Partida Rol por web

"Ya lo ves Gaston. Por cierto, hace rato que no dices tu frase!"

Sin duda tener que escuchar al trío calatraba de Garfio, Gaston y Jones hacía que quisiese de verdad hacer esas 100 acciones para salir de aquí, cerré la revista y hablé mientras me levantaba -pero un rumor es solo eso, no hagamos un mundo de algo que aún no ha ocurrido y ni siquiera sabemos si ocurrirá, no os niego que disfrutéis de pensarlo, solo es un mero comentario, por mi parte sea o no verdad el rumor disfrutaré de pensarlo cuando realmente ocurra- me estiré levemente le cuello mientras caminaba un poco haciendo algo de sonido con mis zapatos. -Habrá algún libro nuevo- me acerqué poco a poco a una estantería de libros que casi podía decir que me había agenciado para mí.

Bueno, no queda más que esperar. - digo mientras creo un clon de mi mismo y me siento a jugar ajedrez.

Este viejo tablero se cae a pedazos, al menos deberían renovar el mobiliario cada 20 años. Eh Gastón, estás demasiado cerca del espejo será mejor que no lo dejes empañado como la última vez porque de lo contrario serás tu quien lo limpie y creéme que lo vas a hacer, pues aunque no tenga mi bastón aquí, aún me queda un truco o dos para convencerte de que lo limpies. - digo con cierta seriedad mientras mis ojos se tornan viperinos.

Aun recuerdo la última vez que me tocó limpiar el espejo, no fue nada agradable, pero tenía que hacerlo para poder observar con tranquilidad a los de arriba y es que el vaho distorsiona la imagen.

Parecía que el cabeza hueca de James no iba a hacer nada, no se enteraba de que en el Inframundo no estaba él solo. Rodé los ojos y me centré en un espejo, a través de el podía contemplar a mi amado mar. Todo con tranquilidad hasta que volvieron a discutir por el rumor, suspiré.

-Tal y como dice Lucius es solo un rumor, puede que sea cierto o no. En todo caso hasta que no ocurra de nada sirve discutir por esto. Y si hay que hacer 100 acciones buenas... Supongo que habrá que hacer lo contrario a lo que acostumbramos a hacer y eso señores, es complicado para alguien como nosotros.- carraspeé y volví a mirar el espejo.

Creo que también estaba dispuesta a hacer 100 cosas buenas por volver al mar, pero... ¿y si hacíamos algo malo mientras intentamos hacer las cosas bien? 

- La esperanza es lo único que se pierde, Úrsula.- Le digo cordialmente a la mujer sin mirarla a la cara y poniéndome de pie para despegar mi culo sudado de la silla ¡Que calor, joder! 

Veo a mi querido Davy Jones tan húmedo como siempre ¿Cómo lo hacía? Y las ganas de abrazarle de nuevo pasan por mi cabeza. Restregarme por aquel cuerpo tan... Cefalópodo y mojadito era mi salvación muchas veces. Por le general, lo hacía disimuladamente, me iba acercando poquito a poco a él hasta que notaba su humedad en mi cuerpo. Después, le comenzaba a dar palmaditas en la espalda por cualquier comentario que dijera, notando como mi mano se mojaba (aunque de un líquido caliente), hasta que poco a poco le abrazaba por cualquier cosa y me restregaba por sus tentáculos. 

Pero en esta ocasión, no lo hice. De momento me conformaba con estar a su lado. 

- ¿Jugamos a los dados?

Estabais tan ajetreados y ocupados en vuestras propias cosas que ni os fijasteis en la presencia que acababa de entrar en la sala hasta que carraspeó. Jamás habíais visto criatura más horrorosa y eso que algunos teníais secuaces realmente horrendos, pero esa mujer se llevaba la calma.

Con voz raspada, la vieja babosa se dirigió a vosotros.

-Veo que la muerte os está sentando fatal. ¿Acaso os estáis imaginando que en ese espejo se ve algo más que vuestro reflejo? Si que estáis afectados -Roz se acercó a la mesa y dejó caer una carpeta- Me llamo Roz y soy vuestra "Asistente de la Condicional". Creo que sabéis por qué estoy aquí. Os han chivado ya lo de las 100 buenas acciones ¿Verdad? Bueno, eso me arregla las cosas

Mientras se sienta en una butaca, pringándola de baba revisa vuestros expedientes, sacando uno para cada uno y se ajusta las gafas.

-Bien... Aquí estais todos a los que se ha ofrecido esta oportunidad y creedme, es una oportunidad muy buena. El infierno está a rebasar y quieren enviaros arriba de nuevo, con un trabajo, en un mundo moderno... Pero para que sepamos que sois aptos debéis hacer 100 buenas acciones y cada semana venir a recibir vuestros informes de acciones. No podéis faltar a la revisión o volvereis al infierno para siempre. Que calor hace aquí ¿No? 

Roz volvió a mirar los informes.

-Bien, ¿Quién tiene dudas?

Sólo tengo una duda ¿Cuándo empezamos? - pregunto con una sonrisa amable y cautivadora.

"Por dudas, las tenemos To-Das"
 

"Matar a Justin Biever ¿Es una buena O-brá? ¿Y que pasaría si mientras estamos salvando un colegio lleno de niños, cuando vamos por el 99, por un casual matamos a la mami de un cervati-lló?"

Yep. uno de los más celebrados villanos es el cazador que mató a la mami de Bambi. Es tan malo que ni el señor Disney se atreve a dibujarle ¡Que malo que es!

"Aparte ¿Cien buenas o-bras, y entonces, qué? ¿Nos reencarna-mós? ¿Recuperamos todos nuestros pode-res?"
"¿Y que pasa con mi amigo, el Kra-ken?"

"Hace tiempo que no lo veo"

Mirando los libros escuché una voz nueva en el lugar, me gire para ver a uno de los seres más indescriptiblemente horrible del averno, pero parecía que ella era la Asistente de la condicional. ¿Condicional? así que parecía que realmente si existía algo así como las 100 buenas acciones, me acerqué curioso, parecía que por primera vez abría una puerta por la que salir de este ardiente lugar aunque nos trajese la noticia aquella extraña Roz.

Escuché lo que Roz nos decía, no era muy diferente de lo que tenía en mente, simplemente había que salir, hacer cosa buenas y volver para una revisión, en cuanto a su mención del calor no pude no responder, -la verdad es que aún no estamos en hora de máximo calor, pero solo hay que hacer 100 acciones ¿no?, lo único que se me ocurre preguntar es si hay un límite de acciones necesarias a la semana o no-

Escuché con atención las palabras de aquella babosa asquerosa... Era como un tentáculo de calamar gigante y todavía más repugnante, si cabe. La lista de preguntas de mis compañeros me decepciona, definitivamente ninguno era muy inteligente. Alzo la mano, intentando ser cortés aunque mis preciados calzoncillos no dijeran lo mismo. 

- Yo tengo unas cuantas preguntas, mylady...- Sí. Así seguro que conseguiría que se viera envuelta de mis adorables encantos y fuera más clara en sus palabras o quizás, me guardara preferencia. - La primera, ¿cómo iremos hacia allí? ¿Es un proceso que duela, marea... O algo? La segunda, ¿Seremos enviados todos a un mismo lugar? No querría ser maleducado ni desagradecido, es una maravillosa oportunidad y sea como sea la voy a hacer...- Me inclino un poco para ser de lo más caballeroso. -Pero todos venimos de mundos muy distintos y, sinceramente, yo creo que unas de las mejores acciones que podría hacer se encuentran en el País de Nunca Jamás... 

Espero a que conteste esas dos preguntas, tampoco la quería desbordar ¿Cuánto cerebro tienen las babosas? ¿Entendería bien mis palabras? 

- Siguiente pregunta, ¿de cuánto tiempo dispondremos, más o menos, para hacer las 100 buenas acciones? y... ¿Cómo volveremos aquí para dar los informes? ¿Hay una entrada allá arriba que te permite bajar aquí abajo? Oh, y lo que más me preocupa, como bien ha dicho el Capitán Jones ¿Luego nos reencarnaremos? ¿Subiremos a la tierra con nuestro aspecto de siempre? ¿Jóvenes, viejos? Y... ¿Después de eso, podríamos hacer acciones malas sin ser castigados? No es que tenga planteado hacerlas, por supuesto, solo opino que algunos rufianes presentes les estará bien saberlo.- Miro a la viscosa Úrsula sin querer mientras los pelos se me ponen de punta "A veces da igual a cuántos grados estés, que si algo te repugna te da un escalofrío" Pienso y me comienzo a replantear que tendría que haber dado oportunidad de que me den más escalofríos en el infierno. - No creo que sea una buena acción matar a nadie, amigo mío, como ya te he dicho.

- Y... La última pregunta ¿Se podrían hacer 100 buenas acciones un mismo día? - Me acerco a nuestra asistente de la condicional y le quito las gafas, que las tenía empañadas por el calor. - Que ojos más bonitos tiene, Roz.- Con una servilleta se las limpio. - Yo de ti aprovecharía que puede salir allí afuera para no marchitarse aquí dentro, usted que puede librarse del calor... Ojalá yo pudiera hacer lo mismo. ¿No se puede comenzar inmediatamente, no? Y con eso se me ocurre otra pregunta... ¿Dónde viviremos? Yo tengo un barco...- Le digo mientras le pongo las gafas. - ¿Podría recuperarlo?

Llegó una babosa hablante. Una babosa hablante! Eso era nuevo en aquel lugar. Y, por si fuera poco, era bastante grande. Pero cualquier atisbo de asco se borró de mi cara al escuchar que nos concedían la prueba de las 100 buenas acciones.

- Por favor! Quiero empezar ya y salir de aquí! - Dije implorante. -No soporto más este lugar. Haré lo que sea

Hades estaba petrificado, era la mujer más fea que había visto en su vida, sin contar a…bueno, a nadie.

-Llevo aquí…no se ni cuanto llevo, he perdido la cuenta de los años, y me estás diciendo que has esperado hasta ahora para avisar a todos…sácame de aquí, por  favor…-Exclamó mirando con nerviosismo a su alrededor.-Como vuelva a tener que acercarme a esa máquina de Herculade voy a arrancarme los ojos.

"Como no me dejes salir pron-tó, montaré un referendum en Reino Uni-dó"
"Queda Di-chó!"

Me fastidiaba una barbaridad no poder recuperar mi queridísimo Jolly Roger, pero intenté tener una sonrisa poco forzada. Además, una vez fuera no sabía como volver a este calentorro lugar y no nos estaba ayudando a descubrirlo.  ¿Qué pasaría si hacemos las 3 acciones y luego no sabemos volver aquí para archivarlas y recibir los informes? Pensé que definitivamente las babosas no tenían mucho cerebro. Si tuvieran no habría dejado pasar la oportunidad de seducirme. 

- ¿Entonces... vamos a ir a cualquier país normal? ¿Sin nada de cosas mágicas? ¿Inglaterra? Yo soy de allí... Bueno, lo era.

Espero a que los demás hablen, se quejen, pregunten para finalmente decir: 

- ¿Podemos empezar ya? 

"¿y que es una cosa buena y cual mala? En la época de Hadas, tener esclavos era bueno. En la de la Ursula, era el esclavizar solo si eran negros"

"Y en la.la.deliranza Gaston, estaba bien cazar monstruos aunque fueran inteligentes. El esta aquí solo porque resultó que la bestia era un noble y Gaston un plebeyo"

Sin duda la cosa no era demasiado favorable para nosotros, había un mínimo de acciones diarias semanales aunque la verdad no eran muchas, pero no estaba del todo seguro que realmente yo fuese capaz de hacerlo.

Miraba la resto y escuchaba sus opiniones, podía entender lo que pensaban yo también hubiese querido poder tener de vuelta mi colección de libros y documentos pero no parecía que esa fuese una opción, habría que volver a recabar libros. Me hizo gracia aquello, pensar que no difería mucho de un dragón en el cual me transformaba. -Supongo que no queda otra, solo esperemos que los humanos o nos saquen de nuestras casillas- dije de manera resignada, no era de mi gusto del todo hacerlo pero quería evitar pasar más tiempo con la ropa interior de Garfio.

-Por mi estoy listo cuando nos desees enviar o cuando nos envien o a saber, no tenemos tampoco mucho que recoger y llevarnos de cualquier modo-

"¿Tendremos también nuestros superpode-res? " pregunta un tanto intrigado " Garfio es un espadachin, Gastón esta ma-zas. Óscar¹ sabe rugir, Hadas es un dios, Ursula no puede poner se (mas) gorda y yo tengo tentaculi-tos"

"Si queremos poder hacer buenas obras, necesitaremos estar al ciento por cien-tó"
"¿O espera que simplemente ayudemos a cien ancianitas a cruzar la carrete-ra?" 

¿Existe algún problema si intentamos recuperar alguna de nuestras posesiones? Por ejemplo mi bastón, no es que no pueda hacer magia sin él, pero ayuda al estilo, además quiero visitar a un viejo amigo antes de iniciar.

¿Es posible que me concedas esa gracia? Digo, tú eres quien está a cargo y en verdad quiero aprovechar al máximo esta nueva oportunidad, siempre me pregunté hasta dónde podría haber llegado si no hubiera seguido objetivos ajenos. - comento con nostalgia mientras me acomodo la túnica listo para iniciar el viaje.