Partida Rol por web

Me acerque a Fernando tratando de ser invisible para el resto de los presentes, pero él me saludo incluyendo a Dante y Antonelli_Bien_Dije poniendo mi mejor sonrisa falsa_Si, la sheriff nos comento de la situación y..._Mire alrededor_Tenemos que hablar de la seguridad y mi posición en todo esto_  Trate de sonar tranquila y no impertinente. La camarilla no era lo que esperaba, ni sus miembros.

El hombre que entro con el Vasco se puso a criticar la decoración del salón por lo que alcanse a oír y Latour estaba apunto de gritar era lo más entretenido de la noche_¿Tengo que preocuparme?_Dije, nunca se sabia que podía pasar.

Por un milisegundo mire a Victoria con un gesto que variaba entre la cortesía, la sorpresa y la indignación, asumiendo enseguida la cortesía, mientras ahogaba mi deseo de sacrificarla antes de tiempo.

-no- fue una única palabra, dicha con mi tono más suave, más cortes y leve- no soy asistente de Latour- “jamás, nadie… me había ofendido tanto”  reí ligeramente, con gracia, manteniendo la postura al menos y sonreí nada más- Si Latour deseara una asistente, elegiría a alguien de su clan, alguien que este empezando de preferencia- termine, explicándome con un tono sereno, cuando en aquel momento se nos acercó el primogénito brujah, alejándose de Juana a quién me parecía había ido a saludar, empezó saludando a la pelirroja, sorprendiéndome un poco, “así que cuenta con un aficionado importante” pasó por Dante “¿no se conocían?” eso me sorprendió, aunque no lo demostré, claro y luego pasó a mí “un orden de importancia, ¿eh?” le ofrecí una sonrisa encantadora en respuesta de la carismática que me había dado asintiendo ante su saludo- primogenito Urtizberrea, gracias, siempre  es un placer tenerle en alguna fiesta - mi saludo era cortes y educado, aunque cuando él bromeo solo sonreí por cortesía y porque no tenía demasiada opción: Dante encontraba gracioso aquello, Victoria lo consideraba insulso y el primogénito… quien sabe lo que pensaba – a mi tambien me ha sorprendido un poco, pero creo que la mayoría ya ha llegado, y... no, creo que Micaela ha decidido ignorarme, a mí por lo menos, por el bien de la seguridad del evento- sonreí dulcemente observándole y observando a Victoria.

María asintió lentamente a las palabras de Juana.

- Sin lugar a dudas Mercedes sabrá que hacer. Es nuestra tarea apoyarla. Si no logramos la unión entre nosotros, nunca podremos combatir lo que se avecina... confiemos en la Sheriff, la necesitamos.

Antonelli con Mador y el resto de los vástagos fueron acercándose.

- Comprendo, sin duda es una mejor carta de presentación que este servidor. Es una pena no contar con su presencia en nuestros encuentros, pero no va faltar oportunidad para continuar hablando con usted. Espero disfrute de la reunión, Elizabeth, ha sido un placer conocerla- amablemente se despide de los presentes y se encamina junto a David hacia dónde estaba la guardiana.

Una leve sonrisa se dibujó en los labios de María, que los apretó para evitar que se notara. Aun le resultaba fascinante cuando Matias mostraba esos extremos cambios de amino, nunca sabías con qué te ibas a encontrar.

- Buenas noches Matias. ¿Preparado para la reunión? Será interesante saber qué noticias nos tiene la Senescal.

Antonelli le había dado la bienvenida, pero era necesario anunciarse también a Julia, esa mujer era muy cercana a la nueva Senescal y había cuidado todos los detalles del evento, al menos debía felicitarla por el esfuerzo. Se acercó lentamente junto a David, continuando el camino que habían comenzado media hora atrás. Había una mujer al lado de la guardiana, nada menos que María Malena, una Toreador de buen gusto e inteligente. Estaba a unos pasos de ellos cuando el Primogénito Malkavian se acercó y comenzó a hablarles. Dudó unos segundos, conocía solo de vista a ese hombre, no era precisamente el mejor momento para sumarse, pero la Senescal haría su aparición pronto, así que prosiguió.

- Disculpen la interrupción- se puso al lado de la guardiana - Julia, felicitaciones por este despliegue, puede notarse la impronta Toreador en cada rincón- besó su mano como solía hacerlo con las damas de alto rango, era una costumbre que había adquirido hace casi un siglo atrás -Por cierto, quiero presentarle a David, como verá tiene buen gusto y es además de lo mas interesante, saque sus propias conclusiones- le dijo y se hizo a un lado para dejarle lugar a él.

Se paró junto a la otra Toreador -María, es un placer verte, hermosa como es tu costumbre- le dijo, pero con ella evitó un saludo formal, no solo tenía confianza con ella sino que lo consideró inapropiado frente al Primogénito - Señor, soy Franco Noble, un gusto saludarlo- dijo inexpresivo, ignorando si Don Matias lo recordaba o no, y quedó atento a la reacción que el caballero pudiese tener. 

Acepta la despedida del doctor y del señor Miller con un cabeceo aprobatorio. Ya habrá tiempo de continuar la charla, puede que esta misma noche mas tarde.

-Que les sea leve la introducción… +dijo simplemente en un tono que comprometía cierta reserva. Juana era una cosa, pero el primogénito Malkavian… en fin, había casos especiales. Pero eran parte del oficio.

Ya cuando el otro par estuvo fuera de alcance, se volvió a Jules y la señorita Lamothe. La mención del Pontífice decía mucho de lo que interesaba a Facundo. Ese sin duda no era un hombre sencillo.

-¿De modo que la presentara el señor Yamski? +comento, intercambiando una mirada con el señor de Bourdeo mientras alzaba las cejas, como si se encontrara ligeramente impresionado+ Eso es muy interesante. Si no le molesta que pregunte, ¿pertenece a su congregación?  Suelo ir por la capilla y no recuerdo haberla visto, pero tal vez es una "afiliada" reciente.

La inocente pregunta era mas que una simple confirmación; lo que realmente interesaba era como la joven respondía ante lo implícito en las palabras.

-En cualquier caso, es una alegría para la vista. Y, más extraño aún, para la mente. Aprovecha para hablar con ella cuanto puedas, ahora que aún puedes Facundo, yo sin duda deseo repetir. Lástima que la velada sea menos orientada a los gustos de cada uno que al futuro de la ciudad.

Nada sencillo saldrá de esta noche, no con la princesa presentándose y los primogénitos reunidos.

-Quien sabe cuando podremos volver a hablar, Elizabeth. Tu señor es un hombre de trato...complejo. Ha sido un placer. Facundo, aprovéchala que no quiero acaparar. Hablamos después tú y yo.

Tomo la mano de la mujer para besarla, antes de alejarme. Tengo algo en mente y este momento es tan bueno como cualquier otro.

Al besar su mano, deslizo en la mano de Elizabeth una tarjeta elegante, con mi nombre, e-mail y número. Es pequeña y discreta, perfecta para estas situaciones.

Al alejarme me acerco al primogénito Brujah, Fernando "el vasco".

Amador siguió a Antonelli hasta Malena y la besó en la mano a su encuentro. - Imposible olvidarla. - Dijo mientras dibujaba una sonrisa en su rostro.

Cuando el primógenito Malkavian se acercaba, le hizo un rápido repaso de arriba a abajo. Cuando éste le ofreció su mano, la estrechó con una fuerza adecuada; firme pero sin llegar a molestar.

-Amador Rodríguez. - Dijo mientras bajaba un poco la cabeza a modo de reverencia. - Y el placer es mío. Aunque he de decir que no comparto su visión sobre la decoración. Es de un gusto exquisito. - Sentenció mirando a Juana de soslayo.

Dante tuvo que suprimir una mueca de dolor cada vez que Victoria abria la boca: No iba a durar un año a menos que aprendiera a cerrarla. Se mantuvo jovial y conciliador hasta que llego el primogenito. Nunca habian cruzado camino (Desde la Noche de los Aullidos todos los miembros activos del Azote estuvieron apagando incendios por toda la ciudad), pero le habia llegado su reputacion. Al parecer tenian bastante en comun, aunque eso, por supuesto, no era garantia de nada.

-Primogenito saludo Dante con un asentimiento mientras le estrechaba la mano con firmeza Es un placer.

Me encontraba en mi despacho ojeando unos viejos informes sobre mis experimentos, cuando recibí la invitación.
-"Una fiesta de bienvenida y presentación. Genial, me vendrá bien. Supongo que la gente estará expectante por como se desenvuelve Mercedes Moreno, la Senescal puesta ahí por La Príncipe Alexandria. Será interesante."
Rápidamente me fui hacia el vestidor, no sabía que ponerme...bueno en realidad si lo sabía: traje elegante azul oscuro, camisa blanca y corbata roja, rolex en muñeca izquierda y anillo en dedo anular derecho.
Llegada la hora del evento, pedí una limusina; no me apetecía conducir y no podía llegar en un simple taxi.
El Palacio Barolo es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires. La majestuosidad del mismo iba acorde con lo que me esperaba dentro.
Innumerables vástagos con sus mejores galas, acompañados por una música diferente en función de dónde se encontraban.
Veía caras conocidas y no tan conocidas, pero al no saber muy bien porqué había recibido la invitación, opté por mezclarme con el resto de invitados .

El primogénito estrechó la mano de Dante y asintió también, el gangrel pudo notar que medía su fuerza en el apretón. Dio un rápido paneo alrededor, algo de rutina para él -Y para mí es refrescante que usted me reciba, Antonelli. Sin lugar a dudas Micaela debe estar ocupada esta noche -dijo encogiéndose de hombros -No se lo tome a personal si decide continuar ignorándola -deslizó con una sonrisa de lado.

Luego miró a los dos vástagos que estaban empezando su guardia -No hay nada de que preocuparse, de momento -sostuvo -La Senescal ha reforzado la seguridad en los límites por esta noche con algunos assamitas leales -comentó por lo bajo -Así todos los que debiéramos estar patrullando podemos estar aquí -explicó. -Qué extraño que el Pontífice tremere no llegara todavía -dijo como al pasar -Sigan vigilando, pronto bajará la señora Senescal.

-Nunca estuve más preparado para una reunión de Consejo en mi no-vida -asintió acariciándose las solapas de su saco negro con las palmas de sus manos, dejando ver sus uñas apenas un poco más largas de lo normal y sus manos nudosas, luego para dar énfasis sonrió a María Malena forzadamente, como si hubiera olvidado que eso era lo que quería hacer desde un principio y lo hubiera recordado tarde, saludó con un gesto al primogénito brujah. Este se escabulló por detrás del grupo alzando la mano a los que lo miraron y se dirigió en dirección a dos vástagos que se encontraban con Antonelli, volviendo a la conversación el hijo de Malkav dijo -Amador, un gusto -saludó parcamente analizándole con la mirada sin disimulo, lo mismo hizo con los dos  vástagos que se acercaron -Franco Noble... ¿el giovanni, no? -dijo alzando el dedo índice triunfante y después se tomó la barbilla unos segundos, como pensando y agregó -Un gusto, David. Hay muchas caras nuevas por el Elíseo, espero que vengan a construir y no a molestar... Ojalá la Senescal baje pronto, aunque todavía falta el Pontífice tremere y sin Yamski acá no creo que esto empiece, no a menos que Mercedes quiera un enemigo más para su lista. Si es que no lo tiene ya.-se animó a decir mientras jugaba con su corbata con un patrón de llamas en cobre y bordó.

Pudiste notar que Elizabeth pareció contrariada por tus palabras, pero no objetó nada y dejó que te marcharas sin contestarte. Mientras te alejabas con David la viste mirarte durante unos segundos intensamente, luego volvió su atención a Facundo y a Jules.

Juana estaba algo ofuscada por las palabras del primogénito malkavian sobre la decoración pero las de Amador le volvieron a levantar el ánimo, por lo menos su clan la apoyaba. Tanto esfuerzo para qué, para que venga un loquito con ínfulas y criticara su trabajo en público, ¡En público! Suspiró y compuso su mejor sonrisa para los vástagos que se acercaban.

-Gracias señor Noble -dejó que el vástago le besara la mano y luego repasó con la vista a David "Nada mal", pensó y le ofreció la mano a su vez -No dudo de que si viene avalado por usted es alguien interesante -acotó haciendo gala de sus artes de mujer, que todavía no había olvidado, sonriéndole coquetamente -¿Tiene negocios en la ciudad señor David?-preguntó curiosa. Luego saliendo de su leve ensoñación introdujo a Amador -¿Conocen al señor Amador Rodríguez de Benavides?

Yamski había sido claro con sus consejos (órdenes): observar quiénes se relacionaban con quiénes, tomar nota de los rumores que pudieran circular, identificar bandos a favor y en contra de la Senescal y vigilar a Franco Noble, el giovanni adversario de los tremere en ciudad de Buenos Aires.

Con un simple paneo de los alrededores pudiste identificar al primogénito malkavian, al que habías visto un par de veces que acompañaste a Eusebiusz al Elíseo, estaba hablando con un grupo de vástagos haciéndose el misterioso, como siempre. Sabías de él que había sido arconte y que era uno de los encargados de la vigilancia de los límites de la ciudad, junto con el primogénito brujah, al que habías visto una vez y que se encontraba más atrás, llegando a la mitad del salón. Tu colega y hermana de clan, Elizabeth, que estaba hablando con un vástago joven en apariencia. Elizabeth había sido nombrada Regente de la Capilla de Parque Chas y tú habías sido ascendido a Regente de la Capilla de Facultad de Ingeniería tras la Noche de los Aullidos, en la que desaparecieron los dos antiguos regentes y algunos aprendices del clan.

Si bien creías que tú te merecías esa recompensa, lo dudabas por parte de Elizabeth, que aunque inteligente te parecía muy joven en la sangre. Y algo díscola; solía querer hacer sus propias reglas, y eso con los tremere era una apuesta peligrosa. No solo por la rígida estructura de la pirámide, sino porque las bases del clan estaban asentadas en una obediencia casi ciega, promovida por el vínculo a los antiguos.

Podías ir en busca de Elizabeth o encarar hacia cualquiera de los primogénitos conocidos.

Escuché las palabras de Jules con una sonrisa en los labios, agradeciendo secretamente sus halagos. Bajé las pestañas un par de veces mientras me besaba la mano y tuve que contener una risa cuando habló de Eusebiusz. -Los tremere somos complejos -reconocí -No encontrará gente simple entre nosotros, pero somos un mal necesario: nuestros intereses son los de la Torre y somos sus fieles defensores -agregué -Será un honor volver a hablar con usted, señor de Bourdeo -lo saludé y volteé hacia el señor Bahl.

Elizabeth acepta tu tarjeta y cuando retira la mano la esconde entre los pliegues de su vestido, sabes que los tremere suelen llevar talismanes y objetos mágicos consigo así que no te extraña la posibilidad de que tenga algo escondido en sus ropas, como un guardapelo o una bolsita con sus artefactos mágicos.