moda de la ciudad: Haven)
- Dark Ages (herboristería satánica; a unos 500 metros de la comisaría de Central Park)

las de Midtown:

- Kult (es la mas grande de Nueva York)
- El Cannabicultor (abre 24 horas y está muy concurrida y seguramente vigilada por la policia de noche)

Luego de terminadas las tareas, noto el cansancioque deviene con cada amanecer, el sopor que se acerca y que ya empieza a traer consigo su pesadez, el de cada día. Recojo las pocas cosas utilizadas para esta labor, y desciendo hacia mi refugio secreto, asegurándome de cerrar por completo la puerta. Como siempre, reviso el lugar, un lugar espartano pero cómodo. Y luego el sol cae sobre la ciudad, y me impulsa a dormir, hasta la noche siguiente. El hambre punza en mi interior, y mañana será peor: un ácido corrosivo que me queme por dentro. Pero aún conservo la calma suficiente como para no recurrir a mi reserva de emergencia. Mañana cazaré, sin piedad, porque si la tengo, no cazaría y entonces...entonces de seguro mataría.