Ser Paxter susurra algo a Alarich, este asiente brevemente aún con gesto ausente
- Iniciad los preparativos - la respuesta es escueta y poco clara, sin duda con la intención de que nadie pueda averiguar de que hablan exactamente. Acompaña una mira a Ser Paxter que exige que sea discreto.
Da un cabeceo a Mares cuando hace su propuesta, invitándole a retirarse a un lugar más apartado para conversar
- Os escucho... - esperando una propuesta cuanto menos precisa
Julia sonreía ante las aventuras que se relataban. Se sentía relajada, al menos por un rato. Le costaba alejar sus ojos de aquellas bolas púrpuras netamente Targaryen. En un momento logró despegarse y vió como su padre salía seguido de Wylen. Se preguntó que trato estarían por hacer, pero decidió olvidarse de ello y continuar disfrutando de ese rato de tranquilidad. Al fin y al cabo era una joven noble rodeada de caballeros, guerreros, y príncipes.
- Mi Señor, mucho se ha hablado de tus hazañas y de las de Fuegoscuro... de los incontables combates que has ganado con ella. Me preguntaba si sería muy atrevido de mi parte pedirte que en algún momento me permitieras esgrimirla...
- Por supuesto, mi señora. Mi espada está a vuestro servicio. Si me acompañáis al patio de entrenamiento, con mucho gusto os demostraré sus habilidades.
Motivo: Seducir
Dificultad: 0
Tirada (6): 1, 4, 5, 2, 1, 2
Guardados (4): 5, 4, 2, 2
Total: 13, Éxito increible
Julia entiendo que estás intentando seducir al príncipe.
Varios caballeros de la escolta de Daemon comentan que seguramente se celebrará alguna justa o torneo para celebrar el encuentro entre el dragón y el león... Os preguntan si os interesaría participar a los guerreros.
Una expedición a las Islas de Hierro es algo ambicioso. Vais a intentarlo con vuestras propias naves o buscar aliados?
Ulfryd escuchó estupefacto las palabras de los hombres de Daemon y sonrió pícaramente:
- Si es una justa dudo que pueda hacer nada que no me deje en ridículo. Si es un torneo a pie de guerreros, podéis contar conmigo. Y seguro que con el bueno de Elric.
El gigante siguió comiendo un poco, necesitaba tener el estómago lleno de cara a recuperarse.
- ¿Al final me das el visto bueno para editar la ficha de Wyrmslayer?
- Sin duda participaré en el Combate con Armas mas tengo que declinar la invitación a participar en la Justa salvo que se haga entre barcos en vez de montados a caballo. - comento con una amplia sonrisa.
- Seria para mi de un valor incalculable, mi señor. Una sonrisa sincera se dibujó en su cara mientras se paraba para seguir al Príncipe. Aquello parecía una escena salida de la boca de Thom.
Motivo: Persuación
Dificultad: 0
Tirada (2): 6, 3
Guardados (2): 6, 3
Total: 9, Éxito considerable
Pues si, es casi inebitable!
Master tengo la Cualidad Atractiva (Repites resultados de 1 en tiradas de Persuación). En este caso no creo que cambie nada, pero repito lo dos unos por las dudas.
Buscando aliados.
Simplemente le indico que nuestros hombres y navíos estén preparados para partir en cuanto se disponga (lo antes posible), pero primero hay que hablar con el Rey, Lord Lannister, etc.
Eso habia entendido yo ;)
Tras hablar en privado, Paxter y Alarich vuelven con sus invitados. Allí les saluda la casi olvidada Desmera Redwyne.
- Mis señores, quería agradecerles que hayan luchado para salvar mi vida y la de los míos. Si os place, tengo que mandar un mensaje a mi padre lo antes posible para decirle que mi hermano Desmond está herido y prisionero de esos piratas. Para pagar un rescate. ¿Creéis que aceptarán su oro?
-Era nuestro deber, mi señora, soy yo quien le tiene que estar agradecido, puesto que sin vos, hoy no tendria ni hijo ni esposa. En cuanto a si aceptaran el oro...Mas se merecen el acero de nuestras armas.
El cauto Paxter no le dice que haran lo posible por rescatar a su hermano, cobrandose justa venganza sobre los asaltantes de Puerto Rojo, no hara una promesa de la que su hermano tenga que responsabilizarse. Por mucho que la gratitud de Paxter sea infinita por las labores de Lady Redwine durante las complicaciones que tuvo Bethany durante el parto, el castellano no puede poner los recursos de su casa a su servicio. Solo su hermano puede.
Daemon Blackfyre y tu vais a un aparte. Donde te enseña varias de sus estocadas y quites. Ciertamente debe ser uno de los mejores caballeros del reino, aparte de uno de los más apuestos.
A Julia le costó contener sus deseos. Siempre fue una mujer efusiva, y moría por saltar en brazos de aquel hombre. Finalmente suspiró profundamente. Y se acercó.
- ¿Puedo? Preguntó haciendo un gesto hacia la espada. Nunca había sustenido un arma de acero valyrio, y siempre había soñado con ello.
- Señor, vuestra ira es justa, pero es ruego por la Madre que reprimais vuestro brazo. La vida de mi hermano pende de un hilo, y si sus captores se sienten amenazados, no dudarán en matarle, y yo y mi familia moriríamos de dolor.
Daemon desenvaina su espada y te la ofrece. Luego rodea tu mano con la suya para enseñarte como empuñarla.
- Así. Con suavidad pero con firmeza a la vez. Tened cuidado. Hermana Oscura corta el hierro como si fuera esparto. Imaginaos lo que haría con vuestra piel de seda o vuestro cabello de fuego.
Se te acerca un caballero, Ser Dalor Flores, con la intención de alquilar tu barco para llevar a su señora Lady Desmera Redwyne de aquí a Lannisport y luego al Rejo, en el Dominio.
Entendiendo tus palabras anteriores y tu sonrisa como una invitación, ser Daemon te besa audazmente en los labios...
Motivo: Seducción Daemon
Dificultad: 0
Tirada (4): 6, 1, 4, 6
Guardados (4): 6, 6, 4, 1
Total: 17, Éxito asombroso
Creo que te puedo dar por seducida, y tu personaje además lo busca no?
El banquete está casi en su final cuando se abre la puerta y entra Tormen Alander. Acaba de volver de perseguir los últimos supervivientes de la horda enemiga. Tiene sangre en su capa y su cota de malla, pero no es del enemigo, sino quizá del cuerpo decapitado que lleva en brazos. Cuerpo que aun lleva las coloridas vestiduras del antaño apuesto bardo, Thom Merrylin.
- ¡Ni siquiera pensasteis en enterrarlo!- grita enfurecido, y al parecer, borracho.- Dejasteis mi mejor amigo como una carroña en un prado. Tocó para vosotros, cantó para vuestros niños, y lo olvidáis sin buscar siquiera su cabeza. ¿Dónde está su cabeza?