Partida Rol por web

EL criado observa a Ricard con los ojos desorbitados y intenta tararear una respuesta

P.p...pero...Y observa a Francisco Mi...lady...My Lady Maeve...esta...ida...de este...mundo.....un hechizo....noooo...se.........y observa a su dama quien permanece rigida Decidle...a vuestro....señor....que......que....

Y se tapa el rostro, de su boca no salen mas palabras y le susurra con respeto a Lady Maeve Lady...mi Lady...

Toma fuerzas para no dar una cachetada a su ama y aprieta sus manos

Mientras el tabernero continua moviendo su pañuelo y le dice a una de las camareras

Maria, servid una ronda a todos los presentes Y levanta la voz Que sepan de la hospitalidad de La Dulce Tizona

Ricard regresa junto a Francisco y le explica la situación. El hospitalario comprende la situación y sabe que lo mejor sería alejar a la dama del fuego lo antes posible, pues si es una vampira, y por la forma de actuar lo parece, estaba en grave peligro.

Sólo espero que pueda mantener el tipo y no caiga presa del pánico...

El hospitalario se prepara por lo que pueda pasar mientras espera que el caballero con el que está comprenda también la situación.

La Dama, algo le pasa. Las palabras que escuché de su criado me han llamado la atención. ¿esta bajo los efectos de un hechizo? en una noche como esta no puede ser casualidad, abre bien los ojos
Santiago se pone en guardia.

Daniel observa divertido como Francisco se dirige hacia su escudero y como éste se dirige hacia el de Lady Maeve.

Una vez totalmente corroborado que se trata de un vampiro, curiosamente se siente más relajado.
Siempre he pensado que el Señor tiene una razón para todo. Esta nueva situación no por inesperada deja de resultar muy, pero que muy interesante.

Daniel se gira completamente y se coloca justo al lado de Francisco centrando su atención en Lady Maeve y la conversación entre los dos escuderos. Lady Maeve no lo está pasando bien, pero el hecho de acercarse al fuego no le resulta, obviamente, atractivo. Con un gesto, le indica a Francisco que es consciente de la situación y que está listo para actuar.

Con que tenemos a un Nosferatu en la taberna... seguramente, casi todos los que nos encontramos en la taberna ahora mismo seamos vampiros. Como no me he dado cuenta?

Daniel contempla detenidamente a todas las personas que se encuentran en este momento en la taberna y memoriza el lugar donde se encuentran.

Nunca se sabe cómo van a reaccionar todos ante el juego del posadero y lo que le está ocurriendo a Lady Maeve...

¿consegui intimidar a los musicos? como creo que va a pasar algo (maeve parece estar a punto de estallar) mi personaje esperaba dejar todo entre vampiros lo más posible.
Si no lo consegui o no te viene bien que los musicos salgan no ha pasado nada jeje

De un momento a otro los musicos detienen la musica bruscamente y sin decir palabra recogen sus instrumentos y salen de la taberna despavoridos como si algo o alguien les hubiese asustado mientras que Maria, la camarera os lleva a cada uno un vaso de cerveza Tomad que la casa invita, dice a cada uno

El camarero se queda perplejo de ver a los musicos salir asi no mas.

La taberna a quedado completamente vacia siendo ustedes y el tabernero con las camareras los unicos en el lugar

Esa dama parece a punto de estallar, algo va a ocurrir, dejemos esto entre monstruos.
Sonrio al tomar mi cerveza, sintiendo la inquietud de la camarera al acercarse a mi.
Mi mirada vuelve a la figura que no ha abierto la boca sentada en su mesa. Miro a Alain un momento, llamándole la atención sobre ese individuo que parece no darse cuenta de todo lo que está pasando ...o no importarle

No me gusta el ambiente que ha quedado en la sala. Pareciera que algo grave va a ocurrir. Y si es cierto que la mayoría somos cainitas esa dama tiene muchas probabilidades de serlo también. Sólo resta averiguarlo.- Perdóname, Santiago, pero parece que la dama se encuentra algo..indispuesta.-
Y me dirijo hacia ella tranquilamente, intentando averiguar qué es lo que me llama la atención. aparte de la obvia intranquilidad de su lacayo.

Cuando llego a la altura de la dama me interpongo entre ella y la chimenea.
- Perdonad, señora, que os importune este miserable vagabundo, pero vuestro siervo parece intranquilo por vos.-

Los murmullos y conversaciones privadas estan a la orden del dia asi como las miradas penetrantes y extrañas.

De un momento a otro uno de los sujetos, Alain se aljea de la pared y lentamente con su capucha vieja se acerca a Lady Maeve cruzando junto al tabernero quien ha bajado su pañuelo y observa la situacion con detenimiento esperando que acudan a su llamado

Respondo al nosferatu con un asentimiento de cabeza y un poco después, también yo avanzo hacia el centro de la taberna, sin embargo me dirijo ligeramente hacia el lado derecho de la sala posando mi mirada en la figura solitaria (Lucius). Camino lentamente hacia su mesa con la mirada muy fija en él hasta que atraiga su atención.

Ah! Suspiro... Consigo apartar los ojos del fuego y fijarlos en mi fiel Ricards. Levantémonos. No te asustes, amigo. Estoy bien pero alejémonos del fuego, te lo ruego... Me levanto de la silla rápidamente, alejándome con paso tembloroso de la chimenea y acercándome al gentío que se está reuniendo en el centro de la sala. ¿Qué ha pasado Ricards?¿Por qué estan todos en pie? He estado paralizada demasiado tiempo...me he dejado llevar por la preocupación por mi escudero y he olvidado mi propia seguridad..."

Si la dama no es capaz de moverse intentaré alzarla y llevarla en brazos a otra mesa.

Llego hasta muy cerca de la mesa donde está el
individuo solitario y me paro, cubierto por mi gruesa capa y le miro, con una mirada inquietante que parece analizar profundamente a la figura. Interesante, otro condenado. Su figura, su indumentaria, su halo de misterio me recuerda a alguien nada grato. Alguien a quien maté. Mi mirada es desafiante y depredadora.

Me recuerda a mi maestro, el mago del que fui aprendiz y que resulto ser un Tremere. El me enseñó sobre las diferentes ramas de la magia, cosas sobre seres sobrenaturales como los vampiros y su forma de usar esa magia.

Tras notar como se me acerca la figura de Santiago, retiro ligeramente la capa sólo para poder devolver la mirada, tras unos interminables segundos por fin abro la boca;
Bienvenido señor Santiago, ¿parece que el ambiente está algo extraño no cree?
Tras el comentario amago una ligera sonrisa
Discúlpeme si no retiro mi capucha al hablar con usted, pero creo que no es el momento ni el lugar para ello